'Rodrygol' lidera al Real Madrid en el trámite de Sevilla

El brasileño, con dos goles de bandera, remontó el partido en la última cita a domicilio de los blancos en esta Liga


Victoria del Real Madrid (1-2) en Sevilla ante el Sánchez Pizjuán en un partido que, por motivos bien distintos, tenía a los jugadores pensando en el futuro más que en el presente. Los locales, con la cabeza puesta en la final de la Europa League y los visitantes, en el final de la temporada. Aún así, ofrecieron a la grada un buen partido en el que un gol tempranero de Rafa Mir no pudo con Rodrygo Goes y su doblete que le confirman como el mejor jugador merengue de este tramo final tan falto de emoción.

Nada que perder... ni que ganar
Muy difícil la situación actual para el Real Madrid. Difícil y poco habitual. Acostumbrado a competir, el equipo vive ahora el mayor de sus castigos que es el de no tener nada que perder ni que ganar, por lo que cuesta que nazca la tensión en los jugadores. De nada sirvió que Ancelotti supliera las bajas de Vinicius y Benzema con un once muy titular dando entrada a Ceballos con Rodrygo de '9' porque, antes del minuto 3, Rafa Mir ya había adelantado al Sevilla.

Lo hizo en el primer ataque de los de Mendilíbar que, después de un rechace a un disparo de Bryan Gil, supieron poner el 1-0 en el marcador con un buen remate del delantero español. Interior del pie derecho y para dentro. En ese momento el Real Madrid no sintió nada. Ni frío ni calor. Sus jugadores se llevaron los brazos en jarra a la cintura, resoplaron y miraron al cronómetro; todavía quedaba un mundo pero más que como una posibilidad para remontar, eso lo veían como una condena.

Se pusieron, eso sí, algo más serios y comenzaron a llegar con peligro a la portería de Bono en la que Rodrygo primero avisó con un fallo inusual en él y luego sorprendió con un lanzamiento de falta para hacer el empate. Golpeo seco y a media altura del brasileño y 1-1 con el que se llegó al descanso.

Rodrygo no se quiere ir de vacaciones
Ya en la segunda mitad, el Real Madrid salió con algo más de nervio y de nuevo Rodrygo tuvo una clara ocasión en sus botas confirmar la remontada. La mandó alta. El Sevilla, todo esto, evidenció que estaba jugando dos partidos: el de hoy y el de la final de la Europa League de la semana que viene por el que nadie quiso arriesgar en un solo balón dividido.

Con ese caldo de cultivo, la segunda parte fue tranquila y sin demasiados sobresaltos. Mendilíbar, con sus cambios, protegió a hombres como Rakitic o Bryan Gil y Ancelotti, con los suyos, trató de dar energía a su equipo. Camavinga sustituyó al lesionado Valverde y Álvaro tuvo media hora larga para destacar. El protagonismo, sin embargo, se lo siguió quedando Rodrygo que con una gran jugada de esas que parecen fáciles a la vista pero difíciles a la práctica, firmó el 1-2. Conducción, dos recortes y pase a la red. Impecable. Demostró que él todavía no se ha ido de vacaciones.

Al partido, después de aquello, tan solo le quedaría un último episodio en el que se verían envueltos Ceballos, como víctima, y Acuña como infractor de una falta que pareció más dura en el directo que en la repetición pero que igualmente le costó la expulsión. En los últimos minutos, el pique entre el ex jugador del Betis y la grada del Sánchez Pizjuán fue una constante pero nada que empañara un partido de fútbol que, eso sí, tuvo más de trámite que de fútbol.



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Edgar Badía para hasta el sueño europeo del Athletic

El portero del Elche, con una destacada actuación, y Lucas Boyé tumban a un conjunto rojiblanco que sigue pagando cara su falta de gol


La historia se repitió en San Mamés. El Athletic jugó más y mejor que su rival de turno, en este caso, el Elche, pero fue incapaz de hacer un gol. Ocasiones no le faltaron, acierto y puntería sí.

Al colista de Primera, en cambio, le bastó y sobró con la inspiración de su portero y el oportunismo de su mejor delantero. Edgar Badía paró ayer en Bilbao hasta lo imparable. Lucas Boyé, con solo alrededor de quince minutos sobre el terreno de juego, tuvo tiempo para batir a Unai Simón.

A los leones se les había puesto todo de cara en los campos de sus rivales más directos, pero una vez más desperdiciaron su ocasión para dar un golpe sobre la mesa. Llueve sobre mojado en Bilbo. El conjunto ilicitano compitió, a su manera, de principio a fin e hizo de la eficacia en ambas áreas su gran virtud para llevarse los tres puntos.

Valverde afrontó la visita del Elche con tres cambios respecto al equipo inicial que venía de perder en El Sadar. Unai Simón, de esta manera, recuperó su puesto bajo palos. Las otras dos novedades vinieron dadas en el centro del campo donde Sancet, ya curado, ocupó posición en el doble pivote en vez de Zarraga y arriba, con Nico Williams fuera de la lista por enfermedad, volvió a tener minutos de inicio Guruzeta.

Beccacece, por su parte, tiró del bloque titular que tan buenos resultados viene dándole una vez confirmado el descenso del Elche a Segunda. Las variaciones en el bando visitante vinieron de la mano de Magallán y Lautaro Blanco en sustitución de Marcao y Lucas Boyé, respectivamente. El delantero argentino, según explicó su propio entrenador, arrastraba algunos problemas físicos.

El Athletic pisó el acelerador desde el saque de centro y dispuso de una gran ocasión a las primeras de cambio en las botas de Iñaki Williams que Clerc, bajo palos, acertó a desbaratar. Berenguer lo intentó poco después, pero el Elche no tardó mucho más en dejar claro que venía a defender y atacar. Gumbau dio el primer aviso visitante.

En ese ida y vuelta en el que se convirtió el partido, Bigas puso a prueba a Unai Simón y Morente remató al palo. Williams volvió a tener otra oportunidad antes de que se lesionara Bigas. Roco entró en su lugar. Recién superado el minuto 30, ni el colegiado ni el VAR vieron un claro penalti de Magallán a Yuri por agarrón dentro del área a la salida de un córner. Berenguer y Williams cerraron el capítulo de ocasiones del primer tiempo.

El Athletic, obligado por la necesidad, se lanzó a por la victoria en la segunda mitad ante un Elche cada vez más replegado. Edgar Badía, el portero visitante, fue adquiriendo mayor protagonismo con el discurrir de los minutos. Vivian fue el primero en ponerle a prueba. Paredes y Berenguer también lo intentaron sin éxito antes de que Valverde optara por dar entrada simultánea a Zarraga y Raúl García por Muniain y Sancet. Significativo.

Los leones intensificaron su ataque, pero siguieron estrellándose contra el inspirado meta riva. Badía detuvo en menos de medio minuto tres balones rematados por Berenguer, Iñaki Williams y Raúl García con marchamo de gol. Minutos más tarde volvió a lucirse a remate de cabeza del propio jugador navarro.

El Elche aprovechó un mal desplazamiento en largo de Unai Simón para montar una contra en el último minuto y sentenciar a los leones con un gol de Lucas Boyé.



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Ansu brilla en el día de las despedidas del Camp Nou

Busquets dijo adiós ovacionado y con una sonrisa: "Esto es un hasta pronto"


En el día de las despedidas Ansu Fati decidió reivindicarse y brillar con luz propia. El canterano azulgrana, cuyo nombre aparece constantemente en las quinielas de mercado pese a su idea firme de seguir de azulgrana, logró un doblete en solo 24 minutos. Ansu, que no veía puerta desde el pasado 1 de abril, volvió a reencontrarse con el gol tras 13 partidos sin marcar.

El ‘10’ azulgrana abrió el marcador antes de que se cumpliera el primer minuto aprovechando una asistencia de Gavi, tras una bonita triangulación iniciada por Busquets y un pase en profundidad medido de Lewy, ayer vestido de asistente. Si a Ansu le tocó vivir la cara dulce del partido, Balde probó la amarga. En un partido que a priori tenía que ser solo una fiesta para despedir al Camp Nou, a Sergio Busquets y a Jordi Alba, una entrada salvaje de Amath al tobillo del defensa azulgrana en el minuto 13 obligó a Balde a tener que abandonar el campo antes de tiempo. El lateral tendrá que estar de baja entre 6 y 7 semanas, con lo que tendrá que sacrificar gran parte de sus vacaciones para poder volver a tope la próxima temporada. El árbitro, que inicialmente le mostró amarilla, fue avisado por el VAR para que revisara la acción, y nada más ver la imagen rectificó y le cambió la amarilla por la roja directa.

Si contra 11 ya era dominador, frente a 10 y con más de una hora por delante, el Barça sometió al Mallorca como quiso. Ansu, tras no finalizar un gran pase en profundidad de Dembélé, firmó el 2-0 en el minuto 24. El ‘10’ definió a la perfección una gran asistencia de Lewandowski -que ha pulverizado sus registros como asistente en una temporada vistiendo de azulgrana-. Poco después los dos protagonistas se intercambiaron los papeles y Ansu asistió, pero el polaco no acertó en el remate.

Tras el descanso, Koundé a punto estuvo de participar de la fiesta con un remate de cabeza. En el 66, Lewandowski estuvo a punto de poner fin a la maldición de los lanzamientos de falta. El polaco estrelló el balón contra la cruceta tras una ejecución casi perfecta. Ya son más de dos años desde que Messi anotara el último gol de falta -2 de mayo del 2021-. Pero a la tercera llegó la vencida, en este caso con Gavi como goleador. El canterano controló un pase de Dembélé dentro del área y disparó con fuerza y colocación, evitando que el portero del Mallorca pudiera alcanzar el esférico.

De los goles a las lágrimas de emoción
Sentenciado el partido, llegó el momento de los homenajes. El primero en llevarse la ovación de la grada fue Jordi Alba, que dijo adiós al Barça tras 11 temporadas. El lateral, que fue sustituido por Marcos Alonso, abandonó el campo entre lágrimas, con la grada entregada al grito de “Jordi, Jordi”. Solo cuatro minutos después, con la sensibilidad a flor de piel, llegó el turno del capitán Sergio Busquets. El de Badía, que dice adiós tras 15 temporadas, recibió un tributo al nivel de todo lo que le ha dado al club de su vida durante todos estos años. Fue el colofón a la fiesta de un Camp Nou que también se despidió de su afición hasta, como mínimo, noviembre de 2024, cuando está previsto que acaben las principales obras de la remodelación.     



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El Cádiz es virtualmente de Primera y mete en un lío morrocotudo al Celta

El equipo de Carvalhal sigue en barrena, queda a un punto del descenso y se la jugará en la última jornada contra el Barça


El Cádiz se llevó una final por la permanencia ante el Celta (1-0) y selló virtualmente la salvación gracias a un gol de Sobrino en el arranque de la segunda parte que hizo justicia a los méritos de unos y otros. El equipo de Carvalhal sigue en caída libre y se jugará la permanencia contra el Barcelona en la última jornada. Los de Sergio, empujados por su hinchada, celebraron por todo lo alto un triunfo vital.

El Cádiz entró en el partido llevado en volandas por su afición, que le brindó un multitudinario recibimiento en los aledaños del Nuevo Mirandilla. Con fe y energía, los de Sergio no tardaron en hacerse con el dominio del partido y suyas fueron las aproximaciones más peligrosas, casi todas ellas capitaneadas por un venenoso Bongonda, bien escoltado en ataque por Sobrino y el Choco Lozano.

El Celta lleva semanas navegando a la deriva y parece incapaz de revertir una pésima dinámica que le ha llevado a una situación límite. Huérfano de Aspas, reservado en el banquillo para salir al rescate en caso de emergencia, y sin noticias de Gabri Veiga el equipo de Carvalhal estuvo siempre a merced de un Cádiz más intenso, decidido y concentrado.

De Burgos Bengoetxea señaló penalti en un derribo de Galán sobre Bongonda pero desde la sala VOR consideraron que no había contacto suficiente para pitar la falta y Hernández Hernández avisó a su colega para revisara el lance. El colegiado rectificó su decisión ante la ira de los locales.

Solo siete minutos después, el Cádiz logró por fin batir a Iván Villar pero el gol del Choco Lozano fue anulado por el VAR por fuera de juego previo de Carcelén cuando la afición y el equipo ya habían celebrado el 1-0.

El dominio del Cádiz fue estéril en el primer tiempo pero tras el paso por los vestuarios salió más convencido a por el triunfo. El guion apenas cambió pero sí la suerte de los locales, que sumaron méritos de sobra para irse al descanso por delante en el marcador.

El Cádiz mantuvo siempre su buen tono y encontró el premio a su insistencia gracias a la inspiración de Escalante, que se sacó de la chistera un jugadón en el balcón del área del Celta antes de regalarle el 1-0 a Sobrino (53'). Golazo y locura desatada en Cádiz.

Carvalhal, con el agua al cuello, no esperó más y dio entrada a Aspas y Paciencia para sumar presencia en el área de Ledesma e intentar hacerse con la iniciativa del partido. Los cambios tuvieron un efecto inmediato y el Celta pudo por fin dar un paso adelante y acumular aproximaciones de cierto peligro.

El Cádiz se acogotó en busca de un contragolpe que sentenciara la contienda pero apenas salía con efectivos porque la prioridad era proteger sus dominios. El Celta, más por fe que por buen juego, se mantuvo en la pomada hasta el final pero no generó ocasiones claras para comprometer la ventaja del Cádiz, que tuvo la sentencia en el descuento en un testarazo de Roger que se estampó en la madera.

En los compases finales apretó en busca del empate el Celta pero los locales resistieron y sumaron tres puntos que les mantienen virtualmente en Primera.



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Almería y Valladolid lo dejan todo para la última jornada

El empate sin goles deja a ambos equipos dependiendo de sí mismos en la última jornada


Un punto y a seguir sufriendo. Esa fue la conclusión que sacaron Almería y Valladolid después de 90 minutos de lucha tímida en la que predominó el miedo al error por encima de la valentía. El conjunto andaluz, que se queda con 40 puntos, fue algo mejor que el visitante que, pese a todo, suma 39 y se jugará la vida el próximo domingo en casa ante el Getafe.

El Almería, mejor a los puntos
La lucha por la salvación, ya se sabe, es agónica. Es la lucha por no perder, que es muy distinta a la lucha por ganar. Por ello, cuesta unos minutos que los nervios desaparezcan de las botas de los jugadores y se comience a jugar. En Almería eso ocurrió a partir del minuto diez cuando el equipo local, a través de transiciones peligrosas, comenzó a asomarse a la meta del Valladolid.

A la media hora, tuvieron la ocasión más clara con un remate de Dyego Souza que no fue gol gracias a una mano milagrosa de Masip. Resoplaron en Pucela. También cuando en el 37', de nuevo Masip despejó un buen remate de cabeza de Melero. Y es que, pocas o muchas, todas las ocasiones del partido fueron rojiblancas. El Valladolid, demasiado cauto, se limitó jugar ordenado atrás y fiar todo a la isla que tiene por delantero, Cyle Larin. No tuvo demasiado éxito.

Segunda parte
Ya tras el descanso, el Valladolid pareció alzar la voz y tuvo dos ocasiones nada más empezar en las botas de Machís y Larin con las que confirmaron que respiraban. Aunque sin duda la más clara fue del Almería en el 53' con un disparo al palo de Lázaro que puso el 'uy' en la grada.

A eso le siguió el carrusel de cambios con el que tanto Pezzolano como Rubi dieron aire a su equipo a la vez que se acercaban al 90'. El Valladolid siguió con su especie de timidez controlada y el Almería empujaba más aunque sin demasiados argumentos más allá de los centros al área sin rematador.

Con ese panorama, el partido se abrió algo más pero no lo suficiente como para que el marcador se moviera y ambos se equipos se marcharon como llegaron: con toda la vida por decidir.



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El Español es equipo de Segunda

La actuación arbitral, muy discutida por el Español pues Gil Manzano anuló un gol a César Montes por una rigurosa falta y no vio penalti sobre Braithwaite en el 96'


El Espanyol se convirtió este domingo en equipo de Segunda División tras el empate in extremis que sufrió en Mestalla, un desenlace tremendamente trágico para un equipo de Luis García que estaba ganando en el descuento y se aferraba a la vida con el sufrido triunfo. Pero un gol de Lino en el 93’ envió al equipo perico al infierno, pues se queda a cuatro puntos de la salvación y queda una jornada para el final de la Liga. El Espanyol es matemáticamente equipo de Segunda.

Fue un mazazo brutal, cruel hasta sangrar, pues el Espanyo tenía el partido ganado en el descuento pero el tanto de Lino lo empujó a Segunda cuando todavía falta una jornada para el final.

El Valencia se avanzó con un gol de Diego López, empató César Montes, avanzó Braithwaite al Espanyol pero Lino hizo el tanto del empate che en el 93', dando vida al equipo de Baraja y enviando al infierno a los pericos. La actuación arbitral fue muy discutida por el Espanyol pues Gil Manzano anuló un gol a César Montes por una rigurosa falta y no vio penalti sobre Braithwaite en el 96'. Nada pudo evitar la tragedia perica.

Luis García se mantuvo fiel a su once tipo y volvió a apostar por una zaga de cinco, con una única variante al entrar Sergi Gómez por Calero. El resto, los mismos ‘guerreros’ que saltaron ante el Atlético el miércoles.

El Valencia salió en tromba, dejando muy claro que no quería sufrir y deseaba marcar pronto. El equipo de Baraja, muy vertical y chutando a las primeras de cambio, enseguida puso a prueba a Pacheco. Diego López y Javi Guerra (6’ y 17’) fueron unas pesadillas por los extremos y ambos tuvieron chance en el arranque.

Mandaba con descaro el Valencia ante un Espanyol blando atrás, falto de contundencia y desaparecido arriba. En el 14’ Pacheco se sacó un paradón ante Kluivert, aunque la jugad ase invalidó por fuera de juego. Javi Guerra llevó de cráneo a la retaguardia perica y tuvo el gol en el 23’ pero le estorbó Diakhaby, pues rebotó su chut en el central. Achuchaban los che y se mascaba el gol local pues el Espanyol sufría mucho atrás ante la verticalidad e intensidad che.

Lato tuvo el gol en el 23’ tras un gran centro de Javi Guerra, que se fue de toda la zaga, pero el primero no estuvo ‘fino’. El Espanyol tardó más de media hora en empezar a estirarse y sacudirse, un poco, el dominio gol.

Pero el Valencia seguía a lo suyo, percutiendo de lujo por los extremos ante una zaga catalana sinónimo de flan, sin contundencia. Y cayó el gol local, merecido.

En el 39’, un gran centro de Almeida lo rechazó mal Pacheco, dejando el balón muerto en el área y Diego López, a bocajarro, fusiló al meta perico, poco afortunado. Poco le duró la alegría a Mestalla pues un minuto después el Espanyol, en su primer remate entre los 3 palos, logró el tanto del empate.

Centro de Cabrera y César Montes, elevándose entre las torres che, se sacó un imperial testarazo para poner el 1-1. Estallaba el banquillo blanquiazul. Pese al largo descuento por la lesión de Lato, la igualada no se movió.

En la reanudación el duelo se equilibró, saliendo el Espanyol mirando la portería rival y siendo más agresivo en defensa. Nico González pudo marcar (47’), pero para ocasión clara la que tuvo Denis Suárez que obligó a lucirse a Mamardashvili, inédito en la primera parte. Alternancia de puñaladas en ambas áreas pero el que goleó fue el Espanyol.

Braithwaite, en el segundo balón que tocó pues acaba de entrar al verde, hizo el segundo gol perico, providencial el danés.

En el 50’, un buen centro de Óscar Gil no lo repelió bien Mamardashvili que dejó muerto el balón y Braithwaite, pillo, fusiló al meta che, enloqueciendo el banquillo de Luis García.

El Espanyol se creció con el gol del punta danés y Puado tuvo una ocasión para haber ampliado el marcador ante un Valencia que se impacientaba, nervioso y sin el poderío de la primera parte. El once perico se compactó bien atrás pero siguió buscando el gol de la tranquilidad.

Y lo tuvo César Montes en el 64’ con un nuevo testarazo pero se lució Mamardashvili con una buena mano, salvando a un equipo che precipitado y sin agobiar tanto al meta Pacheco, que dio el susto con un pinchazo que no fue a más y siguió jugando. No podía faltar ña jugada polémica.. contra los intereses del Espanyol.

En el 77’ César Montes hizo el tercero para los catalanes pero su diana fue anulada por una supuesta falta sobre el portero che, una decisión muy discutida. No entró el VAR, molesto el Espanyol.

El duelo fue bajando enteros con un Valencia ahogado, buscando el empate y un Espanyol mordiendo por la sentencia. Un correcalles y los dos equipos rotos, extenuados.

Ambos técnicos movieron fichas, entrando Vini, Pedrosa y Aleix Vidal por el Espanyol, y Cavani y Hugo Duro por el Valencia. Mestalla apretaba de lo lindo. Braithwaite la tuvo a la contra pero barrió a tiempo Gayà.

Y nueva polémica en contra del Espanyol. Braithwaite pidió una falta que no pitó el colegiado y a la contra, Lino ‘mató’ en el último suspiro, poniendo el 2-2 ante la desolación perica.

Hubo un posible penalti sobre Braithwaite en el último suspiro, tampoco actuó el colegiado, una acción que levantó indignado a un banquillo perico que veía como la guadaña ya se acercaba. Pudo pitarse esa pena máxima pero el colegiado hizo la vista gorda y se consumó la tragedia para un Espanyol que se fue al infierno en Mestalla dando alas a un Valencia cerca de seguir en la elite un año más.  Los de Luis García pelearon hasta el final pero no les dio para salvar una campaña que empezó torcida en verano. El españolismo espera que de nuevo, su equipo esté un solo año en la categoría de Plata.



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