El Alavés aprovecha su fortín y se cita con el Levante en la final

Abde marcó a los pocos segundos y Villalibre sentenció al Eibar en los últimos minutos


El Alavés se hizo fuerte en Mendizorroza y logró un triunfo ante el Eibar (2-0) que lo colocó en la final del play off, donde se deberá ver las caras frente al Levante.

No podía haber soñado un inicio mejor de partido Luis García Plaza. A los pocos segundos el fortín ya estaba de pie cantando a pulmón el tanto de Abde. Atacó rápido el Alavés, la pelota llegó a Rioja y este centro para su compañero, que marcó con la testa (1').

Vale decir que el Eibar, lejos de quedar noqueado, se sacudió los nervios y no quiso perder tiempo naufragando por el césped. Tomó la iniciativa ante unos babazorros que se sacaban la pelota de encima y buscó con ahínco encontrar el empate. Mucho ataque vertical, mucho centro pero... poca ocasión clara. La mejor llegó de un tiro de Rahmani desde lejos en el preludio de la tregua.

Bajó pulsaciones el partido considerablemente, con el Alavés agazapado pero logrando conectar pases y posesiones algo más largas, para desconectar del juego a los de Gaizka Garitano, que no molestaron a Sivera y, cuando lo hizo Correa en el descuento del primer tiempo, respondió el meta a las mil maravillas.

El bastión Mendizorroza, donde solo se ha perdido un partido esta temporada, es en parte eso gracias a su portero, que sacó otra tremenda mano a Stoichkov en los primeros minutos de la reanudación. Fue una segunda mitad contrariamente más abierta. Con menos control de unos y de otros y en que pareció que cualquiera pudo marcar. Y es que hasta más cerca estuvo el Alavés de encontrar el tanto de la tranquilidad, necesario para un estadio con el ‘run run’ de nervios entre el apoyo de su gente. Sylla, que marró un mano a mano, y Abde, que tiró una a las nubes, no las pudieron tener más claras, igual que Capote en el área contraria, con un disparo mordido.

Al final, con el Eibar volcado, llegó la sentencia. Villalibre, que tuvo muy buenos minutos, hizo el segundo en una transición superando a Zidane (88’). Así, el Alavés terminó con el Eibar y se cita con el Levante en una final con sabor a LaLiga Santander.

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Alavés y Levante se lo dejan todo para el Ciutat de València

Ambos empatan en un partido extremadamente igualado y dejan todo abierto para el partido de vuelta del próximo sábado


Deportivo Alavés y Levante confirmaron las sospechas de muchos sobre la extrema igualdad de la final del play-off, que se dejaron ambos pendiente de ser resuelta en el Ciutat de València después de empatar sin goles (0-0).

Todo siguió el guion de lo esperado. Los onces incluso, porque no hubo ninguna novedad con pretensiones de romper los esquemas rivales por parte de Luis García Plaza y Javier Calleja, que trataron el duelo como si de una partida de ajedrez se tratara. Cada movimiento medido, fieles a su estilo de juego y haciendo una contienda que, aunque sin goles, fue atractiva y en momentos vertiginosa.

En el computo global del partido se podría decir que si alguno mereció más ese fue el Levante. Aunque fue una sensación que se potenció más en la segunda mitad, que por lo general fue más animada que la primera, en la que el respeto premió tanto como la intensidad de ambos conjuntos. En contraparte de los ‘granotas’, el Alavés atacó de manera vertical, buscando rápido ser dañinos y sin adornar sus jugadas. Buscando mucho a Luis Rioja, su futbolista más peligroso, pero quedando a las puertas de generar peligro, algo de lo que se contagió también el Levante, que con un fútbol más elaborado no fue capaz de tener frescura mental en el último tercio para desajustar la defensa rival.

No fue de extrañar que el primer tiro peligroso llegara pasado el descanso. Montiel, con un zambombazo, hizo a Sivera lucirse como en las semifinales en un tiro que cambió dinámicas, puesto que el Alavés domó más el balón y el Levante se tornó más directo. Y tanto lo hizo que puso bien en guardia al cuadro babazorro, que más allá de un tiro de falta lejano de Moya siguió sin encontrar las cosquillas a los de Calleja.

El respeto máximo de dos rivales que se conocen a la perfección fue tan constante que no hubo una jugada que realmente rompiera la situación. Aunque en parte no sucedió porque Sivera estuvo de nuevo lúcido para evitar el gol de Wesley poco después de que Montiel se fuera lesionado, siendo duda para la vuelta. Hasta el final se mantuvo la tensión, casi resuelta por una última jugada de peligro de De Frutos en transición.

Al término, el marcador no se movió y el partido dejó claro que subir a LaLiga Santander es algo que no sale barato. El próximo sábado será un todo o nada

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¡El Alavés, a Primera con gol de penalti en el minuto 129!

El cuadro vitoriano recupera la categoría frustrando al Levante en un final de partido realmente dramático


¡Qué bonito es el fútbol y qué finales dramáticos depara en ocasiones! Para muestra, el que se vivió este sábado en el Ciutat de València. Tras casi cuatro horas de juego sin que hubiese ni un solo gol y cuando el Levante acariciaba el ascenso a Primera, fue un tanto de Asier Villalibre, de penalti y en el minuto 129 de partido, ya en la prórroga, el que hizo que fuese el Alavés y no el cuadro granota el que lograse el último billete del tren que lleva a Primera. Fue con intervención del VAR para que se señalase la pena máxima y hubo incluso una ocasión de gol posterior para el Levante que cerca estuvo de añadirle todavía más drama a un final inolvidable.

Tal y como sucedió en el partido de ida, disputado en Mendizorroza, el partido fue más que igualada. Desde que echó a rodar el balón en el feudo granota, la tensión fue actor principal, y así fueron transcurriendo los minutos sin que el tanteo en el marcador se alterase. Sabía el Levante que aguantar el empate le beneficiaba, ya que le hubiese dado el ascenso gracias a haber finalizado la Liga en una posición mejor que la del Alavés, y en el tramo final del duelo se notó. Porque en el tiempo reglamentario el Alavés no acabó de lanzarse a por el gol a lo loco, pero cuando llegó la prórroga sí lo hizo, consciente de que la cosa había llegado al punto del todo o nada. Por el camino, asumiendo esos riesgos el cuadro vitoriano, hasta dos veces se topó con la madera el Levante. Primero De Frutos y más tarde Pepelu, en la primera y la segunda parte de la prórroga respectivamente, cerca estuvieron de ser los héroes que podrían haber cambiado la historia, pero el larguero de la portería defendida por Sivera se negó a ello.

En el añadido de la segunda parte de la prórroga, sucedió la jugada que cambió el devenir de unos y otros. En un intento desesperado de despejar el balón de su área, Rober Pier le dio a la pelota con la mano, y a pesar de que en primera instancia el árbitro no determinó la acción como merecedora de penalti, sí lo hizo tras revisarla mediante el VAR. Asumió la responsabilidad de lanzar la pena máxima Asier Villalibre, y el ‘12’ del Alavés mostró una frialdad enorme para superar a Femenías para hacer el 0-1. ¿Final? No, todavía hubo tiempo para que el Levante, a la desesperada, dispusiera de una ocasión de gol más, pero Son no acertó a rematar a la portería defendida por Sivera.

El Alavés vuelve a Primera un año después de descender. Precisamente en el Ciutat de València, el estadio en el que perdió la categoría en la temporada 2021/22. Quien quiera, que diga que esto son “22 tíos en pantalón corto corriendo detrás de una pelota” no tiene ni idea de lo impresionante que puede llegar a ser el fútbol.



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