Épico triunfo del Athletic en Getafe para meter presión al Atlético

En la lucha por estar en la próxima Champions, el conjunto bilbaíno se encuentra a 3 puntos del Atlético, que juega este sábado en Mallorca


Más allá de que habiendo vuelto a ganar la Copa tras 40 años sin hacerlo la nota de la temporada será más que buena, el Athletic continúa luchando por lograr plaza para la Champions del próximo curso, y este viernes hizo los deberes en ese sentido. Venció en Getafe (0-2) y gracias a ello se posicionó a 3 puntos del Atlético, que es 4º y juega su partido de la jornada 34 esta noche (21.00) en Palma de Mallorca.

Saltaron al verde los jugadores del Getafe del brazo de sus madres, propiciando una estampa realmente bonita a 48 horas del día de las mismas, pero una vez echó a rodar el balón fue otro tipo de emparejamiento familiar el que decantó la balanza a favor del Athletic. Los hermanos Williams fueron más que determinantes en las acciones de los goles gracias a los que los de Valverde se llevaron los tres puntos del Coliseum. En el 27’ fue Iñaki el que mandó el balón al fondo de las mallas con un zapatazo desde la frontal. Y ya en la segunda mitad, en el 51’, fue Nico el que protagonizó un precioso eslalon antes de dársela a su hermano mayor para que éste completase a placer el que fue su primer doblete de lo que va de LaLiga.

No obstante, y a pesar de la doble ventaja conseguida con los goles de Iñaki, en realidad no fue una victoria plácida para el Athletic. Los de Valverde acabaron con doble inferioridad numérica por las expulsiones de Yeray Álvarez y Aitor Paredes en el 58’ y el 79’ respectivamente y los últimos 20 minutos de partido fueron un completo asedio del cuadro azulón a los dominios de Unai Simón. Sin embargo, éste, inmerso en la lucha por el Zamora, se erigió como un muro inexpugnable. Los Luis Milla, Maksimovic, Óscar Rodríguez, Latasa y compañía no encontraron la manera de superarle a pesar de disponer de varias ocasiones de gol claras. Incluso Greenwoord dispuso de un penalti en el 88’, pero el bueno de Unai Simón le adivinó las intenciones y consiguió dejar su portería a cero. Ganó el Athletic, con dos menos sobre el campo y siendo expulsado también Valverde por protestas en la jugada del penalti. Pero ganó, que era lo que necesitaba para seguir soñando con disputar la próxima Champions.



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La Real Sociedad prolonga la agonía de Las Palmas

El cuadro vasco, con dos goles en el primer tiempo (Álex Suárez en propia meta y Becker), endosa la séptima derrota consecutiva al cuadro canario


No sufrirá Las Palmas para seguir en Primera. La salvará su gran primera vuelta. Porque este equipo canario parece otro. No es, desde luego, la misma versión del que inició el campeonato. Es un once que encadena ya siete derrotas consecutivas y que da la impresión de no tener capacidad de reacción cuando encaja un gol.

Esto es lo que ha sucedido este sábado en Anoeta, donde la Real Sociedad, en base a una presión intensa en el primer tiempo y gracias a un Becker estratosférico, le pasó por encima. Sus dos goles llegaron en el período inicial (Álex Suárez en propia meta y el omnipresente Becker) pero en el segundo se sucedieron las ocasiones para acabar firmando una goleada que quedó en una derrota de las que pueden calificarse, a la vista del resultado, de dignas. Pero que eleva a siete las que suma de manera consecutiva el once de García Pimienta.

Intensidad y pinceladas
Primer tiempo intenso y con pinceladas, no pocas, de buen juego. Presión alta de ambos equipos sin balón, más delicadeza futbolística canaria ante una Real que buscaba entrar por las bandas, especialmente la diestra, donde Becker cuajó el que puede ser su mejor partido de txuri urdin. Y dos goles para los locales.

A los 9 Coco mandó a córner un gran centro del neerlandés Becker cuando Oyarzabal ya se preparaba para fusilar a Valles. En el 16 fue Perrone quien conectó un potente zurdazo desde fuera del área que obligaba a lucirse a Remiro. Restablecida la igualdad en el juego, faltaba ver quién se llevaba el gato al agua a la hora de concretar el dominio en el marcador.

A punto estuvo Merino de lograrlo a los 23, cuando remató de cabeza a la madera un centro de Galán que, en cualquier caso, habría invalidado el colegiado, que pitó un fuera de juego que habría requerido el bisturí del VAR para confirmarlo de haber acabado en gol.

En el 31 fue una falta de laboratorio la que llevó el peligro a las cercanías de Valles: Brais se la dejó a Galán, cuyo centro, algo forzado, no encontró rematador. La Real parecía más entonada, pero la Unión no le perdía la cara al partido. Y a los 33 llegó el premio para los locales. Enésima incursión de Becker por la derecha (tras maravillosa asistencia de Turrientes) y centro al corazón del área para que Álex Suárez la alojara en su propia meta para el 1-0.

Marvin, en el 44, tuvo el 1-1 tras un pase de prestidigitador de Moleiro que lo dejó solo ante Remiro, escorado a su izquierda: el meta local la desvió a córner con la manopla, pese a que el colegiado dio saque de puerta. Lo de Moleiro, cuando tiene el día, es de otra dimensión. Pero como mandan los cánones, cuando perdonas, te matan.

Y esto es lo que hizo Becker en el 45, tras una delicatessen de Brais, otro de los destacados en el primer acto, por la derecha que se la cedió al neerlandés para que, casi sin ángulo, le pegara a la parte interior del larguero, donde Valles no podía llegar por la violencia del remate. El 2-0 tenía pinta de ser casi decisivo, pese a quedar por delante aún medio partido.

Aluvión donostiarra
Becker empezó el segundo tiempo como acabó el primero: enchufado y oliendo el gol. A los 46 sorprendió con un disparo que finalizó en córner. Fue el primer fogonazo de un bombardeo sin compasión por parte donostiarra. Sin apenas continuidad, una salida más que defectuosa de balón de la UD también pudo valer el tercero, que Valles evitó en otro remate de Becker desde fuera del área que buscaba la cepa del poste izquierdo. El asedio local buscaba la sentencia rápida, que pudo llegar a los 49, cuando Pacheco cabeceó a la red a la salida de un córner, pero en fuera de juego. Becker lo volvió a intentar a los 51…

La Real, ahora sí, avasallaba a Las Palmas, totalmente diluida, superada e incapaz de engarzar un pase que le permitiera buscar un desahogo y un remedio a su alarmante endeblez defensiva. Cerraba bien y presionaba todavía mejor la Real a un once canario que buscó el revulsivo con la entrada de Sandro, Javi Muñoz y Sergi Cardona, con la misión este último de tapar a Becker, que jugó lo que quiso con Sinkgraven de marcador.

La Real, pasado ese impulso inicial, pareció levantar el pie del acelerador y la Unión lo aprovechó para respirar, tomar el balón cuando pudo, hacerlo circular y buscar el marco local. Los de Imanol no tenían prisas y huían de las urgencias en el inicio de la jugada. Y pudo hacer daño a los 75, con una chilena de Barrene a centro de Odriozola que se fue, eso sí, a las nubes.

El encuentro entró en su recta final con una Real que, ahora sí, dio un paso atrás, cedió la iniciativa definitivamente a los canarios y supo aguardar el final de un partido que la confirma en la sexta plaza. Mientras, Las Palmas sigue buscando el oxígeno que le permita llegar a final de temporada, al menos, con dignidad: siete derrotas seguidas no son de recibo para un equipo que pasa por ser de los que mejor fútbol practica de LaLiga.



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Un histórico SuperGirona ya es de Champions tras triturar al Barça

El equipo azulgrana controlaba el partido en la segunda parte pero lo tiró en diez minutos por errores individuales


En una actuación incomprensible, en otra goleada en contra difícil de descifrar, el Barça regaló el segundo puesto de LaLiga a un histórico Girona con cara de Champions League, entusiasmado con jugar la Supercopa de Arabia Saudí y capaz de exhibirse remontando. El equipo de Xavi, además, sirvió en bandeja el alirón liguero al Real Madrid, aunque era cuestión de tiempo. Fue un 4-2, como en la primera vuelta, pero el marcador pudo ser más abultado si no es por Ter Stegen y por Koundé.

Una nueva pájara, una de esas que ya se habían visto demasiadas veces, condenó a los azulgrana en la segunda parte. Míchel movió piezas, con Portu como director de la juerga, y el Girona noqueó a un Barça desconocido y derrumbado de repente. En la lona, aturdido, no supo cómo levantarse, dejando que Montilivi fuera una fiesta. El estadio, viejo pero resistente, retumbaba y las banderas se movían al viento con la luz del sol marchándose a un simbólico ocaso. El consuelo de los culés es que hay tiempo para corregir.

El volcánico reto de asegurarse el segundo puesto propició dos onces de marcado perfil Champions League. Míchel salió con lo mejor, con el retoque de Tsygankov por Yan Couto, y Xavi repitió las últimas apuestas, sin tampoco entregar esta vez la titularidad a Pedri. Fermín le ganó de nuevo la partida. No hubo momentos de indolencia general, ni de especulación, ni tiempo para un temor fundado. El primero en golpear fue el Barça. Un balón picado por Lamine le sirvió a Chistensen para, en pisadas ofensivas, batir a Gazzaniga de un disparo raso y colocado. Sólo se habían disputado tres minutos. Sin tiempo para celebrarlo, para asimilar el éxito momentáneo, el Girona replicó con un centro de Miguel y un nuevo remate de Pichichi de Dovbyk, con Araujo llevándose todas las miradas. El ucraniano levanta un saco con 20 goles por algo, por ser casi siempre el más listo del Girona. El partido empezaba de nuevo en empate pero a los cinco minutos de iniciado.

Los de Míchel aparentaban ser un equipo rocoso, trabajado hasta en los momentos más críticos, mientras el Barça exhibía fiabilidad posicional y control de balón, aleccionando sobre cómo espabilarse con el balón. Bajo la consigna de presionar jugador a jugador, el Barça se sentía cómodo y ofensivo. Fruto de su insistencia, Sergi Roberto lo probó pero el chut con el interior del pie salió desviado. El posterior cabezazo de Christensen, de nuevo en el segundo palo, se fue fuera por poco. La declaración de intenciones de los azulgrana no era un farol.

En la banda izquierda se generaba el peligro azulgrana pero por la derecha se evidenciaba la calidad con duelos individuales que echaban chispas. Lamine se imponía, Savinho se dejaba ver por velocidad y Koundé corregía con la sutiliza de un tipo experimentado. El Barça tiene tiempo para arrebatarle el segundo puesto, claro. Hay cuatro jornadas en juego pero así no irá muy lejos en Europa.

El dominio era del Barça y el Girona se defendía. No siempre. Antes de la media hora, Savinho sometía otra vez a Koundé, que contó con el favor arbitral abortando e invalidando una incursión con aroma de gol. Al equipo de Xavi sólo se le resistía el gol. Un nuevo centro de Cancelo lo remataba fuera Gündogan. El Barça escribía una de sus mejores actuaciones.

La persistencia azulgrana encontró premio de nuevo. Una cruz en diagonal de Lamine Yamal acabó con el canterano rodando por la hierba por una entrada de Miguel. El colegiado Hernández Hernández no señaló ni falta pero rectificó después de visionar la jugada en el VAR. Lewandowski anotó la pena máxima con su habitual saltito. Su gol 17 que le acercaba a Dovbyk, con Bellingham por delante aún.

Pese al domino del escenario del Barça, el Girona salió en la reanudación con el atrevimiento con el que se ha paseado esta temporada.  Ni le intimidaba la aparente superioridad de los azulgrana ni las consecuencias del marcador. Condicionaba tanto que los culés acababan perdiendo balones de manera incomprensible. En la banda, Xavi no entendía qué estaba sucediendo y advertía al guion que estaba cerca de romperse.

Sin el ritmo ya de la primera parte pero con posesiones más largas, Lamine Yamal, primero con disparo débil, y Cancelo con otro algo más fuerte recordaban a los locales que habían venido a ganar. Gündogan, desde la frontal del área, también daba un toque de atención.

Y cuando más incómodo se sentía y menos fluía su juego, Michel retocó el once y la entrada de Portu, en el primer balón que tocaba, equilibraba de nuevo el marcador. No solo eso sino que en la siguiente jugada, a los dos minutos, el Girona se agigantó hasta convertirse en equipo de Champions. Un error de Sergio Roberto encendió la grada. El 3-2 de Portu, con la colaboración de Koundé, era una sonada bofetada a la moral azulgrana. En Madrid se frotaban las manos pensando en el alirón.

Por los cambios o por estimulación propia, al Girona le bastaron diez minutos para tumbar al Barça. Propulsado por la victoria momentánea, un centro desde la derecha lo empalmaba a la red para desespero de Ter Stegen que no entendía nada. Como en la primera vuelta, un 4-2 que dolía mucho. Con un cuarto de hora por delante, con el Girona venido arriba, el Barça trató de maquillar.

De un partido controlado, el Barça pasó a una actuación desastrosa, incomprensible y difícil de descifrar. Suerte que Ter Stegen mantuvo sus dosis de inspiración y Koundé se puso bajo palos para achicar algún balón. Nada más sucedió hasta que el himno del Girona se escuchó por los altavoces y el desenfreno se desató por la grada.

FICHA TÉCNICA

GIRONA

Gazzaniga; Eric García, David López (Portu, 65'), Blind, Miguel; Iván Martín, Aleix García, Yangel Herrera; Tsirankov, Dovbyk y Savinha.

FC BARCELONA

Ter Stegen; Koundé, Araujo, Cubarsí, Cancelo; Fermín, Christensen, Gündogan; Lamine Yamal, Lewandowski y Raphinha

Goles: 0-1: Christensen (3'); 1-1: Dovbyk (5'); 1-2 Lewandowski (45'+1): 2-2: Portu (65'); 3-2: Miguel Gutierrez (67')

Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario), Mostró amarillas a Araujo (38') y Sergi Roberto (43')

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El Betis hace los deberes en Pamplona

Los verdiblancos logran un triunfo valiosísimo en su pelea por las plazas europeas


El Real Betis logró un plácido triunfo en El Sadar ante Osasuna que le permite mantener intacta sus aspiraciones de dar caza a la Real Sociedad y hacerse con la sexta plaza liguera, pues los donostiarras han de visitar la próxima jornada al herido FC Barcelona mientras que los verdiblancos recibirán en el Villamarín al descendido Almería y en la penúltima jornada (tras el Real Sociedad-Valencia y Las Palmas-Betis de la 36ª) han de enfrentarse a los donostiarras en el Benito Villamarín.

El Real Betis se mostró ambicioso desde el pitido inicial en Pamplona con un Ayoze muy peligroso por la banda izquierda y una fuerte presión sobre el equipo local que a los diez minutos ya pudo encajar el primer gol en una gran jugada del extremo tinerfeño, que atajó Sergio Herrera en gran intervención.

Poco a poco los navarros se fueron metiendo en el partido y tanto Mojica (15’) como Raúl García de Haro (20’) pusieron en ciertos apuros el portal de Rui Silva, aunque todo cambió a los 23 minutos de partido, cuando una intempestiva entrada de Moncayola, al intentar rematar un balón muy alto, acabó golpeando con la bota en la nuca de Miranda, lo que el árbitro en primera instancia sancionó con amarilla y luego con roja directa a instancias del VAR, pues la entrada era sumamente peligrosa, aunque fuera involuntaria y tocara primero el balón .

El Betis aprovechó a la perfección la superioridad numérica y cobró ventaja en los compases finales de la primera parte con un gol en escorzo de Ayoze a pase de Sabaly y otro de Pablo Fornals tras buena asistencia de Willian José. Incluso pudo anotar el 0-3 por medio de Pezzella en una acción a balón parado juto antes de llegarse al intermedio, en el que todo el pescado parecía estar vendido.

Osasuna mostró su orgullo en la segunda mitad y no se vino abajo pese a lo adverso del marcador y de estar con uno menos. Incluso suyas fueron las dos mejores ocasiones para acortar distancias, pues Catena en el 56’ e Iker Muñoz en el 77’ estrellaron sendos remates en la madera ante un Betis que se dedicó a verlas venir, conservar su ventaja -pudo ampliarla Abde en el 93’- y dosificar esfuerzos de cara a los próximos compromisos, en los que tratará de arrebatar a la Real Sociedad la sexta plaza que conduce directamente a la Europa League.



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Un Alavés de Primera finiquita las opciones europeas del Valencia

El conjunto babazorro confirmó su salvación de manera matemática con un tanto de Javi López con el que apeó al Valencia del sueño de la Conference League


El Alavés sacó un triunfo que vale por una temporada más en Primera División. El equipo de Luis García Plaza, lejos de pasearse por Mestalla esperando a la próxima jornada para sellar su permanencia de manera matemática, se compactó, esperó en bloque bajo a un Valencia sin ideas y atascado sobre el campo y supo esperar para tener su oportunidad en la segunda mitad con la que certificó su salvación a falta de cuatro jornadas de Liga.

El gol llegó a balón parado y en una magnífico acción ensayada. Carlos Vicente botó un córner desde la derecha, el equipo basculó hacia el primer palo atrayendo al Valencia y el balón, sin embargo, voló hasta el segundo, donde Javi López empaló un disparo que significó el único tanto del partido.

Toda la semana se había especulado con el portero del Valencia para que al final jugaran los dos. El titular fue Jaume Doménech a causa de la expulsión de Mamardashvili en Montjuïc, pero aguantó poco más de media hora sobre el césped, puesto que se lesionó en una salida y Cristian Rivero, novel en Primera División, tuvo que salir al césped.

No pudo hacer nada para cubrir el disparo de Javi López, como tampoco había podido hacer nada Jaume Doménech para atajar un disparo al palo de Kike García cuando apenas llevaban siete minutos de partido.

El Valencia también las tuvo, sobre todo en los pies de Diego López, que en el minuto cinco mandó a las nubes un balón que se le había quedado atrás y luego marcó un tanto de cabeza que fue anulado por el VAR por un fuera de juego de Peter Federico, que intervino en la jugada.

Pero el equipo de Rubén Baraja no dio el do de pecho en una jornada en la que tanto Real Sociedad como Betis sacaron sus partidos adelante y se queda a cuatro puntos de la séptima plaza a falta de cuatro jornadas de Liga y su sueño por entrar en Europa se evapora en el peor momento.



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El Sevilla golea y deja al Granada casi en Segunda

Los de Quique logran matemáticamente la permanencia en su mejor noche en el Sánchez Pizjuán


El Sevilla logró un triunfo ante el Granada que le permite sellar matemáticamente la permanencia, poniendo fin a otra temporada para olvidar en el Sánchez Pizjuán en la que la llegada de Quique Sánchez Flores fue providencial. Los goles de Acuña, En-Nesyri y Lukébakio llevan la tranquilidad absoluta a la afición hispalense, aún pendiente de la continuidad o no de su entrenador, y deja virtualmente en Segunda al Granada de José Ramón Sandoval.

Los nervionenses no acusaron las seis bajas que tenía en su plantilla, sobre todo la última, Isaac, que se lesionó en el derbi ante el Betis y se adelantaron muy pronto con un cabezazo de Acuña, que culminó un gran jugada colectiva en la que participaron Agoumé, Lamela, Ocampos y que abrochaba Jesús Navas con un excelente centro desde la banda contraria.

Tras el tanto los locales se relajaron algo y perdieron el balón ante un Granada necesitado que empezó a crear problemas en contraataques y conducciones de sus extremos, Pellistri y Jozwiak. Incluso una de estas acciones acabaría en gol, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego y porque, además, el balón había salido por la línea de fondo.

Pero tras el descanso, el Sevilla dio el segundo golpe muy pronto ante un Granada incapaz de reaccionar. Un robo de Soumaré se tradujo en un contraataque que culminaron Lamela, Ocampos y En-Nesyri, marcando a placer el marroquí.

Con 2-0, el Sevilla ya no vio peligrar los tres puntos que lanzan a un equipo que vive el mejor momento de la temporada, con cuatro triunfos y un empate (en el derbi en Heliópolis) en las últimas cinco jornadas. Ocampos pudo hacer el tercero en un cabezazo muy fácil en el que encontró a Batalla, aunque quien lo hizo fue Lukébakio en un golazo con la izquierda que llevó la locura a una afición que ha sufrido demasiado esta campaña.

Ficha técnica

Sevilla: Nyland (1);Badé (1), Sergio Ramos (1), Kike Salas (2) (Nianzou, 74’, 1); Jesús Navas (2), Soumaré (2) (Joan Jordán 90’, sc), Agoumé (2), Acuña (2);Ocampos (2) (Hannibal, 84’, 1), Lamela (2) (Lukébakio, 74’, 2) y En-Nesyri (2) (Véliz, 84’, 1).

Ent. Quique Sánchez Flores (3).

Granada: Batalla (2); Bruno Méndez (1), Rubio (1), Ignasi Miquel (1), Neva (1); Pellistri (2) (Corbeanu, 87, sc), Gumbau (1), Sergio Ruiz (1) (Hongla, 61’, 1), Jozwiak (2); Boyé (1) y Arezo (1) (Uzuni, 62’, 1).

Ent. José Ramón Sandoval (1).

Arbitro: Busquets Ferrer (1). balear.

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El Alavés le fastidia la fiesta al Girona con un gol en el minuto 99

Un tanto de Guridi en la última jugada del partido le restó dos puntos a los de Míchel y ahora el Barça depende de sí mismo para ocupar la segunda plaza del campeonato


Al Girona se le escaparon dos puntos en la última jugada del partido que disputó este viernes en Mendizorroza ante el Alavés, abriendo la jornada 35 de LaLiga EA Sports. En el minuto 99 del encuentro, Guridi firmó su particular doblete para dejar el tanteo en 2-2 después de que Eric Garcia y Yangel Herrera hubiesen marcado para el Girona.

Los catalanes celebraron su ya celebración en Champions con una tempranera alegría que llegó tras un caramelo de Tsygankov desde el saque de esquina, aprovechando la ausencia del habitual lanzador, Aleix Garcia. Fue el otro de los Garcia, Eric, quien saltó por encima de los demás para imponerse en el remate y dejar que el balón cayera en presencia de todos al segundo palo (4’). El electrónico mostró la primera de sus variaciones tras el tanto del central catalán.

Eso y los siguientes cinco minutos se tradujeron en lo mejor de los de Míchel durante la primera parte porque, a partir de ahí, el dominio babazorro fue omnipresente hasta, prácticamente, llegar al descanso, por acercamientos y ocasiones manifiestas.

La prueba de ello fue el gran contraataque que montaron en forma de réplica por la banda izquierda. Guridi, definidor excelente, se encargó de poner las tablas en el marcador con su pierna izquierda a pase de la muerte de Giuliano (12’). El empate fue un empujón anímico para los de Luis Garcia, que cargaron contra la portería de Gazzaniga sin piedad durante los siguientes 25 minutos de choque. El arquero argentino y la falta de puntería vitoriana evitaron que los ‘gironins’ sufrieran la efectividad de un equipo suelto y sin presión por lograda permanencia en la pasada jornada.

La banda zurda fue la elegida por los locales, que apuntaron con Giuliano, Javi López y Guridi los momentos más álgidos, aunque el Girona volvió a tomar por bandera su gran aliado, el balón, para volver a hacer daño. Dovbyk empezó a asumir el papel de creador para dejar a Savinho solo a la carrera desde el centro del campo y asistir de tacón a Yangel certificando su calidad, a pesar de ser un delantero corpulento y pesado. El brasileño erró el uno contra uno frente a Owono, pero el venezolano no perdonó desde el balcón del área con un obús que dejó sin telarañas el arco del arquero guineano. El golpe seco volvió a adelantar a los ‘blanc-i-vermells’ justo antes de llegar al ecuador (44’).

Los segundos 45 minutos iniciaron con un zarandeo visitante del que se salvó el cuadro vitoriano. Las tres acciones que perdonaron los gerundenses dejaron vivos a su rival, aunque se palpó el cambio de dinámica en el encuentro. Apareció el característico ‘fútbol champagne’ de los visitantes, aportando grandes combinaciones y balones de lado a lado, justo lo que Míchel pidió en la previa para herir a un equipo muy trabajado.

Uno de los que permitió ese juego tan fluido, después de dejar dos balones magistrales en boca de gol, se marchó lesionado. Miguel, roto a lágrimas, se marchó del verde sin poder caminar, doliéndose del muslo y fruto de la acumulación de minutos en una posición donde habita sólo desde el inicio de campaña. Tras ello llegaron varios cambios efectuados por ambos equipos, buscando desequilibrio y agitar algo más el luminoso.

Les costó a ambos permanecer bajo un control del juego. Con el paso de los minutos, el ‘glorioso’ adelantó sus filas, pero no supo llegar con claridad como sí hizo en el primer tiempo. Los catalanes, tampoco excesivamente cómodos, también disminuyeron su presencia en área rival, quizás con oxígeno en la recámara.

La tangana final alargó los seis minutos de descuento tras un golpe del que se quejó Yan Couto tras un golpe de Luis Rioja. El lance acabó con varias amarillas y grandes protestas por el respetable, entendiendo la pérdida de tiempo del brasileño. Con los banquillos mordiéndose las uñas, llegó el doblete de Guridi, empatando sobre la bocina y despertando la euforia en Mendizorroza (90’+9').



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