Inmerecido castigo para un Barça que perdonó la goleada

Sorloth sentenció en el descuento después de una gran actuación de los de Flick, a los que sólo falló el gol


Con el liderato el juego entre el Barcelona y el Atlético, el conjunto azulgrana recibió un doloroso e inmerecido castigo después de jugar todo un partidazo en el que había perdonado una auténtica goleada al conjunto rojiblanco. Sorloth, al culminar una contra después de una pérdida de Raphinha cuando buscaba el 2-1, sentenció a los azulgranas, que se habían avanzado en un gran primer tiempo con un golazo de Pedri y vieron cómo en dos zarpazos el Atlético se llevaba un triunfo del todo inmerecido en el segundo, en el que entre Oblak y el desacierto propio se les escapó la goleada.

Al Barça le faltó solamente el gol después de una muy buena actuación coral, con muy pocas sombras. Ahogó al Atlético, con esa presión alta y esa línea defensiva avanzada que le caracteriza. Pedri y más adelante Olmo cuando entró estuvieron excelsos entre líneas, pero los últimos metros condenaron al Barça y, al final, los goles mandan.

La alineación de Flick confirmó lo ensayado en la previa. No fue Ferran, pese a su doblete en Dortmund, el elegido para sustituir a Lamnine Yamal, que desde luego ante Galán se podría haber puesto las botas. Por ahí entró Raphinha, dejando la izquierda para Fermín, que mandó balones muy peligrosos. Como mediapunta, Gavi cogió el testigo de Dani Olmo. Puso toda su energía al servicio del equipo y participó en la creación del primer gol en una combinación con Pedri, el diseñador del juego.

De entrada, el Barça ahogó al Atlético, encerrado en su parcela por el ritmo trepidante del conjunto de Flick, dirigido desde el área técnica por Markus Sorg. Ese inicio notable se tradujo en un cabezazo defectuso de Raphinha, al rematar hacia atrás un buen centro de Fermín, y un paradón de Oblak a remate del propio Raphinha después de una larga jugada colectiva con pase atrás de Lewandowski.

El Estadi Olímpic, por otra parte, no era el témpano de hielo del día del Leganés. Al contrario. La intensa puesta en escena del equipo de Flick obtuvo la respuesta y el apoyo de un público que desde el primer minuto hizo ruido y animó con cánticos a su equipo. El jarro de agua fría llegó al final.

Realmente, el juego del Barça y el ambiente invitaban a pensar en un feliz paréntesis competitivo navideño, con un liderato que confirmase y premiase el más que notable primer tramo de temporada azulgrana.

A ese excelente arranque de partido ya le faltó el premio del gol, que al fin y al cabo es de lo que se alimenta el fútbol, y el paso de los minutos beneficiaba al Atlético, que mandó un primer aviso en un cambio de juego de Gallagher buscando a Giuliano Simeone, que había ganado la espalda a Balde pero que mandó un centro impreciso que no llegó a destino.

Oblak volvió a detener un buen remate de Iñigo, Giménez evitó in extremis un remate de Lewandowski y un cabezazo de Gavi marchó fuera por muy poco. Faltaba eficacia en los últimos metros para trasladar al marcador la superioridad que se veía en el césped.

La magia de Pedri hizo el trabajo. El canario ya estaba moviendo el balón con soltura y maestría, cuando tomó el balón, lo condujo en diagonal sorteando rivales y combinó con Gavi, que se la devolvió de tacón mientras se giraba. Pedri recibió de cara y definió con el crack que es.

Impelido por la necesidad, se esperaba en el segundo acto de la función de Montjuïc una reacción del Atlético, que ya había salido de la cueva en los minutos finales del primer tiempo, buscando los epsacios tras la zaga barcelonista. Pero no.

MÁS OCASIONES PARA EL BARÇA
Muy metidos en el partido, los jugadores del Barcelona salieron en el segundo tiempo con el mismo ánimo que en el primero, pero enfrente el Atlético también había subido una marcha. Se intuía un partido a campo abierto, pero las circunstancias iban a hacer que el Atlético volviese a su parcela.

Pobre Fermín: corrió muchísimo, desbordó, presionó y generó ocasiones, pero sigue con su mala relación con el gol. Recibió un regalo de Pedri tras una recuperación por la presión alta de Raphinha, pero remató a los pies de Oblak.

Igual que el meta frustró el gol de Fermín, como en partidos anteriores, el de Raphinha lo evitó el larguero, también igual que en el partido anterior. El brasileño mandó una vaselina espectacular sobre la salida de Oblak tras recibir un gran pase de Pedri, pero dio en la madera.

Contrariado por haber perdonado el segundo en más de una ocasión, el Barcelona vio cómo el Atlético pronto iba a aprovechar las circunstancias. Una transición de Julián Álvarez acabó en rechace flojo de Casadó, que recibió de cara De Paul. Su chut ajustado entró, lejos del alcance ded Iñaki Peña.

A Simeone le faltó tiempo para poner un tercer central y dejar arriba solo al gigante Sorloth, en lugar de un inoperante Griezmann. Los hechos le iban a dar la razón. Peña evitó el segundo tras pérdida de Casadó, a continuación de un error increíble de Lewandowski, al no rematar, solo en la pequeña. Olmo, al poco de entrar, remató con clase tras una acción personal, pero salió fuera por muy poco y Raphinha y Pedri vieron cómo Oblak les birbala el gol en sendos uno contra uno tras dos pases de Olmo. E, increíblemente, con el Barça volcado en ataque, Sorloth culminó una contra tras pérdida de Raphinha y deja al Barça a tres puntos, seis potenciales. Con todas las fiestas navideñas por delante para pensar.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Iñaki Peña (2); Koundé (2), Cubarsí (2), Iñigo (3), Balde (2); Pedri (3), Casadó (1) (Eric Garcia (2), 80'), Gavi (3) (Dani Olmo (2), 64'); Raphinha (2), Lewandowski (1), Fermín (3) (Ferran (1), 64')

AT. MADRID: Oblak (3); Llorente (1) (Le Normand (1), 73'), Giménez (2) (Witzel (1), 52'), Lenglet (2), Javi Galán (1); Giuliano (1) (Nahuel Molina (1), 62'), De Paul (2), Barrios (2), Gallagher (1) (Koke (1), 62'); Griezmann (0) (Sorloth (3), 73'), Julián Álvarez (2)

GOLES: 1-0, Pedri, 30'; 1-1, De Paul, 60'; 1-2, Sorloth, 90'+6

ÁRBITROS: De Burgos Bengoetxea, Comité Vasco. Tarjetas a Witzel (53'), Le Normand (77')

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys de Montjuïc. 46.249 espectadores

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Un punto que no sirve ni a Valencia ni a Alavés

Dani Gómez salva al cuadro ché en el 98 aunque ni eso sirve para que el equipo de Mestalla reviva en la clasificación


Ni en Mestalla, ni ante un rival directo, ni en una situación límite. El Valencia alargó este domingo su agonía y aunque sobrevivió a la debacle que hubiera propiciado la derrota, acabará el año con doce puntos en diecisiete jornadas con un empate que no le sirve ni al equipo de Rubén Baraja, sentenciado, ni al Alavés de Eduardo Coudet, que sigue sin pasar del empate desde la llegada del argentino.

No habían pasado ni diez minutos y el Alavés ya había explotado la fragilidad mental de un Valencia desahuciado. Y es que al conjunto babazorro le bastó con un despiste de Luis Rioja, que volvía a actuar como lateral izquierdo, para que Carlos Vicente se adentrara por la derecha y encontrara sólo a Carlos Martín.

Era el minuto 7, pero desde ese mismo instante, lo único que necesitó el Alavés es entregar la pelota al Valencia, consciente de que el equipo valenciano no tenía ni el empuje, ni la calidad necesaria para cambiar el resultado. De hecho, la única gran acción de la primera mitad fue del Alavés, con un gran disparo de volea de Stoickhov, que Dimitrievski sólo pudo desviar a córner.

El Valencia estaba totalmente bloqueado. Ni llegaba por el centro del campo a pesar de tener superioridad, ni tenía facilidad para centrar, pero en el minuto 60, cuando más arreciaban los cánticos contra Peter Lim e incluso contra Rubén Baraja, Diego López provocó un penalti que iluminó Mestalla.

Luis Rioja cumplió la ley del ex y transformó la pena máxima, pero ni aun así creyó el Valencia. Ni la afición se enchufó, ni el equipo avasalló y el Alavés lo supo aprovecharlo en una contra en la que Mosquera arrolló a Diarra provocando un penalti que Joan Jordán puso en la escuadra.

Era el 1-2, la clara demostración del quiero y no puedo de un Valencia que siguió remando y que en el 98 encontró a Dani Gómez, que remató con la puntera el centro de un Diego López que es de lo poco que se salva en el equipo valenciano.

El Valencia salvó un punto pero sobre todo quitó dos a un Alavés que se marchó de Mestalla con la miel en los labios.



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Triplete de Barry ante un desquiciado Leganés que acaba con nueve

El delantero francés fue clave con sus tres goles para la remontada en Butarque


El Villarreal se reencontró este domingo con la victoria en LaLiga tras cinco jornadas consecutivas sin ganar gracias a una remontada (2-5) en Butarque ante un Leganés que venía de dar la gran sorpresa contra el Barça en Montjuïc (0-1) y al que le penalizó gravemente acabar con nueve por las autoexpulsiones de Óscar Rodríguez y Jorge Sáenz en la segunda mitad. Tres goles de Thierno Barry -uno de ellos de penalti-, otro de pena máxima de penalti de Gerard Moreno y una diana del joven canterano Pau Cabanes dieron los tres puntos a los de Marcelino García Toral en un duelo con una enorme tensión tras el descanso.

Fue un encuentro de muchos nervios y de gran protagonismo del colegiado gallego Muñiz Ruiz y del VAR, al margen del triplete de Barry, en el que se llegaron a señalar tres penas máximas, una a favor del Leganés que transformó Raba y otras dos que materializaron Barry y Gerard Moreno. Pau Cabanes puso el epílogo a la goleada amarilla al aprovechar en el 98’ un rechace tras un disparo a la madera de Gueye.

El Leganés fue el primero en golpear en su primera ocasión del encuentro. Seydouba Cissé, que en la previa había recibido una camiseta conmemorativa por sus 100 partidos como blanquiazul, aprovechó un pase hacia atrás de Miguel De la Fuente y abrió el marcador viniendo en carrera desde atrás.

Poco después, Barry igualó la contienda con el primero de sus tres goles de la tarde. El delantero francés se revolvió dentro del área y batió a Dimitrovic, que llegó a tocar el balón. La jugada fue chequeada por el VAR por un posible fuera de juego de Comesaña, pero el tanto acabó subimiento al marcador de Butarque.

No tardó el 'Lega' en tomar de nuevo ventaja. Un penalti tan absurdo como claro de Logan Costa sobre Raba lo transformó este último después de un lanzamiento con gran sangre fría, pese a que el meta Luiz Júnior trató de despistarle dando palmadas con sus guantes.

En el descuento del primer tiempo llegó un nuevo y tonto penalti, esta vez de Nastasic a Yéremy Pino. Barry engañó a Dimitrovic y puso el 2-2 en un encuentro muy igualado y movido con un total de cuatro goles, dos por bando.

En la reanudación, el Leganés empezó a autocondenarse antes de que Dimitrovic se luciera con un paradón a disparo de Gerard Moreno, que entró tras el descanso por Denis Suárez. En el minuto 58, Óscar Rodríguez perdió los nervios de forma injustificable y fue expulsado por agarrar del cuello a Yéremy Pino, dejando a su equipo con diez.

Apenas seis minutos después, Barry hizo el tercero de su cuenta particular. Un tanto que sacó por completo del partido al equipo de Borja Jiménez y que dio paso a la segunda roja para los 'pepineros' en el 77' después de que Jorge Sáenz le propinara una patada sin balón a Barry, que se revolvió de inmediato. El colegiado Muñiz Ruiz expulsó a ambos, aunque, tras revisar la acción en el monitor de campo del VAR, rectificó y lo dejó en amarilla al francés por entender que no había existido agresión del atacante del Villarreal, que puso su cabeza justo en la cara de Sáenz.

Con el partido prácticamente finalizado hubo un nuevo penalti con el VAR de por medio después de que Altimira golpeara con el brazo a Pau Cabanes dentro del área. Gerard Moreno se encargó de poner en el 92' una sentencia que aún fue más dura cuando Cabanes, en el 98', aprovechó un rechace tras un disparo al palo de Gueye para poner el definitivo 2-5 en el marcador ante un desquiciado Leganés. 



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Betis y Rayo se reparten el turrón

Un gran gol de Isi y varios paradones de Batalla sirven a los rayistas para llevarse un valioso punto del Villamarín ante un Betis muy fallón en ataque


El Real Betis y el Rayo Vallecano se repartieron el turrón en el último partido del año en el Benito Villamarín, donde los verdiblancos desperdiciaron un par de grandes ocasiones en la segunda parte, en pies de Vitor Roque y Juanmi, a quienes el meta vallecano Batalla ganó sendos mano a mano cuando los verdiblancos pudieron anotar el segundo gol para su equipo, lo que también tuvo en sus botas De Frutos en el tiempo de descuento, mandando a las nubes un remate clarísimo que pudo haber dado la victoria a los rayistas.

Isco Alarcón volvió a jugar de titular tras más de siete meses sin hacerlo por la lesión sufrida en el mes de mayo en Las Palmas y de sus botas salieron las mejores acciones de la primera parte, pues ya al minuto de juego, tras un gran control con el pecho, permitió a Vítor Roque ensayar un remate en globo desde la frontal que el meta Batalla despejó a córner con muchos apuros.

En el 35' el malagueño transformó un penalti provocado por Vitor Roque, tras otra jugada que partió de sus botas, para poner al Betis con ventaja, en un partido en el que había sido claro el dominador pero en el que no había sido capaz de volver a inquietar la meta rayista después de la citada ocasión del primer minuto de juego.

Los vallecanos, tras diez minutos iniciales de agobios, se fueron soltando luego, aunque tampoco llegaron con peligro a la meta de Vieites, salvo en una acción que acabó con gol anulado de Embarba por fuera de juego, superada la media hora de partido.

Al poco de comenzar la segunda parte Isi sorprendió a todos con un obús desde 30 metros que se coló junto el palo izquierdo de la meta de Fran Vieites como una exhalación y a raíz de ahí el partido fue un toma y data constante en el que los verdiblancos volvieron a acusar su impericia ante el gol, pues aparte de los errados por Vítor Roque y Juanmi, clarįsimos, también Perraud, Bakambu y Fornals gozaron de grandes oportunidades para haber desnivelado la balanza, muchas de ellas servidas por Lo Celso, que mejoró su nivel cuando Isco abandonó el terreno de juego, pues hasta entonces estuvo muy desaparecido.

Los cambios introducidos por Pellegrini, que dio entrada primero a Assane y Fornals, y luego a Juanmi y Bakambu, no dieron ningún resultado, pues de los cuatro solo el primero fue capaz de desnivelar con su velocidad y los otros tres fallaron ocasiones muy claras de gol que tuvieron en sus botas para haber desnivelado la contienda.



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Remontada agónica del Real Madrid en Valencia para empezar el año y dormir líder

Hugo Duro adelantó al Valencia y el Real Madrid, con 10, tras la roja directa a Vinicius, acabó remontando con goles de Modric y Bellingham, que marcó en el minuto 95


El Real Madrid sufrió hasta el último segundo para ganar en Mestalla al Valencia y dormir como líder de LaLiga. Los blancos se sobrepusieron todo: un penalti fallado, un gol anulado y la roja directa de Vinicius. El Valencia vio como tras una gran primera parte, vio como el Real Madrid le remontaba con 10 y Corberán no pudo estrenarse con victoria.

Ancelotti avisó que los partidos en Mestalla no son fáciles y acertó. El Valencia, con entrenador nuevo, no se pareció en nada al equipo que acumulaba derrotas antes de Navidad está visto que ha desparecido. O al menos eso es lo que demostró en un primera hora en la que el equipo valencianista se ‘comió’ al Real Madrid, totalmente sobrepasado. Y eso que Valverde tuvo la primera gran ocasión del encuentro. Fue en el minuto cinco cuando su disparo se estrelló en Dimitrevski. Una gran ocasión que fue un oasis para los blancos porque el encuentro era del Valencia. Foulquier parecía Usain Bolt porque ningún jugador del Real Madrid podía frenarle cuando subía al ataque. Ceballos y Valverde eran incapaces de imponerse en la medular y arriba, Bellingham, Rodrygo, Mbappé y Vinicius estaban desaparecidos.

El Valencia mandaba y generaba ocasiones claras, pero siempre se encontraba con Courtois, el único que daba la talla en el Real Madrid. El equipo ‘ché’ estaba realizando su mejor partido de la temporada y obtuvo la recompensa del gol en el minuto 27. Nueva subida de Folquier por la derecha, pase atrás para que Javi Guerra rematara a puerta. Paradón de Courtois, pero el rechace lo agarró Hugo Duro para poner el 1-0, que subió al marcador a pesar de las quejas blancas pidiendo una falta en el inicio de la jugada.

El Real Madrid reaccionó ante ese gol, pero seguía sin encontrar su fútbol y tampoco el camino del gol. El único que lo buscaba era Valverde con sus disparos desde fuera del área, sin olvidar las reclamaciones de penalti por parte de Vinicius. El Valencia, con el marcador a favor, dio un paso atrás, buscando las contras para volver a marcar. Eso le dio aire al Real Madrid. Tanto es así, que Vinicius estuvo cerca de empatar, pero lo evitó Dimitrevski. Al final, nadie marcó y se llegó al descanso con el 1-0 en el marcador.

El segundo acto comenzó con el Valencia recuperando su presión en la salida de balón de un Real Madrid que no daba señales de haber mejorado tras el descanso. En estas, apareció Mbappé para provocar un penalti de Tárrega en el minuto 52 de partido. Un acción muy protestada por el Valencia, pero de nada sirvieron las quejas porque Soto Grado no cambió de opinión y el VAR le dio el OK. Bellingham fue el encargado de tirarlo y fallarlo, estrelló su lanzamiento en el poste, en el minuto 55.

El Real Madrid no marcó de penalti y tampoco valió el que convirtió Mbappé en el 59’ por fuera de juego del francés. El equipo blanco apretó aún más en busca del empate ante un Valencia centrado casi exclusivamente en defender. En esas, Carlo Ancelotti dio entrada a Brahim y Camavinga para darle un nuevo aire ofensivo al equipo. Si mal lo tenía el Real Madrid, peor se le pusieron las cosas con la expulsión con roja directa a Vinicius, con intervención del VAR , en el minuto 79 por una agresión a Dimitrevski. El brasileño, con un enfado de aúpa, tuvo que ser sujetado por sus compañeros y cuerpo técnico, que se lo llevaron al vestuario para calmarlo.

Con uno menos, el Real Madrid siguió buscando la remontada y Modric, que había entrado por Ceballos, puso el 1-1 en el minuto 85. El Valencia reaccionó y volvió a tener el balón para, de esta manera, frenar el ímpetu madridista. No sólo lo logró, si no que volvió a aparecer por la portería de Courtois. Con lo que no contaban los ‘chè’ fue con un error garrafal de Guillamón en la salida de balón que acabó con el 1-2 de Bellingham en el minuto 95. El Valencia tuvo el empate en la última jugada del partido, pero el disparo de Rioja se estrelló en la cruceta de la meta de Courtois. Así, acabó un partido de locos en Mestalla.



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