Joaquín mantiene viva la fiesta en el Villamarín

El eterno capitán bético desatasca el partido ante el Almería (3-1) con una sensacional asistencia a Borja Iglesias nada más salir al campo y permite a los de Pellegrini volver a la zona Champions


El Real Betis se dispara de nuevo hacia la zona Champions gracias a su quinto triunfo seguido en un Benito Villlamarín que gana puntos y alienta a los suyos sin desmayo. El Almería opuso seria resistencia y vendió cara su derrota, labrada nada más entró en el campo Joaquín, cuya enorme calidad sigue marcando diferencias a los 41 años.

Los de Pellegrini tardaron en entrar en juego e incluso vieron peligrar su meta en una gran ocasión de Ramazani, a quien Rui Silva impidió que inaugurara el marcador a los 20' con una gran intervención en un mano a mano.

Apenas tres minutos después la calidad de Canales, Álex Moreno y William Carvalho permitió a los locales enhebrar una excelente jugada, con pase de la muerte del lateral y remate a puerta vacía del portugués que sirvió a los de Pellegrini para ponerse con ventaja.

Tras el 1-0 se vino arriba el equipo verdiblanco y Alex Moreno fue una pesadilla para los almerienses -bien lanzado por Carvalho, Rodri o Canales-, pues no paró de percutir por su banda izquierda y mandar numerosos balones al área con mucho peligro, aunque ni Guido, el propio Carvalho o Borja Iglesias estuvieron acertados en el remate final para haber anotado el 2-0, que el propio Alex pudo materializar con una hábil y veloz jugada por el centro.

Nada más arrancar la segunda parte empataron los almerienses por medio de El Bilal y la noche se complicaba. Pellegrini tiró pronto de Joaquín e hizo debutar a Juan Cruz, otro que derrocha talento. Y el veterano capitán bético lo primero que hizo fue dar una asistencia de lujo que Borja Iglesias, que había marrado antes un par de ellas, la clavara a la red ante el delirio general.

Poco después, el propio Borja era quien asistía a William Carvalho para que marcara de nuevo a placer el 3-1 y diera permiso para que la fiesta siguiera por todo lo alto en el Benito Villamarín.



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Danjuma recupera la sonrisa ante Osasuna

El holandés, que hasta ahora había anotado únicamente un tanto, hizo un doblete ante el conjunto navarro


Arnaut Danjuma volvió a mostrar una sonrisa tras un inicio de temporada complicado después de ser capital para que el Villarreal se llevara una sólida victoria ante Osasuna (2-0).

Jugando como local en el Estadio de Valencia, el Submarino Amarillo vio como la afición respondió al llamado de Unai Emery y respondió a su apoyo con uno de los mejores encuentros en los que va de curso. Apostó el técnico español ante las bajas en ataque en dar continuidad a Danjuma y la jugada le salió cara.

Si bien la primera llegada peligrosa fue de Osasuna en un disparo terrible del Chimmy Ávila que repelió Rulli bajo palos, ese sería el único acercamiento realmente peligrosos de los navarros en todo el partido. El Villarreal logró maniatar el planteamiento de Jagoba Arrasate con posesiones precisas y una gran presión tras pérdida, ahogando así la posibilidad de contragolpear de los navarros.

Liderados por un destacado Álex Baena, que entre otras cosas reclamó un posible penalti que Pablo González no vio y el VAR tampoco corrigió, el Villarreal empezó a coger confianza y lo impulsó todavía más el golazo de Danjuma. Jackson, hasta ese momento más apagado, ganó la línea de fondo, pasó atrás y el Holandés removió la pelota con su espuela para meter la pelota en el fondo de la red (42').

Las cosas se pusieron todavía más de cara para el Villarreal tras el descanso. Era ya protagonista total del encuentro el equipo de Unai Emery, que solo necesitó del penalti de Herrera sobre Baena tras una mala salida de puños para lograr matar a Osasuna. Danjuma, venido arriba con el primer tanto, no falló tampoco desde los once metros y engañó al meta 'rojillo' (49').

Arrasate trató de remover a su equipo y agitar el partido con una serie de cambios en la parcela ofensiva, pero nada de eso funcionó realmente. Es más, quien estuvo más cerca de marcar fue el Villarreal, que tampoco perdió la cabeza por encontrar el tercero por respeto a descuidar su defensa, donde Albiol y Pau se mostraron soberbios cuando el centro del campo falló en la presión, que fue en pocas ocasiones.



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El Sevilla tampoco arranca con Sampaoli

Los nervionenses, que siguen sin ganar en casa, realizan una buena segunda mitad ante un buen Valencia que tuvo un final loco en el que Bono evito la derrota deteniendo un penalti a Gayá


El Sevilla sigue sin arrancar y ni con la llegada de Jorge Sampaoli logra el equipo andaluz sumar su primer triunfo en el Sánchez Pizjuán. Tras la victoria sevillista en Mallorca con el golazo de Gudelj aunque con un juego muy pobre, el Valencia se llevó un punto y puo hacerse con la victoria en un final loco en el que Bono detuvo un penalti pasados los 100 minutos de juego en una jugada que tuvo de todo, con revisión del VAR, una roja anulada al Papu Gómez y finalmente una pena máxima por empujón de Kike Salas a Diakhaby.

El equipo sevillista, que empezó perdiendo con gol de Cavani, buscó con ahínco el triunfo tras encontrar el empate en una segunda mitad en la que mejoró y superó al equipo de Gattuso, que se encarama a las posiciones europeas y sigue demostrando que es un bloque serio que suma ya cuatro jornadas sin perder.

En esa búsqueda constante por dar con la techa que le cambie la cara a unos de los peores Sevilla que se recuerdan, Sampaoli tuvo que construir una defensa sin Marcao, que se cayó a última hora, y alineó a Acuña como central zurdo en una defensa de tres, con Nianzou y el joven José Ángel Carmona, pero el esquema empezaría a dar problemas muy pronto. El Valencia tenía claro que iba a atacar los costados y el primer centro de Foulquier desde la derecha encontró la cabeza de Cavani, que aprovechó una salida en falso de Bono y la descoordinación entre central y lateral. Sólo habían pasado cinco minutos y el Sevilla volvía a darle un disgusto a su gente en su estadio.

Colosal Mamardashvili
Reaccionó el equipo local con un nombre propio, un Rafa Mir que durante la semana había reclamado su sitio tras dos partidos en los que Sampaoli había optado por jugar sin delantero y alinear un falso nueve. Y el murciano fue el que más cerca estuvo de marcar antes del descanso, pero se encontró con un colosal Mamardashvili, que sacó dos manos increíbles en sólo un minuto, uno tras un zapatazo en el que el sevillista le metió el pie abajo al balón y otro en un remate de cabeza en el saque de esquina posterior.

Pero el Sevilla seguía sufriendo atrás. La presión del Valencia en la salida de balón creó muchos problemas e inseguridades, que se saldaron con la decisión a la media hora de Sampaoli de sacar del campo a José Ángel. Incluso el Valencia hizo el 0-2, pero fue invalidado por fuera de juego.

Tras el descanso, el Sevilla buscó nuevos caminos y su entrenador realizó un par de cambios, con Delaney y Lamela en el campo e incluso variando el esquema de juego con una defensa de cuatro hombres. Y fue cuando llegaron los mejores momentos del Sevilla. Animado por una hinchada que no paró de apretar, rozó varias veces el empate. Rafa Mir lo hizo, pero la jugada también fue invalidada por fuera del juego. Poco después, el larguero evitó el 1-1 en un remate de Gudelj. No fue hasta la recta final, en el 86, cuando el Sevilla logró la igualada, por medio de Lamela en un córner. Eran ya momentos de locura, Gayá evitaba bajo la raya el 2-1 y en una contra del Valencia llegó la jugada final que pudo cambiar la noche. Papu Gómez tuvo que jugarse la expulsión en un avance de Kluivert y Soto Grado le mostró la roja, pero en la revisión del VAR se vio un empujón claro dentro del área de Kike Salas que fue sancionado con penalti y roja directa, mientras la del Papu se quedaba en amarilla. Pero, para dar más emoción al final, Bono detuvo el lanzamiento de Gayá.



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Falcao castiga el conformismo del Atlético

Los cambios de Simeone no salieron bien y el Atlético pincha antes de visitar el Villamarín.


El Atlético de Madrid pinchó ante el Rayo Vallecano en el Metropolitano, Un gol de penalti de Falcao en el descuento castigó el conformismo de los rojiblancos, que se habían adelantado en la primera mitad por medio de Morata, y que tuvieron una marcha menos (o dos) respecto a San Mamés. El cansancio, el no arriesgar o las dos cosas, pasaron factura a los colchoneros.

Grbic y Witsel fueron los dos cambios que realizó Simeone respecto al once de San Mamés. Y obligado, por las lesiones de Oblak y Koke. Lo que funciona, no se toca, pensaría el Cholo, a pesar del cargado calendario y de que el domingo tocaba visitar el Villamarín. Pero dar continuidad a lo exhibido en Bilbao era primordial. Sobre todo el resultado (buscaban el cuarto triunfo consecutivo en Liga) pero también las sensaciones.

Desde el principio quedó claro que esto último no iba a ser igual. Partido entre semana, menos gente de lo habitual, un rival menos exigente que el Athletic... No es que la actitud fuera mala, todo lo contrario, pero el ritmo sí era diferente. Iba con el freno de mano echado el Atlético ante un Rayo que presentó varias novedades en la formación titular, entre ellas Falcao. Al tran tran, como suelte decirse. Presión alta sin llegar a ser asfixiante, solidez con Kondogbia y Witsel en el doble pivote y Griezmann ( el mejor) para crear. Y para robar. Porque así nació el 1-0. Creyó el francés, que arrebató el balón a Fran García y la puso al área, donde Morata, de primeras y con la derecha, la puso lejos del alcance de Dimitrievski. Gran definición de madrileño.

El Rayo había amenazado con algún disparo lejano, pero Grbic vivía plácidamente. El Atlético lo intentaba a balón parado, con De Paul y, sobre todo Lemar, muy imprecisos. El argentino se fue entonando, pero el francés no. Es más, se lesionó. Otra vez. Carrasco entró en su lugar. Y descanso.

Iraola metió a Comesaña por Pozo para tratar de ganar el medio y crecer desde ahí. Ciss casi empata en un cabezazo que se marchó fuera por poco. Salió algo dormido el Atlético, que sólo ganaba 1-0. Estaba más activo Simeone en la banda que el equipo en el césped. Y quiso dinamizar el Cholo al grupo, dando entrada a Correa y Cunha por Morata y Witsel. Cambios ofensivos en busca de la sentencia. Casi lo logra el brasileño nada más salir tras pase de Molina, cada vez más asentado. En el Rayo ya estaba Camello sobre el césped.

Crecía el Rayo, menguaba el Atlético
Pasaban los minutos y no ocurría nada, y eso beneficiaba al Atlético, aunqu también flojeaba por el medio. Y crecía el Rayo. Camello rozó el empate con una buena acción. Luego Álvaro, pero se interpuso Savic. Después Falcao. Murmullos en el Metropolitano, que también entendió que era momento de apoyar, con Simeone dirigiendo la orquesta, menos ruidosa en esta ocasión.

Era obvio que tenía que entrar Saúl por De Paul, fundido, para cortar la hemorragia colchonera. O al menos para intentarlo. Joao se quedaba sin jugar. A Griezmann le anulaban el segundo por fuera de juego. Lo rozó Cunha poco después, pero blocó Dimitrievski. Tocaba sufrir.

Y de qué manera. Penalti para el Rayo en el 90’ por mano de Giménez. Asumió la responsabilidad Falcao. Y no falló. El Tigre castigó el conformismo del Atlético y los cambios de Simeone. Pinchazo, otra vez en casa, antes de visitar el Villamarín.



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Cádiz y Betis firman un empate que no satisface a ninguno

Tanto Sergio González como Manuel Pellegrini introdujeron numerosos cambios en los equipos titulares y se presenció un choque muy competido pero con numerosas imprecisiones por ambos bandos


Cádiz y Betis firmaron un justo empate sin goles en el Nuevo Mirandilla que no sirve a ninguno de los dos para sus intereses de salir del descenso y mantener la plaza Champions, respectivamente.

Canales, expulsado
Los verdiblancos, además, en el largo descuento decretado por Mateu Lahoz, perdieron a Canales por una doble amarilla absurda, por protestar, por lo que el cántabro no estará el próximo domingo ante el Atlético de Madrid.

Ambos técnicos introdujeron numerosos cambios en sus equipos iniciales, pues si Sergio González hacía ocho respecto al equipo que en la última jornada empató 1-1 con el Girona, Manuel Pellegrini metía siete respecto del que el pasado domingo se impuso 3-1 al Almería en el Benito Villamarín.

Las jornadas intersemanales, ya sean de competición europea o de liga, tienen estas cosas. El caso es que la primera parte en el Nuevo Mirandilla resultó muy igualada, pues si de primeras Willian José (6' y 23') dispuso de dos muy buenas ocasiones, luego fue el Cádiz el que no aprovechó las suyas, por medio de Ocampo -el más incisivo de su equipo por la banda izquierda- y Alex Fernández, al que Claudio Bravo, que debutaba esta campaña en Liga de titular, al igual que Miranda, Joaquín y Willian José, tuvo que responder con una buena parada un poco antes de la media hora de partido.

La segunda parte siguió por los mismos derroteros que la primera, con reparto de ocasiones en ambas porterías y sin ningún dominador claro. Los de Pellegrini apenas crearon peligro por las bandas, donde tanto Ruibal como Miranda estuvieron nulos, y se echó mucho en falta la verticalidad de Alex Moreno, al que Pellegrini mantuvo todo el rato en el banquillo.

En las filas locales hubo más voluntad que acierto y las intentonas de Ocampo, Alex Fernández o el Choco Lozano acabaron siendo infructuosas, pues les faltó calidad para batir a un Betis ordenado en defensa pero con escasa mordiente en ataque que hizo lo justo para llevarse un punto del Nuevo Mirandilla.



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El récord más triste de la Real Sociedad

Los de Imanol derrotan por la mínima al Mallorca y suman su octava victoria consecutiva en todas las competiciones
Récord histórico de la entidad, empañado por el triste fallecimiento de un aficionado atendido antes del inicio del partido


La Real Sociedad sigue imparable. Los de Imanol Alguacil sufrieron más de la cuenta para superar, por la mínima, a un Mallorca que rotó de forma masiva y se apuntaron así su octava victoria consecutiva en todas las competiciones –cinco en LaLiga y tres en Europa League-. Un récord histórico para la entidad donostiarra, empañado por el triste fallecimiento de un seguidor txuri urdin de 75 años de edad que antes del pitido inicial tuvo que ser atendido al sentirse indispuesto. Rápidamente fue evacuado rumbo al Hospital Donostia, pero terminó perdiendo la vida a causa de un infarto.

La intervención de los servicios médicos retrasó 13' el inicio de un partido cuyo tanteador quedó rápidamente definido. Apenas habían transcurrido cuatro minutos cuando Mikel Merino entró como una exhalación para cabecear un saque de esquina botado por Brais Méndez y hacer subir un 1-0 que ya no se iba a mover.

No fue porque no lo intentara el Mallorca, que tuvo ocasiones suficientes para llevarse, como mínimo, un punto de Anoeta. La primera la tuvo Ángel, que se topó con la cruceta después de un pase de fantasía de Dani Rodríguez, mientras que Rajkovic mantuvo a su equipo en el partido con dos buenas intervenciones ante Kubo y Brais, esta última tras solventar un error suyo en el blocaje tras tiro de Sorloth.

Gol anulado a Amath
El paso por vestuarios no trajo consigo cambios, pero sí la posibilidad de que la Real sentenciara en el 57’. Pero el derechazo de Guevara fue repelido por la madera y en la jugada inmediatamente posterior Amath hizo el 1-1 a la contra. Un tanto muy protestado por los jugadores locales y que terminó anulando el colegiado, a instancias del VAR, por una falta previa del senegalés sobre Aritz Elustondo.

Aguirre vio la posibilidad de sacar algo positivo y agitó el árbol, pero ni Ángel ni Amath ni Ruiz de Galarreta, cuyo trallazo en el tramo final se sacó de encima como pudo Remiro, pudieron impedir un triunfo que la Real Sociedad quiso dedicar a su socio fallecido. Descanse en paz.



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Abde marea a un Espanyol que naufraga en El Sadar

Osasuna se impuso con un solitario gol de Budimir, servido por Abde, y rompe su mala racha gracias a un Espanyol que sufrió mucho atrás y que sólo puso la sexta en la recta final


El Espanyol no levanta cabeza y vuelve a estar tonteando con el descenso, a un solo punto del infierno. Fue incapaz de encadenar este jueves una segunda victoria, lo que hubiera supuesto puntos de oro para haberse alejado de la zona de descenso, y dobló la rodilla ante Osasuna. Un solitario gol de Budimir en el inicio de la segunda parte decantó un duelo muy intenso y trabado, donde tuvo un gran protagonismo el joven Abde, una pesadilla para la zaga perica pues hizo lo que quiso por la banda zurda. Y, además, puso el balón a Budimir para marcar a balón parado, el gran lastre de un Espanyol que no es capaz de tapar la herida sangrante de seguir encajando goles en este tipo de lances. Con el ajustado triunfo Osasuna coge aire y aborta una mala racha de cuatro partidos sin ganar. Y mira hacia arriba tranquilo.

El Espanyol jugó a no perder, a arañar un punto y acabó sucumbiendo ante un Osasuna más aguerrido y que buscó más la meta de Lecomte. En la primera parte, el juego trabado y subterráneo de los rojillos coartó el fútbol y aún así, ambos pudieron marcar. Ya en la segunda parte, Budimir atizó y el Espanyol fue entonces a por el partido y pudo arañar el empate pero el meta Aitor fue providencial. Aunque también Osasuna pudo hacer el segundo destacando el trabajo de ambos porteros.

Diego Martínez movió el once respecto al que ganó al Valladolid el domingo, dando entrada a Sergi Gómez, Keidi Bare y Braithwaite. Calero actuó de lateral diestro y tuvo que ‘bailar’ con la más fea, el joven Abde.

El duelo empezó parejo y muy intenso, el común denominador de la primera parte. Ya en el 5’ Joselu cabeceó y Toró sacó el balón sobre la línea de gol, vendido el meta. Fue un espejismo la tempranera ocasión perica, pues Osasuna pasó a dominar, sin tener chance en los últimos metros. El juego se endureció, trabado y con un repertorio de faltas por parte de los rojillos que abortaba el poco fútbol que se daba. En el 21’ los pericos pidieron una amarilla para David García por un claro codazo que noqueó a Joselu, pero el colegiado, muy permisivo, ni lo contempló.

Poco a poco Osasuna se hizo con la manija, dejándole la iniciativa el cuadro catalán. Abde se convirtió en una pesadilla por la banda izquierda, vertical y venenoso cada vez que tocaba el balón.

Así en el 25’ el extremo cedido por el Barça tuvo la primera clara para Osasuna. Se fue hasta la cocina, sin que la zaga perica lo pudiera parar, y su disparo fue despejado por un providencial Cabrera. Tres minutos después, a Aleix Vidal se le anuló un gol por claro fuera de juego, el primer disparo de los catalanes en media hora.

El duelo era eléctrico, intenso, jugado a cara de perro y con muchas faltas e interrupciones. Osasuna pisaba más área rival y buscaba el gol, sobre todo, cada vez que el protagonista era Abde o Moi Gómez. Pero curiosamente fue el Espanyol el que pudo irse en ventaja al descanso.

En el 43’ un envenenado centro de Darder lo aprovechó Cabrera para peinar un balón que despejó el meta Aitor con una mano providencial. Se salvaban los rojillos.

Perdonaba el Espanyol y lo pagó caro muy pronto. El duelo arrancó de nuevo eléctrico pero Osasuna golpeó primero. En el 55’ Budimir cabeceó al fondo de la red un centro de córner que sirvió en corto Abde, impresionante ayer. Osasuna se avanzaba y Diego Martínez viendo que pintaba mal, dio salida a Puado y Edu Expósito.

No mejoró el Espanyol, al contrario. Osasuna, crecido por la ventaja, puso sitio a la meta de Lecomte y empezaron a llegar las ocasiones y a merodear el segundo local. En el 69’ Abde la tuvo pero se empleó bien el meta perico como ante Chimy Ávila (70’), abortando un buen cabezazo.

El duelo se trufó de alternancias cuando el Espanyol se empezó a estirar con algo de criterio, ya en el banquillo Abde, la gran pesadilla.

Así Joselu tuvo el empate en el 76’ tras un buen pase filtrado de Braithwaite, pero se lució el portero Aitor. Y repitió ante Puado un minuto después, tímidas puñaladas de un Espanyol al que poco le duraba el balón. Osasuna, por si acaso, buscaba el segundo y lo acarició David García pero su testarazo lo escupió la cruceta.

Los últimos minutos fueron un toma y daca, buscando el Espanyol el preciado punto y Osasuna apuntalar el agónico triunfo. Incluso Diego Martínez metió toda la carne en el asador, toda su artillería, dando entrada a un tercer delantero, Dani Gómez. Pero ni por esas, el Espanyol no asustó más al meta rojillo y el 1-0 no se movió. El Sadar explotó pues su equipo respira tras finiquitar una racha de cuatro partidos sin vencer. Hasta que se ha topado con el Espanyol.



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