En-Nesyri hace respirar al Sevilla y ahonda en la depresión de la Real

Dos goles del marroquí, ambos en colaboración con Isaac Romero, en los primeros 13 minutos allanan el camino del triunfo andaluz ante un rival que acusó el KO de la Copa


El Sevilla, pese a las muchas bajas, se da un gran respiro para distanciarse de la amenaza del descenso en 9 puntos tras un triunfo que vale media temporada ante una Real Sociedad que acusó el golpe anímico y el esfuerzo en la semifinal de Copa. Dos goles de En-Nesyri en un plis plas y uno más de Sergio Ramos noquearon a un rival que, eso sí, amagó dos veces con meterse en el partido.

El Sevilla arrancó enchufadisimo, con una pareja de ataque marcando el ritmo y un En-Nesyri que recordó que la Real siempre fue su presa preferida. En 2020 le hizo tres goles en este mismo escenario y en dos minutos firmó un doblete que dejó KO unos momentos al equipo de Imanol Alguacil. Primero avisó con un remate de cabeza a los dos minutos de juego que salió rozando el palo.

Luego su compañero de baile, el pundonoroso Isaac, tuvo una ocasión marca de la casa. La peleó hasta el final y en el área se topó con Remiro. Pero entre ambos no perdonaron al aprovechar el marroquí un rechace en la segunda jugada tras un córner. El debutante en el once Hannibal intentó una volea que en semifallo cayó a los pies de Isaac, que disparo a las manos de Remiro, que sin embargo le dejó el balón muerto a En-Nesyri.

El Sevilla estaba ya por delante y tardó sólo dos minutos en golpear otra vez en un saque largo de Nyland que, tras dos prolongaciones de cabeza, acabó en una pared entre Isaac y En-Nesyri que éste, sin ángulo, enganchó al techo de la red.

Los realistas a partir del 2-0 tuvieron más el balón y el equipo de Quique se dejó dominar, aunque demostró que el bloque ha aprendido a defender. Aguantó hasta casi el final esperando salir a la contra, pero en la prolongación de la primera mitad unas manos de Sergio Ramos en una pugna con André Silva fueron señaladas como penalti. El portugués no falló desde los once metros y metía a la Real en el partido.

O eso era lo que parecía, puesto que los de Quique salieron con más ganas tras el paso por vestuarios. A la estela del trabajo de los dos puntas, adelantó metros y no dejó a la Real tener tanto balón. Sergio Ramos hizo el tercero de cabeza a pase de Óliver, tuvo Isaac la puntilla pero no acertó y al final hubo sufrimiento local al acortar distancias Brais Méndez de falta directa. Pero tras el mismo la afición sevillista ve las cosas más claras con el descenso a 9 puntos.



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Frenesí goleador entre Getafe y Las Palmas

En un intenso y emocionante duelo entre aspirantes a Europa disputado en el Coliseum, los grancanarios igualaron tras el descanso un 3-1 del equipo madrileño


Getafe y Las Palmas brindaron este sábado un festival goleador en el Coliseum (3-3). En un intenso y emocionante duelo entre aspirantes a Europa, los grancanarios igualaron tras el descanso un 3-1 del equipo madrileño. Mata y Sandro rozaron el doblete en un  duelo muy competido en el que también anotaron Greenwood, Maksimovic, Sergi Cardona y un Munir que firmó el empate final con un gol de VAR.

Nada más arrancar el partido, que se inició bajo una intensa lluvia que dio paso por momentos a la aguanieve, el Getafe ya gozó de una doble ocasión para abrir el marcador. Un remate de Greenwood encontró como respuesta un paradón de Valles y Mata, totalmente solo, mandó el rechace arriba.

El fulgurante comienzo de los de Bordalás no tardó en reflejarse en el tanteador. En el 11', Mata recibió una asistencia del lateral Diego Rico, paró el balón con el pecho dentro del área y fusiló al meta visitante. El VAR revisó la acción porque el atacante azulón estaba al límite del fuera de juego, pero acabó validando el 1-0.

Apenas tres minutos después, el Getafe volvió a marcar aprovechando otro despiste de la zaga canaria. Diego Rico, el máximo asistente de los madrileños esta temporada con siete pases de gol, apareció de nuevo para asistir de forma espléndida a  Greenwood, que regateó a Valles y anotó a placer. El público del Coliseum, que desafió al intenso frío, se convirtió en una auténtica fiesta.

La UD Las Palmas, pese a tener una abrumadora posesión de balón, no despertó realmente hasta la primera media hora de juego con un trallazo de Munir que David Soria atrapó con seguridad.  Finalmente, los de García Pimienta se metieron en el partido con un golazo de Sandro Ramírez, el primero que marca este curso.  Su derechazo cruzado cogió adelantado a Soria y se incrustó en la portería azulona.

Cuando todo apuntaba a que se llegaría al descanso con el 2-1, la UD Las Palmas sufrió un nuevo mazazo tras otro desajuste defensivo. Maksimovic, de cabeza y totalmente libre de marca, culminó una asistencia de Mata. Los de García Pimienta, que en 26 jornadas habían encajado 26 goles, estuvieron desconocidos atrás y recibieron tres tantos en solo medio tiempo.

Nada más reanudarse el encuentro, los grancanarios volvieron a recortar diferencias en el marcador. Sergi Cardona aprovechó la pasividad de la zaga madrileña, para empujar el balón a las mallas después de una asistencia de Mika Mármol.

Con el partido definitivamente abierto, Borja Mayoral estuvo a punto de marcar en el 53' y en el 57', Munir puso el 3-3 con un gol inicialmente anulado por González Fuertes por un presunto fuera de juego milimétrico. Sin embargo, el colegiado asturiano acabó rectificando y concedió el tanto tras consultar con la sala VOR, donde se encontraba el catalán García Verdura.

Lesión de Borja Mayoral
Con el Getafe cada vez más nervioso y dominado, el equipo visitante rozó el 3-4 en el minuto 66 con un zapatazo de Sandro que se estrelló en el travesaño. La lesión, poco después, que sufrió  Borja Mayoral supuso un contratiempo para los de Bordalás, aunque en ataque los azulones siguieron generando peligro con un golpeo de Mata en el 83' que escupió el larguero. Al final, justo reparto de puntos en un vibrante pulso en el que pudo ganar cualquiera.



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El Atlético, de vendaval a terminar pidiendo la hora ante el Betis

El conjunto rojiblanco completó un extraordinario primer tiempo, se marchó al descanso 2-0 e incluso falló un penalti


El Atlético de Madrid hizo valer su habitual fortaleza en el Metropolitano para conseguir una sufrida pero importante victoria ante el Betis que le permite seguir avanzando en la búsqueda de su objetivo principal: volver a disputar la Liga de Campeones. Los colchoneros fueron un vendaval en la primera parte, se marcharon al descanso con ventaja de dos goles e incluso se permitieron el lujo de fallar un penalti, pero la entrada de William Carvalho en el segundo le cambió la cara a los andaluces, que estuvieron muy cerca de darle un susto a los madrileños. Oblak, con dos paradas providenciales, lo evitó.

Con muchas urgencias llegaba el equipo de Simeone después de su contundente eliminación copera y de haber ganado sólo uno de sus últimos siete encuentros entre todas las competiciones. Lo contrario que un conjunto verdiblanco que no conocía de derrota en sus cinco choques anteriores.

Hizo tres cambios el Cholo en su alineación inicial con respecto al choque del torneo del KO ante el Athletic Club, dando entrada a Gabriel Paulista, Pablo Barrios y Memphis Depay, este último para suplir a Griezmann y acompañar a Morata en punta. El Atleti salió presionando arriba con intensidad y producto de esa actitud, estuvo a punto de adelantarse a los cuatro minutos tras robar De Paul el balón en el área contraria y acabar disparando al exterior de la red.

Perdonó el conjunto rojiblanco la primera pero no la segunda. Volvió a fallar Bellerín en  la salida del balón ante la presión rival y el Atlético trenzó una jugada que acabó con centro de Memphis y rebote final que hizo que entre Pezella y Rui Silva el balón acabara entrando en propia puerta.

El Atlético era un vendaval. Memphis tuvo el segundo en un mano a mano que terminó con disparo al cuerpo de Rui Silva y Morata reclamó justo después un penalti de Riad.

El Betis se encontraba aturdido, desbordado. Y llegó una segunda jugaba polémica mediado el primer periodo. Morata regateó a Rui Silva y fue derribado. Soto Grado señaló fuera de juego previo. Tras revisar la jugada, rectificó su decisión y pitó penalti. Lo lanzó Morata y lo detuvo el meta bético. No sólo la pena máxima, sino también los tres intentos posteriores del delantero del Atlético. Una jugada increíble.

La primera noticia que dio el Betis en ataque fue un disparo centrado de Cardoso que atajó Oblak sin problemas. Coincidió con el empeoramiento de las condiciones climatológicas. Mucha lluvia y algo de granizo cayó sobre el Metropolitano. Rodri también probó a cinco del descanso pero encontró a Gabriel Paulista. Lo mismo le pasó a Memphis poco después, en este caso con paradón de Rui Silva. Pero el meta bético ya no pudo hacer nada en la acción inmediatamente posterior. Pudo sacar junto al palo el disparo de desde fuera del área de De Paul pero no el rechace que Morata envió a la red, reencontrándose con el gol tras ocho partidos sin anotar. El resultado al descanso hacía justicia a lo visto.

Otra cara del Betis tras el descanso
Movió banquillo Pellegrini en la reanudación dando entrada a William Carvalho y Guido Rodríguez buscando cambiar la cara de su equipo. A los cinco minutos, Oblak tenía que emplearse para ataja un cabezazo peligroso de Willian José tras centro de Pablo Fornals.

El Betis mostraba otra actitud, con mayor dominio del centro del campo. Después de Mario Hermoso estuviera a punto de hacer el tercero en una jugada aislada, el conjunto verdiblanco logró acortar distancias en el minuto 62' con un espectacular disparo de William Carvalho desde fuera del área tras error colchonero en la salida.

Aparece Oblak
Tras el gol, fue Simeone el que cambió piezas, dando entrada a Saúl y Nahuel Molina por Koke y De Paul. El partido entró en una fase de alternativas, pero era el Betis el que seguía apretando más. Si en el primer tiempo fue Rui Silva el que evitó males mayores para los suyos, en este tramo de encuentro le tocó el turno a Oblak. Bloqueó primero un disparo de Ayoze y sacó después una mano milagrosa a chut de Guido Rodríguez que acabó con el balón en el palo.

Visto el panorama, el técnico rojiblanco decidió reforzar su entramado defensivo para tratar de aguantar el resultado. La entrada de Savic por Morata fue toda una declaración de intenciones. Y consiguió frenar la sangría, no sin mucho sufrimiento, para acabar atando un triunfo reparador tras los últimos resultados.



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Oportunidad perdida del Barça en San Mamés

El conjunto azulgrana no pasó del empate sin goles ante el Athletic Club y deja escapar una ocasión de oro para recortar distancias


Oportunidad perdida del Barça en San Mamés. El conjunto de Xavi Hernández no pasó del empate sin goles victoria en su visita a San Mamés (0-0) y desperdicia una ocasión de oro para avivar la lucha por el liderato. El empate del Real Madrid en Valencia (2-2) y la derrota del Girona en Mallorca (1-0) dejaban al equipo azulgrana en una posición privilegiada para dar un golpe sobre la mesa en su objetivo de luchar por el título liguero, pero no lo supieron aprovechar ante un Athletic que volvió a demostrar su solidez como local. Con el empate, el Barça se queda tercero en la tabla con 58 puntos y sigue a ocho de los blancos. Además de la igualada, las malas noticias llegaron con las lesiones de De Jong y Pedri, que apuntan a perderse varias semanas y, salvo milagro, serán dos ausencias de peso, en especial para la vuelta de octavos de Champions con el Nápoles.

Xavi Hernández volvió a apostar por la titularidad de Raphinha como extremo derecho en lugar de Lamine Yamal y mantuvo la confianza en el joven Cubarsí en el eje de la zaga, compartiendo defensa con Koundé, Araujo y Cancelo. El único cambio respecto en el once de la goleada contra el Getafe fue la entrada de Pedri como falso extremo izquierdo en el sitio de Joao Félix para tener un mayor control en la medular. Por su parte, el Athletic de Ernesto Valverde salió de inicio con muchas rotaciones tras el gran esfuerzo realizado en semifinales de la Copa contra el Atlético y le costó entrar en el partido.

El Barça tenía la espina clavada y el recuerdo de la eliminación de cuartos de Copa contra los leones (4-2) del pasado enero, en la que el Athletic se adelantó en el primer minuto, y salió con muchas ganas al césped de San Mamés, llevando el peso de la posesión y amenazando la portería de Unai Simón durante el primer cuarto de hora. Un cabezazo de Christensen y un remate forzado de Koundé fueron los avisos más claros de los azulgrana, pero con el paso de los minutos el Athletic fue encontrándose cada vez más cómodo en el terreno de juego, aunque sin poner en apuros a Ter Stegen.

De Jong y Pedri, KO
Pasado el intermedio del primer tiempo se produjo la primera jugada desafortunada del partido para el Barça con la lesión de Frenkie de Jong. El neerlandés pisó mal con el pie derecho tras la disputa de un balón aéreo y se torció el tobillo de forma violenta. De Jong tuvo que abandonar el campo en camilla y con ostensibles gestos de dolor en el tobillo, que ya tuvo afectado en el inicio de temporada.

Con la lesión de De Jong, Xavi dio entrada a Fermín y devolvió a Pedri al centro del campo, pero el Barça no tuvo tanto control en el juego. Después de una aproximación del propio Fermín, Cancelo estuvo a punto de marcar un golazo desde casi medio campo tras una salida comprometida de Unai Simón, pero entre el portero y Yeray evitaron bajo palos el tanto visitante. Instantes después, Araujo vio una amarilla por un agarrón sobre Unai Gómez y sumó la quinta amonestación liguera, por lo que no podrá estar en Mallorca. Tampoco estará ante los baleares Xavi, que protestó la decisión a Hernández Hernández y también vio la quinta amarilla.

Antes del descanso todavía había tiempo para otra desgracia azulgrana. Pedri hizo un desplazamiento en largo, notó un pinchazo en el muslo derecho y rápidamente se tiró al suelo, consciente de que se había vuelto a romper. Es la tercera lesión muscular en la temporada del canario, que no pudo contener las lágrimas mientras abandonaba el campo. Ante una nueva lesión, Xavi apostó por Lamine Yamal, que en la última visita a San Mamés había sido el mejor culé.

Nada más arrancar la segunda mitad, Iñaki Williams buscó abrir la lata con dos disparos que no encontraron portería, pero el Athletic seguía creciendo y la amenaza vasca estaba presente. Tras unos minutos de tanteo, Paredes hizo un corte providencial a un disparo de Lewandowski y el Barça reclamó un posible penalti de Berenguer sobre Lamine Yamal, que el colegiado no consideró suficiente.

Quedaba un cuarto de hora para el final y tanto Valverde, con la entrada de Adu Ares, Villalibre y De Marcos, como Xavi, apostando por Oriol Romeu, Joao Félix y un pitado Iñigo Martínez en su regreso a San Mamés, movieron el banquillo en busca de la victoria pero ninguno fue capaz de desequilibrar el marcador. Reparto de puntos que no deja contento a nadie, con el Barça a ocho puntos del Real Madrid y con el Athletic más lejos de los puestos de Champions.



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Victoria con peaje de Osasuna frente al Alavés

Budimir decidió con un golazo un duelo en el que se lesionaron hasta 3 jugadores


Osasuna logró una victoria con peaje frente al Alavés (1-0) gracias a un golazo de Budimir que acerca a los navarros al sueño europeo, aunque comportara perder por lesión a Kike Barja y David García, jugadores importantes.

El inicio de partido fue algo extraño. Durante los primeros compases el balón se pasó más rato recorriendo el cielo de El Sadar que el césped y todo apuntaba a que se iban a ver pocas acciones. Y es que encima fue también accidentado por parte de cada equipo, con las lesiones de Barja y Abqar demasiado pronto.

Fue una mitad bipolar. Tomó primero el control el Alavés y tuvo un par de acciones claras de Guridi y Sola que sacaron entre David García y Herrera casi en la línea. Le costó a Osasuna ese primer tramo pero sobre la media hora de partido empezó a imponer sus ideas. Coincidió con la activación de Aimar Oroz, que había pasado de puntillas hasta el momento, y con un cabezazo de David García que cantó gol El Sadar pero que no lo fue. Sivera tuvo que lucirse para mantener el empate y, por contra, una mala salida de balón de Herrera hizo que la primera parte se cerrara con un remate al palo de Samu.

Hubo algo de tregua en el inicio de la segunda mitad, en la que Alavés arrancó con doble cambio. Lamentablemente, lo más destacado de esos primeros compases tuvo que ser de nuevo una mala noticia. David García, tras una disputa con Samu, se fue al suelo y se terminó marchando al banquillo. Aun así, no le perdió la cara Osasuna al partido. Golpeó con una muy clara de Rubén García a bocajarro ante Sivera y en la contra el punta de Alavés la tuvo también frente a Herrera.

No tuvo ninguna más el cuadro babazorro, que fue perdiendo terreno. En parte, por una maravilla de Budimir, que una vez más apareció para salvar los muebles del conjunto navarro. Recibió en una buena transición iniciada por Aimar Oroz, se perfiló buscando su pierna hábil y sacó un zurdazo al que esta vez no llegó Sivera (76’). Tras eso, tardó un poco en recomponerse el Alavés, pero tampoco lo pudo aprovechar Osasuna, que casi pierde por lesión de rodilla a Herrando, que acabó el duelo antes que dejar a su equipo con diez para asegurar la victoria.



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La magia de Lamine Yamal fulmina al Mallorca

Un golazo del joven extremo da un merecido triunfo al Barcelona ante un rival peleón


Sudó tinta el Barcelona para ganar al Mallorca y plantarse en los últimos diez partidos de LaLiga con opciones aún de soñar con el título, siempre y cuando el Madrid se deje algún punto. El triunfo azulgrana por lo menos supone presión para el líder. Otra cosa es que, en cuanto a juego y solvencia, dé confianza para recibior al Nápoles. Un golazo de un gran Lamine Yamal desencalló un partido en el que el conjunto barcelonista no estuvo cómodo ante un rival peleón. Gündogan falló un penalti que habría puesto las cosas más fáciles y, a cuatro días de la vuelta de Champions, el Barça temió perder otro jugador pero Raphinha sólo sufrió un golpe.

Al Barça no le valía otra cosa que ganar y eso lo comprendió mejor que nadie Lamine Yamal, que rescató a su equipo del tono anodino que adoptó en muchas fases. En el terreno de las sensaciones para Nápoles, es difícil hacer balance de un partido que el equipo azulgrana solventó pero que en muchas fases se le atravesaba ante un Mallorca férreo.

No pintan del todo bien las cosas, con el centro del campo diezmado sin Pedri y De Jong y con un Gündogan saturado que, en condiciones normales, ante el Mallorca habría descansado. Sí descansó Lewandowski, y ahí llegó la gran sorpresa de la previa: jugó Marc Guiu en punta, por delante de Vitor Roque en la jerarquía exhibida por Xavi. Otra sorpresa fue la ubicación de Raphinha como interior derecho. Corrió mucho, aparecía de repente por la izquierda y estuvo dinámico, pero en el colmo de la desgracia se retiró lesionado.

Vivía el Barcelona dominando en el arranque del partido, aunque sin generar ocasiones. Como es habitual, sucedían cosas cuando entraba en escena Lamine Yamal. Y en esas que surgió del tedio general. Un gran pase vertical del joven extremo hacia Raphinha desembocó en un penalti de Copete, que golpeó el tobillo del brasileño en carrera, accidentalmente, y le hizo caer. El VAR advirtió a Iglesias Villanueva, que lo revisó y pitó la falta máxima, que los defensas baleares ni protestaron. Gündogan falló desde los once metros. El meta detuvo fácilmente su disparo. Y, además, Raphinha acabó pidiendo el cambio minutos después.

Inocuo el Barça arriba, el Mallorca se decidió a inquietar. Muriqi peinó un centro de Morlanes y no llegó Larin por los pelos. Y Cubarsí tapó poco después una llegada peligrosísima de Larin, que había superado por velocidad a Iñigo en la transición, después de una pérdida de Lamine. Y todavía hubo tiempo antes del descanso para un par de intentos del Mallorca, con transiciones ante un Barça poco tenso. Un centro de Darder que peinó Morlanes lo atrapó Ter Stegen, ‘la Araña Naranja’ ayer, y una transición rapidísima de Muriqi acabó con chut al lateral de la red, con reacción de Iñigo, que tapó muy bien el remate.

No aparecía por ningún lado intensidad en el Barcelona. En algún momento aquello se parecía a los últimos minutos de San Mamés y el público comenzó a desesperarse y a pitar, aunque Joao Félix lo había probado con un chut impreciso. Con mayor o menor acierto, pero la entrada de Fermín aportó algo de electricidad y un cabezazo del centrocampista obligó a Rajkovic a lucirse y mandar a córner. Pero el equipo iba perdiendo el norte poco a poco, sin ideas, sin precisión y, por momentos, sin energía para ir a por el partido.

Inició el Barcelona el segundo tiempo con un chut de Joao Félix que se iba envenenando pero que Rajkovic sacó junto al poste, aunque poco a poco los jugadores se fueron desinflando y volvieron las precipitaciones. Muriqi cabeceó al larguero al remate de un balón colgado tras una falta. Era fuera de juego, pero aun así ‘la Araña Naranja’ no había reaccionado. La respuesta, espectacular, llegó de las botas de Lamine, que se sacó de la chistera un pepinazo que se estrelló en el larguero después de que Rajkovic hubiese despejado un centro-chut envenenado de Cancelo.

Cu-cu-Cubarsí, gritaba la afición cada vez que el central le sacaba un balón al peligroso Muriqi, mientras, delante, con la necesidad de marcar, Lamine, bien secundado por Fermín, encendía el partido. Los jóvenes se rebelaban. Una muy buena dejada de Marc Guiu a Gündogan fue rematada sin convicción por el alemán.

Impelido por la necesidad, el banquillo barcelonista dio entrada a Lewandowski y Vitor Roque, que salió con muchas ganas, en lugar de Joao Félix y dejando el centro para el delantero polaco.

Ubicado en la izquierda del ataque, Vitor Roque se aplicó en jugar el balón con energía y, al mismo tiempo, entrar en el área a rematar. Un cabezazo del brasileño a centro de Lewandowski salió fuera, alto, por poco. Pero el mago juega por la derecha y se llama Lamine Yamal. En pleno acoso barcelonista, cazó un balón en la derecha del ataque y, con la izquierda, coló el balón por la escuadra con un disparo magnífico, imparable. Golazo del jovencito.

Sufrió hasta el último suspiro el Barcelona, que acabó defendiendo una última jugada del finalista de Copa, que no se rindió.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (1); Koundé (2), Cubarsí (3), Iñigo Martínez (1), Cancelo (1); Raphinha (2) (Fermín (2), 37’), Christensen (1), Gündogan (0) (Oriol Romeu (s.c.), 86’); Lamine Yamal (3), Marc Guiu (1) (Lewandowski (1), 61’), Joao Félix (1) (Vitor Roque (2), 61’)

RCD MALLORCA: Rajkovic (3); G. González (1), Nastasic (1), Raíllo (2), Copete (2) (Radonjic (), 83’), Lato (1) (Jaume Costa (1), 70’); Darder (1) (Antonio Sánchez (1), 70’), Samu (2), Morlanes (2) (Dani Rodríguez (1), 60’); Larin (0) (Abdon (), 83’), Muriqi (1)

GOLES: 1-0, Lamine Yamal, 73’

Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (0), Comité Gallego. Tarjetas a Iñigo Martínez (53’), Samu (86’)

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys. 38.225 espectadores

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El Valencia se aferra a Hugo Duro ante el Getafe para seguir soñando con Europa

El exjugador del Getafe adelantó a los valencianos en un partido tosco, trabado y sin muchas ocasiones y dio la victoria a los de Baraja


No solo cumplió la ley del ex, sino que la vaselina de Hugo Duro que dio la victoria a un serio Valencia desencalló un partido destinado al cero a cero y acercó un poco más a Europa a los locales. Tras el gol en la primera mitad, los de Rubén Baraja hicieron ‘un Bordalás’ en la segunda parte y evitaron el tanto de un Getafe que apretó al final con Jaime Mata y Latasa. Los valencianos se cerraron, supieron sufrir y aguantaron el uno a cero hasta el final para superar el pequeño bache en el que se habían sumido en las últimas semanas y seguir soñando con la Conference League.

Era un día de reencuentros en Mestalla. Bordalás volvía a Mestalla, donde pasó una temporada y estuvo a punto de tocar la gloria, y Duro volvía a jugar en Mestalla ante el equipo que le dio la oportunidad de jugar en Primera División. Pero este Hugo Duro es otro muy distinto al que con diecinueve años se hizo famoso por evitar la clasificación de su equipo para las semifinales de la Copa del Rey. Sus doce goles y su inspiración para pensar una brillante vaselina que diera el triunfo a los suyos así lo acreditan.

El Valencia no tuvo muchas más. Dominó, evitó pasar por el centro del campo y mandar balones largos para que Roman Yaremchuk y el madrileño construyeran desde el campo contrario y utilizó a un insistente Sergi Canós para construir contraataques e intentarlo desde lejos, pero supo trabajar e insistir para aguantar el tipo en una segunda parte en la que el Getafe salió buscando el empate.

Y el Valencia lo evitó en gran medida por un imperial Mamardashvili. Sin Mayoral, lesionado, ni Greenwood, sancionado, Jaime Mata y Latasa buscaron vestirse de héroes en Mestalla. El exjugador del Valladolid la tuvo a la salida de un córner, pero el georgiano, providencial para los suyos, desvió un esférico que luego rechazó Cenk. La volvió a tener Latasa apenas dos minutos después, pero el portero valenciano volvió a desviar las opciones del Getafe, que insistieron con otro cabezazo de Mata y un disparo lejano de Óscar que iba a sacudir la escuadra valenciana, pero Mamardashvili tumbó cualquier opción y dio la victoria a un pujante Valencia.



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