El Villarreal, con un doblete de Comesaña y un gol de Sorloth, tumba a una Real tiesa

Dolorosa derrota de los vascos antes de su crucial cita copera del próximo martes contra el Mallorca, en la que ambos equipos lucharán por llegar a la final


El Villarreal, con un doblete de Santi Comesaña y un tanto del exrealista Alexander Sorloth, tumbó este viernes (1-3) a una Real Sociedad muy tiesa que pone en riesgo su plaza europea. El equipo de Marcelino, que llevaba tres jornadas seguidas sin ganar en LaLiga, volvió a la senda de la victoria en Anoeta, donde los donostiarras no ganan desde hace casi tres meses. Desde el triunfo por 2-1 ante el Sevilla, el pasado 26 de noviembre, los vascos encadenan seis partidos sin ganar entre todas las competiciones (cuatro empates y dos derrotas), con solo dos goles a favor.

Con la mente puesta en la vuelta de las semifinales de Copa del próximo martes ante el Mallorca en Anoeta, Imanol Alguacil dio descanso a Zubeldia y Merino, que fueron sustituidos por Pacheco y Zakharyan. Barrenetxea, que regresó a la titularidad, solo aguantó cinco minutos ante el Villarreal por un problema lumbar que le obligó a ser sustituido por Olasagasti.

Un serio contratiempo para una Real que, no obstante, estuvo a punto de adelantarse en el marcador con un remate de Brais Méndez que Coquelin salvó despejando de cabeza cuando el balón ya se colaba en la portería de Jörgensen.

El conjunto de Marcelino no tardó en responder con un disparo dentro del área de Guedes que rechazó Remiro. En la jugada siguiente, el córner botado por los visitantes acabó en el 0-1 (17'). Raúl Albiol recibió el balón, le dio con la testa y Comesaña acompañó de cabeza para batir a un Remiro que se quejó de una falta del propio autor del tanto 'groguet'. El VAR validó la diana al apreciar que el contacto entre Comesaña y Remiro no fue suficiente para anular el gol.

La Real, que tuvo claramente la posesión del balón, buscó reaccionar colgando balones al área, pero no se encontró con un Villarreal intenso a nivel defensivo y ambicioso en ataque. En el descuento del primer tiempo, el cuadro txuri urdin casi empató con un envenenado lanzamiento de falta del ruso Zakharyan que se estrelló en el larguero. Los de Imanol protestaron en esa acción un posible penalti de Bailly a Le Normand que el colegiado no señaló para enfado del Reale Arena.

Primer doblete de Comesaña como profesional
Nada más iniciarse la segunda mitad (47'), el Villarreal asestó otro duro golpe a la Real. La defensa donostiarra quiso sacar un balón sin contundencia ni decisión y Álex Baena lo aprovechó para asistir a un Comesaña que fusiló a Remiro, firmando su primer doblete en el fútbol profesional. Poco después, en el 58', el extremo Ilias no sentenció el partido de puro milagro con un disparo cruzado.

Apenas un minuto después hubo un pisotón en el vértice del área sobre Zakharyan que no fue nada para el colegiado principal, Iglesias Villanueva, ni para Del Cerro Grande en el VAR. La Real intentó limar distancias en el marcador, pero demostró más voluntad que peligro e ideas ante un 'Submarino' que hizo gala de un gran espíritu de juego colectivo.

Los de Imanol, pesa a la losa que suponía el 0-2 en el luminoso, nunca arrojaron la talla y finalmente perforaron la portería de Jörgensen a golpe de orgullo. A falta de cuatro minutos para la conclusión, Merino, que había sustituido en el 64' a Brais Méndez, aprovechó varios rechaces en el área castellonense para marcar.

En el descuento, el Villarreal rubricó su inapelable triunfo con un tanto de Sorloth. El exdelantero noruego de la Real, que no quiso festejarlo, culminó una contra mortal. Dolorosa derrota de los txuri urdin antes de su su crucial cita de la próxima semana contra el Mallorca en el Real Arena, donde ambos equipos lucharán por llegar a la final de Copa.



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El Barça vuelve a divertirse y es segundo provisionalmente

El conjunto barcelonista vivió un partido plácido en Montjuïc después de muchas semanas.


Buen triunfo de un Barcelona que sigue acumulando resultados positivos en busca del ‘clic’ definitivo anunciado por Xavi. El conjunto barcelonista obtuvo ante el Getafe su victoria más clara en muchos meses, sin sufrimientos y con momentos de buen fútbol. Los brotes verdes de Nápoles, pero con más continuidad. Volvió Raphinha y fue protagonista, con intensidad, con el primer gol y asistencia en el tercero, pero también con errores en la definición en grandes ocasiones que se había fabricado. Christensen asistió a Joao Félix en el segundo gol y Frenkie de Jong marcó el tercero a pase de Joao Félix. Fermín cerró la goleada, primera en muchas semanas.

Otra vez el Barcelona es segundo, de forma provisional, en la clasificación de LaLiga. Hacía muchas semanas que no ocurría, como hacía muchas jornadas que el Barcelona no tenía un partido plácido. Desde la visita del Atlético, seguramente fue el mejor partido de los azulgrana. Y desde las ya casi olvidadas goleadas ante Betis y Amberes, muy al principio de la temporada, el Barcelona no goleaba tan claramente. Paradójicamente, el alivio llegó ante el Getafe, el rival más hermético de la etapa de Xavi. Y, también curiosamente, con el equipo de Bordalás dejando muchos espacios a la espalda de la defensa, espacios que Raphinha supo explotar muy bien.

Inmediatamente se vio que el listón de las faltas del señor Muñiz Ruiz estaba a distintas alturas en función de quién era el infractor. A ras de suelo si hacía falta un jugador del Barcelona; a media altura si la cometía un visitante. Es decir, mucha más tolerancia con el Getafe, intenso en las vigilancias, como la de Gastón sobre Lewandowski, sufridor de ese dejar hacer arbitral con su marcador. Golpe a golpe, patada a patada, Gastón logró que no se notase demasiado la ausencia del azotador por excelencia, Damián Duárez.

La presión del Getafe dificultaba la salida de balón del Barcelona. Alguna pérdida de balón de Frenkie de Jong generó situaciones de peligro para Ter Stegen, como un chut lejano de Greenwood, acción que tuvo la respuesta de Raphinha al rematar de tacón un córner, fuera por poco. El brasileño, titular en detrimento de Lamine Yamal por primera vez desde su lesión, salió muy motivado e iba a ser protagonista para lo bueno y para lo malo.

El viento que soplaba en Montjuïc, hacia la portería del Gol Sud, hizo que el Barça escogiese atacar de principio hacia Gol Nord, al revés de su costumbre, para tener el viento a favor en la segunda mitad. Así fue, pero lógicamente lo tenía en contra en la primera y eso le generó no pocos problemas, sobre todo en lanzamientos de córner que se envenenaban y obligaban a Ter Stegen a evitar el gol olímpico.

Desde la banda derecha, Raphinha hizo mucho daño a Djene. Tanto, que Bordalás acabó cambiando de banda al lateral, a ver si detenía la sangría. Por ahí llegó el 1-0. El Barcelona había buscado repetidamente la espalda de la defensa del Getafe, inusualmente avanzada. Finalmente, un gran pase de Koundé dejó a Raphinha solo con mucho terreno por delante. Salió como una flecha, encaró al meta y resolvió con finura para avanzar al conjunto barcelonista. Aún tuvo el brasileño varias muy parecidas: una, a pase de cabeza de Lewandowski, pero remató alto; y otras dos que perfectamente pudieron suponer el segundo gol. El meta le rechazó la primera con el pie; en la segunda, cedió a Joao Félix en lugar de culminar él y el pase le salió largo y se perdió la ventaja.

Faltó rematar la faena en estas oportunidades de Raphinha en el primer tiempo. El partido no estaba cerrado y el Getafe, para no dar tantos al Barcelona, salió más recogido, lo que no significa que renunciase a ir a por el Barcelona: un chut de lejos de Luis Milla al palo dejó helado a Montjuïc. Pero no iba a ocurrir lo de otras tardes.

Inesperadamente, Christensen se fue arriba en una salida de balón con apertura a Raphinha, quien la dio al danés en profundidad. El medio centro danés, hasta ese momento muy limitado a tareas de anclaje, entró en el área por la derecha del ataque y mandó una sutil asistencia a Joao Félix, que remató a gol en el segundo palo.

Sin aflojar, el Barcelona mantuvo el ritmo de juego y en una buena acción de presión alta cerró el partido con media hora todavía por jugarse. Frenkie de Jong, prodigioso, marcó su segundo gol esta temporada a pase de Raphinha.

Hasta el final el Barcelona se empeñó en mantener la portería a cero. Bajó un poco en su intensidad en ataque y Ter Stegen apretó las clavijas a su defensa, donde un gran Cubarsí mandó en la defensa como había hecho durante todo el partido. Fermín cerró el marcador tras un primer remate de Vitor Roque rechazado por el portero.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (1); Koundé (2), Araujo (3), Cubarsí (3), Cancelo (2) (Héctor Fort (1), 83’); Frenkie de Jong (3), Christensen (2) (Oriol Romeu (), 76’), Gündogan (2) (Pedri (1), 83’); Raphinha (3) (Vitor Roque (1), 76’), Lewandowski (1), Joao Félix (2) (Fermín (2), 62’)

GETAFE CF: David Soria (2); Iglesias (0) (Carmona (1), 46’), Gastón (1), Alderete (1), Djene (0) (Óscar Rodríguez (1), 67’); Greenwood (1) (Jaime Mata (1), 67’), Maksimovic (1) (Aleñá (1), 67’), Luis Milla (2), Ilaix Moriba (1) (Yellu (0), 77’), Rico (1); Borja Mayoral (1)

GOLES: 1-0, Raphinha, 20’; 2-0, Joao Félix, 53’; 3-0, Frenkie de Jong, 61’; 4-0, Fermín, 90'+1

ÁRBITRO: Muñiz Ruiz, Comité Gallego. Tarjetas a Gündogan (37’), Alderete (37’), Djene (47’), Rico (51’), Yellu (90')

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys. 36.803 espectadores

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El Atlético se pega un tiro en el pie en Almería pensando en San Mamés

Los colchoneros estuvieron pendientes del duelo del jueves ante el Athletic y lo acabaron pagando en Almería.


El Atlético de Madrid se pegó un tiro en el pie en Almería pensando en San Mamés. No fue capaz de ganar en casa del colista, sin un solo triunfo en LaLiga, que le empató dos veces gracias a un gran Luka Romero. Correa y De Paul habían adelantado antes a los rojiblancos.

No pudo comenzar mejor la noche para los rojiblancos, con Reinildo redimiéndose de sus últimos pecados protagonizando un jugadón, con caño incluido, para ponerla en el corazón del área y que Correa, de volea y con la izquierda, pusiese el 0-1. Era el minuto 2. Y la cosa pudo ir a más, porque Barrios falló un control para quedarse mano a mano y después Memphis disparó desviado por poco.

Nada hacía presagiar que el asunto se torcería. Aunque estando por medio el Atlético de la cara visitante y el estadio del Almería, que no se le da nada bien, tampoco tendría que sorprender. Porque con el primer lanzamiento a puerta, en el 21 y del Choco Lozano, los andaluces comenzaron a creer. Ayudó el Atlético de forma decisiva porque el rival estaba medio muerto, con imprecisión en pases y controles y sin demasiada intensidad a la hora de defender. Daba la sensación de que los colchoneros eran superiores, de que el gol iba a llegar fácil... pero el que marcó fue el Almería.

Gracias a Luka Romero, que se giró en la frontal y soltó un zurdazo que sorprendió a Oblak. Gracias a Pubill, en una nueva subida peligrosa. Y gracias a que los de Simeone decidieron mirar en vez de actuar, todo sea dicho.

El gol dejó algo tocado al Atlético, que no era capaz de vencer en casa del colista que, recordemos, no había ganado un solo partido en todo el campeonato. De Paul no encontraba el pase decisivo, Barrios alternaba buenas y regulares acciones, la insistencia de Lino no tenía premio y Memphis y Correa no conectaban, ni entre ellos ni con el resto del equipo. Así, difícil.

Koke y Lino se quedaron en el vestuario en el descanso (¿pensando en San Mamés?). Entraron Llorente y Riquelme. Una falta directa de Memphis y un derechazo de Llorente metieron el miedo en el cuerpo al Juegos del Mediterráneo. Estaba con una marcha más el Atlético, obligado a ganar. Y el empuje dio paso al gol.

Una sensacional apertura de Molina habilitó a De Paul, en posición ventajosa. Avanzó a la espera de acompañantes y como no llegaba nadie, decidió meter la puntera buscando la portería. El balón rozó en un defensa almeriense para acabar siendo determinante, imposible para Maximiano. Y pudo llegar el tercero con un disparo de Riquelme desde la frontal que se envenenó tras tocar en un rival.

Y otra vez, cuando todo estaba a favor, apareció Luka Romero. Pared con Viera, pasividad de De Paul (entre otros) a la hora de seguirle y definición impecable, con la zurda, poniéndola en la escuadra. Parecía empeñado el Atlético en no ganar en Almería. Y tenía poco más de 20 minutos para confirmarlo.

Volvió a mover el banquillo el Cholo, quitando a los dos delanteros para dar entrada a Morata y a Saúl. Llorente, otra vez al ataque y Riquelme a la derecha. Todo, con cambio de sistema: 4-4-2. Baptistao y Melero también ingresaron en busca del primer triunfo del curso.

El capitán de España pudo hacer el tercero, pero se encontró con Maximiano. Y Simeone agotó cambios con Witsel, por De Paul. No fluía el juego de los colchoneros, como durante toda la noche. Y se agotaba el tiempo. Se agotó, con una clarísima de Morata, que incomprensiblemente la echó fuera con todo a favor. Y Melero tuvo luego el 3-2. Empate ante el colista de un Atlético que se pegó un tiro en el pie pensando en San Mamés.



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Un golazo de Machís en el 99' mantiene vivo al Cádiz

Los andaluces evitaron en el último suspiro que los gallegos tomaran distancia en la lucha por la salvación.


Un pedazo de gol de Machís cuando pasaban nueve minutos del tiempo reglamentario igualó un encuentro que el Celta llegó a dominar 0-2 y mantiene al Cádiz vivo en la lucha por salvación, aunque aumenta a 22 la racha de partidos que lleva sin ganar. El tanto supo a victoria por el momento en el que produjo y porque evitó que sus rivales se marcharan seis puntos por encima de la zona de descenso.

Pese a que el conjunto gaditano comenzó dominando y apretando, fue el gallego el que golpeó primero a los diez minutos de partido con una preciosa jugada de contragolpe que culminó el de casi siempre: Iago Aspas. Centró raso desde la izquierda De la Torre, dejó pasar el balón Larsen y no perdonó el de Moaña.

Tras unos minutos de aturdimiento en los que el Celta incluso se aproximó en alguna que otra ocasión, el Cádiz recuperó la intensidad de los primeros minutos poniendo a su rival en apuros. Maxi Gómez, Juanmi y Rubén Alcaraz tuvieron tres buenas opciones para empatar, pero o bien sus remates se marcharon desviados o bien encontraron a Guaita en la portería. Al descanso se llegó si más incidencias.

Nueva estocada del Celta al Cádiz
La reanudación trajo de inicio una ocasión clara para cada equipo y otra vez cuando el Cádiz tomó el control, recibió un rejonazo que no esperaba en el minuto 57. Otra jugada bien trenzada, con un tuya mía entre Manu Sánchez y Iago Aspas la acabó rematando a gol Swedberg en el primer balón que tocaba recién entrado al terreno de juego.

Este segundo tanto vigués provocó la bronca del público local y los gritos de ‘directiva, dimisión’. Pellegrino realizó entonces un triple cambio y encontró premio en el minuto 66 con un centro del también recién ingresado Sergi Guardiola que remató Juanmi a la red. Marcaba por fin un tanto el equipo andaluz tras más de 600 minutos sin lograrlo.

Delirio final
El partido se embarulló producto de los nervios y el Cádiz siguió volcándose. Juanmi, Rubén Alcaraz y Chris Ramos tuvieron el empate en sus botas y cuando parecía que los tres puntos volarían del Nuevo Mirandilla, apareció Machís para con un obús rescatar a al menos uno en el último suspiro.



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Empate justo entre Las Palmas y Osasuna

Los de García Pimienta llevaron la iniciativa en el juego pero sin llegar a avasallar a los de Jagoba Arrasate


Las Palmas tuvo la pelota y llevó la iniciativa en el juego, pero sin llegar a incomodar en demasía a un competitivo Osasuna que se marchó de Gran Canaria (1-1) con un empate que en realidad hizo justicia con lo que se vio sobre el verde más allá del estilo de juego por el que apostaron unos y otros.

Se presentaba este duelo como una buena oportunidad para medir la ambición de dos equipos que transitan por la zona cómoda de la tabla, más que alejados de la del descenso, pero sin estar cerca de la lucha por Europa. Y la ‘X’ resultante para la quiniela dejó la sensación de que los de García Pimienta y los de Arrasate tendrán sendos finales de temporadas tranquilos pero, salvo sorpresa, poco ilusionantes.

Durante la primera parte, lo más destacable fue que Las Palmas se sintió perjudicado por una decisión arbitral que podría haberlo cambiado todo. Sucedió nada más empezar, en el minuto 6, cuando Marvin se quejó de un derribo de Sergio Herrera en el área. Hubo contacto y Munuera Montero llegó a tirar del VAR, pero no consideró que fuese una acción punible de un lanzamiento desde los once metros.

Ya en la segunda mitad, en el 49’, se abrió el marcador. Golpeó primero Osasuna, al firmar el 0-1 Unai García con una preciosa volea desde dentro del área tras recibir un centro de Mojica. Y la alegría navarra apenas duró tres minutos, porque en el 53’ empató Kirian Rodríguez, también de volea y después de aprovechar un mal despeje de Jorge Herrando.

Pareció entonces que la cosa se animaría en cuanto a goles, pero no. Los dos mencionados fueron los que compusieron el definitivo 1-1 que dejó a Las Palmas y Osasuna contentos por no haber perdido y a la vez un poco tristes por no haber ganado. Son dos equipos muy trabajados por sus técnicos.



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