El Girona vuelve a la senda de la victoria a costa del Leganés

Los catalanes tuvieron que anotar cuatro goles para superar a los madrileños, colocándose de nuevo en la media tabla


El Girona sufrió de lo lindo este sábado para vencer al Leganés en casa y en un compromiso repleto de goles, con tensión hasta el último suspiro. Los catalanes volvieron a la senda de la victoria tras unas semanas complicadas, mermados por las bajas y la mala fortuna ante unos madrileños que mostraron una efectividad pasmosa.

El partido inició con un respetadísimo minuto de silencio que se vivió como pocas veces. La gravedad de la cuestión por lo sucedido en la Comunitat Valenciana se palpó desde el primer momento, dejando momentos destacados durante otros momentos del choque.

Cayó agua en la previa y cayeron goles por parte de ambos lados, durante ambas partes. Los ‘gironins’, que mostraron un once con Miguel como extremo por las interminables bajas que acompañan al equipo, fueron claramente superiores en cuanto al dominio del juego, aunque se encontraron a un rival como preveía Míchel, efectivo en las transiciones.

Mientras tanto, Montilivi decidió pronunciarse por los excesivos precios de Champions y confirmó la pañolada prevista en protesta por la situación durante el minuto 12, precisamente el mismo minuto en que desapareció del luminoso el grafismo del marcador. Ni así perdonaron los aficionados, que controlaron el tiempo con miles de pañuelos apuntando al palco.

Sobre el césped, ocasiones para entretener a cualquiera. Los locales abanderaron un asedio marcado por los centros de Miguel, los pases filtrados de Van de Beek y las internadas de Bryan Gil, que volvió al torneo regular. Precisamente fue el lateral madrileño quien abrió la lata tras un disparo de volea que Dmitrovic no fue capaz de frenar (21’). La celebración, emotiva para la cita, dejó dos camisetas alzándose en apoyo a Valencia y a los afectados por la DANA.

No se quedó ahí la cosa. En cuestión de minutos llegaron el resto de alegrías repartidas durante el primer tiempo y Renato Tapia se encargó de poner tierra de por medio tras un disparo ajustado que ni Gazzaniga pudo ver tras el pase de Brasanac (24’). Cinco minutos después, respondió Arnau Martínez con un magnífico testarazo tras el caramelo de Miguel para avanzarse de nuevo en la cita (31’).

El Girona no dejó de intentarlo. El asedio en dirección a la portería visitante, junto a la verticalidad que mostraron los de Míchel, dio la falsa sensación de estar más cerca de un tercer tanto ‘blanc-i-vermell’ que del empate, pero, a poco de llegar al descanso, Juan Cruz se sacó un derechazo con rosca para batir a Gazzaniga y volver a poner las tablas (41’).

No cambió en exceso la tónica pasado el ecuador. Los locales, insistentes en desafiar la mala fortuna que les lleva acompañando desde hace varias semanas, no dejaron de mirar hacia adelante frente a un Leganés que trató de seguir aprovechando al contraataque las opciones. Fue a partir de la hora de encuentro cuando empezaron a surgir, de nuevo, las emociones.

Muy justo, incluso pisando la línea, llegó el pisotón de Nastasic sobre Miovski que terminó en penalti. El macedonio, después de ser atendido durante varios minutos, empezó a amarrar el balón para convertirse en el lanzador, sin ver que la tablilla se alzaba para dar entrada a Stuani, destinado a lanzar la pena máxima desde los once metros. El propio Miovski, negando con la cabeza, se marchó al banquillo con cara de pocos amigos. Stuani, paralelamente, ya se dirigía hacia el córner para celebrar el gol (62’).

Tampoco fue el único tanto en el segundo tiempo. El aficionado no pudo darse ni un solo respiro, tampoco ninguno de los dos equipos, quienes pagaron cualquier despiste. En un abrir y cerrar de ojos, y en medio de un vaivén de carreras, llegó el gol en propia portería de Sergio González al intentar cortar el centro de Blind (73’).

Pronto se acabó la holgada ventaja para los catalanes. Borja Jiménez agitó el árbol y Munir clonó lo de Stuani, salir y marcar. El delantero marroquí decidió hacer el gol de la noche desde fuera del área, demostrando de nuevo la efectividad de los madrileños (77’) y, a partir de ahí, apareció un descontrol sin fin que agotó hasta a los protagonistas que se encontraban en el césped. Los visitantes se lanzaron al ataque y eso provocó la separación de las líneas, dando entrada a un juego enrarecido y lleno de acciones claras que no acabaron de definirse con claridad.

Consumidos los ocho minutos de descuento, el Girona volvió a la senda de la victoria tras dos derrotas consecutivas en la competición que le devuelven a la mitad de la tabla antes del compromiso en Champions. El Leganés, en una situación más delicada, deberá codearse en la zona baja de la tabla.



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Un Barça de dos caras regula en el derbi

Un doblete de un gran Olmo y un gol de Raphinha sentenciaron, pero el líder se durmió en el tramo final


Mucho Barça y poco derbi en una primera parte que entró en los parámetros esperados en Montjuïc y Barça rutinario y Espanyol revivido en un tramo final algo preocupante desde el bando azulgrana. Un doblete de Dani Olmo y un gol de Raphinha lo dejaron todo casi resuelto al principio, pero Puado, después de tres tantos anulados por fuera de juego a los blanquiazules, puso intriga hasta el final, incluso con una gran intervención de Iñaki Peña.  El Barcelona de Flick descubrió que si no mantiene la intensidad hasta el final tiene dos caras, mientras que el Espanyol se vio inesperadamente con opciones de dar algún susto al final.

Al Barça pareció bastarle con resolver en la primera parte y regular esfuerzos, o más bien vivir de rentas, en la segunda. La resistencia del Espanyol había durado npoco. Contra las sospechas de que cerraría con línea de cinco, salió con 4 atrás más Bauza por delante, más como quinto mediocampista que como quinto defensa. El Barça, con su 4-2-3-1, hizo añicos esa resistencia en la primera fase de partido, aunque pasó algún apuro en cuanto quiso regular esfuerzos.

Rompió al Espanyol al principio, pero en los últimos minutos las concesiones del Barcelona a uno de los equipos que generan menos ofensivamente en LaLiga dejan un poso de cierta preocupación. Y enfado de Flick, desde luego. El Barcelona pasó de ir al 100% a acabar al trantrán. Un derbi que pudo acabar en goleada se quedó a las pùertas de pasar a la historia.

Inicialmente, pocas variaciones en el once de Flick. Solamente dos: Héctor Fort para dar descanso a Koundé y, entre Líneas, Dani Olmo, finalizado ya su progreso de paulatino regreso al once inicial. El polivalente jugador fue uno de los grandes protagonistas en esa demarcación de mediapunta, por detrás de los delanteros. Desde ahí, sus llegadas al remate desde la segunda línea fulminaron a la de por sí débil defensa blanquiazul.

Al Espanyol le estaba costando un poco más cada minuto que pasaba sostener el juego barcelonista cerca del área, cuando Lamine Yamal se sacó de la chistera un centro con el exterior del pie que Dani Olmo cabeceó a gol.

Aunque había habido ya un par de llegadas peligrosas del Barcelona, un remate de Olmo a centro de Lamine Yamal tras jugada colectiva o un  chut del propio Lamine Yamal, que fue una pesadilla para Romero, el Espanyol había comenzado tapando espacios. Pero Lamine Yamal sentía que podía ser su día y puso, con el exterior de su zurda desde la derecha, un balón exquisito que Dani Olmo, llegando desde atrás, no desperdició, con cierto suspense: dio en el larguero y después hacia dentro.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó el segundo, en una asistencia sensacional de Casadó por el centro a Raphinha, que estaba librando constantes rifirrafes con su marcador, El Hilali, y que picó el balón por encima de la salida de Garcia, con Romero rompiendo el fuera de juego.

Tras el 2-0, el Barça bajó el ritmo y el Espanyol aprovechó para subir sus líneas. Un chut de Puado, su jugador más avanzado, salió fuera por poco y, sobre todo, el momento del Espanyol pudo haber llegado cuando Jofre marcó a centro de El Hilal. Parecía el 2-1, pero contra este Barça es peligroso celebrar antes de hora, como había hecho Mbappé en el Clásico y como hizo Jofre, besándose el escudo de cara al público y de forma desafiante.

Otro gol anulado por fuera de juego, esta vez de El Hilal en el inicio de la jugada. Y, además, la provocación de Jofre tuvo otra consecuencia: espoleó de nuevo al Barça. Y en una salida de balón catastrófica del Espanyol, recuperó Raphinha, la dio a Balde y su pase al eje del ataque fue rematado impecablemente por Dani Olmo con un chut seco que incluso tocó en un defensa antes de entrar.

No fue un vendaval imparable del Barcelona, pero el equipo azulgrana sí había sido muy superior a un Espanyol demasiado inestable en defensa como para aspirar a hacer cosquillas.

Incitado por una ventaja aparentemente definitiva, Hansi Flick preparaba cambios en la fase final del partido, pensando ya en el partido de Champions de la próxima semana en Belgrado, pero no introdujo las sustituciones de inicio. Tardaron diez minutos

El Barça bajó en su dominio y en su ritmo con la entrada de Frenkie de Jong y la salida del campo de Casadó, imprescindible ahora mismo en los esquemas de Flick. El neerlandés se ubicó como mediocentro. El Barça se puso a descansar y además llegaron las imprecisiones, para enfado de Flick.

Tras un nuevo gol anulado, a Tejero después de jugada de Jofre, el Espanyol dio primero un aviso en el que Iñaki Peña evitó el gol de Puado y finalmente marcó, también por mediación de Puado, al rematar un centro desde la izquierda.

A la tercera había ido la vencida y el Espanyol por fin había marcado. Sus delanteros ganaban la espalda a los defensas barcelonistas y la desconexión del Barcelona era alarmante. Chuts de Lamine Yamal y de Fermín que exigieron mínimamente a Joan Garcia, pero insólita sensación de poca intensidad del Barcelona de Flick en el tramo final. Ansu, en el descuento, marcó, pero en fuera de juego.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Iñaki Peña (2); Héctor Fort (1) Koundé (1), 78'), Cubarsí (2), Iñigo Martínez (2), Balde (2); Marc Casadó (3) (Frenkie de Jong (1), 56'), Pedri (2) (Gavi (), 84'), Olmo (3) (Fermín (1), 56'); Lamine Yamal (3), Lewandowski (1), Raphinha (2) (Ansu Fati (), 84')

RCD ESPANYOL: Joan Garcia (1); El Hilali (1) (Unuvar (), 78'), Kumbulla (1) (Sergi Gómez (1), 40'), Cabrera (1), Romero (-) (Oliván (), 78'); Tejero (1), Kral (-), Bauza (-) (Justin (1), 61') , Aguado (1) (Cheddira (1), 61'), Jofre (2); Puado (2)

GOLES: 1-0, Dani Olmo, 12'; 2-0, Raphinha, 23'; 3-0, Dani Olmo, 32'; 3-1, Puado, 63'

ÁRBITRO: Munuera Montero, Comité Andaluz. Tarjetas a Jofre (11'), Bauza (54'), Manolo González (74'), Cheddira (81')

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys. 48.843 espectadores

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El Athletic perdona ante el Betis en San Mamés

Fornals, tras un primer tiempo donde los leones estrellaron hasta tres balones en los postes, adelanta a los visitantes en el marcador a la vuelta del descanso y Berenguer llega a tiempo de firmar tablas


Athletic y Betis se repartieron los puntos en San Mamés en un entretenido y divertido partido. Los leones tuvieron a los verdiblancos a su merced antes del descanso, pero entre los postes y las buenas intervenciones de Rui Silva el marcador no se movió. Los cambios introducidos por Pellegrini en el arranque de la segunda mitad, tres de golpe, sirvieron para contrarrestar las fuerzas.

Fornals, tras un gran pase de Diao, abrió el marcador en el primer tiro entre los tres palos de los visitantes. Los leones, lejos de venirse abajo, insistieron en su propuesta, pero su reacción sólo les dio para empatar. Berenguer, que llevaba pocos minutos en el campo, se encargó de firmar las tablas.

El empate impide tanto a Athletic como Betis situarse en la quinta plaza, plaza que ocupa ahora Osasuna empatado a puntos con el Villarreal. El choque de San Mamés, por cierto, comenzó con un respetuoso minuto de silencia en memoria de las víctrimas de la DANA de Valencia.

Valverde tiró de su bloque titular habitual, pero con dos novedades respecto a la alineación esperada. Jauregizar y Guruzeta se quedaron hasta fuera de la convocatoria a causa de sus respectivas molestias en la espalda. Prados y Dajló ocuparon sus posiciones.

Pellegrini tan sólo realizó una variación respecto al equipo que presentó frente al Atlético de Madrid en la anterior jornada de Liga. Bellerín, recuperado de sus problemas físicos, regresó al lateral derecho en detrimento del ahora lesionado Aitor Ruibal. El equipo verdiblanco fue fiel a su clásico 1-4-4-2.

Los leones pisaron el acelerador desde prácticamente el saque de centro. Las ocasiones, muy claras muchas de ellas, se fueron sucediendo ante el marco defendido por Rui Silva, pero sin llegar a convertirse en gol. Sancet, solo, remató contra el palo primero y minutos más tarde, solo también, perdonó lo imperdonable. Iñaki Williams, autor de los dos grandes centros al navarro, remató al larguero recién superado el primer cuarto de hora.

Poco después, a servicio medido de Djaló, el mayor de los Williams no acertó a concretar a escasos centímetros del guardameta visitante. El impresionante vendaval bilbaíno fue perdiendo fuelle de manera paulatina, aunque a cinco minutos del descanso Paredes, en un acrobático remate de cabeza, volvió a mandar el cuero al poste. Agirrezabala se fue a la caseta al término de este periodo sin apenas haber intervenido.

Pellegrini, consciente de la situación, hizo tres cambios en el intermedio. Sabaly, Losasa y Diao se incorporaron al partido y el Betis pasó a jugar con un trivote en el centro del campo y dos extremos con Vitor Roque como referencia arriba. La apuesta del técnico chileno dio pronto sus frutos, puesto que Fornals batió a Agirrezabala en el primer tiro entre los tres palos del conjunto visitante. El Athletic acusó el golpe, pero se repuso enseguida. Sancet y Vivian tuvieron sus opciones de cara a gol. Losada también obligó a lucirse a Agirrezabala.

Valverde optó entonces por dar entrada a Berenguer por Djaló. Un cambio que dio pronto sus frutos, puesto que el navarro aprovechó tres minutos después un medido centro de De Marcos para firmar el empate de cabeza. Los leones siguieron apretando y dispusieron de una doble ocasión de Ander Herrera, que poco antes había salido junto a Martón, que desbarató Rui Silva.  La entrada simultánea de Gorosabel y Unai Gómez cerró el capítulo de cambios en el bando local.

El lateral derecho tuvo su opción de desnivelar el marcador poco después de saltar al césped y Bakambu, también recién incorporado al choque, pudo hacer lo mismo en la contra visitante. El marcador, sin embargo, ya no se movió.



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El Celta se impone a un Getafe sin recursos

Un solitario tanto de Douvikas bastó para que los de Cláudio Giráldez lograsen sumar tres puntos de oro ante los de Bordalás, muy grises


Balaídos abrió sus puertas este lunes para acoger un Celta-Getafe en el que ambos equipos buscaban un triunfo con el que alterar sus dinámicas para bien y el que lo consiguió fue el cuadro local (1-0). El conjunto dirigido por Cláudio Giráldez fue superior a los de José Bordalás, que bastante hace con lo que tiene en su plantilla, y bastó un solo tanto de Douvikas para que los tres puntos se quedasen en Vigo.

No hubo que esperar mucho para que el marcador reflejase el dominio del Celta, que existió desde que echó a rodar el balón. Concretamente, fue en el 7’ cuando Iago Aspas, ‘El Mago de Moaña’, sacó su varita para dibujar un bonito centro al segundo palo tras una gran acción individual que encontró la cabeza de un Douvikas que no tuvo más que hacer que mandar el balón al fondo de las mallas.

A partir de ahí, estando con desventaja en el marcador el Getafe, se esperaba que los de Bordalás diese un paso al frente, pero lo que sucedió fue que el conjunto azulón, esta vez vestido de rojo, se mostró sobre el verde como un equipo gris. Apenas un intento de Carles Pérez y otro de Álvaro Rodríguez pudieron ser contabilizados como acciones que pusieron en peligro que la cosa acabase con un ‘1’ en la quiniela.

El Celta, por su parte, no fue capaz de doblar su ventaja para cerrar el partido. Ni siquiera después de que el Getafe se quedase en inferioridad numérica por expulsión de Berrocal (65’). Pero entre poco y nada le importó al respetable de Balaídos, que asistió con satisfacción a la victoria de los suyos, con un equipo lleno de gente de la casa y estando en el banquillo un técnico más del Celta que nadie como Cláudio Giráldez.



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La UD Las Palmas asalta Vallecas y sale del descenso

La pegada del equipo de Diego Martínez, hizo trizas a un Rayo Vallecano negado de cara al gol


De escribir un manual de supervivencia perfecto durante más de una hora a asaltar Vallecas con una pegada brutal que dejó KO al Rayo en solo cinco minutos. La UD Las Palmas de Diego Martínez sumó un triunfo vital exhibiendo dos vertientes competitivas complementarias para salir del descenso en detrimento del Espanyol, que este fin de semana no jugará al tener aplazado su encuentro con el Valencia.

El cuadro insular, que parecía desahuciado, acumula 9 de los últimos 12 puntos en juego y solo ha caído derrotado en el Metropolitano. La UD parece un equipo totalmente distinto un mes después del aterrizaje de Diego. El conjunto de mandíbula de cristal y nula contundencia en las áreas ha mutado en un equipo firme, solidario y con las ideas clarísimas.

Lo comprobó en sus carnes el Rayo, que hizo méritos sobrados para batir a un soberbio Cillessen. El 0-2 en propia de Aridane y el 0-3 de Fuster en solo cinco minutos dejó en la lona a los de Íñigo, que acumularon más de una treintena de disparos en una noche aciaga en el remate.

El contraste entre la pegada de uno y otro equipo quedó patente desde los primeros compases del partido. En el minuto 3 Camello gozó de una ocasión clarísima ante Cillessen pero estrelló el disparo en el lateral de la red con todo a favor. La UD no perdonó en su primer y casi único acercamiento de peligro en el primer tiempo. Un saque de esquina botado por Sandro fue cabeceado al fondo de la red por un oportuno Fábio Silva (6’).

El Rayo se repuso rápidamente del mazazo y el encuentro solo tuvo una dirección: la portería visitante. Ratiu y Chavarría apretaban por sus bandas y la defensa de Las Palmas, muy desajustada en algunos tramos, sobrevivió por la falta de finura de los locales en los metros finales. En el 13’ Lejeune se topó con el larguero en un remate de cabeza y dos minutos después Ratiu tuvo una opción clara de empate al contragolpe pero se dejó comer la tostada por un Viti providencial.

Sobre la media hora de juego llegó otro arreón estéril de los locales. Camello citó a Chavarría ante Cillessen con un toque sutil pero el lateral rayista disparó al cuerpo del guardameta insular. Un minuto después, fue Gumbau el que rozó el empate con una gran llegada desde atrás pero su remate salió demasiado cruzado.

La segunda parte arrancó con un guion calcado. El Rayo achuchando y rozando el gol y la UD achicando agua. Hasta que llegaron los fatídicos cinco minutos que hundieron las esperanzas locales. En el 62’ Aridane se metió en su portería un córner botado por Sandro y en el 67’ el recién entrado Fuster se sacó de la manga un golazo de exterior.

Quedaban más de 20 minutos por delante e Iñigo quemó las naves en busca de un gol que metiera a su equipo en el partido. El ansiado tanto llegó, pero demasiado tarde, y no fue obra de un jugador del Rayo si no de McKenna en propia puerta (92').  La UD Las Palmas, crecida con el resultado, protegió su botín con solidez para sumar tres puntos de oro que le sacan del descenso.



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El Real Madrid se sobrepone a todo para vencer a Osasuna y despegar

Un hat-trick de Vinicius y otro gol de Bellingham devolvieron a los blancos a la senda de la victoria en un partido marcado por las lesiones de Rodrygo, Militao y Lucas


Tenía que ser a la épica. Si no, es como si no sirviera para el Real Madrid que, después de dos derrotas consecutivas ante FC Barcelona y Milan, supo como volver a la senda de la victoria aunque con peaje. Las lesiones de Rodrygo, Lucas y, sobre todo, Militao marcaron un partido con muchos mensajes: hat-trick de Vinicius, renacimiento de Bellingham y desaparición confirmada de Mbappé. No es el mismo.

De lesión en lesión
El Real Madrid salió ante Osasuna como se esperaba. No con una intención clara de dejar atrás las dudas sino con cuidado de no generar más. Pases sencillos, disparos lejanos y, sobre todo, concentración en defensa. De hecho el equipo rojillo visitó muy poco el área de Lunin. Ni rastro de Budimir, Bryan Zaragoza o Aimar Oroz.

Así poco a poco, lo que parecía un partido controlado y listo para resolver, se le fue complicando a los blancos y Rodrygo fue el primer obstáculo. El brasileño sintió un pinchazo en su muslo derecho y pidió el cambió. Entró Brahim. Pero el golpe duro vino con Militao apenas diez minutos después. El defensor, en un lance con Boyomo, cayó fulminado y dolorido de su rodilla derecha, la 'buena', y tuvo que retirarse del campo en camilla, llorando, y temiéndose lo peor. Dos lesiones en un momento.

Aquello enfrió un partido que empezaba a calentarse y el gol de Vinicius, en el 34', como si fuera un calmante, lo templó. El brasileño resolvió bien, con un disparo seco, un pase incisivo de Bellingham y se fue a celebrarlo con Ancelotti para darle ánimos en mitad de esta crisis. Más tarde, fue el inglés el que firmó el 2-0 de vaselina ante Sergio Herrera tras un gran pase de Raúl Asencio, el debutante que había sustituido a Eder Militao. Aquello tranquilizó a la grada blanca que pudo empezar su bocadillo en el descanso si bien con el disgusto de las lesiones a las que se sumó Lucas Vázquez, también con la tranquilidad del resultado.

Algo de calma
En el segundo tiempo, como era de esperar, Lucas dijo basta y después de jugar lesionado el tramo final hasta el descanso, dejó su hueco en el campo a Modric, haciendo que Valverde ocupara el puesto de lateral derecho. A problemas urgentes, soluciones urgentes.

Pese a todo, el 'baile' de piezas poco afectó al Real Madrid que siguió controlando el partido con autoridad ante la ineficacia de un desconocido Osasuna que ni siquiera hacia por responder. Tal fue la desconexión rojilla que Vinicius hizo el 3-0 después de recorrer completamente solo unos 30 metros y aprovechando una asistencia de Lunin. Casi nada. El propio Vini hizo el cuarto firmando su hat-trick en un tramo final que no tuvo más historia pues se había gastado toda en la primera parte.

Así, casi todos los madridistas se marcharon contentos del Bernabéu. Quizás el único que no fue Mbappé que se quedó los 90 minutos en el césped buscando su gol del cual estuvo más lejos que nunca. Tiene ahora, como el Real Madrid y el propio Osasuna, unos 15 días para pensar, reflexionar y mejorar. Falta le hace.



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El Leganés noquea al Sevilla y huye del infierno

No levanta cabeza el equipo de Pimienta


El Leganés dio un golpe en la mesa este sábado al sumar tres puntos de oro en Butarque para alejarse de la cola antes del parón, pues durmió a 4 puntos del descenso. Mientras que el Sevilla se aleja todavía más de la zona alta de la tabla tras caer in extremis por culpa de un error infantil y tonto de Agoumé, que ‘regaló’ un penalti en el 80’ para deshacer las tablas y además, dejó a su equipo en inferioridad por la tarjeta roja que vio. Miguel de la Fuente ató el triunfo pepinero al transformar el penalti de un 'Lega' que sigue haciéndose fuerte en casa.

Leganés y Sevilla apretaron desde el primer suspiro, más punzante el once andaluz haciendo mucho daño en las jugadas a balón parado. Así en el 11’ Agoumé estuvo muy cerca de abrir el marcador pero no llegó de milagro tras un córner botado de lujo.

Apenas dos minutos después fue Iheanacho el que acarició el gol sevillista, también a balón parado, el arma que estaba potenciando el equipo de Pimienta, aunque el gol se le resistía.

Poco a poco el Leganés se sacudió el dominio sevillista y se acercó con peligro a la meta de Álvaro. Miguel de la Fuente tuvo el tanto pepinero con un obús para definir una contra, pero el portero sevillista respondió bien. Y la más clara la tuvo Munir con una rosca desde la frontal que salió acariciando el palo, la mejor.

Poco varió el guion en la segunda parte, equilibrándose las fuerzas pero con un común denominador en las llegadas de ambas escuadras: falta de finura y acierto para resolver.

Lukebakio, uno de los más activos, tuvo el gol en el 56’ pero no supo definir una gran jugada en la que se coló hasta la cocina. El duelo se atascó sobremanera, sin recursos lúcidos para definir en los últimos metros de las dos áreas.

Ambos entrenadores movieron fichas y Javi Hernández, uno de los cambios, pudo deshacer el empate con un zurdazo que salió por el lateral de la red. Apretaba con algo más de luz el Sevilla, pero el que acabó marcando fue el Leganés.

El gol llegó después de un error infantil del sevillista Agoumé, quien tras perder el balón agarró claramente a Cissé en el área. Penalti de libro que transformó Miguel de la Fuente, poniendo el 1-0 en el marcador, quedándose además el Sevilla con diez por la expulsión de Agoumé. Pintaba de rosa para los pepineros, desesperándose en la banda García Pimienta.

El Sevilla apretó con más corazón que cabeza en la recta final, pero el Lega no se descompuso, bien cerrado en superioridad, y la victoria pepinera no se movió, estallando Butarque de Alegría.



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Bartra salva un punto para el Betis en el 95' ante el Celta

Los gallegos mostraron una gran efectividad en el Benito Villamarín, donde hicieron dos goles con tres remates ante un equipo verdiblanco que necesitó diecinueve para hacer sus dos tantos


El Real Betis, tal y como ocurriera el pasado jueves, volvió a marcar en el minuto 95 en el Benito Villamarín, esta vez por mediación de Marc Bartra, para salvar al menos un punto ante un RC Celta que se adelantó por dos veces en el marcador y que hizo gala de la tremenda efectividad que viene mostrando esta campaña, pues de tres remates en todo el partido logró anotar dos tantos, mientras que los verdiblancos necesitaron de diecinueve remates para hacer esos dos mismos goles que al final reflejaban la igualada en el marcador.

El Betis se vio sorprendido pronto en una acción a balón parado, en su primera aproximación a la meta de Rui Silva. Una jugada bastante polémica, pues el balón colgado al área y despejado por Diego Llorente llegó a pies de Javi Rodríguez y el remate de este se coló en la red sin que Ruí Silva pudiera verlo porque delante de él, y en posición de fuera de juego, estaba el zaguero rival Starfelt, quien encogió el cuerpo para dejar pasar el balón en un claro fuera de juego posicional, con influencia, que no fue señalado por Ortiz Arias ni fue tenido en consideración por Pizarro Gómez en el VAR.

Al Betis se le ponía el partido muy cuesta arriba desde pronto, pero se puso manos a la obra para tratar de revertir la situación, con un Vitor Roque muy activo en punta y poco a poco haciéndose dueño y señor del balón. El empate tardó en llegar, pero lo hizo antes del descanso tras una muy buena combinación entre Johnny y Abde que remató el brasileño cedido por el Barça (39’), quien tres minutos después se creó él solo una gran ocasión, rodeado de rivales, que salvó Vicente Guaita con una buena parada, y el posterior remate franco de Abde se fue a las nubes.

Tras el descanso siguió el Betis llevando la iniciativa e Iker Losada (52’) gozó de una buena oportunidad, con un remate desde la frontal que se marchó lamiendo el palo, y poco después se reclamó un penalti por una zamorana de Ilaix Moriba (60’) que no fue sancionada. En pleno acoso bético, Fornals (72’) mandó un derechazo al larguero desde la frontal del área, pero quien acertó a marcar en una de sus escasas aproximaciones al área rival fue el Celta, tras una excelente jugada del recién entrado Williot, que sirvió el balón en bandeja a Douvikas para que marcara a placer el 1-2.

Apenas faltaban ocho minutos para el final y los verdiblancos tocaron a rebato, encerrando al Celta en su parcela, aunque expuestos a peligrosas contras, logrando Bartra el gol del empate final en el 95’ tras una buena penetración del Chimy que peinó Lo Celso y mandó el central a la red con la testa en el suspiro final.



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