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El Girona rescata un buen punto ante el Betis

Los catalanes se repusieron al tanto de Bartra con el estreno goleador de Misehouy en un partido tenso hasta el final


El Girona supo rescatar este jueves un empate frente al Betis en un encuentro que se le puso muy cuesta arriba por el tempranero tanto de Bartra a los seis minutos del inicio. Los ‘gironins’ fueron de menos a más, hasta el punto de haber podido sumar algo más ante un cuadro bético que no estuvo fino en sus oportunidades.

No empezó mal el cuadro gerundense, valiente en la presión adelantada, algo de lo que ya advirtió Míchel. Los catalanes asustaron a los tres minutos con un palo de Abel Ruiz en fuera de juego y el contratiempo llegó dos minutos más tarde. Los visitantes, en el primer saque de esquina de los verdiblancos, encajaron gracias al buen remate de Marc Bartra, llegando al primer palo y anticipándose a Blind, quien perdió la marca (6’). La mano de Gazzaniga no fue suficiente para despejar el balón.

El primero que lució el luminoso relajó la intensidad de los de Pellegrini, conscientes de que lo más difícil ya estaba hecho. A partir de ahí, buen posicionamiento, atajar espacios y aprovechar los errores del rival, algo que le sirvió a Ruibal tras el fallo de Arnau y que no acabó en males menores para los ‘gironins’ gracias a la salvada del arquero argentino. El Betis pareció acercarse menos al área pero con intenciones más claras.

Las acometidas hacia la portería contraria no dejaron de llegar, tanto para unos como para otros. Eso sí, todas tímidas. Los catalanes insistieron por la banda de Bryan Gil, no muy bien recordado en feudo bético por su pasado sevillista. El uno contra uno del extremo dio paso a buenas acciones, pero faltó conexión, remate, tanto del propio Bryan como de los se encargaron de intentar cazar los últimos pases. Abel Ruiz, estrenándose como jugador ‘blanc-i-vermell’ tras llegar de los Juegos de París, no pudo destacar ni sentirse cómodo. Con ello se llegó al descanso.

El Girona recuperó las señas de identidad que le caracterizaron durante el curso pasado al volver del descanso. Fue claro dominador del juego y no dejó de llegar, tanto por dentro como por banda, pero la claridad que lograron en combinación contrastó con el poco fuelle por banda. Ahí estuvo la diferencia respecto a la campaña anterior, la determinación en las aperturas verticales. Bryan Gil no dejó de intentarlo; dribló, chuto y asistió, pero sin suerte. La más clara llegó a la hora de partida con el remate de Abel Ruiz a pase del extremo, encontrándose con la madera.

Los andaluces, tranquilos y a lo suyo, fueron los primeros en agitar el árbol para seguir aprovechando los errores del contrincante que, en más de una ocasión, señalaron a un Oriol Romeu algo desubicado a nivel defensivo. Eso pero, no les valió para todo el choque, pues los catalanes acabaron encontrando agua en el pozo.

Como un auténtico visionario, Míchel dio entrada a Iker Almena y Gabriel Misehouy. No necesitaron ni acoplarse al césped para ver la primera bicicleta en el área del canterano y el pase de la muerte para que el neerlandés pusiera las tablas (72’). El Girona cogió vida, la misma que el Betis, que volvió a la carga con una madera del Chimy Ávila en un claro contraataque.

La tensión y la impaciencia se adueñó del partido y del contexto del mismo. Ambos contaron con acciones, aunque los visitantes volvieron a gozar de las más claras, comprando boletos para remontar el partido. Fekir también quiso pujar en el descuento, pero los seis de añadido terminaron con el reparto de puntos en el estreno de catalanes y andaluces.



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Aspas sigue siendo un 'killer' brutal

El Celta se vio obligado a remontar el inicial gol de Kike García en una primera parte de color babazorro.


El Celta se impuso este viernes al Alavés en un vibrante y competido partido jugado en Balaídos, tras remontar el inicial gol de Kike García con las dianas de Williot y Aspas. El de Moaña fue el gran protagonista del duelo pues pasó de estar casi expulsado a marcar el gol del triunfo, previo tanto que le anuló el VAR por un fuera de juego.

El once vitoriano fue mejor en la primera parte y se fue al descanso con una justa ventaja, pero el Celta mejoró mucho en el segundo acto gracias a los cambios de Giráldez y logró remontar con el tanto de Aspas, tras haber desaprovechado varias ocasiones los babazorros para haber firmado su segundo tanto. El Celta ató un celebrado triunfo y además, fulminó el gafe que arrastraba desde hace casi diez años, pues no lograba ganar en su debut liguero desde 2015. Lo logró ante un buen Alavés y en un partido muy igualado, un regalo para los aficionados.

El duelo arrancó muy intenso, de ida y vuelta, y pronto la parroquia de Balaídos recibió el primer susto. En el minuto 7 Aspas vio la roja directa por un manotazo que le dio a Antonio Blanco, lance innecesario. Pero el colegiado fue instado por el VAR a revisar la jugada y corrigió, cambiando la roja por una amarilla, salvándose el delantero celeste por la campana.

Respiró la hinchada gallega pero la alegría les duró poco. Diez minutos más tarde, el Alavés, percutiendo con rapidez, hizo el primer gol. Antonio Blanco puso un centro preciso para que el incombustible Kike García firmara el 0-1 con un testarazo inapelable. Golpeaba primero el Alavés.

El Celta, herido, puso una marcha más en pos del empate. Lo tuvo Fran Beltrán (23’) previo jugadón, pero acabó marcando Aspas en el 43’ previa asistencia de Douvikas. Pero la diana del capitán de Moaña se anuló, a instancias del VAR, por un ajustadísimo fuera de juego de su asistente.

En la segunda parte Giráldez agitó el once con varios cambios. Y el toma y daca en ambas áreas fue constante. Kike García tuvo el segundo con un nuevo testarazo, mientras que Douvikas también tuvo chance, pero la zaga babazorra se mantuvo imperial, sobretodo Abqar que le rebañó un balón in extremis al ‘9’ celeste.

Apretaba el Celta pero el Alavés se defendía con todo, sólido. Sivera salvó el gol celtiña con sendos paradones a cabezazo de Aspas a bocajarro y a una falta envenenada de Mingueza. Se intuía el gol celeste y acabó cayendo, merecido por el poderío y acoso gallego. En el 66’, el Celta igualó con un golazo de Williot, uno de los cambios que hizo el técnico Claudio Giráldez y que mejoraron sobremanera el juego vigués.

Con el empate el Alavés se vino arriba, metiendo mucha pólvora Luis García Plaza, mientras que Borja Iglesias también debutó con los gallegos. El once vitoriano metió la sexta y tuvo hasta cuatro ocasiones claras para haberse avanzado en las botas de Rioja, Novoa, Stoichkov y Asier Villalibre, pero la zaga local y el meta Villar no se descompusieron, marrando el gol vitoriano. Y del 1-2 se pasó al 2-1.

Cuando más estaba sufriendo el Celta, llegó la puntilla de Aspas para atar la remontada gallega en un duelo muy abierto. En el 84’, Mingueza sirvió a Williot y éste encontró a Aspas, que acabó definiendo de lujo para poner el 2-1. Consumaba la remontada el Celta ante un Alavés que no bajaba la guardia en un duelo de ida y vuelta, vibrante para el espectador. Pero el 2-1 ya no se movió y Balaídos celebró a lo grande con la victoria en la jornada inaugural de la Liga, algo que no hacían los gallegos desde 2015.



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