Gerard marca la diferencia para el Villarreal en Almería

El '7', que había sido suplente, necesitó esos minutos para lograr el gol que allanó el camino de los de Setién hasta la victoria


No es trampa porque no lo prohíbe el reglamento, pero desde luego que contar con Gerard Moreno le da una enorme ventaja (aunque legal) a cualquier equipo. Muestra de ello es lo que sucedió este sábado en el Power Horse Stadium de Almería, donde el delantero catalán ejerció de caballo ganador que llevó al Villarreal hasta la victoria. Sin que el Almería llegase a perderle la cara al partido, fue el conjunto ‘groguet’ el que llevó la iniciativa en el juego mediante el balón desde el pitido inicial, pero tuvo que saltar al césped Gerard para deshacer el 0-0. Apenas 7 minutos tardó. Después también marcó José Luis Morales, y fue un golazo el de ‘El Comandante’, pero el tanto que abrió el camino hacia los tres puntos fue el de Gerard.

El Villarreal dejó claras sus intenciones desde que el balón, ese que siempre quiere Setién, echó a rodar. Parejo una vez como eje del equipo acompañado en sala de máquinas por un Ramón Terrats titular y un Álex Baena al que el público almeriense no le perdonó haber celebrado un gol en la primera vuelta siendo de la tierra. Los de Rubi, por su parte, intentaron minimizar los daños en contra y causarlos a la contra. Pero la cosa no salió bien y el técnico catalán hizo tres cambios en el descanso, incluyendo al guardameta Fernando, que se lesionó poco antes.

El mencionado tanto de Gerard aconteció en el 76’. Recibió en el área y de la nada se sacó un disparo ajustado lejos del alcance de Diego Mariño. Con la derecha, su pierna ‘mala’ a la que hay que calificar como menos buena. Y en el 87’, sin que el Almería hubiese sido capaz de reaccionar, centra Chukwueze de derecha a izquierda y aparece Morales para conectar un certero remate con su pierna izquierda (también la menos buena) teledirigido a la red para convertirse en el definitivo 0-2. El Villarreal mira a Europa mientras que el Almería sigue en el lío de la permanencia.



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El Atlético se une al homenaje a Simeone goleando al Sevilla y subiendo al podio

El equipo colchonero ya es tercero de la clasificación.


El partido comenzó con un merecido y somero homenaje a Diego Pablo Simeone por su increíble récord. Habrá que esperar décadas, y la mayoría de los que estamos aquí ahora no lo veremos, para encontrar un impacto similar en la historia de un club como el Atlético de Madrid. Baste decir que el Cholo ha superado a Luis Aragonés, la leyenda en mayúsculas de la entidad para entender qué ha hecho el argentino. O que está haciendo, porque su historia en el Metropolitano no se ha terminado. Sin duda, será más pronto o más tarde, la hermosa estatua del ‘Sabio’ tendrá compañía en los exteriores del estadio colchonero. Por justicia. El hombre que logró que el Atlético dejase de ser simplemente un histórico para volver a ser un grande, se lo merece.

Y más allá de ese emocionante inicio, el partido en sí dejó un buen espectáculo que constató lo que ya se sabía en la previa. Que el Atlético está en una línea ascendente desde la vuelta del parón, que el equipo ha encontrado el fútbol que necesitaba y que cuando juega como sabe puede con casi cualquier rival. La victoria sin paliativos ante el Sevilla mete al Atlético tercero de la tabla, superando a la Real Sociedad. Hablamos de un rival que llegó a tener siete puntos de ventaja sobre los colchoneros. De haber sido ésta la versión rojiblanca desde el inicio de curso, quién sabe por lo que estarían peleando ahora los de Simeone. El del Sevilla fue posiblemente el mejor partido de la temporada de los colchoneros. Un buen torrente de fútbol y goles que demuestra que este equipo tenía potencial para más.

Y si a todo eso bueno del Atlético se le suma que ha nacido una nueva sociedad de cuento, entre Griezmann y Memphis, entre el 'Principito' y el 'León', el equipo colchonero es claro favorito para ocupar una de las dos posiciones de Champions que quedan por dilucidarse. Y del Sevilla qué decir. Ni rastro de aquel equipo andaluz intenso y vertiginoso, peligroso y con carácter. El equipo andaluz quiere escapar de la quema y por jugadores debería poder hacerlo, pero se mueve con una candidez impropia para un equipo de su pedigrí. Desde luego, si hace muchos más partidos como el del Metropolitano, sufrirá.

Los dos equipos tuvieron una buena ocasión en el arranque del partido, mal ejecutada por imprecisiones de sus delanteros. Memphis Depay se plantaba solo ante Bono, pero su último control se marchaba largo sin que finalmente pudiese concretar. Acto seguido, era En-Nesyri el que se marchaba por la derecha hasta colarse en el área, tenía posibilidad de disparar cruzado o de centrar a Suso, que llegaba desmarcado al segundo palo. Pues ni una cosa ni la otra. El marroquí hacía una suerte de disparo/centro terrible que no iba a ningún lado.

A los 18 minutos, el Atlético tenía la mejor del partido hasta ese momento. Un centro a la izquierda donde Carrasco la ponía en el corazón del área, Memphis intentaba bajarla, Witsel disparaba mordido, el balón llegaba a un Marcos Llorente que estaba desmarcado y que ponía el interior del pie para estrellar el balón en el poste de Bono.

Jorge Sampaoli ya advirtió antes del partido que quería desactivar al Atlético a través del control de juego y eso se tradujo en un ritmo lento, en un sobeteo de la pelota letárgico. Y una defensa muy acumulativa que le impedía salir en velocidad. El Sevilla quería controlar el ritmo pero la realidad era que no tenía la intensidad necesaria para defender a un equipo como el rojiblanco, que vive como los tiburones, de oler la sangre del rival. Y si como el cuadro andaluz tiene la candidez de un pececillo de pecera, está sentenciado.

Y así fue. En apenas cinco minutos, el Atlético se puso con dos goles de ventaja en dos jugadas calcadas. Robo en la medular, contragolpe rápido y golazo de Memphis. El neerlandés, por primera vez titular en el equipo colchonero, devoró a la defensa del Sevilla. El ex del Barça dio un golpe en la mesa para lo que venga.

Pero no nos perdamos. El Sevilla trataba de triangular, Koke robaba el balón, se lo cedía a un Griezmann que veía el desmarque de Memphis en una auténtica autopista entre los centrales del cuadro andaluz. Se plantaba en el área y batía por bajo a Bono. Acto seguido, apenas unos minutos después, mismo error. Llorente robaba, Griezmann comandaba la contra y el balón acababa en la semiluna del área donde Memphis se sacaba un zarpazo que se iba al a escuadra.

A la media hora ya parecía que no había partido, pero con el Atlético lo hay hasta que los jugadores se han montado en el autocar de vuelta al hotel de concentración. Un balón que parecía no ir a ningún lado pero que Gueye peleó hasta la línea de fondo con la complicidad de un Giménez que se confió con una actitud impropia de la veteranía y partidos que lleva a sus espaldas. Conclusión, el jugador cedido por el Olympique pusiese el balón en el área donde En-Nesyri remató a la red. El Sevilla se iba muerto al descanso pero el Atlético le revivió y le hizo pensar que podía sacar algo del Metropolitano.

TURNO PARA GRIEZMANN
Con esa extraña sensación de haber dejado vivo al rival se marchó el Atlético al descanso, pero regresó con la misma energía que había mostrado en el mejor tramo de la primera parte. Ya había aparecido Memphis y le tocaba a Griezmann. El francés se asociaba con Koke en la frontal del área, se hacía hueco y lanzaba un zapatazo desde 25 metros a la escuadra de Bono para poner el 3-1.

Con un Sevilla tan endeble en lo mental en este momento, el golpe le dejó en la lona. Y sólo era cuestión de tiempo que el Atlético rematase la faena. Lo hacía poco después, ya con la rotación de cambios sobre el campo, en una internada de Llorente que acababa con un centro al corazón del área, donde Pablo Barrios cedía el balón al segundo palo donde Carrasco estaba solo.

Al partido todavía le quedaba algún fogonazo. Como por ejemplo el penalti que Llorente cometía sobre un Gueye que minutos después acabaría expulsado por doble amarilla. Rakitic evitaba que su equipo se volviese a meter en el partido, marrando la pena máxima. Pero más allá de este oasis en el partido, el Atlético seguía a lo suyo y Griezmann comandaba una contra con un genial pase a Morata que disparaba a bocajarro a los pies de Bono, recogía el rechazo y marcaba a puerta vacía. El propio delantero madrileño se inventaba en el descuento otro golazo, el segundo para él para asegurar que habrá pelea con Memphis por acompañar a Griezmann en ataque.



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El Español despierta tarde en Valladolid

El conjunto blanquiazul, que podía encadenar un tercer triunfo seguido por primera vez en lo que va de curso, cayó derrotado en el Nuevo José Zorrilla ofreciendo una pobre imagen


Después de ganar de forma agónica en Elche y convenciendo en el RCDE Stadium ante el Mallorca, el Espanyol volvió a mostrar su peor versión este domingo, cayendo derrotado ante el Valladolid en el Nuevo José Zorrilla (2-1). El conjunto dirigido por Diego Martínez no despertó hasta el tramo final del partido y los de Pacheta supieron aprovecharlo para sumar tres puntos que, a la postre, pueden ser de oro en la lucha por lograr la permanencia. Marcaron Iván Sánchez y Álvaro Aguado para los blanquivioletas y aunque Braithwaite dio esperanzas a los pericos con un gol en el 87' los tres puntos se quedaron en Valladolid.

Con Cabrera como ausencia más destacada, por decisión técnica, el Espanyol saltó al verde con un 'once' a priori ofensivo, pero en realidad resultó estéril. De hecho, por querer atacar se olvidó de defender. O cuanto menos no lo hizo tan bien como hubiese podido. Y cuando no habían transcurrido ni 5 minutos de juego el balón ya había besado la red de la portería de Pacheco. Fue al colarse Cyle Larin entre la dupla de centrales formada por César Montes y Sergi Gómez y solo el hecho de que el canadiense estuviera en fuera de juego hizo que se mantuviera el 0-0 en el marcador.

Lo comentado fue un aviso, pero el Espanyol, lejos de espabilar, siguió mostrándose como un equipo carente de ideas e intensidad. Así que el Valladolid, sin demasiados aspavientos, encontró el gol con el que, esta vez sí, establecer el 1-0 en el marcador. Fue en el 25', cuando Iván Sánchez conectó un fuerte disparo desde fuera del área que, tras superar un mar de piernas y tocar en alguna de ellas, superó a Pacheco.

Poco antes del descanso, en el 39', Javi Puado dispuso de una clarísima ocasión de gol que pudo cambiar el devenir del partido. El canterano blanquiazul le ganó la partida a Iván Fresneda y se plantó solo ante Asenjo, pero tal y como ya le ha pasado más de una y más de dos veces en lo que va de curso se topó con la madera.

En la reanudación, los de Diego Martínez dieron un paso al frente en la búsqueda del empate, pero las buenas intenciones se diluyeron a los cinco minutos del reinicio. No supo el Espanyol reponerse y en el 62' llegó el segundo tanto del Valladolid con el que el '1' quedó fijado en la quiniela. Gonzalo Plata le hizo el lío a Pierre-Gabriel, que en la primera parte había sustituido a un lesionado Brian Oliván, y puso la pelota en el corazón del área para que Álvaro Aguado, totalmente libre de marca, marcase a placer.

Tras el 2-0, se jugó media hora más, pero el Espanyol desperdició la mayoría de ese tiempo. Asistido por Darder, marcó Braithwaite con un remate certero en el 87' y apretaron los de Diego Martínez de ahí hasta el pitido final, pero dicha reacción fue tardía.

Con los tres logrados, el Pucela cuenta ya con 27 puntos. Los mismos tiene el Espanyol y ambos siguen condenados a continuar remando para llegar a la orilla de la permanencia.



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Rayo y Athletic firman tablas bajo la lluvia

Ambos equipos enviaron un balón a la madera durante un encuentro controlado por los bilbaínos hasta la entrada de RDT y con expulsión en el tiempo de prolongación de Sancet


Reparto de puntos bajo la lluvia de Vallecas. Rayo y Athletic no pudieron inclinar su pulso a su favor en un encuentro de mayor control bilbaíno, con un remate a los palos de cada equipo y una expulsión polémica de Sancet en el tiempo de prolongación. Iraola y Valverde firmaron tablas en su nueva partida.

Los leones, que venían de sufrir tres derrotas consecutivas, dejaron patente su seriedad desde prácticamente el saque de esquina. El control del encuentro fue suyo hasta prácticamente la incorporación de Raúl de Tomás en torno al minuto 66. Los locales fueron más intensos y peligrosos a nivel ofensivo a partir de ahí.

La mejor ocasión de los vallecanos, paradójicamente, llegó cuando más fuertes estaban sus rivales. Álvaro García estrelló entonces un balón al balón con Agirrezabala, que luego se lució con dos grandes intervenciones a remates de RDT. Los bilbaínos, por su parte, pudieron sentenciar el choque en el tiempo de prolongación con una contra que terminó con un tiro de Nico Williams al larguero. Ocasiones sí, goles no.

Cambios en ambos equipos
Iraola, en su cuarto enfrentamiento como entrenador ante el Athletic, puso en lizo un once muy reconocible. El técnico local introdujo tan solo dos variaciones tras la derrota en Cádiz. Mumin entró en lugar del sancionado Catena en el eje de la zaga y Trejo recuperó su posición cerca de Camello desplazando a Raúl de Tomás al banquillo.

Valverde, por su parte, presentó cuatro cambios respecto al equipo que venía de perder en Copa ante Osasuna. Lekue, de esta manera, ejerció de lateral diestro, Zarraga formó en el doble pivote, Nico Williams volvió al extremo derecho y Guruzeta tuvo una nueva oportunidad como delantero centro. De Marcos, Vesga, Muniain e Iñaki Williams fueron al banquillo.

El primer tiempo fue de claro dominio y control bilbaíno. Los de Valverde se impusieron en buena parte de las disputas, recuperando con relativa facilidad y rapidez el balón y proyectándose hacia el marco vallecano continuamente. Los leones, sin embargo, volvieron a flojear a la hora de acabar las jugadas.

Guruzeta, en posiciones casi siempre forzadas, fue el que más lo intentó de cara a gol. Berenguer y Sancet también tuvieron sus opciones ante un seguro Dimitrievski. La mejor ocasión de este periodo, pese a todo, corrió del bando local. Álvaro García estrelló el balón en el poste con Agirrezabala ya batido. Lejeune, de cabeza a la salida de un córner poco antes del descanso, dispuso de otra buena opción de cara a gol.

La tónica del encuentro no varió excesivamente tras el descanso. El Rayo apretó un poco más a los leones, pero estos supieron defenderse y no dejaron de intentarlo en ataque. Nico Williams y Berenguer tuvieron sus opciones para abrir el marcador.

Nico Williams al larguero y roja a Sancet
Iraola buscó soluciones en el banquillo. Raúl de Tomás por Camello fue su primer cambio. El Athletic empezó a ceder terreno ante un Rayo que tuvo su primera opción por medio de Mumin. Valverde recurrió entonces a Raúl García e Iñaki Williams. Más tarde hizo lo propio con De Marcos tras lesionarse Lekue.

La presión local, con Pathé Ciss y Unai López en la media, se fue intensificando. RDT puso así a prueba a Agirrezabala, pero el joven portero rojiblanco respondió con dos buenas intervenciones. El Athletic, con Vencedor y Vesga en el doble pivote, supo hacerse fuertes atrás frente a un Rayo que tuvo en Salvi a su último revulsivo.

Los leones tuvieron su mejor ocasión en el tiempo de prolongación en una contra que Nico Williams concluyó con un remate al larguero. Minutos más tarde, el árbitro, de manera rigurosas, expulsó a Sancet por una dura entrada.

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