El Girona asalta San Mamés

Un golazo de Aleix Garcia y dos goles en propia puerta dejaron sin opciones al cuadro vasco en un partido muy bien planteado por los de Míchel


Victoria histórica para el Girona en San Mamés frente al Athletic Club en un feudo donde nunca había puntuado ni visto puerta. Dos goles en propia puerta por parte de los leones y un tanto de Aleix Garcia cambiaron los planes de un partido que tuvo sorpresas desde los primeros momentos de juego.

Ninguno de los 500 aficionados desplazados se hubiera imaginado un inicio como el que tuvieron. Un arranque frío pero soleado dio luz a una genialidad de Aleix García cuando aún no se cumplían los cinco minutos de encuentro. De primeras y con música, el de Ulldecona, mandó a estirarse a Unai Simón. Poco pudo hacer el guardameta vasco ante semejante parábola, el primero asomó en el electrónico. Era el primero en Liga del centrocampista catalán, que a pesar de haber merecido mojar en más de una ocasión, no había tenido la oportunidad.

Se le cambiaron los planes a Ernesto Valverde, quien no esperó un mazazo tan tempranero que vistió la ‘senyera’ para distinguir unos con otros. La iniciativa la llevaron los leones, aunque los gerundenses ya llegaron con el plan trazado. Míchel planteó un partido desde el toque del esférico, pero también con salidas a la contra que comprometieron al rival. Eso, sumado a la capacidad defensiva, fueron las claves de un partido en el que volvieron a golpear por un gol en propia meta de De Marcos. El lateral intentó evitar el remate de saque de esquina, pero el balón terminó visitando su propia red. No pasaron ni 20 minutos y San Mamés, sin saber cómo, se colocó dos por debajo.

Fue ahí cuando los locales decidieron dar un paso más al frente. Consciente de los infortunios, los vascos se volcaron y adelantaron líneas buscando conectar con los atacantes. La duda no tardó en sembrarse sobre el verde tras un remate de Iñaki Williams que el colegiado anuló por fuera de juego. El pie de Santi Bueno parecía habilitar la posición del delantero, pero apareció una línea que, convenza o no, mermó las ilusiones de los locales.

Yuri se reivindicó y no estuvo de acuerdo con la decisión arbitral, motivo por el que sacó un zurdazo desde fuera del área. Cruzada e imposible para Gazzaniga, rugió La Catedral por primera vez. Empezó el nerviosismo visitante, pues no quería marcharse de manos vacías tras haber logrado dos tantos de ventaja.

Nada más lejos de la realidad, volvieron los ‘deja vu’. Los espejismos. Otra vez en propia puerta y otra vez golpeando a balón parado por el propio Aleix Garcia. Vesga remató como un delantero más a ese balón colgado, aunque se equivocó de arcó. Con todo el dolor que acompaña encajar un gol antes de señalar el túnel de vestuarios, el Athletic volvió a autoherirse, dejando al descanso el 1-3 en el electrónico.

El Athletic tuvo que cambiar cosas, aunque no todas fueron por gusto. Salió Raúl García por Guruzeta, aunque también tuvo que retirarse Unai Simón por unas molestias que arrastró desde la primera parte. Los leones iniciaron con el mismo guión e incluso insistieron permanentemente en los centros laterales y en los intentos de disparo desde los costados del área. El Girona, a lo suyo, siguió demostrando solidez defensiva, cerrando sus filas sin dejar espacios.

A pesar de que el cuadro de Valverde llevó la batuta por necesidad, el combinado ‘gironí’ adoptó el papel de salir a la contra con transiciones rapidísimas. Era el momento de Tsygankov, Riquelme y Taty y no dudaron en comprometer a Julen en las pocas que tuvieron.

El infortunio para los visitantes no llegó en el marcador, pero sí en la figura de Javi Hernández. Un pinchazo en el muslo despertó la preocupación de un jugador que, recientemente, reapareció de su lesión. Fue la peor noticia.

La última media hora se jugó en la mitad del verde catalán. Los once hombres de Míchel se pusieron el mono de trabajo e incluso Taty Castellanos empezó a sacrificar sus esfuerzos en una zona no común para el argentino. El costado izquierdo de los vascos, comandados por un buen Yuri, trataron de comprometer a los catalanes una y otra vez, aunque sin fortuna. Los de Valverde encontraban el pase, pero no el espacio.

Fruto de la impotencia, el Athletic empezó a salir perjudicado tras un Girona que siguió sin ceder hasta el final de partido. Con todos los cambios sobre el césped el combinado local dio un último susto con el gol de Raúl García por un error grosero de los de Míchel. Sin tiempo para más, el cuadro de los leones se quedó de nuevo sin sumar y sin el premio de poder alcanzar la sexta plaza. El Girona, con su segundo triunfo consecutivo bajo el brazo, respirará más tranquilo en la zona media de la tabla en una fecha importante por las victorias de algunos perseguidores como Espanyol, Cádiz o Valencia.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler