El Getafe confirma el primer descenso de la temporada: adiós al Almería

Dos goles de Greenwood y otro de Jaime Mata dejan al conjunto andaluz sin opciones matemáticas de seguir en Primera


Ya está aquí el primero de esos días raros de la primavera en los que una tarde soleada, perfecta para olvidar preocupaciones, hace llorar a una afición. Hoy fue la del Almería que, con su derrota ante el Getafe (1-3), confirma de manera matemática su descenso a Segunda División. Y es que era algo inevitable desde hace tiempo que se ha hecho realidad pues solo le valía ganar al equipo de Pepe Mel para seguir en una pelea milagrosa por la permanencia y dos goles de Mason Greenwood además de uno de Jaime Mata lo han impedido.  Le tocará pelear por volver al equipo indálico.

Y es que pese a que se jugaba la vida -toda la temporada lo ha estado haciendo- el Almería volvió a dar la sensación de equipo sin alma desde el primer momento. Tanto, que el 0-1 nació de un error infantil de Lopy que permitió a Ilaix Moriba plantarse solo delante de la meta local y cederle el gol en bandeja a Greenwood. Era el primero y el anuncio de lo que estaba por venir.

Al gol en contra, eso sí, le siguió una reacción obligada del conjunto local que encontró en una jugada de rechaces el empate. Lo marcó el 'Choco' Lozano cumpliendo a rajatabla con la ley del 'ex'.

Sentencia y descenso
Con el empate, el partido se marchó al descanso y a su vuelta, discurrió por el mismo cauce: un Almería sin alma y un Getafe sabedor de su oportunidad para ganar fuera de casa y cerrar su temporada de manera tranquila. Tanto así que utilizó los dos mismos protagonistas del primer gol para hacer el segundo. Esta vez chutó Ilaix y el rechace, evitando el fuera de juego, fue a caer a Greenwood que lo tuvo fácil para el 1-2. Diez minutos más tarde, de nuevo el inglés, inspirado, sirvió el gol en bandeja para Jaime Mata que además llevaba efeméride: empata a Manu Del Moral como máximo goleador azulón en Primera División.

Aquello resultó ser sin duda el golpe de gracia de un Almería que lo intentó, sí, pero que no pudo más que confirmar lo que tristemente se sabía desde hace mucho tiempo: que tendrá que volver a pelear desde Segunda para estar entre los mejores otra vez.



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El Atlético se regala, ante el Athletic, medio billete de Champions

Insulto a Nico Williams, partido parado y condena del Atlético.
Koke condenó los insultos racistas a Nico: "Gente así sobra en el fútbol y en la sociedad"


El Atlético de Madrid celebró su 121º cumpleaños ante un Athletic Club que le dio la vida hace más de un siglo ya. Y lo hizo regalándose media clasificación para la próxima Liga de Campeones, que es el mínimo exigido para los de Diego Pablo Simeone, que han firmado una temporada con demasiadas promesas incumplidas. El Atlético dejó entrever una potencialidad que luego se desmoronó con el avance de la campaña, las lesiones, la acumulación de partidos, su pésimo rendimiento a domicilio o su incapacidad en las citas clave a vida o muerte.

Venció el cuadro colchonero en el partido que debía, ante un Athletic que había sido la Némesis de los de Simeone en la temporada hasta este encuentro. Llegaba el cuadro vasco como el ‘coco’ de los rojiblancos en esta campaña, con su temporada coronada con un título, con su brillante Copa del Rey, pudiendo darle otro zarpazo a los colchoneros en la pelea por la Champions. Y por momentos, el equipo de Valverde, subyugó a un Atlético que falto de confianza ante este rival. Pero, a diferencia de lo que había pasado en este mismo escenario en Copa, por ejemplo, en esta ocasión sí que tuvo contundencia ofensiva. No generó tantas ocasiones pero las marcó.

Simeone sorprendía en su once con la apuesta por Molina en el lateral derecho, después de que el argentino hubiese salido en las fotos de los desastres de Alemania y Vitoria. Pero lo interesante de esta apuesta no era la de insistir con el carrilero, que aquí habría otro debate sobre aquellos jugadores que parecen tener vidas infinitas y otros a los que se les da media oportunidad siempre con la sentencia del fallo sobre sus cabezas. Aquí lo interesante era que, viendo que Llorente y Molina, por el recorrido de ambos, se venían solapando muchas veces, el Cholo metió al español en el centro del campo, pero por la izquierda; dejando así, además, a De Paul moverse con su perfil natural. Así fue al menos en la primera parte, donde Marcos fue de lo más potable de los locales.

No es que el asunto del cuarto puesto esté liquidado, pero son seis puntos de diferencia para el Atlético, a falta de 15 por disputarse, además de tener ganada la diferencia de goles con los 'Leones'. El equipo de Simeone sólo podría perder su Champions de la próxima temporada. La única inquietud puede llegar del hecho de que el Atlético haya tenido un desastroso rendimiento fuera de casa y que tres de los cinco partidos que le restan sean lejos del Metropolitano.

Por cierto, que De Paul veía amarilla a los cinco minutos. Para llevar toda una vida en esto del fútbol, y sabiendo lo que se jugaba el Atlético, se calentaba rápido protestando una caída de Nico Williams. El colegiado le amonestaba no por la acción en sí, sino por las protestas. Condicionado desde el principio el centrocampista argentino.

Andaba enrabietado el campeón del mundo. Se notaba en las acciones que protagonizaba. Se había acercado sin precisión el equipo de Simeone hasta ese cuarto de hora en el que Koke encontraba a Llorente en el carril izquierdo, el madrileño ponía el balón en el corazón del área; Lekue despejaba tibio hacia el balcón del área, una acción que los entrenadores de formación reprocharían. El esférico le llegaba a De Paul, quien, de escorzo, disparaba. Tocaba en Ruiz de Galarreta y el balón describía una parábola extraña que sorprendía a Unai Simón.

Se habían adelantado los de Simeone pero lo cierto es que el Athletic era el que había salido metiendo miedo al Metropolitano. En la primera acción, en una jugada a la espalda de la defensa, de Hermoso y Lino, en la que Iñaki Williams intentó rematar sin dejarla caer, en el área, y el balón salió alto. No fue la única vez que el cuadro vasco se vencía hacia ese lado del brasileño, sabiendo que es defensivamente el más débil de la línea colchonera al tratarse de un extremo en realidad. Lo había intentado el mayor de los Williams pero también posteriormente un Nico que a punto había estado de liársela a Lino.

La realidad es que aunque el Atlético era el que iba por delante en el marcador, era el Athletic el que mandaba sobre la sensación de peligro. Antes del gol de De Paul. Y también después.

Poco después, centro desde la derecha, Guruzeta bajaba el balón para que Sancet enganchase un disparo que se le fue porque la dio con el exterior del pie, provocando que el efecto fuese hacia fuera. Aún así, susto en el cuerpo para un Oblak que vio como se iba cerca de su palo. El Athletic seguía percutiendo, a la media hora, un saque de esquina, en el que Iñaki Williams prolongaba y el balón se paseaba por el área pequeña de Oblak sin que nadie acertase a empujarlo a la red.

A los colchoneros les costaba generar en ataque y no se volvían a asomar a la portería de Unai Simón hasta cerca del descanso, con otra acción de Llorente, que era el principal desequilibrio ofensivo del Atlético; y con un disparo desde fuera del área de Griezmann, que se iba alto.

ERRORES EN CADENA
Una de las grandes incógnitas del partido era la de saber si el Atlético era capaz de no encajar. Y la respuesta llegó poco antes del descanso. Hermoso ya había jugado a la ruleta rusa con un intento de regate en una zona de peligro que no acabó en desgracia porque Witsel anduvo listo.

Pero si sucede que en un ataque propio, Griezmann da un pase a su propio campo y éste va directo a Iñaki Williams, pues un regalo así difícilmente podía desaprovecharse. El internacional por Ghana abría a Guruzeta, para que el delantero vasco centrase al segundo palo, entre las piernas de un Giménez que no era capaz de taponar, donde aparecía Nico Williams para fusilar a Oblak. Tremendo.

Tenía que ser el internacional español el que marcase, minutos después de que algún miserable hubiese proferido algún insulto de tipo racista contra él, que provocó que el colegiado parase el partido y se advirtiese en megafonía. El delantero del Athletic se señalaba el brazo, el color de su piel, para celebrarlo.

El partido se iba al descanso, con justicia en el marcador por lo que se había visto, pero seguramente con un Atlético comiéndose la cabeza por el tiro en el pie que se acababa de pegar cuando tenía el partido en venta. La 'cholina' del descanso debió surtir su efecto porque el equipo colchonero salía lo suficientemente enchufado para que Koke se sacase de la chistera un pase a la espalda de Vivian y Paredes. Correa controlaba orientado, se iba lo suficiente en el uno contra uno ante la salida de Unai Simón, y marcaba el 2-1.

Valverde revitalizaba a su equipo con un triple cambio a la vez. Fuera Sancet, Yeray y Guruzeta. Dentro Muniaín, Berenguer y Herrera.

En el Atlético, fuera Molina y Riquelme dentro para redibujar al equipo. Llorente al lateral derecho, su tercera posición de la noche; con el canterano rojiblanco en la medular acompañando a Koke y De Paul.

El Atlético daba un paso atrás, el Athletic uno adelante. Pero en esta ocasión, el equipo colchonero resistió, no sufrió tantísimo y además supo aprovechar una de las pocas que tuvo. Lino hacía la de marca de la casa en el 80. Balón en su zona, regate hacia el interior, disparo seco que daba el poste, tocaba en Unai y entraba. Listo para sentencia.

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Trepidantes tablas con sabor a derrota para el Cádiz y a victoria para el Mallorca

El conjunto andaluz perdió una gran oportunidad de apretar la pelea por la salvación ante un rival que se llevó un punto con justicia y respira


Trepidante empate el que firmaron Cádiz y Mallorca, un resultado que dejó sensación de derrota a los andaluces y de victoria a los baleares. No por lo sucedido sobre el terreno de juego, ya que las tablas pueden considerarse justas, sino por las consecuencias. El punto deja más cerca de la salvación a los insulares, mientras que suena a oportunidad perdida para los amarillos de apretar la lucha por la salvación.

Comenzó apretando el equipo local consciente de que tenía más urgencias que su rival en el vital partido por la permanencia, pero fue sin embargo el conjunto de Javier Aguirre el que golpeó primero.

Golazo de Muriqi
Corría el minuto 12 cuando un medido centro desde la derecha de Valjent fue cabeceado de forma espectacular a la red por Muriqi, acabando con su sequía anotadora particular y marcando su sexto gol de la temporada, casi todos al principio de la misma.

Poco después, Gio González tuvo en sus botas el segundo, pero su duro disparo se marchó rozando el larguero.

Los gaditanos estaban nerviosos, desordenados en la creación. Producto de la enorme tensión, el partido se endureció, con entradas y reproches mutuos y continuos. Al descanso se llegó con ese estado de desesperación general de los de Pellegrino que les impedía crear fútbol con claridad. Una media chilena de Ramos a las manos de Rajkovic fue lo único interesante que ofreció.

Introdujo el técnico local dos cambios en el inicio del segundo periodo. Comenzó más pausado el Cádiz, con más criterio, acogotando a un Mallorca que, sin embargo, se defendía con orden.

Eso hasta que al cuarto de hora de este periodo un centro de una de las novedades, Sergi Guardiola, fue introducido en su propia portería por Omar Mascarell en un intento de despeje.

El tanto espoleó al Cádiz y Guardiola pudo marcar poco después, pero su disparo se marchó rozando el palo. Intentó congelar el arreón el Mallorca y estuvo a punto de adelantarse de nuevo tras una grave indecisión de Ledesma y Fali.

Le retomó el pulso el conjunto de Aguirre al partido con la entrada de Darder y Morlanes, con el objetivo de tener algo más el balón, mientras Pellegrino agotaba todo su arsenal ofensivo con Machís y Roger. El duelo entró en una última fase en la que cualquier jugada valía oro.

Poste de Darder y gran ocasión de Roger
Darder perdonó el 1-2 a cuatro minutos del final en un mano a mano que tocó Ledesma y se estrelló en el palo. La respuesta la dio Roger Martí con el tiempo cumplido, cuando casi a puerta vacía mandó el balón al exterior de la red. No hubo más. El empate final fue celebrado como una victoria por el Mallorca.



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El Villarreal fulmina al Rayo y sigue soñando con Europa

La sociedad Álex Baena-Sorloth ha resultado espectacular, el primero dando hasta tres asistencias de gol y el ariete firmando dos de los tres goles de un Submarino que arrasó a un equipo madrileño que continúa sin atar la permanencia


El Villarreal atropelló este domingo a un Rayo sin capacidad de reacción ante el vendaval groguet con un doblete de un estelar Sorloth que completó Mosquera. Con el cómodo triunfo el Submarino sigue soñando con Europa, reto difícil pero no imposible, a costa de un Rayo que sigue sin asegurarse la permanencia y que hoy no existió en ataque.

Los de Marcelino no tuvieron rival gracias, sobre todo, a la sociedad que formaron Álex Baena-Sorloth. El andaluz le puso hasta tres asistencias de gol a un ariete amarillo que firmó dos dianas pero marcó hasta cuatro, pero le anularon dos.

El Villarreal salió en modo apisonadora y asedió la meta vallecana desde el primer suspiro, consciente de que solo le valía ganar para seguir soñando con Europa.

Así ya en el minuto 8 Guedes tuvo el gol tras un gran pase de Ilias, quien también tuvo chance tres minutos después. Apretaba el Submarino a un Rayo aculado.

Y al final, obtuvo el premio merecido. En el 18’, Sorloth, un ciclón, definió de lujo a la contra tras aprovechar un pase al espacio de lujo de Baena, el rey de las asistencias en Primera. Siguió pisando el acelerador el Villarreal, con ganas de irse al descanso con más ventaja. Y casi lo logró. A la media hora Sorloth de nuevo cantó gol tras cazar un balón suelto en el área, pero el tanto se invalidó por fuera de juego de Ilias en la jugada anterior. Desatado el Villarreal, muy superior, sólo bajó un poco el pistón en la recta final antes del descanso cuando el Rayo logró por fin acercarse a la meta de Jorgëssen, un espectador.

En la reanudación el Villarreal calcó el mismo guión, modo apisonadora para sentenciar. Álex Baena firmó un obús en el 51’ que escupió la cruceta y un minuto después, nuevo gol anulado a Sorloth, el segundo, cuando se iba con todo a la contra.

El Rayo empezó a despertar, viendo que el Submarino no cerraba el triunfo. Pero cuando el duelo dio síntomas de poder equilibrarse, el equipo groguet volvió a azotar. En el 69’ Alberto Moreno se sacó un obús al que replicó Dmitrievski con un paradón. Y en cuatro minutos, el Submarino recibió el premio al recital que estaba dando. En el 70’ Mosquera hizo el 2-0 con un cabezazo imperial y en el 74’ Sorloth firmó su segunda diana (hizo cuatro pero le anularon dos), de nuevo a pase de Álex Baena, con quien formó una conexión letal ante un superado Rayo.

El duelo siguió eléctrico hasta el final y el Villarreal pudo ampliar su ventaja, totalmente desatado. Es más, Álex Baena se hartó de dar asistencias de gol y ya en el descuento le puso una exquisita a Pedraza quien tuvo el cuarto en sus botas de no ser por Dmitrievski. El Villarreal firmó un gran partido, fue un ciclón y se coloca provisionalmente a tres puntos de Europa.



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