Una inoperante Real sigue regalando sin generar y vuelve a perder

Paupérrima versión txuri urdin ante un rival práctico al que no supo generar apenas hasta que entró Becker a jugárselas todas
Barrenetxea regala otro penalti, el cuarto en lo que va de Liga en contra, y Abdón no perdona para dejar sin puntos a una Real lenta y seca de ideas


Una Real inoperante y que sigue regalando goles y puntos sin generar prácticamente nada en ataque cayó de nuevo, esta vez en Mallorca y se queda con cuatro puntos de 18. No es broma, cuatro de 18. Desapareció la renovada e ilusionante Real del sábado pero sí se mantuvo el factor anticompetitivo de regalar penas máximas y no marcar goles ni de casualidad. Sin centro del campo, sin electricidad, sin ocasiones por jugada, sin remates y concediendo. Esto va en serio. La Real irá muy exigida a Valladolid el sábado.

Cinco cambios y ataque nuevo
Es necesario e Imanol lo sabe. Tocaron rotaciones y el oriotarra cambió cinco piezas respecto al sábado, aunque tres de los que jugaron el partido entero volvieron a salir de inicio. Sucic pasó a ser un ‘10’ con Turrientes por detrás. Aihen sustituyó al lesionado Javi López para volver al ‘once’ 241 días después de su grave lesión en Vigo, Aritz a Aramburu por delante de un Odriozola señalado, e Imanol cambió el ataque al completo. Sergio Gómez pasó a la derecha, Barrene entró en la izquierda y Oyarzabal volvió al ‘once’ para ser el delantero titular 12 días después de lesionarse en Serbia. Imanol pasó de dos canteranos a siete con algunas piernas frescas pero la Real fue de todo menos fresca. Tampoco sirvió de ‘punch’ extra para los Remiro, Zubeldia, Turrientes, Zubimendi, Oyarzabal y Barrenetxea el recuerdo de la caliente semifinal de Copa donde quedaron cuentas pendientes. Nada.

Una Real lenta que sufre
No empezó mal del todo la Real, con Sergio Gómez probando fortuna desde la frontal en el primer minuto y obligando a Román a intervenir. En el 6’ Zubimendi filtró bien con la zurda y Barrenetxea no ejecutó con precisión la vaselina que intentó con la pierna menos hábil ante una salida mala del portero. Pero pronto se vio que la Real no estaba ante su mejor tarde. Más allá de una alarmante falta de ideas con balón, se vio a un equipo lento como pocas veces, como a cámara lenta. Cediendo espacio por dentro con suma facilidad en jugadas que el curso pasado no hubiesen supuesto peligro para el rival nunca. Y además no ganaban duelos, lo cual es peligroso ante el equipo que más centra de la Liga. El equipo de Arrasate bombardeó a centros a una Real que sufría para despejar cada balón ante las torres bermellonas.

Raíllo avisó primero de cabeza con poderío pero remató alto. Ganó varios balones más con facilidad en córneres. También Copete, provocando una ocasión clara en la que Larin no llegó por milímetros. Igual que en una de las acciones de los locales en las que avanzaron ante un blando centro del campo realista. Mojica se coló por la izquierda y centró con fuerza por delante de la zaga un balón que se paseó por el área pequeña.

Otro regalo
Pero es que esta Real, además, está pecando de anticompetitiva. Estaba sufriendo en área propia y en uno de los rechaces Barrenetxea, que estaba siendo uno de los más activos dentro del pobre nivel general, cometió el imperdonable error de sacar la mano al girarse ante un centro muy cerca de él. Mano clara, que tuvo que revisar Cordero Vega en el monitor. Un árbitro que no para de pitar penaltis en contra de la Real, aunque este quizás fuera el primero de todos que es. Esta temporada lleva ya cuatro en contra la Real. Insostenible. Abdón, el ‘killer’, no perdonó con la zurda y engañó a Remiro. Y a partir de ahí, la nada absoluta hasta el descanso.

Agita el árbol
Imanol no esperó y realizó un cambio al descanso que supo a poco teniendo a cinco calentando durante la primera parte. Retiró a Sergio Gómez y entró Kubo, ovacionado por su exafición. Cambio de hombre por hombre. Sí que tardó demasiado en hacer el siguiente cambio, que fue triple. Odriozola para doblar la banda con Kubo, Marín para el músculo con descaro en la medular y Oskarsson para el gol.

No mejoró la Real en exceso pero sí se vio una marcha más en campo contrario. Kubo lo intentó desde el principio. Se acercó al gol con un fuerte disparo fuera tras un córner sacado rápido en corto que le devolvió Sucic. Barrene, frustrado, envió lejísimos el disparo que buscó tras encarar a Sánchez. Y el Mallorca no se quedó atrás esperando a que acabase el encuentro. De hecho tuvo mejores ocasiones. Muriqi remató el primer centro que hubo con él en el campo, Darder buscó el golazo desde lejos, sin éxito y Abdón envió fuera una volea picada desde la frontal. El que encontró el gol justo antes de ser cambiado fue Larin, de cabeza, ganando la espalda a Aguerd en un centro demasiado liberado de Darder desde la izquierda. Remiro se quedó petrificado. Pero milímetros salvaron a la Real. Fuera de juego visto en directo y confirmado in extremis por la tecnología semiautomática.

No hubo manera
La última bala de Imanol fue Becker, para jugar por la izquierda en el sitio de Barrene. A falta de 13 minutos. El de Surinam se propuso generar él todo lo que pudiera y lo hizo. Centro con la izquierda, disparo con la derecha, pase atrás clave a Sucic, pero nada. El croata tuvo dos buenos disparos desde la frontal, uno fuera y otro detenido por Román. Y también regaló un pase filtrado perfecto a Oskarsson, que se precipitó en la carrera y disparó mordido fuera.

No hubo manera, y esto ya es serio.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler