El Mallorca tumba a Las Palmas, apalabra la permanencia y desciende al Granada

Un solitario gol de Gio González dio un triunfo vital a los baleares


Un gol de Gio González tumbó a la UD Las Palmas, dio un triunfo clave al Mallorca en su lucha por la permanencia y mandó matemáticamente al Granada a Segunda División antes de su partido con el Real Madrid.

El conjunto grancanario acumulaba diez jornadas consecutivas sin ganar (ahora ya once) y siete derrotas consecutivas (ahora ocho), pero la mayor presión era para el Real Mallorca que, en caso de derrota, se metía en zona pantanosa. El descenso acechaba. Y fue, sí, el equipo insular, el que demostró que más se jugaba en el envite, tomando la iniciativa desde un principio, aunque flojeó en el tramo final del choque.

En contra de lo esperado, el Mallorca empezó el partido dominando el centro del campo y acercándose con relativo peligro al marco de Álvaro Valles. En el minuto 17, un buen centro de Samú Costa no fuera rematado por la cabeza de Cyle Larín, cuando se olía el 1-0.

Al filo del minuto 30, llegó el primer gol local. Un lanzamiento raso de Gio González, que parecía salir fuera del marco amarillo, fue tocado ligeramente por el pie de un defensa amarillo (Álex Suárez), y el esférico se introdujo en el portal visitante ante la desesperación de Álvaro Valles.

La U.D. Las Palmas, por su parte, no inquietó la portería balear durante un primer tiempo en el que los hombres de García Pimienta apenas obligaron a intervenir al meta local, Rajkovic.

Tras el descanso, el técnico visitante quitó a Benito y metió a Moleiro para intentar que su equipo se echara un poco más arriba, mientras el Mallorca se dedicó a administrar su renta. Precisamente Moleiro obligó a Rajkovic a evitar el empate en el minuto 60, enviando a córner un remate raso del jugador visitante.

En la fase final, la U.D. Las Palmas buscó el empate con ahínco ante un Real Mallorca que acusó el esfuerzo de la primera parte y que bajó el ritmo. El técnico visitante buscó potencia atacante dando entrada a Munir y a Sandro, pero los locales aguantaron el empuje canario, y con la victoria mínima, dejaron virtualmente cerrada la permanencia.



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El Madrid sigue de fiesta y golea a un Granada ya descendido

El equipo de Ancelotti supera con suma facilidad al cuadro nazarí en una tarde plácida en el Nuevo Los Cármenes


El Real Madrid sigue de fiesta tras lograr el pase a la final de la Champions y completó su semana fantástica con una plácida goleada ante el desahuciado Granada (0-4) en un Nuevo Los Cármenes muy mosqueado con la directiva al certificarse horas antes el descenso a Segunda División. El conjunto de Carlo Ancelotti no quiso hacer sangre, pero ni por esas los de Sandoval esquivaron el embrujo de los blancos, que siguen surfeando en la cresta de la ola.

Un poquito de Modric en la sala de máquinas, algún picotazo del efervescente Brahim para agitar el ritmo lánguido de la tarde granadina y la clarividencia de Arda Güler bastaron para que el Granada, un equipo con mandíbula de cristal, se fuera a la lona con el primer golpe.

Con LaLiga en el zurrón (este domingo se celebrará el título por todo lo alto con la visita a las instituciones y a la Cibeles), el Real Madrid ya solo tiene ojos para la final de Wembley pero aun así va sumando triunfos como quien no quiere la cosa. Hasta entonces, en el campeonato doméstico solo quedan tres jornadas de aliño como la de ayer para el cuadro de Ancelotti.

El Madrid cuenta los días para el encuentro contra el Borussia Dortmund en Londres y los partidos de Liga se han convertido en una especie de campo de prácticas para ir dosificando a los futbolistas titulares y para ver cómo evolucionan los recién recuperados Courtois y Militao, ayer titulares en un once en el que solo repitió respecto al duelo contra el Bayern Antonio Rüdiger.

El Granada, ejemplar tras confirmarse su regreso a la categoría horas antes con el triunfo del Mallorca, brindó el pasillo de honor al ganador de LaLiga en la antesala de un partido con nada en juego y sin mucha historia. El conjunto de Sandoval salió con empuje con la intención de brindarle una alegría a su sufrida afición pero el Madrid, sin apenas esfuerzo, casi sin querer, no tardó en hacerse con el dominio de la situación por pura inercia.

Al conjunto de Carlo Ancelotti le sale todo desde que apeó al Manchester City en los cuartos de la Champions y le bastó el primer disparo a puerta para adelantarse en el marcador con un tanto de Fran García, el primero de la temporada. Declarado el estado de felicidad, ayer el protagonismo se lo llevaron secundarios como el lateral zurdo y Arda Güler, dos jugadores que quieren exprimir estos encuentros intrascendentes para reivindicarse y hacerle saber a Ancelotti que están ahí para lo que haga falta.

En cuanto Fran García abrió la lata al filo del descanso aprovechando una buena llegada desde la segunda línea el cuadro de Sandoval se deshizo como un azucarillo y los goles fueron cayendo como fruta madura. Güler prolongó su idilio con el gol precisamente a pase del lateral manchego (45’) y ya suma 3 en los pocos ratos que ha pisado el verde.

En la segunda parte las figuras indiscutibles fueron Luka Modric y Brahim Díaz. El internacional marroquí se lució en el amanecer de la reanudación con dos golazos mientras el Madrid bailaba al compás que marcaba el genio de Zadar, despedido con una atronadora ovación.

Brahim ha llegado al tramo final de la temporada en su mejor momento y lo certificó con un doblete de bandera. En el 0-3 recibió de espaldas en la divisoria, se deshizo de su marcador con un giro marca de la casa y enfiló la portería de Batalla, al que superó con un derechazo (49’). Nueve minutos después, el malagueño culminó una buena combinación entre Arda Güler y Luka Modric. Con el 0-4, el Madrid se dejo ir para no hacer más daño a pesar de la insistencia de Joselu, negado de cara al gol. Si había un día para fallar, debió pensar el último héroe blanco en la Champions, era hoy.



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Un golazo de De Paul deja al Atlético a punto de Champions

El Atlético de Madrid dejó un gran primer cuarto de hora pero el Celta sobrevivió y generó inquietud en los locales.


Golazo ganador para el Atlético de Madrid el que firmó De Paul cuando el partido expiraba en un Metropolitano que había rozado el sopor en el día menos indicado, en el 'Día del Niño'. Si hay que atraer a los infantes con goles y emoción, algunos se marcharían pensando que este manicomio que suele ser el estadio colchonero, de sentimientos, remontadas y pasiones, no era para tanto. Normal por otro lado, a estas alturas, con todos jugándose algo, con un Celta valiente que miraba de reojo la clasificación y sus opciones de meterse en líos. Y normal con un Atlético que ya tenía media clasificación Champions en el bolsillo antes del choque -tras el empate del Athletic contra Osasuna- y que ahora lo tiene a punto. Quedan nueve por disputarse, le tiene ganado el 'goal average' al cuadro vasco, y le saca ocho. De Paul dejaba al Atlético 'a punto' de Champions.

El Atlético arrancó con energía, sabiendo que si se ponía por delante pronto ante un Celta de Vigo mirando el peligro del descenso a los ojos, quizás le temblasen las piernas. Un cuarto de hora en el que acumuló ocasiones, sin rédito. El equipo colchonero tenía una clara nada más comenzar, Correa perdonaba el primero con un disparo dentro del área; para que posteriormente una buena triangulación que terminaba con un disparo de Samu Lino al borde del área, el brasileño lo sacaba rapidísimo tras el control, muy presionado por su par, que se marchaba fuera.

El siguiente en intentarlo era Riquelme, en colaboración con un Lino con el que dejó buenas acciones. El brasileño veía la carrera del madrileño y éste disparaba para que, de nuevo Guaita, repeliese el disparo.

Acto seguido era el propio Lino el que la tenía, un disparo a bocajarro en el que el arquero del cuadro gallego volvía a interponerse. Apenas había pasado un cuarto de hora en todas esas acciones anteriormente mencionadas.

Una presión fuerte al inicio, como suele ser habitual en los de Simeone en su propio estadio. Pasado ese momento, el Celta sobrevivió, creció, generó acciones en las que se atisbaba peligro, sin que tampoco se mascase la tragedia en la grada local. Larsen y las internadas de Bamba eran los principales argumentos de los de Giraldez en este tramo de la primera mitad. Un disparo alto del noruego y sobre todo un cabezazo al borde del descanso, que se iba ligeramente por encima de la portería de un Oblak que recriminaba que le hubiesen dejado rematar.

El último fogonazo del equipo de Simeone en el primer acto consistía en un espectacular centro de Koke, de unos 25 metros, a la espalda de la defensa, para un desmarque muy bien leído de Llorente. El ‘14’ disparaba con la izquierda, pero demasiado centrado.

SEGUNDO ACTO
Simeone metía en el interludio a Álvaro Morata y retrasaba la posición de Griezmann para intentar tener más claridad en la configuración del juego. El sacrificado era un Lino que muestra menos profundidad cuando no puede tener todo el carril para él. La primera acción dejaba un centro al área por parte de Azpilicueta que el ‘9’ de España cabeceaba cerca del palo de Guaita.

Una ocasión que no significaba un cambio de tendencia respecto a la sensación de gran parte de la primera mitad, de que era el Celta el que podía acabar llevándose el premio. Como sucedía en el 58’, cuando Bamba se internaba por la derecha, ponía el balón en el punto de penalti donde aparecía Aspas para fusilar y que Oblak respondiese con una gran parada.

No era la única vez que el esloveno tenía que mantener en el partido al Atlético. Poco después, un durísimo disparo de Beltrán desde fuera del área tenía que ser conjurado con otra estirada marca de la casa. Para ese momento, el Cholo, al que no le gustaba lo que veía y que el Atlético no tuviese el control de la situación, ya había metido a De Paul y Pablo Barrios, redibujando al equipo de nuevo.

Simeone quemaba las naves sin que se diesen grandes oportunidades –un par de remates de Griezmann y Morata, desviados-. Dentro Reinildo y dentro Memphis, siete partidos después su lesión. El neerlandés lo intentaba nada más entrar para comenzar a hacer que el Celta se encastrase en su portería. Se empezaba a mascar más peligro, especialmente con un remate acrobático de Barrios al que Guaita respondía con una gran parada.

En estos momentos, el arquero del Valencia mantenía al Celta en el partido. Sacaba una mano prodigiosa a un disparo de De Paul, pero en el córner posterior, ambos protagonistas se citaban para un nuevo duelo en el que el argentino controlaba un rechazo en la esquina del área, acomodaba el balón con el pecho, y se sacaba un disparo en escorzo a la escuadra contraria que ni siquiera el meta podía atrapar. Un derechazo que terminaba con el partido.



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El Almería hizo sufrir al Betis, que ya es sexto

Los verdiblancos suman un valiosísimo triunfo ante el descendido y bravo equipo almeriense que les permite dejar muy encarrilada su cuarta clasificación europea consecutiva


El Real Betis las pasó canutas ante el descendido Almería pero finalmente logró un valiosísimo triunfo (3-2) que le permite arrebatar la sexta plaza momentáneamente a la Real Sociedad -a la espera de lo que hagan los donostiarras este lunes en Barcelona- y distanciar en siete puntos a Valencia y Villarreal, prácticamente ya sin opciones de pelear por la Conference, que los de Pellegrini pueden amarrar matemáticamente el jueves con una victoria, un empate o incluso perdiendo en Las Palmas (el Villarreal visita al Girona y el Valencia a la Real), ya que luego solo quedarán seis puntos en disputa, tres de ellos el domingo en el Benito Villamarín ante el equipo donostiarra, con el que se jugarán la plaza de Europa League.

El Betis cobró pronto ventaja merced a Pablo Fornals (8’), un excelente refuerzo invernal -como Johnny- que anotó su tercer gol de la temporada tras una buena pared con Isco y verse favorecido por un mal despeje de Chumi, que le permitió agarrar un balón suelto en el punto de penalti y mandarlo a la red entre una nube de piernas. El propio Isco (27’) haría el 2-0 que parecía dejar el partido sentenciado al aprovechar un grave error del ex bético Edgar, que controló mal un balón en el área y permitió al malagueño que se le robara y batiera con un ajustado remate cruzado a Luis Maximiano.

Pepe Mel había advertido que su equipo tendría oportunidades de puntuar si no cometía los errores en defensa que tanto le han lastrado a lo largo de la temporada, pero en el Villamarín los cometió, y gruesos. El 3-0 no llegó antes del descanso porque Fornals (43’) se precipitó en el pase en una contra en superioridad junto a Isco y Ayoze, lo que aprovechó Leo Baptistao (46’) para mostrar el poderío ofensivo del equipo indálico, con un buen gol en el descuento a pase de Pubill que devolvía la emoción al choque.

El gol almeriense puso de lo nervios a los béticos, que en la segunda parte sufrieron de lo lindo ante un Almería con muchos jugadores talentosos en ataque y a pesar de que Isco, que hizo otro partido soberbio, sirvió el 3-1 a Ayoze, acto seguido volvió acortar distancias Luka Romero y la recta final del choque fue un toma y daca con ocasiones en ambas porterías y triunfo final para un Betis que las pasó canutas.

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El Barça no falla y acaricia el subcampeonato

Derrotó con justicia a una Real Sociedad gracias a un gran gol de Lamine Yamal en la primera parte y Raphinha sentenció de penalti en el descuento


Final feliz para el Barcelona en el compromiso que, aparentemente, presentaba más dificultades en este sprint final liguero para asegurar el segundo puesto. Derrotó a una Real Sociedad que contemporizó y lo fió todo al control del juego para llegar vivo al tramo final. Cuando quiso apretar el acelerador, no pudo remontar el gran gol que Lamine Yamal había marcado en la primera parte, en un buen tramo del conjunto barcelonista. Raphinha, de penalti, marcó en el descuento, una jugada polémica por cuanto el VAR tardó tres minutos. El Barça no ha desperdiciado la oportunidad y acaricia el subcampeonato después de ganar, sobre todo, con mucho oficio y eficacia en las oportunidades.

La Real se plantó en Montjuïc con la intención de disputar el balón al Barça, apostó por protegerse a través de la posesión y llegó al tramo final del partido con opciones de al menos empatar. El conjunto barcelonista se había avanzado en cinco minutos finales del primer tiempo intensos y eficaces, pero durante muchos minutos la Real mimó el balón a la espera de su momento. Ese momento no acabó de llegar. El Barça, por su parte, sin Araujo, se mantuvo firme siempre en defensa y tuvo en Lamine Yamal y Raphinha sus dos putas de lanza.

Al Barça la Real le cambió el orden de ataque: al Gol Nord en el primer tiempo y al Gol Sud en el segundo. Al revés de lo que hace habitualmente, tanto en Montjuïc como en el Camp Nou. Mal augurio y la prueba de que los donostiarras conocían bien las costumbres de su rival. Igualmente, habían preparado bien el choque y se vio desde el primer minuto en varios detalles.

Christensen, mediocentro un día más, era muy vigilado en cada córner. Estaba avisada la Real después del gol que el danés marcó en el Bernabéu. Parece muy lejano ya ese gol que daba esperanzas, pero apenas han transcurrido tres semanas y un día. El danés estuvo marcado y muy presionado en el inicio del juego, sabiendo la Real que no es el más pulcro de los azulgranas en la salida de balón.

Otra muestra de preparación concienzuda del partido fue la propia alineación de la Real, que salió con tres centrales, algo muy poco habitual. No vio Imanol recuperado a Tierney, con lo que no tenía ningún lateral zurdo puro disponible. Situó allí al joven Aramburu. Por la derecha, Traoré, recién salido de lesión. Los tres centrocampistas de la Real, Merino, Turrientes y Brais, movían con soltura el balón e iniciaban las jugadas apoyándose en los defensas o incluso en el meta Remiro sin complejos.

Más profunda que el Barça en los primeros minutos, la Real se las ingenió para inquietar a Ter Stegen pese a que estaban en inferioridad numérica de medio campo hacia delante. Avisó Becker rematando una larga jugada colectiva. Y, más adelante, el propio Becker obligó a Ter Stegen a ganarle un uno contra uno tras robar la cartera a Cubarsí, aunque el árbitro pitó falta sobre el joven central. Y, poco después, un pase largo dejó solo al mismo Becker, que corrió hacia Ter Stegen y marcó, pero Iñigo Martínez le había dejado en fuera de juego muy hábilmente en el inicio de la jugada. Aún dejaron sus compañeros con ventaja a Becker en otra acción casi al final del primer tiempo, pero su remate salió desviado. La Real no pasaba apuros cuando iniciaba el juego, bien situado y sin dejar espacios atrás. En el momento en que avanzó líneas y perdió algún balón, el Barcelona se despertó explotó los espacios tras la defensa.

El conjunto azulgrana tenía dificultades para superar el entramado realista y lo intentaba por las bandas, con Lamine, que superó a su par y combinó con Gündogan antes de que Pacheco evitase con la punta de su bota su remate, y Raphinha, que sentó a Traoré pero cuyo pase hacia atrás fue defectuoso.

No decayó en sus intentos Raphinha, que chutó al palo tras una gran acción de Gündogan, que encontró a Pedri en la frontal de la Real. El canario la dejó, por el centro y de cara, para Raphinha, que lanzó un gran remate al palo. El Barça se había puesto en marcha cuando Gündogan entró en acción entre líneas.

Otra vez el alemán fue decisivo para que el Barça se avanzase en el marcador. La jugada la inició Lewandowski, muy trabajador, en la media, y lanzó un pase a Gündogan que rompió a la zaga donostiarra. El germano controló y habilitó a Lamine Yamal, que en vertical no perdonó y logró el 1-0. El Barcelona se había activado a base de transiciones en cinco minutos tras un buen primer tiempo donostiarra.

Tras quedar en desventaja, se esperaba una reacción de la Real, pero mantuvo la misma estructura, con un Barça bajo control que si rompía era por la zona de Lamine Yamal en su duelo con Aramburu. Un nuevo remate de Raphina, a la escuadra, obligó a Remiro a lucirse enviando el balón a córner.

Todo indicaba un control del Barcelona sin demasiados problemas cuando una pérdida de Gündogan en la salida de balón dejó a Brais en la frontal. Amagó y remató un balón qu se marchó besando el poste cuando se mascaba el gol. Ahí despertó la Real y Alguacil, que mandó a la ducha a los dos jugadores con tarjeta, cambió el dibujo para disponer el 4-3-3 habitual de los donostiarras.

Intentó Kubo sorprender a Ter Stegen en su primer balón, encarando desde la derecha a un Cancelo hasta ese momento muy poco exigido, y en la otra portería, Inmediatamente después de entrar por Lewandowski, Ferran casi marca. Zakharyan, también recién salido, chutó una falta que detuvo Ter Stegen. El tramo final se había convertido en un intercambio de golpes, cuando una mano en el área de la Real hizo que, tres minutos después, Cuadra Fernández pitase penalti. Raphinha no falló y obtuvo el premio a su buen partido.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (1); Koundé (2), Cubarsí (2), Iñigo (2), Cancelo (1); Pedri (1) (Fermín (1), 70’), Christensen (1) (Sergi Roberto (1), 70’), Gündogan (2) (Oriol Romeu (s.c.), 90'); Lamine Yamal (3), Lewandowski (1) (Ferran (1), 76’), Raphinha (3)

REAL SOCIEDAD: Remiro (1); Traoré (2) (Odriozola (1), 79’), Aritz (1), Le Normand (2), Pacheco (2) (Barrenetxea (1), 70’), Aramburu (2) (Tierney (), 70’); Turrientes (2), Merino (2), Brais Méndez (2) (Zakharyan (1), 79’); Becker (2) (Kubo (1), 70’), Oyarzabal (1)

GOLES: 1-0, Lamine Yamal, 40’; 2-0, Raphinha, pen. 90'+3

ÁRBITRO: Cuadra Fernández, Comité Balear. Tarjetas a Gündogan (51’), Aramburu (57’), Pacheco (64’), Oyarzabal (90'+2), Raphinha (90'+4)

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys. 35.829 espectadores

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El Mallorca acaricia la salvación gracias al punto arañado en El Sadar

Moncayola avanzó a Osasuna y Darder igualó para el Mallorca, un empate que vale su peso en oro.


El Mallorca dejó muy encarrilada la permanencia este martes gracias al bueno y trabajado punto que arañó en El Sadar ante un Osasuna que fue de más a menos. Y es que el equipo de Aguirre atará matemáticamente la salvación si el Cádiz pierde este miércoles ante el Sevilla. Moncayola avanzó a Osasuna pero el Mallorca igualó gracias a un gol de Darder en una segunda parte que fue más de color isleño.

Con el empate el Mallorca da un paso muy importante en pos de la salvación, mientras que Osasuna sigue sin hacerse fuerte en casa y sin poder darle una alegría a su hinchada.

El duelo arrancó eléctrico y pronto llegaron las primeras llegadas peligrosas. El Mallorca atizó primero y ya en el minuto 11 Nacho Vidal, con un voleón de primeras, pudo abrir el marcador pero Aitor Fernández se lució.

Y del 0-1 se pasó al 1-0 en tres minutos. Moncayola cazó un balón suelto y desde la frontal soltó un latigazo para batir al meta mallorquinista y poner en ventaja a los locales. El gol noqueó a un equipo de Aguirre al que le costó llegar con peligro a la meta navarra.

Osasuna, cómodo con la ventaja, se hizo el dueño del partido y pudo ampliar su renta en las botas de Moncayola (25’) y Juan Cruz (33’), pero el 1-0 no se movió. El Mallorca, muy exigido pues necesitaba puntuar para alejarse de la cola, buscó la meta navarra con más corazón que cabeza, asomándose sin veneno.

En la reanudación Aguirre movió ficha, un cambio ofensivo dando entrada a Abdón Prats pues el Mallorca necesitaba puntuar. Se le vio más enchufado al once bermellón, pero Osasuna no se dejó amilanar. Y en el 55’ Iker Muñoz tuvo el segundo local con un buen derechazo pero se lució Rajkovic.

Apretaba el Mallorca, necesitado. Gio puso a prueba al meta Aitor, que repelió bien el disparo del mallorquinista. Y a la siguiente, premio para los de Aguirre. Darder se sacó un disparo picado que con ayuda del local Rubén Pérez, se coló en la meta navarra, desatándose la alegría en el banquillo bermellón con el 1-1 (65’).

El duelo se enloqueció y el Mallorca se envalentonó con ganas de voltear el marcador. Y lo acarició en el 72’ con una doble ocasión brutal pues primero Lato, con respuesta en forma de parada de Aitor, y luego Nacho Vidal, tuvieron y merecieron el gol de la remontada para los isleños.

Apretaba el equipo bermellón y Nacho Vidal, otra vez, mereció mojar tras una gran jugada pero su disparo se fue alto por bien poco. El duelo estaba loco pero vistoso por las ocasiones que se daban, sobre todo, en el área local pues Osasuna se apagó mucho ante un Mallorca que mordía sin suerte. El empate no se movió en un duelo que se pudo llevar cualquiera aunque para los de Aguirre es oro bendito en su pelea por atar pronto la salvación.



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