Griezmann no entiende de sentimentalismos y le da la victoria al Atlético ante el Athletic

Homenaje al cuadro vasco por sus 125 años de vida, por parte del Atlético, en la previa del duelo.


El Atlético de Madrid y el Athletic Club de Bilbao protagonizaron un partido plagado de aroma a historia del fútbol español. No sólo por los homenajes iniciales del cuadro colchonero al vasco por sus 125 años, sino también por esos lazos históricos y deportivos que unen a ambas entidades, que dejaron unas imágenes que deberían ser más habituales en nuestra Liga, pero que desgraciadamente no lo son.

Partido interesante el que dejaron los dos equipos en el Metropolitano. El equipo de Simeone viene, desde el regreso del Mundial, en una línea interesante de juego y de resultados que confirmó de nuevo en este partido, mientras que el Athletic llegaba al partido tras dos victorias consecutivas y en plena pelea por Europa, inercia que se ve interrrumpida.

Se llevó el Atlético el ‘duelo familiar’ con un solitario gol de Griezmann en la segunda mitad, que rompió la igualdad en un partido bastante igualado en términos generales. Un gol que asienta a los de Simeone en puesto de Champions, el único objetivo que le queda ya en la temporada y que de paso mejora algo un rendimiento en casa que está bajo sospecha (18 puntos de los 33 que se ha jugado). No podía ser otro que el francés, que con éste le ha hecho 14 goles al Athletic en 30 partidos, su víctima favorita.

Lo más parecido a una ocasión de peligro en los diez primeros minutos llegó con un gran cambio de juego desde la izquierda, para que Nahuel Molina rompiese a la espalda de Yuri, y apareciese en velocidad. Su disparo se iba alto.

El cuadro vizcaíno lo intentaba poco después con un disparo de Oihan Sancet desde la frontal del área, que tocaba en un defensa colchonero y se marchaba a saque de esquina. El partido comenzó con alternativas en las dos áreas, muy de ida y vuelta, algo que se agradecía desde el punto de vista del espectador. Llorente y Sancet lo intentaban desde el balcón de cada una de las áreas en las dos acciones consiguientes.

La mejor de las ocasiones durante la primea mitad llegó en el 36’, una gran combinación del primer toque que terminaba con un pase entre el central y el lateral, para un Carrasco que rompía a la perfección, se perfilaba para pegarla en el área, al palo más lejano, para que Aguirrezabala la sacase cual portero de balonmano, con el pie. El belga decidió jugársela sin premio cuando quizás habría sido más sencillo levantar la cabeza para ver a un Llorente que llegaba solo al segundo palo, aunque había un jugador del cuadro vasco que podía haberla interceptado.

El equipo de Simeone terminaba el primer acto con un remate de cabeza de Griezmann en el área, que se marchaba desviado. Y por parte del Athletic con dos, por un lado con otro testarazo, éste más peligroso, casi en el área pequeña, que detenía Oblak. Cabezazo éste de un Sancet, a centro de Nico Williams, que era omnipresente en el ataque de los vizcaínos. Pero sobre todo, con la oportunidad más clara de ‘Los Leones’, en el minuto 40 de Dani García, que remató alto, solo, dentro del área, con Oblak casi batido, pero que se le fue alto. Lo cierto es que el jugador del Athletic sorprendió al segundo palo tras una larga carrera, pero su remate a bote pronto le pilló muy desequilibrado y cansado, sin poder poner el cuerpo en la posición correcta para evitar que se fuese alto.

MEMPHIS, EL FACTOR DIFERENCIAL
Simeone cambió algo el dibujo del equipo al inicio de la segunda mitad, le estaba costando encontrar profundidad por las bandas, especialmente por la zona izquierda donde Reinildo estaba siendo el mejor en defensa, pero no estaba pudiendo unirse al ataque. Y no le salió mal de inicio, porque una jugada colectiva acababa con un centro de Llorente al segundo palo que le caía a un Carrasco que la bajaba y rápidamente disparaba fuerte y raso. Aguirrezabala se sacaba un paradón pegado al palo para evitar el primero.

El Athletic no se achantaba y firmaba otra de las mejores ocasiones del partido hasta el momento. Oblak hacía lo propio que su homólogo vasco, con una mano prodigiosa para negarle a Nico Williams un chut que iba dentro.

El cambio de dibujo no era lo único que el Cholo sustituía. Morata y Barrios entraban por Correa y De Paul, a pesar de que estaban siendo de los mejores. Valverde hacía lo propio y metía modificaciones con la presencia de Zárraga y Guruzeta, porque el Atlético estaba ganando la partida posicional si bien no daba con la tecla para materializar las ocasiones.

Pero no fueron los cambios de ‘Los Leones’ los que cambiaron el rumbo del partido, sino la salida de un Memphis que nada más saltar al campo se asoció con Griezmann para que el francés se plantase en el área y cruzase al palo más lejano para batir a Aguirrezabala.

El neerlandés era el factor diferencial en este tramo final del partido, por su capacidad de asociarse. Como se vio en la acción siguiente, cuando encontró entre líneas a un Morata que calcó la jugada de Griezmann, sólo que en esta vez su remate se fue pegado al palo.

Por su parte, el Athletic pareció quedarse sin ese fuelle inicial que lució, a pesar de que Valverde quemó todas sus naves metiendo a Raúl García, Berenguer y Paredes.



Imagen y reseña recogidas de Spoiler