El Atlético logró un punto sin cordura en Almería

El equipo de Simeone tuvo las mejores ocasiones en un partido loco en el que no mostró su mejor versión


El Atlético de Madrid logró un punto en su visita al Almería que sabe a muy poco. Un partido que se convirtió en una auténtica montaña rusa. Hubo momentos que dejó buenas sensaciones y hubo otros en los que volvió a mostrar su peor versión. Lo peor es que volvió a fallar demasiado cara a puerta, Morata y Correa tuvieron las ocasiones más claras para desnivelar la balanza de un equipo que sigue sin encontrar su rumbo. A pesar de todo ha recuperado los puestos de Champions. Cosas del calendario... De locos.

En el inicio del partido se pudo ver a un Atlético de Madrid bien plantado en el campo. Aunque al juego le faltó continuidad después de que las asistencias tuviesen que entrar en el campo primero para atender al meta Fernando y después a Baptistao. Un leve dominio que fructificó con el 0-1. Gran pase entre líneas de Kondogbia cayéndose, Griezmann que la dejó pasar, una asistencia sin tocarla, y el balón le llegó a Correa que en el mano a mano batió a Fernando. 0-1 en el marcador.

A partir de ahí, el Almería creció en su juego y el Atlético sólo era capaz de ser protagonista si Griezmann entraba en juego. Le costaba mucho sacar el balón jugado, incluso Witsel tuvo serios problemas en ese sentido. A pesar de eso pudo llegar el 0-2 hasta en tres ocasiones primero en un remate de Correa a pase de Lemar, después en un disparo de Hermoso tras un saque de esquina de Antoine e incluso llegó haber un gol anulado a Kondogbia por fuera de juegos tras un balón que iba al lado del palo de Llorente… Se pudo ver a Simeone diciendo: “No la toques”.

Tras ese minuto parecía que el Atlético se volvía a meter en el partido, pero volvió la pesadilla. Centro de Robertone y El Bilal Touré le gana la espalda primero a Molina y después a Witsel y con una cabezazo en plancha hace el 1-1. Era el minuto 37 y el Atlético tras este golpe estuvo grogui sin encontrar sentido en su juego hasta el descanso.

El inicio de la segunda mitad estuvo marcado por un cambio en el Atlético de Madrid. Se marchó Koke y entró en su lugar Barrios. A pesar de que el conjunto de Simeone salió muy atrás y buscando defender por acumulación atrás. El canterano logró darle continuidad a algunas contras y esto acabó provocando que el equipo diese un paso adelante. A partir de ahí comenzó un intercambio de golpes.

Akieme y Embarba lo intentaron desde lejos y Griezmann respondió con dos disparos en un par de contras. El Almería aprovechó que el Atlético defendía muy atrás, mientras que los colchoneros lanzaban tímidas contras, aunque esto cambió cuando llegaron los cambios en ambos equipos. La mejor ocasión local quedó invalidada, pero desde luego que llevó el miedo en el cuerpo a los colchoneros.

En un minuto hubo cuatro cambios, Rubí incluyó a Luis Suárez y Ramazani en lugar de Baptistao y Touré. Mientras que Simeone metió a Morata y Reguilón por Reinildo y Lemar. Esto provocó que las contras del Atlético fuese mucho más peligrosas.

Fernando el héroe almeriense
Rozó el gol, primero en una contra de manual llevada por el Atlético que acabó en un cabezazo de Morata que se marchó fuera por poco. Era la mejor ocasión hasta ese momento, pero dos minutos después llegó una aún más clara. Otras gran contra acaba con un buen pase raso de Llorente a Morata y su remate al primer toque lo detiene Fernando con un auténtico paradón. Pero faltaba la tercera, otros dos minutos después cuando Griezmann en el área se la dejó a Correa y de nuevo Fernando detuvo al Atlético. Desde la grada se escuchó “Fernando, Fernando, Fernando”. No era para menos.

Tras estos locos minutos ambos entrenadores movieron ficha y movieron el banquillo para que se calmase y lo lograron. El Cholo quitó a Correa para dar entrada a Felipe... El partido recuperó la cordura y las ocasiones empezaron a tener menos claridad. Quizás en estos últimos minutos la más clara fue un cabezazo de Morata que fue anulado por fuera de juego.

Unos últimos minutos que también dejaron la expulsión de Reguilón. El lateral vio la primera por una acción con Mendes en el 85 y tres minutos después vio la segunda en un salto con Rodrigo Ely. Tercer partido seguido de Liga que los colchoneros acaban con uno menos. En el anterior partido fue Savic y en el anterior fue Hermoso los que vieron la roja. Ver para creer.

Al final, 1-1 que no deja satisfecho al Atlético de Madrid a pesar de recuperar la cuarta plaza de Champions.



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Punto insuficiente para Cádiz y Elche con final polémico

El equipo amarillo no logra salir del descenso


Punto insuficiente para Cádiz y Elche en el Nuevo Mirandilla (1-1). El equipo amarillo no logró salir este lunes del descenso pese al golazo de Brian Ocampo. Su único consuelo fue abandonar el penúltimo puesto de LaLiga Santander, que ahora pasa a ostentar el irreconocible Sevilla.  Los ilicitanos, que empataron cerca del final con un testarazo de Ezequiel Ponce en una polémica acción con un fuera de juego previo que no decretó el VAR, siguen sin ganar tras 17 jornadas. La salvación del cada vez más hundido colista parece ya una quimera.

El Cádiz no presentó novedades en su alineación y su técnico, Sergio González, confió en el mismo once titular que venció en la jornada anterior al Valencia en Mestalla (0-1), mientras  que el conjunto ilicitano salió con dos cambios respecto al equipo que perdió con el Celta (0-1):  Roco entró de inicio por el sancionado Bigas y se produjo también el debut del joven José Ángel Carmona, cedido recientemente por el Sevilla, en el carril derecho ocupando el puesto de Tete Morente, que se quedó en esta ocasión en el banquillo.

Muy pronto se le pusieron las cosas de cara al Cádiz ya que abrió el marcador con un golazo, cuando apenas se habían disputado siete minutos de partido. Tras un saque de esquina que se quedó corto y un rechace de la zaga del Elche, el uruguayo Brian Ocampo enganchó un impresionante trallazo cruzado con la derecha desde la frontal que entró como un obús en la portería de un Badia que llegó a rozar el balón antes de que 'besara' las mallas de su portería.

Los de Pablo Machín acusaron el tempranero mazazo. El Cádiz que salió más enchufado y tuvo el control del encuentro ante un equipo ilicitano desaparecido durante la primera media hora. Todo lo contrario de un cuadro local que estuvo bien cerca del 2-0 con un latigazo de Iza Carcelén que se estrelló en el poste (29') y que coincidió con la lesión del central Fali, que tuvo que ser sustituido por Momo.

¡Triple ocasión ilicitana con dos remates al palo!
El Elche, sin embargo, pudo empatar con una triple ocasión en el 32'. Ledesma evitó la igualada con una gran estirada en un potente y lejano remate de Gumbau, la jugada siguió con un chut de Pere Milla al poste en una peleada acción dentro del área y el rechace lo cazó Lucas Boyé para estrellar también la pelota contra la madera.

Al borde del descanso, Badia impidió con un paradón que anotase Álex Fernández. Con esta nueva oportunidad local y una merecida renta para los cadistas finalizó una entretenida primera mitad en el Estadio Nuevo Mirandilla.

En la reanudación, Pablo Machín buscó revulsivos en el banquillo con la doble entrada de Lautaro Blanco y Fidel por Pere Milla y Clerc, aunque mantuvo su sistema inicial (3-4-3). El propio Fidel, que mejoró notablemente las prestaciones de los ilicitanos, tuvo en sus botas el 1-1, pero lo impidió Ledesma con una espléndida intervención.

El Elche empezó a ofrecer una mejor cara, con un talante más agresivo, en busca de un empate con el que volvió a coquetear en un  buen lanzamiento de falta de Lucas Boyé que dio en el lateral de la red (61') y en un zurdazo de Gumbau que se fue ligeramente por encima del larguero (63').

Nuevo lío con el VAR
El equipo de Pablo Machín niveló la contienda con un tanto de cabeza a quemarropa del argentino Ezequiel Ponce tras una genial asistencia de Lautaro Blanco. El gol fue validado por el VAR al entender que no había un fuera de juego previo, pero las imágenes de televisión demostraron que sí lo era. En el descuento, Negredo pudo dar los tres puntos al Cádiz pero su remate se marchó muy cerca del poste. Al final, tablas que no dejaron satisfecho a nadie.



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Un gol de Dani Rodríguez tumba al Celta

El Mallorca se lleva los tres puntos en un partido igualado y con mucha tensión en los compases finales


Era un partido entre dos equipos necesitados de puntos y, ya de entrada, esa urgencia se tradujo en un duelo táctico, en un partido de entrenadores (los dos equipos salieron con defensas de cinco hombres para intentar no recibir goles).

El Mallorca llegaba tras dos derrotas seguidas y el Celta con cuatro partidos consecutivos sin perder. Los locales precisaban los goles de Muriqi y los visitantes los de Aspas, ambos con 8 tantos. No marcó ninguno de los dos, pero un solitario tanto de Dani Rodríguez en el minuto 60 supuso los tres puntos para el cuadro balear.

El choque arrancó con un claro dominio de las defensas sobre las delanteras. Marcaje férreo de Aidoo Jr. sobre Muriqi, vigilancia mixta del Mallorca sobre Aspas, y Raillo sobre Larsen.

El primer lanzamiento a portería llegó en el minuto 25; el chut raso de Gabri Veiga lo detuvo con seguridad Rajkovic. El resto, forcejeo en la zona ancha, con ligero dominio vigués, incluyendo un lanzamiento de Aspas que salió fuera. El primer tiempo concluyó sin goles.

Tras el descanso, el partido cobró viveza y sobre todo, tensión. Apenas arrancar, Larsen rozó el 0-1 pero el nórdico envió fuera un remate cruzado que pasó muy cerca del marco balear. Poco después, Gabri Veiga obligó a Rajkovic a intervenir con acierto, y, a la contra, el Mallorca replicó con una buena ocasión de Muriqi que se plantó ante Marchesín, pero su remate salió muy alto.

Minutos de ida y vuelta, mientras Aguirre ya había metido en el campo a Kadewere y a Grenier, retirando a Baba y a Amath Ndiaye.

En el minuto 60, llegó el 1-0. Entrada por la banda derecha de Pablo Maffeo, y su centro al interior del área, fue rematado por Dani Rodríguez, con un lanzamiento raso e inalcanzable para el meta visitante. Un gol de tres puntos.

En el minuto 69, el Celta pidió penalti por falta sobre Carles Pérez, pero ni el colegiado ni el VAR consideraron acción punible de su marcador, el omnipresente Raíllo. No fue penalti, no.

El tramo final fue de alto voltaje. Cambios, entradas duras, tarjetas, el Mallorca defendiendo su ventaja, y el Celta, desesperado en busca de un empate que no llegó.



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La Real encadena su novena victoria seguida y acecha al Real Madrid

El Rayo no renunció nunca al ataque pero no encontró recursos para frenar a una Real en estado de gracia


La Real Sociedad sigue como un cohete en esta Liga. El conjunto txuriurdin, pese a contar con las destacadas bajas de Zubimendi y Merino, se impuso por 0-2 al Rayo en Vallecas para encadenar su novena victoria seguida, con lo que a establece un nuevo récord superando las ocho de la temporada 1966-67 y de este mismo curso, entre septiembre y octubre. Los goles de Ander Barrenetxea y del noruego Alexander Sorloth en la primera mitad decidieron un choque de claro color vasco en esta jornada 18 de LaLiga Santander.

El equipo vasco se adelantó a los 14 minutos cuando David Silva recuperó un balón tras un saque de banda del Rayo, inició la carrera hacia el área y asistió a la espalda de Fran García para que Sorloth rematara por bajo ante la salida de Stole Dimitrievski.

Antes del descanso, la Real ampliaba su ventaja. Lo hizo tras un saque de esquina por la izquierda que Aritz Elustondo prolongó en el primer palo y en el segundo, totalmente solo, Barrenetxea empujó a gol.

Hubo ligeros cambios en las lineaciones titulares de ambos equipos. El mediapunta argentino Oscar Trejo, suplente la pasada jornada frente al Valladolid, regresaba al once del Rayo Vallecano, mientras que el japonés Take Kubo, habitualmente titular en el ataque de la Real Sociedad, empezó en el banquillo y su sitio lo ocupó Ander Barrenetxea.

En la Real Sociedad, las principales novedades fueron la presencia en el centro del campo del joven Pablo Marín y Asier Illarramendi, que sustituían a Zubimendi, baja por sanción, y Mikel Merino, por lesión, y en la punta de ataque la entrada de Ander Barrenetxea hizo que el japonés Take Kubo se sentara en el banquillo.

Tras unos minutos de tanteo, el partido comenzó muy igualado y competido, con una Real que se hizo rápido con el balón y un Rayo que no renunciaba al ataque. Tras el primer gol, el público de Vallecas no cesaba de animar a su equipo en busca del empate. Los locales respondían con un incisivo ataque en la banda derecha, con Isi como protagonista.

Tras el descanso, el Rayo buscó reaccionar rápido y en el 48', un centro de Isi al primer palo lo recogió Lejeune que cabeceó fuerte al palo largo pero apareció Remiro, que primero con una mano y luego con la otra, evitaba el gol. Destacar el partidazo de Diego Rico, que no se separó de Isi.

El Rayo la volvió a tener en el 64' cuando en una triple ocasión embarullada en el área no lograba definir y finalmente Remiro sacó el balón tras el tiro final desviado de Camello. El canterano de la Real Martín tuvo una doble ocasión de oro pero se topó en ambas con Dimitrievski. Y Falcao por el Rayo lo probó en el 78' pero le salió muy blando el chut tras un centro lateral de Álvaro. El Rayo no renunció nunca al ataque pero no encontró recursos para frenar a una Real imparable.



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El Atlético destroza al Valladolid en media hora primorosa

Memphis Depay debuto con  el Atlético en el 74'.


El Atlético de Madrid firmó una de las mejores primeras medias partes de partido, en la que tumbó al cuadro pucelano con tres directos al mentón de un Valladolid que quiso salir bien posicionado y hacer las cosas bien, pero que se encontró con un visionario del fútbol como Griezmann, que encontró la grieta por la que barrenar el planteamiento de los de Pacheta. Eso y la efectividad de un equipo que se gustó, sin presiones, que disfrutó jugando al fútbol y eso se vio en el césped. Explicaba Simeone que, desde la vuelta del Mundial, el equipo al menos tenía la intención de revertir las situaciones que le habían lastrado en la primera parte del curso. Se vio en momentos ante el Almería, en los 70 minutos ante el Barça, citas en las que no había habido el premio deseado, pero que marcaban esas intenciones que sí que tuvieron fruto en las citas coperas o la del el Elche en Liga.

El Atlético venía de ganar en Valencia al Levante, pero también de dos partidos como los de Almería y Barça, con 32 remates para hacer un solo gol. Toda esa contundencia que se echó de menos en dichas citas, fluyó a borbotones ante el Valladolid, confirmando la sensación de Simeone de que su equipo está en una línea ascendente desde el regreso del Mundial. El preparador argentino siempre defiende que ‘ganar llama a ganar’. En este caso, en la previa de un duelo clave ante el Real Madrid en Copa del Rey, que puede marcar la temporada para el equipo rojiblanco –de aprobado a notable si se lleva el título copero-, la incontestable victoria ante el Valladolid coloca al Atlético en el escenario adecuado para acometer semejante duelo.

Diego Pablo Simeone se dejó a su nuevo y flamante fichaje, Memphis Depay, en el banquillo de inicio. El Cholo apostó por un once muy ofensivo, con Griezmann, Morata y Correa en la alineación que saltaba inicialmente al césped del Metropolitano. Y todo ello en una suerte de 4-3-3 con el mencionado tridente en vanguardia. Lleva un tiempo, el argentino dándole una vuelta al dibujo con esta variable, tanto en los entrenamientos como en algunos tramos de partidos. Claro, eso conllevaba colocar a Koke como pivote, escudado por Llorente y Lemar.

El Valladolid tuvo la primera en una contra de Sergio León en la que retrató a Witsel en una carrera larguísima, para disparar desde la esquina del área, al palo más alejado, un disparo que se marchó alto. Respondía el Atlético con una buena internada por la derecha, que terminaba con un centro de Correa a Morata que el madrileño no podía orientar bien en la esquina del área pequeña.

El partido estaba gélido, como la noche, como la grada, con la ‘huelga de animación’ por parte del fondo del Metropolitano, hasta que Griezmann calentaba el asunto con otra de esas asistencias imposibles. Koke le veía en la frontal del área, el francés se inventaba una espuela para que Morata se desmarcase, le pegase un recorte a Yamiq que literalmente hacía al marroquí deslizarse varios metros sin control y disparar el balón a la red por bajo. Del creador de la asistencia sin tocarla, en Almería, llegaba la segunda parte, la asistencia de espuela y completamente de espaldas. Está claro que el francés no necesita tener los ojos abiertos para ver el fútbol como nadie. El fútbol está en su cabeza, es como esos protagonistas de las películas de artes marciales que ejecuta los movimientos con los ojos vendados, teniendo el mapa mental de todo lo que está pasando a su alrededor. Espectacular.

El gol rompía definitivamente el partido y desataba el vendaval colchonero, que tumbaba por completo al Valladolid con dos goles más en apenas cuatro minutos. Primero con una internada de Nahuel Molina por la derecha, con centro al primer palo, donde aparecía Griezmann para demostrar que no se le ha olvidado esto de marcar. Gol y asistencia para el galo en una actuación de muchos quilates. Y que no pase desapercibido que Nahuel ha firmado sus dos asistencias del curso, en dos partidos consecutivos.

Y luego, en una jugada a balón parado desde la esquina del área, que cabeceaba Hermoso, Masip detenía abajo, y el mismo central colchonero . El VAR tardaba lo suyo en certificar la validez del tanto porque la posición del madrileño era tan justa que precisó de ser dilucidado gracias a la tecnología. Ocho remates en los primeros 45 minutos, para anotar tres goles.

DEBUT DE MEMPHIS
La segunda mitad dejó un Atlético algo más recatado y un Valladolid que tuvo que dar un paso adelante en busca de un gol que le metiese en el partido. Acumuló algunas buenas ocasiones, como un disparo de Kike que se iba pegado a la escuadra.

La peor noticia para el equipo rojiblanco, que Llorente se retiraba, aparentemente lesionado, a mitad de la segunda parte. A pesar del paso delante de los de Pacheta, el equipo colchonero pudo ampliar la ventaja, con un disparo desde la frontal de Morata, por ejemplo; o un disparo al palo de Correa.

El tramo final del partido dejó el debut de Memphis Depay con el Atlético de Madrid. Saltaba en el minuto 74 del partido por Álvaro Morata. Como ‘9’ referencia, con apenas dos entrenamientos con su nuevo equipo, gozó de sus primero minutos. Dejó un par de detalles de la mucha calidad que tiene, un balón filtrado a Carrasco para plantarse solo y una picadita para quitarse a un central a la que le faltó un pelo para transformar en gol.



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