Atlético y Betis empatan en el horno del Villamarín

- El conjunto verdiblanco fue superior en la primera mitad pero tras la entrada de Barrios y un triple cambio, los colchoneros equilibraron las fuerzas.
 - Partido tedioso, sobre todo del Atlético, y marcado por el calor que hizo en Sevilla: 37 grados en el pitido inicial.


El Atlético de Madrid y el Betis empataron sin goles en el Benito Villamarín, en un partido en el que cuadro verdiblanco fue mejor en el primer acto y que los colchoneros igualaron con la entrada de Barrios en el descanso y un triple cambio de Simeone que hizo cambiar la energía de bando. Tuvo alguna ocasión más el Betis (una el Atlético en 100 minutos) pero no fue efectivo. Pasan los años y el conjunto rojiblanco sigue echando de menos a Koke. Normal que el Cholo quiera sí o sí un '5'.

La primera parte del conjunto rojiblanco no fue de museo. Para el de los horrores, en todo caso. El Betis fue superior en todo. En ritmo, en posesión, en intensidad y en ocasiones. Dos, que sin ser clarísimas, sí que rozaron el gol. Primero una de Abner nada más empezar, pero su disparo se marchó cruzado. Luego, otra de Ayoze, con un lanzamiento desde la frontal que buscaba la escuadra e impactó en la red, lo que hizo cantar gol a medio Villamarín.

En el otro área, nada de nada. Ni una sola oportunidad en los primeros 50 minutos. Los 37 grados que había en Sevilla a esa hora tampoco ayudarían, pero lo cierto es que el Atlético nunca se sintió cómodo. Le costaba un mundo tener el balón. Era recuperarlo y perderlo. Apenas un par de posesiones largas en el primer acto.

No estaba Koke, y eso siempre se nota. Más cuando no está que cuando sí. Lemar no aparecía. Carrasco, errático, elegía casi siempre mal. Llorente no profundizaba. A Griezmann no lo encontraban. Y Memphis bajaba a recibir sin éxito. Morata es más referencia para fijar centrales. Y si no tienes el balón y juegas cercas del área...

En cambio, el Betis sí que daba sensación de poder hacer daño. Lo intentaba por ambas bandas, sobre todo por la izquierda, y con balones en profundidad. Se mantenían firmes los centrales colchoneros, perola insistencia local hacía que generase, al menos, ‘runrún’. Cosa que el Atlético no pudo hacer en ningún momento.

“Vamos a tenerla más”, reclamaba Simeone en la pausa de hidratación. Nada, porque en el tramo final de la primera parte, el Betis se lanzó más en busca del 1-0. Lo mejor para los colchoneros al descanso, el resultado.

El segundo acto comenzó con otra ocasión de los andaluces. Ayoze de nuevo rozando el palo. Y con Barrios en el césped en lugar de Llorente. En el 58’ llegó el primer acercamiento medio peligroso del Atlético, con un centro de De Paul, ya de interior, que atrapó Rui Silva, al que al fin enfocaban las cámaras.

Tocaba agitar el banquillo. Triple cambio. Saúl, Morata y Lino (que debutaba oficialmente) dentro. Lemar, Memphis y Carrasco fuera. Hermoso efectuó el primer disparo a puerta en el 65’. Un cabezazo que mandó a córner el meta luso. Parecía más asentado el Atlético con Barrios en la sala de máquinas y con más energía tras las sustituciones, pero seguía faltando profundidad. El Betis había bajado una marcha. O dos. También hizo cambios Pellegrini.

Pasaban los minutos y los dos equipos, queriendo ganar, parecían conformarse con el empate. Sobre todo un Betis que ya no inquietaba nada. Se había acabado la gasolina. Mucho el Atlético tampoco, pero sí tenía más presencia en campo contrario y cerca del área rival. Jugaban ya los rojiblancos con un 4-4-2, con Lino y Riquelme por las bandas. Seis minutos de descuento. No pasó nada. Reparto de puntos en el horno del Villamarín y malas sensaciones del conjunto rojiblanco, que mejoró con la entrada de Barrios pero que no tuvo profundidad ni fútbol para hacer daño.

Los dos equipos habían comenzado LaLiga ganando, pero no pudieron mantener el pleno. A los colchoneros les toca mejorar para Vallecas.



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Mendizorroza enciende todas las alarmas en el Sevilla

El Sevilla sigue sin puntuar tras dos partidos, es goleado ante el Alavés y es vicecolista


El Sevilla preocupa. El equipo de Mendilibar, con muchas dudas aún en el mercado, encendió las alarmas en Mendizorroza, de donde salió como vicecolista de Primera División, sin puntuar tras dos jornadas y goleado por un recién ascendido. Pero lo peo, dejando una imagen muy negativa, con jugadores con escaso ritmo en defensa y superado por un rival al que le bastó un buen partido de un par de jugadores, Luis Rioja y Kike García, para hacerle morder el polvo con facilidad a pesar de que reaccionó y logró remontar el gol inicial de los locales.

Fue un duelo entretenido y con muchos goles entre dos equipos que no se habían estrenado en la Liga. Los vitorianos tras caer ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla y los de José Luis Mendilibar después de llevarse la primera gran decepción del curso en casa ante el Valencia de Rubén Baraja, que les asestó la primera derrota. Y la mejoría apuntada en la Supercopa de Europa ante el Manchester City no sirvió para que salieran los andaluces con mejor disposición en Mendizorroza.

Saltó el Sevilla como aletargado y pronto se iba a encontrar con el primer golpe. Luis Rioja, sevillano que se convertía en el mejor jugador del partido con un tanto y dos asistencias, sorprendía a Dmitrovic de un zurdazo que ponía una vez más en entredicho la decisión de la entidad sevillana de vender a Bono, traspasado al Al Hilal de Neymar. El serbio no tuvo una actuación afortunada en Vitoria. Recibió dos goles lejanos antes del descanso, quizá deslumbrado por el sol, y otros dos en la segunda parte, pero dejando en al menos tres la sensación de que pudo hacer mucho más.

El primero le cayó a los siete minutos en esa fase en la que los hispalenses, que no obtuvieron la cautelar para que pudiese jugar el sancionado Badé, estaban aturdidos. La defensa sigue siendo el caballo de batalla de los de Mendilibar, porque arsenal en ataque tiene el vasco. Casi a la primera que llegó empató el Sevilla. Fue en un córner peinado por Suso que le cayó a Lamela, cuyo remate defectuoso lo introducía en su propia portería Abqar. Se habían consumido apenas 15 minutos de juego y el 1-1 despertó los mejores minutos de los visitantes en este periodo. Lamela estrelló un balón en el poste y al segundo intento, tras bajarla Ocampos en el área, el argentino ponía el balón en la cepa del palo poniendo el 1-2. Pero la alegría le duró muy poco a los andaluces, ya que poco más de tres minutos después Duarte lanzaba un misil que cogía de nuevo por sorpresa a Dmitrovic. Ponía fin a una primera mitad entretenida, con cuatro goles y todo por decidir.

Mendilibar buscó un giro en el descanso con dos cambios que no surtieron efecto positivo. Salieron Fernando y Pedrosa, pero el intento de refrescar el centro del campo pronto se desmontó, pues apenas habían pasado 9 minutos cuando el brasileño se relajó para dejar centrar con comodidad a Rioja al área, donde la pasividad de Kike Salas dejó el camino expedito a Kike García, que iniciaba su exhibición goleadora en su estreno babazorro de cabeza. Tardó poco el bravo delantero para aprovechar un pase genial otra vez de Rioja para regatear con sutileza a Dmitrovic para hacer el cuarto gol.

El panorama se le ponía feo a los de Mendilibar, que se desesperaba en la banda. El resto hasta el final fue un quiero y no puedo para los visitantes en una situación controlada por el Alavés. El golazo de Rafa Mir, ya muy tarde y cuando el murciano acababa de salir, fue una anécdota. Porque las alarmas ya estaban, y están todas encendidas.



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Bellingham le da al Real Madrid un sufrido triunfo ante el Celta

El inglés marcó el gol del triunfo al Real Madrid en un partido en el que le anularon un gol al Celta, se lesionó Vinicius y Rodrygo falló un penalti


Bellingham, otra vez Bellingham fue protagonista de un nuevo triunfo del Real Madrid en LaLiga, el tercero de tres. El inglés marcó en el 81' el tanto que le dio a los blancos el triunfo ante el Celta en un partido muy disputado y en el que pasó de todo. Le anularon un gol al equipo gallego, se lesionó Vinicius y Rodrygo falló un penalti. Casi nada

Balaídos recibió por todo lo alto a Celta y Real Madrid para celebrar el centenario del equipo gallego. Un recibimiento que motivó a los de Benítez para ‘comerse’ a los blancos en un arranque loco del partido. En el primer cuarto de hora pasó de todo sobre el césped de Balaídos. Para empezar, polémica con un gol anulado al Celta en el minuto tres. Fran Beltrán disparó desde fuera del área, Larsen la tocó lo justo para descolocar al debutante Kepa. Parecía que no había nada en esa jugada, pero el meta vasco se quejó de una falta previa en esa jugada y el VAR pensó lo mismo. Avisó al colegiado para que fuese a ver la acción y decidió que era falta a Kepa de Larsen y, por lo tanto, gol anulado.

Eso salvó al Real Madrid, al menos momentáneamente porque en el minuto 10, Vinicius se lesionó. Se acabó marchando en el 18’, pero la jugada de esa lesión fue a los 10 minutos. El brasileño, con vendaje incluido en la pierna izquierda, intentó aguantar, pero tuvo que irse. Joselu entró por Vinicius y, coincidencia o no, al Real Madrid le cambió la cara. Comenzó a dominar el partido, a ahogar a un Celta que cada vez veía más lejos la portería de Kepa. Llegaba, pero sin tanto peligro como en el primer cuarto de hora. En el equipo blanco, Rodrygo brillaba con luz propia y el centro del campo, con Tchouaméni a la cabeza, comenzaba a funcionar. Faltaba el gol y llegó en el minuto 43, pero no subió al marcador por fuera de juego claro de Joselu. El Celta tuvo en las botas de Bamba el gol, pero su disparo se marchó fuera. Un equipo, el gallego que vio como en el tiempo añadido se lesionó Cervi y entró Manu Sánchez para jugar hasta el descanso al que se llegó sin goles.

El Real Madrid salió en la segunda parte con dibujo nuevo, con doble pivote, y mandando en el terreno de juego a base de presión y fuerza física. Pero eso no era suficiente para batir a un Celta que agazapado atrás, buscaba su oportunidad a la contra. Así iban pasando los minutos y Ancelotti decidió quitar físico y poner más fútbol con Kroos y Modric que entraron por Tchouaméni y Camavinga. El italiano quería así sacar adelante un encuentro y pudo hacerlo en el minuto 68 con un penalti de Iván Villar sobre Rodrygo en el minuto 66. Una acción protestada por los jugadores del Celta que consideraron que no era penalti porque el meta tocó el balón antes de chocar con Rodrygo. El colegiado no cambió de opinión y señaló la pena máxima que lanzó el propio Rodrygo, pero se encontró con un paradón de Iván Villar.

Esa acción reactivó a Balaídos y con él, el Celta que se vino arriba. todo lo contrario que el Real Madrid que ya no mandaba como antes de la jugada del penalti. Pero llegó una acción a balón parado, concretamente un saque de esquina, y apareció Bellingham, hasta entonces discreto, para marcar el 0-1 en el minuto 81. De ahí hasta el final, se vieron las caras el control, la calma que buscaba el Madrid y las prisas del Celta. Al final, ganó el Real Madrid ese duelo y el partido.



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El Almería suma su primer punto de manera épica ante el Cádiz

Los de Sergio González vieron como la victoria se evaporaba en el descuento a pesar de jugar más de media hora con superioridad numérica por la expulsión de Edgar nada más empezar el segundo tiempo


Empate épico del Almería en el Nuevo Mirandilla. El equipo de Vicente Moreno consiguió su primer punto de la temporada tirando de pundonor ante un Cádiz al que se le esfumó la victoria en el tiempo de descuento. Con un futbolista menos, y sin haber transmitido sensación de peligro durante el partido, el cuadro almeriense logró igualar el partido gracias a un golazo de Kaiky en el 95', negando el triunfo a los amarillos en un final enrevesado.

Pasó casi de todo en los últimos instantes de encuentro. El Cádiz ya saboreaba el triunfo cuando vio como el Almería le dejaba sin los tres puntos. Luego vino la expulsión de San Emeterio y el paradón de Conan Ledesma para afianzar un punto como mal menor, porque los de Vicente Moreno tuvieron una de oro para ganar.

A excepción de dos claras ocasiones de Roger Martí, a quien le faltó puntería, todo lo relevante sucedió en el segundo tiempo. Arrancó el segundo acto con la expulsión de Edgar, quien vio la doble amarilla y dejó al Almería con un futbolista menos en el 50'.

Quedaba un mundo, pero el Cádiz no especuló. Olió sangre y se lanzó a la yugular de los rojiblancos. Pisó a fondo el acelerador y tomó ventaja mediante Luis Hernández en una jugada a balón parado (59'). Primer gol del central con la camiseta amarilla.

Después del 1-0 el Cádiz pasó a controlar el encuentro. Maniató a un Almería incapaz de generar el más mínimo peligro ante Ledesma. No obstante, el descuento marcó sentencia, con Kaiky rescatando un punto de oro la los almerienses con un trallazo imparable (95').

Entró en shock el Cádiz, que tuvo suerte de tener a Ledesma. El portero argentino voló para desviar una falta de Robertone dirigida a la escuadra y salvó a su equipo de sufrir un revés más severo a manos del Almería.



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El Girona vuelve a asaltar el Sánchez-Pizjuán y deja al Sevilla colista

Los gerundenses se impusieron con dos goles a la vez que el Sevilla se enzarzó con el VAR y sus dos rectificaciones


Victoria colosal del Girona frente a un Sevilla que solo conoce la derrota en el campeonato liguero. Los tantos de Yangel Herrera y Aleix García dieron los tres puntos frente a un cuadro de Nervión que vio como el VAR les dejó sin un tanto a favor y sin un penalti que fue corregido.

El ambientazo que acogió el feudo sevillista abrió la puerta a un encuentro que tuvo sus primeros acercamientos al poco de oírse el silbato de Gil Manzano. Los gerundenses tuvieron más dificultades de lo esperado para hacerse con el control del balón y se toparon con un Sevilla intenso en la presión, logrando robar en zona ofensiva. La necesidad de los de Mendilibar, tras no haber sumado ningún punto en las dos primeras jornadas, llenó de hambre a los locales para estrenarse en el casillero.

La afición andaluza no tardó en recordar todo lo que remueve la actualidad del fútbol mundial y alzó la voz a los diez minutos, cantando ‘Rubiales, dimisión’ y ‘Corrupción en la Federación’. A su vez, los de Míchel empezaron a jugar con el esférico con algo más de facilidad, aunque fallaron en alguna toma de decisión en cuanto a las aperturas del campo. Sin embargo, poco a poco empezaron a fluir.

No hubo suerte en el primer saque de esquina para los rojiblancos, pero sí en el segundo. La jugada de estrategia acabó con el cuero colgado al punto de penalti y con el mismo rebotando entre el muslo y la mano de Sow, oportunidad que no desaprovechó Yangel Herrera con el juguete muerto prácticamente en el área chica. El venezolano sumó su segundo tanto del curso, dejando sin opciones a Dmitrovic (16’).

Los lugareños miraron de reaccionar al golpe ‘gironí’, pero las decisiones no fueron del todo buenas, ni en los remates ni en el juego. En-Nesyri no tardó en gozar de una doble ocasión, pero el marroquí estuvo, cuanto menos, desafortunado en sus finalizaciones. El público del Sánchez-Pizjuán desesperó sin miramientos.

El Girona, cada vez que logró combinar con éxito, pudo correr hacia adelante y poner en compromiso al muro andaluz. Savinho fue el encargado de coger protagonismo en velocidad y tuvo una acción clarísima para doblar la ventaja, pero esta vez les tocó fallar a los catalanes.

Mientras tanto, Mendilibar y los suyos siguieron adelantando las líneas y apretaron de lo lindo en dirección a la portería defendida por Gazzaniga. En-Nesyri volvió a recordar a su público que no era su día, pero ahí apareció Gudelj, equilibrando la balanza. En el descuento previo al descanso, también en un saque de esquina y también con rechace incluido, el serbio empaló el balón en el aire para poner, de una vez por todas, el balón en el cajón (45’). El tanto hizo mucho daño a los gerundenses, que certificaron la peligrosidad del rival en acciones aéreas, y estuvieron a punto de irse por debajo en el electrónico con la posterior madera de Suso al centro de Rakitic.

Las revoluciones volvieron a coger mucho protagonismo al inicio del segundo tiempo. Los de Nervión saltaron a morder a su rival, ganando en los duelos y buscando imperar en su propia casa. Los catalanes, a lo suyo, aprovecharon para mostrar una efectividad pasmosa. Un pase atrás de Arnau en área rival fue golpeado por Aleix García, limpiando las telarañas en décimas de segundo (56’).

Y acción, reacción. A los tres minutos de encajar, tocó golpear. Rakitic, tras una jugada de estrategia, disparó desde el lateral del área para competir contra Aleix García en el gol más bonito del partido. El tanto, pero, fue anulado por fuera de juego. A partir de ahí, el nerviosismo en la grada se palpó más que nunca.

A los gerundenses les tocó sufrir en campo propio hasta el final del choque. El mapa de calor, con más de 20 minutos por delante, se enrojeció en zona ofensiva sevillista, que no dejó de intentarlo mediante balones centrados.

El público local cambió de cántico a cinco para llegar a los 90. ‘Sevilla somos nosotros’ y ‘Directiva, dimisión’ inundaron de eco el verde andaluz tras una acción al palo de Savinho, que se fue sin oposición de sus contrincantes. El rebote, a pies de Dovbyk, también se fue incomprensiblemente fuera.

La desesperación al completo llegó con el penalti señalado por mano de David López. El catalán se empeñó en enseñar la marca del esférico sobre la parte alta de su brazo y, de nuevo el VAR, dejó sin premio a los andaluces.

Los nueve de añadido dieron la oportunidad a Badé de poner las tablas en el luminoso, aunque el balón se fue por encima del travesaño. Sin tiempo para más, el Girona logró sus acumulados siete puntos en la clasificación, mientras que el Sevilla sigue viendo el número cero en puestos de descenso. Los de Mendilibar se quedaron sobre el césped, disculpándose frente a los casi 30.000 presentes.



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El Barça torpedea al Villarreal en un partido loco

El MVP Lamine Yamal lo borda y se va con aplausos


Magia, casualidad o simplemente, fútbol, llámenlo como quieran, pero lo ocurrido este domingo en el Estadio de la Cerámica fue un auténtico ‘déjà vu’ de lo que pasó el 2 de abril de 2019. Por lo menos hasta el minuto cincuenta de partido, donde el guion fue idéntico a lo ocurrido en la visita azulgrana a tierra grogueta hace cuatro años y cuatro meses. Se adelantó el Barça con dos goles. Gavi emuló a Coutinho, ambos en el minuto 12 y De Jong hizo lo propio con Malcom, los dos también en idéntico momento del tanteador, en este caso el 15. No fue hasta que el Villarreal igualó el choque a dos, con acciones de Foyth y Sorloth, que aquel encuentro con Valverde en el banquillo azulgrana y Messi y Luís Suárez en el césped comenzó a planear en la memoria de los aficionados azulgrana. Por si fuera poco, Baena puso el tercero y de nuevo el final de infarto aparecía en todas las quinielas.

Esta vez no tocó sufrir porque Ferran, que sigue en estado de gracia, y Lewandowski, remontaron de nuevo y firmaron los tantos que permitieron al Barça vivir, más o menos tranquilo, el último cuarto de hora de encuentro.

Noventa y pico minutos de juego antes, al inicio del duelo, el Barça, menos Barça para algunos al vestir de blanco, salió adormecido aunque el calor no era sofocante y corría un brisa incluso agradable en el nuevo Estadio de la Cerámica. Ese fresquito que en verano, después de comer, según pille puede inducir a cierto despiste. Las novedades defensivas producto de los problemas físicos de Araujo y Balde, no ayudaban a resistir los torpedos del submarino amarillo con un bloque fuerte y afianzado por las horas de vuelo acumuladas. Quique Setién, antiguo inquilino del banquillo azulgrana, supo exprimir esas carencias y los locales fueron muy veloces en sus transiciones por las bandas, hecho que todavía descolocaba más a la zaga culé ante la impotencia de Xavi que tenía que verlo desde una pecera en lo más alto del estadio en su último partido de sanción.

En el cuadro local, Baena y Sorloth, el gigante noruego en dos ocasiones, pudieron despertar al Barça de golpe pero no fueron certeros de cara a puerta. Voluntaria mente o sin querer, los blancos, qué mal suena referirse al Barça con esos términos, se hicieron el muerto hasta que Gavi a los 12 minutos sí que rompió el 0-0 en el marcador. Asistencia de Lamine Yamal desde la izquierda y remate de cabeza de uno de los más bajitos sobre le terreno de juego. Una diana que fue acompañada en apenas tres minutos por otra de Frenkie de Jong. El neerlandés ha comenzado el curso como un tiro, ha asumido galones, no sólo con la cuarta capitanía, y encima ve puerta. Buena conexión entre los viejos amigos Gündogan y Lewandowski, con ayuda de Pedraza, para que el ‘21’ culé ampliara la renta.

No iba a ser plácida la contienda aunque ese 0-2 en quince minutos lo hubiera firmado cualquiera de los pocos miles de culés que se desplazaron para acompañar a su equipo en directo. Foyth, que quiso exhibirse ante Xavi y la secretaría técnica por si en algún momento se lo vuelven a pensar, le ganó la partida a Sergi Roberto en la salida de un córner y se cargó con un testarazo la imbatibilidad de Ter Stegen en esta Liga. Sorloth, antes del descanso, en dudosa posición previa a la jugada del gol, aunque las líneas televisivas que sirven según la camiseta que uno lleve, porque hay ocasiones como la de ayer que bien podrían colocarse en un orden u otro, determinaron que el gol debió subir al marcador y por tanto el entretiempo se vivió con empate a dos.

Algo no le cuadraba a Xavi para dar entrada a Eric Garcia en el descanso en lugar de Christensen y todo lo hablado y repasado en la caseta se fue al traste con el 3-2 de Baena a los cinco de comenzar la segunda mitad.

Muchas cosas han cambiado en el Barça en los últimos años, y el poder mental es una de ellas. Lejos de hundirse torpedeado, el equipo catalán supo mantenerse a flote esperando su oportunidad, y el técnico egarense tiró del mejor as que tiene actualmente en la manga. Ferran Torres entró en el 63 y marcó en el 68. Llegar y besar el santo. El de Foios, profeta muy cerca de su tierra, devolvía la oportunidad de vencer al Barça.

Otro que se le esperaba pero no había aparecido hasta entonces era Lewandowski, y quién sino iba a poner el cuarto tanto en el electrónico, tras un tiro al palo de Lamine Yamal, estelar en todo el choque, para sumar tres puntos importantísimos, demostrando madurez y oficio, también pegada, para superar momentos complicados como el de este domingo.



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El Athletic remonta bajo la lluvia ante el Betis

Los verdiblancos ganaban 0-2 en el minuto 10, pero los leones empataron con dos penaltis vía VAR, se fueron al descanso con ventaja y remataron la faena al borde del final


Ver para creer. El Betis se puso 0-2 en San Mamés antes de cumplirse el minuto 10 de partido, pero acabó perdiendo 4-2 tras una trabajada remontada del Athletic no exenta de polémica. Los dos primeros tantos bilbaínos llegaron de penalti vía VAR, el primero de ellos con la duda añadida de un posible fuera de juego previo. Soto Grado entendió que los dos derribos a Nico Williams eran penas máximas y Vesga, con suma tranquilidad, niveló la ventaja visitante adquirida previamente con los tantos de Willian José e Isco.

Los leones, con San Mamés rugiendo en plena lluvia, aprovecharon la inercia de esta vuelta a un encuentro que parecía perdido para rubricar la remontada antes del descanso con un gol de Guruzeta. La segunda mitad, con todo muy claro por ambas partes, rojiblancos y verdiblancos se dedicaron a tratar de crear y aprovechar alguna de sus llegadas y fue Unai Gómez, en su segundo partido en Primera, el que redondeó la victoria local.

Valverde afrontó la visita del Betis a San Mamés con dos cambios respecto al once titular que presentó una jornada antes en El Sadar. Un par de variaciones obligado. Lekue entró de lateral diestro en sustitución del lesionado De Marcos y Muniain ocupó la plaza de media punta por la sanción a Sancet.

Pellegrini también mantuvo a la práctica totalidad de los jugadores que venía de poner en liza en el Villamarín frente al Atlético. El técnico chileno introdujo tan sólo una variación. Willian José ejerció de delantero centro en lugar de Borja Iglesias.

Una apuesta que le dio pronto resultado al técnico chileno, puesto que el ariete hispano-brasileño, a modo y manera de la pasada Liga, abrió el marcador a las primeras de cambio. Esta vez acertó en la diana en el minuto dos. Isco, en plena fase de control verdiblanco, aumentó la diferencia visitante poco después al culminar de manera brillante una buena contra visitante.

Todo parecía perdido para los leones, pero nada más lejos de la realidad. Tras capear el temporal, con balón de Vivian al larguero incluido, los leones fueron creciendo poco a poco y encontraron en la velocidad y habilidad de Nico Williams, el punto de penalti, el VAR y la eficacia de Vesga el remedio a sus males. Dos caídas dentro del área verdiblanca, la primera incluso con posición dudosa del extremo local en su arrancada, que el colegiado decretó como penas máximas tras revisarlas al detalle. Todo apuntaba al 2-2 al descanso cuando Guruzeta, a pase de Iñaki Williams, hizo el tercer gol del Athletic.

El ritmo bajó en la segunda mitad. Ambos contendientes dejaron de lado las alegrías ofensivas y buscaron sus opciones atacantes desde una base defensiva más consistente. Las ocasiones de gol, de esta manera, brillaron por su ausencia durante muchos minutos. Guruzeta fue el más animado.

Pellegrini, con todo perdido, buscó soluciones en el banquillo. Miranda y Rodri fueron sus primeras apuestas. Luego le tocó el turno a Paul. Borja Iglesias, ovacionado en su entrada al campo, y Guardado cerraron el cupo de sustituciones béticas.

Valverde, por su parte, refrescó a su equipo con las incorporaciones simultáneas de Yuri, Unai Gómez y Berenguer. Más tarde compareció Villalibre y finalmente Dani García. En ese mutuo tanteo con la intención de uno y otro equipo de dar otro rumbo al partido llegó el cuarto tanto bilbaíno. Una jugada bien trenzada entre Berenguer, Iñaki Williams y Villalibre que culminó Unai Gómez. El Athletic, con Dani García como hombre de refresco, culminó así la remontada.



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