El Barça, líder pendiente del Metropolitano

El conjunto barcelonista superó con relativa facilidad y con goles de Lewandowski (2) y Memphis, a un Elche que se quedó con diez por justa expulsión de Verdú


Primera gran oportunidad del Barcelona de situarse líder de LaLiga. Dependerá de lo que haga el Madrid en el Metropolitano este domingo. Si no gana, el conjunto barcelonista será líder por primera vez desde junio de 2020. El conjunto barcelonista superó con comodidad al Elche, pese a un arranque de partido espeso. Lewandowski, que abrió la lata, se fue con doblete y Memphis logró su primer gol oficial esta temporada en un gran primer tiempo. Ansu esperó turno un día más en el banquillo. No pudo marcar.

Al Elche se le puso muy cuesta arriba el partido de buenas a primeras: se quedó con diez al cuarto de hora por una expulsión justa. Aunque resistió cerca de veinte minutos más, esa resistencia se vino abajo en cuanto llegaron los goles del Barcelona, menos de los que podrían haber sido. Pese a que al Barcelona le costó imponer su ley en los primeros minutos, acabó pasando por encima de un Elche que ni con once ni con diez inquietó a Ter Stegen, que estrenó capitanía (por las rotaciones) casi sin tocar balón. Si no hubiese jugado, no habría pasado nada.

Para tratar de arrancar algo positivo del Camp Nou, el equipo alicantino se había plantado con un aguerrido 4-5-1, con marcajes muy pegajosos que no dejaban espacios. Muy solo arriba Lucas Boyé, que además cada vez que trataba de jugar topaba con un Araujo colosal que no le daba ni un milímetro. Al Barcelona, espeso en la circulación, le costó moverse con pulcritud en este escenario en su búsqueda de la profundidad, pese a los intentos de Memphis por moverse, que más adelante tendrían premio. Con Frenkie de Jong como medio centro en la rotación de Busquets, Kessie jugó muy condicionado por la tarjeta que vio casi en su primera acción y Pedri fue el auténtico faro del equipo moviendo el balón siempre con criterio.

Al cuarto de hora, a ese planteamiento del Elche se le abrió una grieta gigantesca: roja a Verdú por una falta sobre Lewandowski cuando el polaco se iba directo a portería tras pase vertical de De Jong. Lo agarró por la cintura y lo tiró al suelo. Roja muy clara pese a los aspavientos y las protestas de todos. Desde entonces, en cada acción en que aparecía Kessie, teatrillo descarado en busca de la segunda tarjeta, puesto que el marfileño había visto la primera tarjeta en un salto con Lucas Boyé en que le dio un codazo involuntario al abrir los brazos en el salro. Hicieron cuento Fidel y, sobre todo, John Donald en una acción en el área en la que se pasó un par de minutos revolcándose sobre el césped. Kessie, desorientado y en claro riesgo, era carne de cambio.

Desde ese momento, con uno menos, el Elche desapareció del todo en ataque. Aun así, resistió un buen rato en defensa. En la primera media hora, sólo dos disparos lejanos de Frenkie de Jong, con mucha intención sobre todo el segundo, que Edgar Badia rechazó, y un par de acciones de Memphis en un palmo de terreno.

El ‘killer’ abre la lata
El gol fue obra, cómo no, de Lewandowski. El goleador remató en el segundo palo un centro de Balde desde la izquierda en una internada tras una apertura de Pedri. El canario generó también el segundo, buscando otra subida de Balde, que esta vez centró a Memphis, que con un gesto técnico excelente se revolvió en un palmo de terreno y remató al fondo de la red. Ambos goles, revisados por el VAR: por milímetros no se marcaron en fuera de juego. Sí fue ilegal el que habría sido el 3-0, de Pedri, tras una jugada en la que el Elche ya hacía aguas en defensa.

Muy pronto, en la segunda parte, llegó el tercero, tras un centro de Dembélé, varios rechaces, un chut final de Memphis que despejó Edgar Badia y por fin remate de Lewandowski a gol. El pescador, con la caña a punto.

Buscaba el gol Dembélé para festejar su paternidad, pero le faltaba precisión y, cuando decidía bien, algún rebote en el bosque de piernas que trataba de mantener el Elche en pie desmontaba la jugada. No pudo ser.

Otro gol que no llegó fue el tercero de Lewandowski. El polaco lo tuvo cerca en dos ocasiones: la primera la rechazó Edgar Badia con el pie; la segunda, la remató fuera, poco antes de retirarse entre una gran ovación del camp Nou y dejar su puesto a Ferran Torres, que se situó en esos minutos finales como delantero centro, con Ansu Fati, que no fue titular pero volvió a tener minutos (31’) en pleno debate sobre su papel en el equipo. Volvió a evitar Badia el gol del Barça en rechace con el pie, en esta ocasión ante Ferran Torres tras otro pase mágico, estelar, de Pedri.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (2); Koundé (2), Araujo (4), Eric (2) (Bellerín (2), 59’), Balde (3); Kessie (2) (Gavi (3), 46’), Frenkie de Jong (3), Pedri (4); Dembélé (2) (Raphinha (2), 59’), Lewandowski (4) (Ferran Torres (2), 72’), Memphis (3) (Ansu Fati (2), 59’)

ELCHE CF: Edgar Badia (3); Palacios (2), John Donald (1), Gonzalo Verdú (1), Bigas (2) (Diego González (), 77’), Clerc (2); Tete Morente (2) (Josan (1), 68’), Raúl Guti (2) (Nico (1), 53’), Gumbau (2), Fidel (1) (Quina (1), 53’); Lucas Boyé (1) (Ponce (1), 68’)

GOLES: 1-0, Lewandowski (34’); 2-0, Memphis (41’); 3-0, Lewandowski (48’);

ÁRBITRO: Muñiz Ruiz, Comité Gallego. Tarjetas a Kessie (5’), Bigas (29’), Nico (70’), Ferran (73’). Roja a Gonzalo Verdú (14’), Francisco, entrenador Elche (44’)

ESPECTADORES: 85.073 en el Camp Nou

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Valverde gana el pulso a Iraola en un vibrante partido

- El Rayo se adelanta pronto con gol de Trejo, pero los Williams y Sancet firman la remontada antes del descanso
 - Falcao reduce distancias nada más saltar al césped, pero los leones cantan victoria


El profe Valverde le ganó el pulso al alumno Iraola en un entretenido y emocionante encuentro. El Rayo, con una propuesta valiente, supo ponerse por delante en el marcador, pero la reacción de los leones antes del descanso resultó fulminante. Los visitantes, pese a todo, siguieron intentándolo en la reanudación y obligaron a los leones a pedir la hora.

Trejo fue el encargado de romper las hostilidades nada más empezar a rodar el balón. La velocidad de los hermanos Williams, Berenguer y compañía acabó, sin embargo, rompiendo la resistencia del muro visitante. Iñaki primero, Sancet después y Nico más tarde elevaron a 3-1 el marcador.

El Athletic, con Ander Herrera de vuelta al equipo, pudo sentenciar tras el descanso. El Rayo, cierto es, también tuvo sus opciones hasta que Falcao, a falta de diez minutos, firmó el 3-2 en su primera intervención. Valverde movió entonces banquillo, mandó adelantar líneas y los locales no pararon hasta cantar victoria.

Valverde tiró del mismo bloque titular que venía de golear en Elche con un único cambio. Yeray regresó al once una vez recuperado de su proceso gripal para reemplazar al lesionado Vivian. La duda existente en torno a la baja de Vesga se resolvió otra vez con la presencia de Dani García.

Iraola repitió en su regreso a San Mamés la misma alineación que en la jornada anterior frente al Valencia en Vallecas. El técnico visitante, muy querido por la afición del Athletic, planteó un partido sin ningún tipo de complejo. El Rayo, a diferencia de los anteriores conjuntos que habían visitado el campo bilbaíno (Mallorca, Valencia y Espanyol), saltó al césped a tratar de tú a tú a los leones.

Su decidida y valiente apuesta descolocó de entrada a un Athletic que ya perdía 0-1 al minuto 4. Trejo solo tuvo que rematar al fondo de la red un balón bien peleado y mejor centrado por su compañero Camello ante un confiado Iñigo Martínez. Los rojiblancos, lejos de venirse abajo, fueron posicionándose poco a poco y empezaron a intimidar a Dimitrievski con llegadas en acciones combinativas y en velocidad.

Iñaki Williams, a gran pase de Dani García, acertó poco después a batir al portero visitante en su uno contra uno. Isi estrelló el balón en el larguero acto seguido. La respuesta bilbaína resultó demoledora.

Sancet, tras una medida asistencia de Berenguer, firmó el 2-1 al borde de la media hora de partido. Nico Williams se sumó a la fiesta realizadora acto seguido al culminar un inmejorable centro desde propio campo de Yeray. El Rayo, tocado anímicamente, siguió intentándolo hasta el descanso.

El segundo tiempo comenzó con Pathé Cisse por Óscar Valentín y la misma idea de juego de uno y otro contendiente. Los leones, sin priorizar la conservación del balón, esperaron atrás a un lanzado Rayo con la clara intención de sorprenderle a la contra. Muniain dispuso de la primera gran ocasión, pero Dimitrievski hizo una gran parada. Mateu, a instancias del VAR, invalidó poco después un gol a Camello por fuera de juego.

Valverde recurrió entonces a Ander Herrera e Iraola a Unai López, otro viejo conocido de la afición del Athletic, el debutante Mumin y Falcao. El colombiano hizo gol en el primer balón que tocó a falta de poco más de diez minutos para la conclusión del encuentro.

Los leones, que tuvieron la ocasión de sentenciar en las botas de Muniain, contaron primero con el refuerzo de Zarraga y Morcillo para tratar de conservar su reducida ventaja en el marcador y después con el de Raúl García y Paredes, un central. El Rayo, con Bebé como último revulsivo, insistió con firmeza hasta el mismísimo pitido final en su intento de empatar. Los leones, sin embargo, supieron apretar los dientes atrás hasta cantar victoria.



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El Getafe asalta El Sadar y rompe la racha de Osasuna

Con goles de Iglesias y Gastón Álvarez, el once azulón supera a un cuadro rojillo muy lastrado por la roja directa que ha visto el Chimy Ávila a instancias del VAR


El Getafe se ha llevado los tres puntos del Sadar al vencer a Osasuna por 0-2, goles de Iglesias y de Gastón Álvarez, uno en cada tiempo. La expulsión por roja directa del Chimy Ávila a los 40 minutos cortó de raíz la posible reacción rojilla, que en el segundo tiempo apenas creó peligro ante el marco de David Soria.

Con este triunfo el Getafe encadena dos victorias consecutivas tras un inicio de campeonato muy dubitativo y Osasuna ve truncada su racha de victorias en casa, donde hasta ahora se había mostrado intratable, con tres triunfos en otros tantos encuentros.

Dominio azulón de inicio
Primeros compases de mayor dominio del Getafe, con una presión en medio campo que abortaba los intentos de Osasuna y le permitía acercarse tímidamente a los dominios de Sergio Herrera, aunque sin exigirle, pese al intento de Borja Mayoral a los 7, frenado in extremis por Nacho Vidal sobre la frontal.

Respondió Osasuna con desplazamientos largos para intentar superar la presión azulona y encontró relativo premio a los 12, cuando Rubén García remató con la zurda a la base del poste izquierdo de David Soria. Fue el primero de los tres intentos seguidos rojillos: a los 14 Soria debió emplearse a fondo para evitar que el cabezazo de Darko a la salida de un córner acabara en gol y a los 17 llegó una ocasión clarísima de Budimir, solo ante Soria, pero su disparo lo desvió lo justo a córner el meta getafense.

Los madrileños no se sacudían la presión navarra y no lograban frenar a un incansable Chimy Ávila que desde la derecha generaba casi todo el peligro local. Y en un esporádico ataque azulón llegó el 0-1, obra de Juan Iglesias a la media hora, al sacar petróleo de un pésimo control de Nacho Vidal que dejó al jugador escorado a la izquierda pero en disposición de fusilar a Sergio Herrera para subir el 0-1 al marcador.

Osasuna, 'tocado'
Osasuna acusó el golpe y el Geta se estiró en busca de un segundo tanto, colgando balones que facilitaban la labor del cuadro local, que perdió la frescura inicial. Y más cuesta arriba se le puso el partido a los rojillos a los 40, con la roja directa que vio el Chimy Ávila por una dura entrada sobre Juan Iglesias: Díaz de Mera la sancionó de inicio con una amarilla que transformó en roja tras revisar la jugada en el VAR. Mal panorama para un Osasuna que perdía a su mejor argumento ofensivo, que se quedaba en inferioridad y por debajo en el marcador.

Tras el descanso, el Getafe salió agazapado, a la busca de su ocasión. Y la tuvo pronto, a los 48, en un disparo de falta directa de Enes Unal que Herrera desvió a córner, dejando la ocasión en susto. No daba señales de poder reaccionar Osasuna, por lo que Arrasate dio entrada a Rubén Peña y sobre todo a Abde en busca de profundidad, esa que hace un par de semanas le dio el triunfo ante el Rayo. No encontraba huecos Osasuna ante un Getafe ordenado, sereno y buscando su oportunidad.

Impotencia rojilla
Era un once rojillo impotente, que recurría en ocasiones a la dureza para frenar cualquier acercamiento visitante al marco de Herrera que pudiera suponer el 0-2. Pero en una de esas faltas llegó un lanzamiento largo sobre el interior del área, la tocó Domingos Duarte y Gastón Álvarez, de cabeza, firmaba el segundo azulón a los 76’. Parecía la sentencia de un partido del que Abde, muy bullicioso y dejando destellos de su calidad, pudo variar el rumbo en una falta directa magistralmente ejecutada que David Soria desvió milagrosamente.

Los locales aumentaron la presión, pero a la contra Munir tuvo el 0-3 a los 85, mandando el balón demasiado cruzado. El partido enfiló hacia la recta final sin mayores novedades. Merecido triunfo getafense ante un Osasuna sin reacción.



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El Betis supera al Girona con penalti polémico incluido

Los locales, comandados por el 'Panda', lograron los tres puntos para continuar con un inicio histórico de temporada


El Betis logró frente al Girona una victoria que supone un inicio histórico de Liga para los andaluces. Un penalti polémico y un error condenaron a los visitantes, que fueron mejores que su rival, pero no fueron capaces de frenar al nuevo delantero de la Selección, Borja Iglesias.

Ni un respiro vino a dejar el partido en toda la primera parte. Un Girona valiente salió a dominar el partido desde que Ortiz Arias se llevó el silbato a la boca para determinar el inicio en el Benito Villamarín. Haciendo su fútbol, los de Míchel combinaron y dieron la sorpresa a los siete minutos tras una buena jugada de Miguel Gutierrez, que acabó dejando un pase perfecto hacia el otro lateral rojiblanco, Arnau. Éste cruzó el balón a la red de Rui Silva, que nada pudo hacer para evitar que los visitantes se avanzaran en el marcador.

Y es que se notó que ambos cuadros muestran sus mejores cartas con el juego de balón. De costado a costado rodó el esférico, independientemente del equipo que mantuviera la posesión. No hizo falta cocer mucho las jugadas, pues la dirección de las combinaciones y de los pases cogían una dirección más vertical que horizontal. Fue ese el motivo por el que llegaron buenas jugadas por parte de andaluces y catalanes.

Un panda llamado por la Selección corrió suelto para dar vida al partido antes del cuarto de hora sobre el verde. El precedente, un penalti polémico de Bernardo sobre Rodri que no dudó en pitar desde primera instancia. Juan Carlos acertó el costado del disparo, pero la potencia acabó empujando la yema de sus dedos.

El gol fue psicológico para ambos conjuntos. Los verdiblancos empezaron a centrarse para seguir con la dinámica que tanto le ha caracterizado durante el inicio de campaña. Los de Míchel, pero, no perdieron la cara al encuentro y mantuvieron la calma en la posesión, sobre todo con el que sigue siendo el motor de los rojiblancos, Aleix García. Él y su mejor socio, Oriol Romeu hicieron su papel prácticamente a la perfección para anular a los de Pellegrini y combinar con los suyos para dotar de equilibrio al equipo.

Míchel, que no parecía olvidar el penalti señalado en contra, fue expulsado a la media hora de partido. El técnico vallecano se marchó al túnel de vestuarios con gestos de no entender nada de lo que estaba sucediendo.

Ese fue el momento en que los béticos aprovecharon el nerviosismo catalán, precisamente para adelantar líneas y generar más peligro del que llevaban haciendo hasta el momento. La pausa de hidratación no sentó bien a los gerundenses, que agradecieron el pitido que determinó el ecuador del partido. El cansancio y el calor empezaron a coger protagonismo en los visitantes.

Algo cambiaron los papeles durante la segunda parte. El Betis con la posesión y un Girona peleón. Reinier avisó a los béticos con ocasiones claras que despertaron el runrún de los aficionados locales. La más clara, la de Reinier a la madera.

De hecho, cuando mejor estaba el conjunto ‘gironí’, vio como un error de Samu Saiz, que llevaba en el terreno de juego un minuto para dar respiro a sus compañeros, dejó solo a Borja Iglesias para que definiera a la perfección y diera la vuelta al marcador.

El Betis empezó a coger el papel de veteranía y empezó a medir a la perfección lo que debía hacer sobre el verde para someter a un Girona que llegó muy cansado a los minutos finales. Los cambios de los rojiblancos pretendieron dar frescura y empuje para revertir la situación, pero se encontró con los mejores momentos a nivel defensivo de los béticos.

Los de Míchel insistieron e insistieron hasta el final, pero con más corazón que cabeza no acabó de encontrar ocasiones que determinaran un buen acercamiento a la portería de Rui Silva. Mientras tanto y a cuenta gotas, los andaluces fueron soltando destellos en forma de pases largo para cerrar definitivamente el partido, pero no fueron capaces de volver a perforar la red visitante. La última la tuvo Manu Vallejo, marcando en fuera de juego por milímetros, justo antes de que el colegiado marcara el final del partido.



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Dos latigazos le bastan al Real Madrid para 'bailar' en el derbi ante el Atlético

La primera sorpresa llegó en el once inicial del Atlético de Madrid, con Griezmann de inicio por primera vez en el curso.


En un derbi mediatizado por el asunto de Vinicius, los bailes y el racismo, en los exteriores del Metropolitano se produjeron unos cánticos inaceptables de aquellos que no es que ensucien la imagen del Atlético y el fútbol, que también, sino que ensucian la imagen del ser humano, directamente. Gente que sobra. Sin más.

Apartado ese desagradable asunto, cuando el balón echó a rodar se vio un buen derbi en el que el Real Madrid tiró de eficacia y contundencia ante un Atlético de Madrid que fue todo voluntad en el inicio, hasta que recibió dos bofetones en forma de goles. ¿Jugó mal? Pues la realidad es que no, pero tampoco dio impresión -más allá de los primeros 15 minutos- y de ese arreón final motivado por un gol casi de rebote, de poder llevarse el duelo.

El Atlético quiso bailar, se sabía los pasos, pero le faltaba la precisión de los grandes bailarines, diríamos. Le puso pasión al inicio, ante un Real Madrid que se limitó a mirar y ejecutar a la perfección los suyos, los ‘profesionales’, los que le han llevado a ser el actual campeón de LaLiga y de la Champions: Solidez defensiva y dinamita arriba. El equipo merengue volvió a tomar el Metropolitano con esa fórmula que ha refinado como Nureyev, que le ha asegurado seis de seis en este arranque liguero. Impresionante. El Real Madrid se marcha líder incontestable al parón. El Atlético, al contrario, sigue inmerso en la duda, en la búsqueda de un once, de un estilo, de una identidad… Será un parón muy largo para los de Simeone.

Lo primero reseñable del derbi entre Atlético y Real Madrid vino de la propia propuesta del cuadro colchonero. Por primera vez en la temporada, Simeone apostó por Griezmann de inicio. Ya saben, todo lío a cuenta del contrato de cesión con el Barça y los 40 millones que el Atlético tendría que pagar si se cumplen más del 50% de los partidos en los dos cursos a préstamo. No haciendo un mal partido el francés no fue determinante en realidad, y el equipo colchonero perdió esa bala anímica y deportiva que el galo le da en el último tercio de partido.

La primera del Atlético llegó en un saque de falta frontal que acabó con un cabezazo de Felipe que se marchó rozando el larguero de Courtois. Salió el equipo colchonero más intenso en la presión y más profundo en el juego. Antes del cuarto de hora, Koke, que en este partido igualaba los 553 partidos de Adelardo como el jugador con más encuentros oficiales de la historia del club, encontraba en un pase entre líneas a un Carrasco que serpenteaba ante Carvajal en el área para disparar al exterior de la red. En la acción posterior, en el saque de esquina (el lateral había tocado el balón), una mala salida de Courtois ponía en problemas al campeón, Joao Félix conectaba mordido un remate que tenía que sacar un defensa.

El Atlético acumulaba ocasiones, Kondogbia desde los 30 metros con un chutazo que se iba cerca del palo, pero si algo ha sido el Real Madrid en este curso es contundente. Son varios los partidos ya en el que el rival mete en problemas al equipo de Ancelotti, que no parece sentirse incomodo en esa situación, para tumbar al oponente a la primera de cambio. Y así fue, jugada en la que Valverde rompía líneas, Tchouameni tocaba sutil el balón por encima de la zaga colchonera, Felipe volaba intentando despejar en vano, para un Rodrygo que fusilaba a bote pronto a Oblak. Golazo celebrado con un baile entre los brasileños del Real Madrid.

El Atlético trataba de reaccionar con un tirazo de Griezmann desde la frontal al que respondía Courtois con una gran parada. Pero claro, el tano inicial de los blancos había supuesto un espaldarazo para los de Ancelotti y bajón para un Atlético que pareció perder parte de la confianza que había mostrado en el arranque del choque. Y también una obligación para el cuadro local para irse hacia arriba -mucho más largo que al inicio-, una circunstancia que con tipos tan veloces como Rodrygo o Vinicius en ataque era peligrosísimo. Los dos brasileños encontraban la espalda de los rojiblancos con su velocidad y al precisión de pasadores que son auténticos francotiradores como Kroos o Modric.

El tanto cambió claramente el panorama del partido, el Atlético se metió en una velocidad en la que claramente no hacía daño a su rival. Y el Real Madrid, con la tranquilidad en el marcador tocaba quirúrgicamente, como en el segundo gol. Una simple pared entre Vinicius y Modric, dejaba al brasileño en su escenario preferido, corriendo con espacio hacia el área. Witsel, que no es central aunque lo haga de maravilla ahí, medía mal, no salía a encimar al delantero ‘merengue’ que disparaba al palo, el rebote salía hacia el otro poste donde Valverde fusilaba.

La primera mitad acababa con dos disparos del Atlético, una gran ocasión de Carrasco que Courtois desmantelaba como un portero de balonmano y un disparo más lejano que el belga no tenía problemas en atajar

El segundo acto comenzaba con un equipo blanco parapetado en su situación, con una clara ventaja que gestionar y con las herramientas para ello, velocidad y pases a la espalda de una defensa colchonera que sufría mucho en ese escenario. Y un Atlético tratando de encontrar resquicios por donde colarse, sin la velocidad ni la precisión en la circulación necesaria para ello.

Se imponía realizar cambios. El Cholo metía al campo a Cunha, Morata, Correa y Hermoso. La recta final para los colchoneros era con cuatro delanteros por así decirlo. Pero jugar con cuatro atacantes no te asegura tener más ocasiones. Y dos no bailan si uno no quiere. Y el Real Madrid no quería, le bastaba con guarecerse ante un Atlético que se reenganchó al partido en los últimos diez minutos con un gol casi sin querer. Un saque de esquina que tocaba Militao y en la que Courtois fallaba, acaba en el hombro de Hermoso, que ‘remataba’ a la red. 1-2 y diez minutos de emoción por delante. El defensa madrileño acabó expulsado por doble amarilla en dos minutos, la segunda excesiva a todas luces. El árbitro también quiso bailar su solo al final.



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