El Cartagena logra su primera victoria en casa de la temporada

Tras 15 jornadas, el conjunto de Jandro logró sumar los primeros tres puntos en el Estadio Gartagonova pero no logró salir de la posición de colista


El triunfo, sin embargo, no saca de colista de LaLiga Hypermotion al Cartagena, ahora con 10 puntos en 15 jornadas, mientras que el conjunto altoaragonés lleva a seis el número de jornadas seguidas sin ganar en el campeonato.

El partido empezó siendo dominado claramente por los visitantes, aunque sin generar claro peligro ante un rival que trataba de asentarse en el terreno de juego sin conseguirlo.

Lo más parecido a una ocasión fue un tiro de Joaquín Muñoz a las manos de Pablo Campos y al borde del cuarto de hora llegó lo que no se esperaba, tal y como estaba el partido, el gol del Cartagena. Lo hizo Gastón Valles a pase de Dani Escriche en una jugada iniciada con un despeje hacia atrás de Miguel Loureiro. Fue el estreno realizador del charrúa y, de hecho, supuso el primer tanto de un ariete blanquinegro.

El gol lo cambia todo en el fútbol y, con 1-0 en el marcador, el Cartagena ofreció otra cara muy distinta y la afición, tan castigada últimamente, se volcó con los suyos.

Esa sensación, no obstante, se fue diluyendo y el Huesca volvió a atacar más y dispuso de varias ocasiones para haber nivelado la contienda como un cabezazo de Javi Hernández por encima del larguero y un par de acciones de Ignasi Vilarrasa en las que probó a Pablo Campos. Los locales acabaron pidiendo la hora para llegar al descanso.

En la segunda mitad Javi Hernández, desde fuera del área, no encontró la portería en el área local y los minutos finales fueron de acoso oscense. El empate estuvo muy cerca sobre todo en una triple oportunidad del Huesca: cabezazo de Unzueta para un gran despeje de Pablo Campos, posterior remate de Sergi Enrich al poste izquierdo del marco local y finalmente Javi Hernández sin encontrar la portería porque la defensa se interpuso.

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Nyom desquicia al Valladolid y le da un triunfo vital al Getafe

Los de José Bordalás lograron la segunda victoria de la temporada y cogen aire tras cinco jornadas sin vencer


El Getafe se llevó un importante triunfo para coger aire a costa de un impotente Valladolid (2-0). El partido fue de máxima igualdad, pero el oportunismo y la fe de Nyom decantaron la balanza de un duelo que parecía encaminado al 0-0.

La primera parte fue muy trabada y con escasez de oportunidades para ambos lados. En el Geta todo eran centros laterales que no encontraban rematador y apenas pudieron incomodar la portería del estonio Hein, que sí sufrió en un par de balones aéreos.

Por parte del Valladolid, que tenía menos la pelota, todo dependía de la velocidad de Moro y de la potencia de Sylla. Así llegó la mejor ocasión del primer tiempo, en una acción individual del extremo, quién se fue por la derecha, llegó hasta línea de fondo y la puso atrás para el remate de Sylla, que le pegó mordido. A pesar de eso Djené desvió un poco la trayectoria y Soria la pudo salvar en dos tiempos sobre la misma línea de gol.

La segunda parte iba en la misma línea del primer acto y todo parecía conducir a un empate sin goles. El Valladolid de Pezzolano, quien fue expulsado durante el descanso, se echó atrás descaradamente.

Los cambios, la clave para el show de Nyom
Los azulones estaban atascados y sin apenas ideas, pero José Bordalás hizo dos cambios que cambiaron el destino del partido. Entró Juan Iglesias por Sola y Álvaro Rodríguez por Bertug.

La entrada de Iglesias parecía un cambio defensivo, pero supuso que Nyom abandonara el carril derecho y apareciera por todas las partes del campo como factor sorpresa. Así fue como en un balón largo que botaba dentro del área pucelana el camerunés consiguió ganar una pelota que parecía perdida y se la dio a Álvaro Rodríguez, quien se dio la media vuelta y superó con un golpeo potente a Hein. Primer gol del atacante cedido por el Real Madrid con la elástica getafense (70’).

El tanto dejó sin reacción al Valladolid y Nyom aprovechó un doble mal despeje dentro del área para anotar a bocajarro el gol de la sentencia (73').  Un soldado 'made in José Bordalás'.



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El Valencia dibuja una sonrisa entre tanta tragedia

Se impuso al Real Betis en un partido marcado por la emotividad que se vivió en Mestalla


Aunque sólo fuera de manera momentánea, el Valencia alivió este sábado el drama que viven sus aficionados y logró esbozarles una sonrisa entre tanta tragedia a base de goles. No era nada fácil. Casi un mes parado, el equipo colista con siete puntos y una afición necesitada de un rato de desconexión para olvidar la tragedia que vive su pueblo... pero los nervios se transformaron en esperanza y, sobre todo, una inesperada confianza.

Mestalla vivió un momento indescriptible en la previa, pero el Betis ni mucho menos quería ser el invitado de piedra. No obstante, el Valencia supo trasladar toda esa emoción al césped y César Tárrega, precisamente nacido en Aldaia, uno de los pueblos más azotados, la supo transformar en gol a los siete minutos.

Pero ese sentimiento de esperanza para Mestalla duró muy poco tiempo, lo mismo que le costó a Aitor Rubial poner una falta desde el lateral izquierdo de la portería de Giorgi Mamardashvili. El centro llevaba tanto peligro que Hugo Duro, al querer despejarlo, no hizo otra cosa que ponerla en la misma escuadra, imposible para el georgiano.

Al Valencia no le pesaban las piernas, pese a esa falta de competición que había agravado, todavía más, su posición en la tabla. Pero tenía un problema a la espalda de los centrales y de Dimitri Foulquier que le impedía consolidarse en el campo del Betis, que buscaba con ahínco esas contras con Vítor Roque.

Pero era el equipo de Rubén Baraja el que dominaba pese a la decepción, y a punto estuvo de marcharse al descanso con un tanto de Diego López, que se topó con el palo al rematar de cabeza un centro milimétrico de Gayà.

Un grandísimo tifo con la Senyera, pancartas de 'Gracias, voluntarios', crespones negros y banderas de la Senyera por todos los rincones se concentraron en Mestalla antes del partido ante el Betis
Dio igual, porque tras el paso por vestuarios, el Valencia tuvo seis minutos de locura. Todo llegó tras un rebote de la defensa verdiblanca. Hugo Duro cazó del cielo el esférico para fusilar a Rui Silva, que no pudo hacer nada para detener el segundo tanto del Valencia.

Eso liberó y dio alas al Valencia, que tres minutos más tarde volvió a encontrar al delantero madrileño, esta vez a la carrera. Duro fintó a Rui Silva y lanzó una vaselina imposible para el guardameta. Fue el primer momento en el que el Valencia sacó una pequeña sonrisa a su afición entre tanta tragedia y llegó a gustarse en el campo.

Así llegó el cuarto, tres minutos después que el tercero. Diego López volvió a coger otro rebote y, con un disparo extraordinario y de volea, lo puso en la misma escuadra que minutos antes había encontrado Hugo Duro en propia puerta.

Pese al 4-1, el Betis no se amilanó, ni se dejó ir. Pellegrini, consciente de lo que se jugaba su equipo, sacó toda su artillería, y el Chimy Ávila puso el 4-2 con un latigazo desde fuera del área que besó el palo y se metió para dentro.

El Betis encontró el tempo del partido con la salida de Giovani Lo Celso, pero, cuando más sufría el Valencia, se encontró con Cristhian Mosquera y César Tárrega, que detuvieron los impetuosos intentos de Cédric Bakambú y Juanmi, que amenazaban con inquietar todavía más Mestalla. Dos meses después, el Valencia volvió a ganar con una victoria que, además, le saca del descenso.



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Una insólita intervención del VAR da alas al Mallorca en Gran Canaria

En los instantes finales, con 2-2 en el marcador, un libre indirecto de Mojica permite a los Arrasate volver a ganar un mes después


El Mallorca conquistó el estadio de Gran Canaria para bajar a la tierra a la UD Las Palmas gracias a un gol de libre indirecto de Mojica en un final de partido absolutamente loco y con una de las intervenciones del VAR más extravagantes y decisivas que se recuerdan (2-3). Con 2-2 en el marcador, Muñiz Ruiz fue llamado desde la Sala VAR para juzgar un pique aparentemente intrascendente entre Mata y Muriqi en el área local. El español profirió unas palabras al kosovar, que reaccionó con una peineta. El colegiado, tras revisar la acción, decretó roja a Muriqi, amarilla a Mata y libre indirecto para el Mallorca al entender que el ex del Getafe fue el que inició el cruce de menosprecios. En la acción de estrategia apareció Mojica para clavar un golazo y echar por tierra la reacción local, que instantes antes había igualado un 0-2 en contra.

El Mallorca se puso 0-2 en el arranque de la segunda parte gracias a los tantos de Dani Rodríguez (46') y Navarro (56') y la UD, cuando parecía desahuciada, reaccionó para lograr el empate en cinco minutos con goles de Essugo y de Fábio Silva de penalti.

En los primeros compases la UD Las Palmas llamó a la puerta del gol con más insistencia que un Mallorca timorato e inofensivo. El equipo de Jagoba Arrasate llegó al parón de selecciones en el peor momento de la temporada tras tres jornadas sin ganar y las sensaciones no mejoraron en el arranque del choque.

Todo lo contrario sucede con el conjunto de Diego Martínez. La UD venía de enlazar su mejor racha de la temporada con 9 puntos de 12 posibles desde el aterrizaje del entrenador gallego y contra el Mallorca demostró en el arranque que su gran momento no es flor de un día. Sin Moleiro, suplente, la UD echó mano de Kirian, Manu Fuster y Fábio Silva para incordiar a la zaga mallorquinista.

En un encuentro con pocas ocasiones, fue el delantero portugués el que gozó de la mejor oportunidad del primer tiempo, pero su derechazo se estrelló en el palo (27’). El cuadro amarillo aprovechó la inercia y Sandro puso a prueba a Greif con un derechazo potente pero centrado. Tras unos minutos de zozobra, el Mallorca se rehizo y tomó el control del encuentro antes del descanso, pero su mejora no se tradujo en acciones de peligro en el área de Cillessen.

El encuentro dio un volantazo en el primer minuto de la segunda parte. Una buena internada de Morey por la derecha no fue neutralizada por la zaga local, que no supo despejar el cuero, y Dani Rodríguez, más listo que nadie, hizo el 0-1 entrando desde atrás. Más de un mes después, el Mallorca puso fin su sequía goleadora.

El tanto dio alas al Mallorca, asentó el plan de Jagoba Arrasate y sembró de dudas al conjunto local. La UD Las Palmas se desordenó con el balón, incapaz de superar el muro bermellón, y su defensa fue un flan en cada contragolpe visitante. Poco antes de alcanzar la hora de partido, Mojica avanzó por la izquierda y puso un centro que dejó pasar Morlanes por debajo de las piernas para que Navarro, solo, fusilara a Cillessen.

Diego Martínez realizó un triple cambio en busca de una reacción que parecía no llegar nunca. La UD chocaba una y otra vez contra el muro del Mallorca, muy cómodo defendiendo su área, y ni siquiera Moleiro encontraba rendijas para amenazar a Greif. Cuando más tocado parecía el cuadro local emergió Essugo. El joven mediocentro conectó un disparo desde la frontal que rozó en Valjent antes de cruzar la línea de gol (77').

El tanto cambió totalmente el estado de ánimo del partido. El Mallorca reculó, cedió toda la iniciativa y su rival se lanzó a degüello hacia el área de Grief. Una falta lateral botada por Moleiro la desvió un defensa mallorquinista a la mano de Muriqi y el colegiado señaló penalti. Desde los once metros no falló Fabio Silva para poner el choque patas arriba en unos minutos finales de locura.

Tanto es así que, en un rifirrafe normal entre Muriqi y Jaime Mata, el VAR entró en acción para sancionar con cartulina roja una peineta del kosovar al español que había pasado inadvertida por todo el mundo. Mata fue sancionado con amarilla y el árbitro decretó libre indirecto en el área de la UD al entender que fue el jugador local el que empezó el pique. Inaudito.

La cosa no quedó ahí, porque en el indirecto el Mallorca lo hizo a las mil maravillas para que Mojica encontrara un hueco en el muro amarillo plantado en la línea de gol. El Mallorca supo resistir con uno menos y la UD Las Palmas murió en la orilla en un final de partido absolutamente loco.



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El Barça juega con fuego en Balaídos y se quema

Mandó 0-2 en el marcador sin merecerlo por los goles de Raphinha y Lewandowski y se dejó empatar en los últimos diez minutos tras la roja a Casadó


El Barça hizo lo más difícil en Vigo y se dejó dos puntos cuando aparentemente lo tenía más fácil. Llegó a ganar 0-2 gracias a los goles de Raphinha y Lewandowski y a las paradas de Peña, pero no lo merecía ante un Celta mejor que tuvo premio al final de la forma más inesperada. De un poste de Raphinha se pasó a la roja de Casadó y a diez minutos finales horribles que Alfon y Hugo Álvarez aprovecharon para empatar con orgullo. El líder, de bajón físico y mental, sólo ha sumado un punto de los últimos seis.

Dos cosas quedaron claras hace dos semanas en Anoeta, donde el Barça perdió 1-0 ante la Real Sociedad antes del parón por las selecciones: Frenkie de Jong, con miedo y dolor, no tiene todavía la fortaleza mental para ser titular y Fermín, con otro perfil, no se adapta a la banda derecha del 4-2-3-1 como sustituto del lesionado Lamine Yamal. Lo vio todo el mundo y también lo vio Hansi Flick, que en Balaídos dejó en el banquillo a los dos jugadores para dar entrada a Gavi y Dani Olmo, que en Donostia sufría problemas intestinales. El centrocampista andaluz, tras seis apariciones desde el banquillo, recuperó la titularidad un año después de su grave lesión de rodilla. En frente, un Celta con tres exbarcelonistas de titulares: Òscar Mingueza, Marcos Alonso e Ilaix Moriba.

El equipo gallego, como no podía ser de otro modo tras 15 minutos previos de conexión con la grada a través de la música guerrera celta ancestral, salió desbocado. Provocó una amarilla de Gerard Martín en el 3' e Iago Aspas perdonó solo ante Iñaki Peña tras una gran combinación de banda a banda al primer toque.

Con Gavi al lado de Casadó, Pedri de mediapunta y Olmo más a la izquierda, al Barça le costó entrar en el partido. Claudio Giráldez, con el atrevimiento del entrenador joven, sorprendió cambiando a la banda izquierda a Mingueza, siempre combinativo desde atrás. Pero, curiosamente, un error del exdefensa azulgrana propició el 0-1 del Barça. No midió bien un bote extraño tras un pase largo de Koundé y permitió a Raphinha encarar con ventaja a Guaita, a quien batió con la izquierda tras un recorte en el 14'.

Pero fue un espejismo para el equipo de Flick, desarbolado por un Celta que supo leer su línea adelantada para romperla y crear peligro. Hugo Álvarez no empató de milagro tras pase de Bamba y aparición milagosa de Gerard Martín, Iñaki Peña sacó un balón de la escuadra a Ilaix Moriba e Iago Aspas pidió un penalti de Gerard Martín cuando se iba solo que le hubiera costado la segunda amarilla o la roja directa. Todo eso entre otras llegadas de Bamba por la izquierda sin final feliz.

El Barça solo volvió a inquietar a Guaita al borde del descanso con dos disparos de Olmo, desconectado en la izquierda. Y la primera parte acabó con Iago Aspas pidiendo como un poseso la segunda amarilla a Gerard Martín por una entrada en la que se la jugó, más allá del clásico teatro del crack celeste, amonestado por esa protesta.

El cambio en la segunda parte estaba cantado. Gerard Martín era carne de roja y, con Balde tocado, entró Héctor Fort a pierna cambiada por la izquierda. Otra cosa hubiese sido una temeridad con Balaídos protestando todo a Soto Grado. Lo que no cambió fue el juego del Barça, con muchas dificultades para sacar el balón jugado desde atrás por la presión del Celta, menos coordinado que en otros partidos para tirar la línea y con poca energía en la recuperación tras pérdida. Peña, muy atento en varias salidas fuera del área, casi encaja un golazo de Aspas desde su casa al verle adelantado.

Y en el 61' se repitió la historia de la primera parte. Fallo en el pase de Mingueza, robo de Raphinha, toque de Olmo y Lewandowski, a trompicones, se quedó solo y no perdonó. 0-2 en un Balaídos atónito porque el Celta seguía siendo superior en el juego. Y para muestra, dos paradas seguidas de un enorme Iñaki Peña en sendos pulsos mano a mano con el recién entrado Alfon y Hugo Álvarez.

Ya con Fermín y De Jong en el campo en el último cuarto de hora por Gavi y Pedri, desfondados, Raphinha tubo la sentencia con una escapada y un remate cruzado con la derecha que se estrelló en el poste y en la espalda de Guaita.

Del posible 0-3 se pasó a tener que jugar los últimos diez minutos con 10 por la segunda amarilla de Casadó. La suerte había cambiado y una cesión horrible de Koundé la aprovechó Alfon para lograr el 1-2 en el 83'. Y sin tiempo para reaccionar, Hugo Álvarez hizo lo que quiso en el área para anotar el 2-2 en el 85'. Y suerte que en el tiempo añadido un taconazo de Borja murió en las manos de Peña.



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Gerard Moreno rescata un punto para el Villarreal y eclipsa el doblete de Budimir

El arbitraje de Munuera Montero fue muy polémico y señaló dos penaltis dudosos, uno por lado


Osasuna y Villarreal empataron (2-2) en un partido con dos partes muy claras. La primera fue para los rojillos y la segunda para los groguets. Munuera Montero tuvo demasiado protagonismo en ambas áreas y nadie acabó feliz con su actuación. El punto le permite a los de Marcelino asentarse en zona Champions y a Osasuna le parece poco puesto que fueron ganando prácticamente durante todo el partido. Budimir marcó dos goles que parecían suficiente margen para llevarse el triunfo, pero la vuelta de Gerard Moreno lo cambió todo. Marcó el tanto del empate en el descuento y tuvo muy buenas sensaciones. Hacía casi un año que no anotaba.

La primera parte empezó rumbera, con ambos equipos buscando la portería rival y con un ritmo frenético. El fútbol en El Sadar suele tener ese aroma de campo que aprieta mucho que tanto gusta.

Show de Budimir y festival de tarjetas
Se rompió pronto la igualdad gracias a un cabezazo pegado a la madera de Budimir a centro de Rubén García (8'). El delantero celebró el tanto con una camiseta que decía ''fuerza Valencia''.

Quedó algo tocado el conjunto groguet y una decisión arbitral de Munuera Montero lo dejó todavía más hundido. Budimir se introdujo dentro del área, regateó a Parejo y Albiol le tocó ligeramente por detrás provocando su caída. De primeras no se señaló nada, pero ante la incredulidad del banquillo del Villarreal desde la sala VOR le dijeron a Munuera Montero que revisara la acción. Acabó pitando penalti y Budimir lo transformó con su calma habitual (17').

Se sentía muy perjudicado el Villarreal y protestaba cada acción, algo que derivó en hasta 6 cartulinas amarillas, incluida una a Marcelino antes del descanso. La gota que colmó el vaso para ellos fue una acción en la que Parejo fue al suelo para cortar un centro y le pitaron penalti por mano. Se tuvo que revisar de nuevo la acción para comprobar que el balón había tocado en la espalda y no en la mano del madrileño. No se señaló penalti, pero Marcelino se reía en la banda con el protagonismo que estaba teniendo Munuera Montero.

Gerard Moreno, al rescate
Tras el paso por vestuarios el Villarreal se tranquilizó en todos los sentidos. Ya desde el arranque entró al verde Gerard Moreno, que no jugaba por lesión desde agosto y se hizo notar. Empezó el equipo a tener más presencia en los metros finales y a amenazar la portería de Sergio Herrera, que tuvo varias intervenciones de mérito.

Al de Santa Perpetua le faltaba ese punto de velocidad, pero tiene tanta calidad que puso patas arriba el sistema defensivo de Osasuna, que intentaba salir a la contra pero que priorizaba defender.

Encontró Gerard Moreno en Baena y Yeremy Pino a sus socios perfectos para tratar de darle la vuelta al marcador. Ellos mismos recortaron distancias en una acción por la derecha del extremo, poniendo la pelota rasa al segundo palo para que Baena la empujara a gol (67').

Con el tanto se enfrió un poco el partido y dejaron de aparecer ocasiones claras, pero sí había aproximaciones. En el centro del campo empezó a hacerse con la batuta Denis Suárez, otro que estaba de vuelta tras meses fuera de los terrenos de juego. Tanto él como Gerard demostraron que pueden ser muy diferenciales en este Villarreal.

La insistencia del Villarreal, más por dominio que por ocasiones tuvo premio. Boyomo salvó al límite un centro lateral que parecía gol o gol, pero que acabó en córner. En ese saque de esquina puesto por Baena al segundo palo, Torró cometió el error de agarrar de la camiseta a Costa. Munuera Montero pitó penalti. Vicente Moreno y compañía no se lo podían creer. Pero esto es el fútbol de toda la vida, si el árbitro te ha dado un penalti dudoso, es probable que si hay otro similar haga lo propio con el rival.

Gerard Moreno la puso cerca del palo ya en el descuento y volvió marcando y con actuación estelar para rescatar un punto (90+3').



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