Goleada en Butarque de una Real que empieza a volar en Liga

Brais abre la lata en los primeros minutos y Barrenetxea, desde el banquillo, sentencia el partido, cuando peor estaban los de Imanol, con gol y asistencia


Accidentado pero meritorio, merecido e importante triunfo de la Real Sociedad en Butarque superando por 0-3 al Leganés. Goleada engañosa, pero que ilustra un buen y serio encuentro realista, que sufrió en la segunda parte pero solventó la papeleta con nota y contundencia. Cuarta victoria consecutiva de la Real en todas las competiciones, cuarto encuentro seguido sin encajar goles y un salto considerable en Liga para cazar los puestos europeos. Son cuatro victorias en los últimos cinco partidos de Liga. Brais allanó el camino con el 0-1 y la entrada de Barrenetxea terminó de sentenciarlo. Gol y asistencia del ‘7’. La Real crece, aunque volverá con sabor agridulce de Madrid al tener que ser sustituidos por lesión Aihen y Zubimendi, y salir tocado Sergio Gómez también.

Imanol volvió a su equipo tipo en Butarque y cambió a los 11 titulares de Cuenca. Son, además, dos cambios respecto al triunfo ante el Betis del domingo pasado, en las dos posiciones que más bailan este curso: el interior y el extremo izquierdo. En esta ocasión fue Sergio Gómez el que ocupó la banda izquierda y Sucic quien recuperó su lugar en el centro del campo tras dos partidos malos en San Mamés y Anoeta y perderse el del Betis por gripe.

Brais adelanta a la Real
Fue un primer tiempo de lo más entretenido e intenso, muy distinto a lo que acostumbraban los partidos de la Real en la temible franja horario de las 14:00 horas. Los dos equipos le metieron ritmo al encuentro y se notó. La Real estuvo fina en ataque para generar. Sufrió en algunas transiciones pepineras y, sobre todo, en los cuerpeos con Diego García y Miguel, que estuvieron muy bien sacando las costuras a Aguerd y, sobre todo, Zubeldia. Aunque estos no se dieron por vencidos y protegieron bien la portería.

No duró mucho Aihen sobre el verde. En una mala caída se hizo daño en la zona de la cadera y tuvo que pedir el cambio visiblemente dolorido. Y amonestado, de manera incomprensible.

La Real se adelantó pronto en el marcador con un gran gol que ilustra las capacidades ofensivas de los talentosos jugadores de ataque txuri urdin. Kubo recibió en la derecha, condujo hacia dentro, ejecutó una apertura en ventaja para la llegada de Sergio por el otro costado. Este levantó la cabeza, puso un gran centro raso, Sucic dejó pasar el balón maestría y Brais empujó a gol para anotar su segundo tanto en cuatro días, ambos a pase del ‘17’.

No hubo muchísimas ocasiones pero sí llegadas y ataques constantes por ambos lados. Los locales cerca estuvieron de empatar la contienda por medio de Neyou, en una acción similar a la del gol realista. Rosier centró desde la derecha y el centrocampista del Leganés disparó alto llegando desde atrás. Los de Imanol pasaron de poder encajar a estar muy cerca de doblar la ventaja en una jugada de élite. Remiro blocó un balón y tardó milésimas de segundo en buscar en largo a Oyarzabal, que ya sabía lo que iba a suceder. El balón fue puesto en ventaja con mimo y precisión, y el capitán bajó el esférico del cielo con maestría. Era un uno para uno, se fue un poco hacia fuera esperando la llegada de aliados por dentro. Finalmente vio a Sucic y Kubo y puso el balón al área, pero el croata no disparó bien y provocó que Dmitrovic hiciera la parada de la jornada en un tiro a bocajarro. Ocasión clarísima que debió ser gol.

Zubimendi, KO
La segunda parte, que no fue del nivel de la primera en general, comenzó con una malísima noticia en clave Real. Zubimendi dijo basta, se fue al suelo con malas sensaciones y pidió el cambio. Se encendieron todas las alamas. Entró Olasagasti y no Urko para ser su sustituto. Tuvo un tramo complicado de encuentro la Real tras el cambio. Apretaron los locales sabiendo que era el momento indicado y Óscar casi empata el partido de cabeza, con un remate picado. Pero Remiro sacó una prodigiosa mano salvadora.

Se empezó a embarrar el encuentro con acciones mal dirigidas y gestionadas por el peor árbitro de Primera. Brais vio la amarilla por un encontronazo con Rosier y el banquillo local, y el tercer técnico del Leganés fue expulsado. La Real sufría, lejos de su nivel de juego. Aguerd tuvo un error que pudo acabar en gol pero un toque extra de los locales hizo que quedaran en fuera de juego. Miguel había fallado con todo a favor.

Barrenetxea está bendecido
Imanol buscó un golpe de efecto final para defender el botín y cambiar el guion de la segunda mitad. Sergio Gómez quedó tendido sobre el terreno de juego y se marchó dolorido. Becker y Barrenetxea reforzaron las bandas por él y Kubo. Y fue llegar y besar el santo otra vez para el ‘7’ donostiarra, que le ha cogido el gusto a ser un cambio efectivo a más no poder. En la primera jugada, la falta lateral de Brais fue rechazada y Barrene atacó, casi cayéndose, el balón suelto, pero pudo disparar con la zurda pegado a la cepa del palo, superando a Dmitrovic y sentenciando el partido. Golazo, quinto del curso.

Se lanzó al ataque el Leganés y pudo ampliar la renta la Real con una buena contra individual de Becker que cerró disparando con la zurda y obligando a volar a Dmitrovic. Lo hizo en la última. Barrenetxea y Sucic penetraron por la izquierda, pisaron área y el ‘7’ cedió en el último momento para Oyarzabal, que fusiló con la zurda y superó al portero serbio, que pudo hacer más.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler

Sivera y Kike García salvan el debut de Coudet

Osasuna y Alavés empataron en un duelo trepidante, un reparto de puntos que no satisface a ninguno de los dos pues los rojillos no logran colarse en la zona noble y el Glorioso no se aleja tampoco de la zona de descenso


Osasuna y Alavés firmaron unas intensas tablas este domingo en El Sadar, un reparto de puntos que no satisface a ninguno de los dos a la hora de dar un zarpazo a sus respectivos objetivos. Y es que con el punto arañado Osasuna no logra colarse en la zona europea, mientras que el Alavés tampoco se aleja de la zona de descenso. Pero el 'Chacho' Coudet redebutó en LaLiga con un buen partido de sus nuevos pupilos, del Glorioso.

El duelo eso sí, fue trepidante. Empezó atizando el Glorioso con un gran Kike García, bigoleador, pero Osasuna remontó en una gran segunda parte que acabó con la segunda diana del ariete del Alavés para atar el definitivo 2-2. El equipo rojillo mereció el triunfo pero un inspirado Sivera se lo impidió, rascando un punto para su equipo en su pelea por huir de la cola.

No pudo empezar mejor el partido para el ‘Chacho’ Coudet en su reestreno en la Liga. A los 35 segundo del inicio, Carlos Martín le puso un centro de oro para que Kike García peinara sutilmente para poner el 0-1 en el marcador, saltando la sorpresa en El Sadar con el tempranero tanto del Alavés.

Le costó mucho a Osasuna recuperarse del golpe, llegando en el 11’ la primera aproximación de Abel Bretones. El duelo se abrió aunque el equipo de Vicente Moreno, enrabietado, quería pero no podía, espeso en su juego.

Hasta que en el minuto 29 llegó la primera jugada polémica del encuentro. Budimir fue agarrado por Mouriño en el área y el colegiado, a instancias del VAR, fue a revisar la jugada por un posible penalti. Parecía claro pero Soto Grado desestimó la pena máxima por una falta previa del rojillo Catena. El gozo en un pozo para una hinchada rojilla que sufría pues su equipo no estaba dando al versión acostumbrada en El Sadar.

Osasuna dio un paso adelante y puso en aprietos al meta visitante, pero le faltó lucidez en los metros finales. La que sí tuvo Kike García que hizo su segundo tanto, un golazo, pero fue anulado por fuera de juego. El Alavés se fue al descanso con ventaja ante un Osasuna que quería pero no podía.

En la reanudación cambió el panorama con un Osasuna desatado, que pronto gestó la remontada. Dio resultado el estirón de orejas de Vicente Moreno a sus jugadores. Ya en el 53’ Sivera salvó al Alavés con un paradón Pero un minuto después Budimir aprovechó una jugada embarullada para batir al meta del Glorioso a bocajarro, poniendo el 1-1 en el luminoso.

Osasuna se vino arriba con todo, en pos de la remontada. En el 57’ se le anuló un golazo a Budimir por fuera de juego. Siguió apretando y en el 61’ culminó la vuelta al calcetín. Una falta botada por Raúl García rebotó en Guridi, despistando a Sivera y colándose el esférico en la portería visitante: 2-1.

Se caía El Sadar y Osasuna buscaba la sentencia, pero lo que llegó fue el nuevo arreón del Glorioso. Kike García, imperial, volvió a marcar en el 68’ para poner el 2-2. Todas las espadas en lo alto y un duelo muy abierto. Osasuna metió la sexta con un Budimir enchufado pero dando siempre la réplica el meta Sivera, que salvó en el 85’ un disparo de Raúl García que ya se cantaba en la grada como gol. El portero del Glorioso, que no renunciaba al ataque, salvaba y de qué manera a su equipo.

Los dos equipos percutieron hasta el final, pudiendo desnivelar la balanza pero el empate ya no se movió de Pamplona.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler

El Mallorca remonta con uno menos al Girona

Los catalanes, con un nuevo error defensivo y con un hombre más desde la media hora, sufrieron el doblete de un Larin que hace soñar a los baleares


El Girona salió derrotado ante el Mallorca en un partido donde no faltó nada. Los catalanes, con uno más desde la media hora, acabaron por debajo en el electrónico por el alma de los baleares, quienes volvieron a encontrar la senda de la victoria.

La cita en Son Moix tuvo de todo desde los primeros momentos de juego. Los ‘gironins’, a las primeras de cambio y sorprendiendo por completo, ya encontraron la suerte a los siete minutos tras un centro por banda izquierda que acabó llegando a Van de Beek, quien no titubeó en golpear de volea y definir a la perfección ante Greif (7’).

El neerlandés abrió la lata siendo el falso nueve que planteó Míchel para el encuentro, pues optó por colocar a Danjuma en la banda, sin un delantero referencia. Todo lo contrario que los baleares, quienes apostaron por Larin y Muriqi, los dos tanques que no tardaron mucho más en hacer la réplica.

Y es que la dupla de los ‘dimonis’ ya la tuvo clara en un pase del kosovar, que dejó solo al canadiense para definir a placer, aunque esa entrega fue algo más larga de lo que pidió la acción. Sin embargo, y sin cambiarse los papeles, el pase volvió a llegar al contraataque y desde la otra banda para que -esta vez sí- los locales volvieran a poner las tablas en el luminoso (20’).

El compromiso gozó de una gran salud desde el principio, sin un dominador claro y con ganas en ambos de mirar hacia al frente, pero en el feudo balear sucedieron muchas cosas que fueron cambiando el guión constantemente.

Llegó el momento de las polémicas, porque las hubo. La acción imprudente de Muriqi pasada la media hora dejó a los locales con diez hombres sobre el terreno de juego, aunque fue el VAR quien tuvo que avisar a Hernández Maeso. El ariete clavó los tacos por el lateral de la espinilla a Bryan Gil, quien gritó exaltadamente. El colegiado revisó la acción y aplicó la norma por la acción, lo mismo que pareció explicarle el de Barbate a Arrasate, quien no pareció tener la misma perspectiva sobre la jugada. A partir de ahí, el extremo fue pitado cada vez que tocó el cuero.

Como pasó con las dianas, otra réplica para sembrar la polémica. Si Son Moix ya se quedó caliente con la decisión sobre su delantero, más se encendió con los tacos de Van de Beek en en la misma zona de Copete. La diferencia, pero, pareció clara: la acción se produce tras un centro del neerlandés, con el impulso de la pierna.

Aun así, no se notó ningún tipo de superioridad en la hora de juego restante y el Mallorca siguió a lo suyo, mostrando más acciones de peligro y más contundencia en fase ofensiva que su rival.

El alma y el coraje, pero, se la tuvo guardada a los de rojo, en el enésimo riesgo de los gerundenses en la salida de balón. El melón de Juanpe a Gazzaniga, que se encontraba a escasos cuatro metros del central, animó a Larin en la presión para lanzarse al suelo y taponar el despeje del arquero argentino, culminando con la remontada balear (51’).

Empezó ahí el ejercicio de supervivencia mallorquinista, con un Girona habitual en zona tres, blando e inofensivo. Con los cinco cambios agotados a falta de 20 minutos, a los de Míchel no les quedó otra que remar y remar para embotellar poco a poco a un Mallorca que se sintió más que cómodo en bloque bajo.

2. Mallorca: Greif (1); Maffeo (2), Valjent (2), Copete (2), Mojica (1); Antonio Sánchez (1) (Van der Heyden, 83’ (1), Morlanes (2) (Dani Rodríguez, 73’ (1), Mascarell (1), Darder (2) (Navarro, 73’ (1); Larin (3) (Abdón, 83’ (1), Muriqi (1).

1. Girona: Gazzaniga (0); Arnau (1), Juanpe (0) (Stuani, 59’ (1), David López (1), Blind (2); Oriol Romeu (1) (Portu, 72’ (1), Miguel (1); Bryan Gil (1), Asprilla (1) (Misehouy, 58’ (1), Danjuma (1) (Abel Ruiz, 63’ (1); Van de Beek (1) (Iván Martín, 63’ (1).

Espectadores: 15.866

Goles: 0-1, Van de Beek (7’); 1-1, Larin (20’); 2-1 Larin (51’).

Árbitro: Hernández Maeso. VAR: Figueroa Vázquez.

Estadio: Son Moix

Imagen y reseña recogidas de Spoiler

El Rayo 'parte' al Real Madrid, que no duerme líder

El Real Madrid remontó un 2-0 y se puso 2-3, pero Isi marcó el 3-3 con el que acabó el partido


El Real Madrid llegaba al partido ante el Rayo con la posibilidad de dormir líder y, así, ponerle presión al Barcelona que juega ante el Leganés. Sin embargo, los de Ancelotti no fueron capaz de llevarse los tres puntos en un partido de locos. El Rayo se adelantó 2-0, el Real Madrid remontó para ponerse 2-3, pero los de Vallecas lograron empatar y sumar un punto ante un Real Madrid que desperdició la ocasión de ponerse líder y que puede perder el segundo puesto a manos dl Atlético.

El duelo de Vallecas comenzó con Arda Güler intentando sorprender a Batalla con un disparo desde el centro del campo. No hubo sorpresa del Real Madrid, más bien todo lo contrario, fueron los blancos los que se quedaron sorprendidos por un Rayo que, por otro lado, hizo lo que lleva ejecutando toda esta liga. Salir a por todas a por el rival y así, se ‘comió’ a un Madrid sin Vinicius, en el banquillo, y Mbappé, lesionado. El Rayo reflejó en el marcador su gran arranque con el 1-0 en el minuto cuatro. Centro de Jorge De Frutos desde la derecha, serie de errores defensivos del Madrid y en el segundo palo, completamente solo y sin saltar, Unai López cabeceó para marcar ese 1-0.

El Real Madrid no se estaba enterando de lo que le estaba pasando. Le costaba dios y ayuda acercarse al área de Batalla, eso a pesar de tener el balón, y cada ataque rápido del Rayo era media ocasión de gol. Los de Ancelotti lo fiaban todo a acciones individuales para intentar romper la zaga vallecana. Ahí comenzaron a aparecer Rodrygo y Lucas para que el Real generase ocasiones, algunas claras. Cuando parecía que el Real Madrid entraba en el partido, el Rayo volvió a aprovechar una suma de errores defensivos de los blancos, esta vez en un saque de esquina. Mumin, central del Rayo, remató de cabeza en el segundo palo para poner el 2-0 en el minuto 36. Al defensa lo cubrían entre Lucas y Arda Güler, dos de los más bajos del Real Madrid.

El partido se le estaba poniendo muy cuesta arriba a los de Ancelotti, pero, cosas de este equipo, logró empatar el partido antes del descanso. Primero fue Valverde el que marcó el 2-1 en el minuto 39 con un disparo desde fuera del área. El 2-2 fue obra de Bellingham en el minuto 45 al rematar un centro de Rodrygo. Con ese empate se llegó al final de una primera parte de locos en la que el Real Madrid remontó un 2-0 en seis minutos.

El segunda acto comenzó con el Real Madrid más centrado en el juego ante un Rayo que no era el de la primera parte, especialmente en la presión. Incluso marcó Arda Güler, pero le anularon el gol por un fuera de juego clarísimo. El que sí subió marcador fue el de Rodrygo que anotó el 2-3 en el minuto 56 con un gran disparo al balón que dio lo suficiente en Ratiu para que se volviera en imparable para Batalla.

Íñigo Pérez movió el banquillo para cambiarle la cara al Rayo, mientras Anceloti dio entrada a Vinicius. Y coincidencia o no, Isi, entrando desde atrás sin que nadie del Madrid se enterase, marcó el 3-3 en el minuto 64.

La reacción blanca fue ir con todo a por otro gol, mientras el Rayo aguantaba esperando la ocasión para salir a la contra. Así, entre unos y otros, el encuentro era atractivo por el ritmo y las continuas llegadas a las dos áreas. Ancelotti buscó el triunfo dando entrada a Ceballos y Endrick en la recta final del encuentro. Los blancos no encontraban el camino del gol, aunque Vinicius estuvo cerca, mientras el Rayo seguía aguantando, pero sin renunciar al buscar el triunfo. Real Madrid y Rayo tuvieron el triunfo en el descuento, pero no acertaron y el partido acabó con un empate que le sabe muy poco a los blancos.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler