Brindis al sol del Elche; goleada al Rayo para evitar ser hoy de Segunda

Pese a la victoria, los de Beccacece pueden descender matemáticamente este domingo si el Cádiz gana al Valencia


Cuando todos esperaban la confirmación del descenso del Elche, el club ilicitano se dio una alegría. El aún colista de LaLiga esquivó ser de Segunda este mismo sábado al golear a un Rayo Vallecano en inferioridad por la tempranera expulsión de Florian Lejeune, aunque puede perder la categoría mañana de forma matemática si el Cádiz gana al Valencia.

Quizás fuese un brindis al sol, pero a pesar del (casi) inevitable descenso, ya nadie le puede quitar al Elche su tercera victoria de la temporada. Además, esta llegó con una sonada goleada a un Rayo descentrado desde el 27', cuando a Lejeune se le cruzaron los cables.

El central francés protagonizó la jugada fea de la jornada cuando le entró de forma temeraria a Pere Milla. El defensa rayista se fue al suelo con los tacos por delante e impactó con las dos piernas del catalán en una escalofriante acción. El colegiado Melero López no estuvo a la altura cuando mostró tarjeta amarilla al galo, pero el VAR le avisó de su error y acabó expulsando a Lejeune con una roja directa más que merecida.

A partir de aquí ya no hubo más partido que el de un Elche que encontró los goles que le han venido faltando durante el curso. Tete Morente abrió la lata al filo del descanso y el conjunto ilicitano se animó aún más en el segundo tiempo para festejar una goleada.

Boyé, Fidel y Gumbau completaron la fiesta del Elche, que al menos hoy pudo celebrar algo en una Liga para el olvido. Veremos qué sucede mañana.



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Noche redonda para el futuro campeón

Lamine Yamal debuta y bate un récord de precocidad


Por fin llovió en Catalunya y por fin, tras unas jornadas de juego tirando a discreto, con excepción del sobresaliente triunfo ante el Atlético, el Barcelona añadió los goles a la celebración del  más que seguro título. En poco más de media hora, se había finiquitado al Betis antes del descanso, con goles de Christensen, Lewandowski y Raphinha y con una expulsión por doble amonestación del central Edgar, injusta la primera de las dos tarjetas. Dembélé reapareció en la segunda parte y debutó en el primer equipo el jovencísimo Lamine Yamal, el mismo día que se despedía del Camp Nou el veterano Joaquín, entre ovaciones, que puso la nota triste al lesionarse en una pugna con Koundé. Guido Rodríguez en propia puerta puso el 4-0.

El Barcelona necesitaba ganar convenciendo y Lewandowski necesitaba marcar, después de que Benzema le pisase los talones tras su ‘hat trick’ al Almería. El polaco ya había marcado ante el Rayo y repitió contra el Betis, volviendo poco a poco a su relación de amor con el gol. En cuanto a la mejora del Barça, jugar con Pedri es otra cosa; y con una actitud distinta a la de Vallecas, también. Y con un central como Christensen al lado de Araujo. Xavi puede contar de nuevo con su once de gala.

Sin duda, Raphinha fue uno de los grandes protagonistas del partido, como ya lo había sido ante el Atlético. El brasileño cerró su actuación con una asistencia y un gol. También fue estrella el danés Christensen en su reaparición, como titular además. La visita del Betis, por un lado, era complicada por la calidad del rival, pero también hacía presagiar un buen partido por su forma de jugar. Y así fue.

A un excelente arranque del Barcelona en términos de circulación rápida de balón, presión alta y dominio, el Betis trató de responder con internadas de Miranda por la izquierda, que supusieron sendos remates de Canales y Luiz Henrique con cierto peligro, sobre todo el segundo, ya cuando el Barcelona mandaba por 1-0, gracias a un excelente cabezazo de Christensen.

Después de ese inicio pulcro del Barcelona, como le gusta decir a Xavi, la sequía tuvo una tregua en forma de lluvia y, para celebrarlo, el conjunto barcelonista se avanzó en el marcador.

Impecable centro de Raphinha desde la derecha, con la izquierda a pierna cambiado, un centro de fuera adentro que encontró un rematador igualmente académico: el central danés saltó, quedó suspendido en el aire, giró la cabeza y remató al fondo de las mallas.

Tormenta y goles
Tras el gol, llegó el intento de reacción del Betis, con el Barcelona algo acomodado, pero una jugada clave afectó mucho al conjunto andaluz: se quedó con diez por dos tarjetas amarillas a Edgar, un central que hacía escasos veinte minutos que había entrado en sustitución de Luiz Felipe, lesionado de forma fortuita en una de las acciones de peligro de Raphinha. La primera tarjeta es injusta: sacó un balón de forma limpia a Raphina. La segunda sí es indiscutible: falta sobre Pedri con pisotón.

Otra gran acción del Barcelona llegó casi a continuación de la expulsión: excelente Gavi en profundidad a Koundé, centro y remate de Lewandowski, que necesitaba consolidar la buena racha después de haber marcado en Vallecas.

El Barcelona había añadido verticalidad y profundidad al excelente dominio de los primeros minutos. Y el Betis, después de una fase de buenas intenciones, se vino abajo.

La puntilla la dio Raphinha tras recibir un pase de Sergio Busquets al área, controlar, salvar la salida del portero y rematar a gol. El VAR retrasó la celebración, por posible fuera de juego en el momento del pase de ‘Busi’.

Bien encarado el partido, el Barcelona buscó divertirse en uno de los últimos partidos del Spotify Camp Nou hasta Dios sabe cuándo, pero sin hacer sangre de un Betis diezmado.

Otra cosa era Lewandowski, que buscaba goles para tratar de distanciarse en el ‘Pichichi’, tanto como fuese posible. Chutó al palo tras pase de Pedri y Araujo remató alto por poco a la salida d eun córner.

Sin duda, los momentos emotivos de la noche llegaron en la fase final. Primero, la entrada de Joaquín, ovacionado por el público del Camp Nou en su útlima visita, puesto que ya ha anunciado su retirada. Y, después, Dembélé, adorado literalmente por el Spotify Camp Nou.

Se retiró lesionado una de las estrellas de la noche, Joaquín, con lo cual el Betis se quedó con nueve y entró Lamine Yamal justo después de que Guido Rodríguez desviase a gol un centro de Ansu Fati. Lamine debutó con descaro y decisión: casi marca el quinto al recuperar y chutar al cuerpo de Rui Silva.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (3); Koundé (3), Araujo (3), Christensen (4) (Marcos Alonso (2), 59’), Balde (3); Frenkie de Jong (3) (Ansu Fati (3), 59’), Sergio Busquets (3), Pedri (3) (Kessie (2), 73’); Raphinha (4) (Dembélé (2), 73’), Lewandowski (3), Gavi (3) (Lamine Yamal (3), 83’)

REAL BETIS: Rui Silva (1); Montoya (1), Pezzella (1), Luiz Felipe (s.c.) (Edgar (1), 12’), Miranda (3) (Joaquín (3), 64’); Guido Rodríguez (2), William Carvalho (2); Luiz Henrique (2) (Paul (1), 46’), Canales (2) (Juanmi (1),75’), Ayoze (1) (Abner (2), 64’); Willian José (1)

GOLES: 1-0. Christensen, 14’; 2-0, Lewandowski, 35’; 3-0, Raphinha, 39’; 4-0, Guido Rodríguez, p.p., 82’)

ÁRBITRO: Del Cerro Grande (Comité Madrileño) (1). Tarjetas amarillas a Edgar (24’ y 33’). Tarjeta roja a Edgar (33’).

ESTADIO: Camp Nou. 88.530 espectadores

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El Cádiz le roba oxígeno al Valencia

El equipo de Sergio se sacude la presión y adelanta en la lucha por la permanecía a un rival que llegó tarde al partido


Tras tres partidos sin ganar (y con un único punto como botín) el Cádiz se reencontró con el triunfo y pudo rellenar su colchón de seguridad en la pelea por la salvación a costa de un Valencia que vio rota su racha de dos victorias seguidas y que perdió una buena oportunidad de escapar de la zona más caliente. El equipo de Rubén Baraja pagó caro dejarle la iniciativa al de Sergio y cuando despertó ya fue tarde.

Baraja agitó su once ante el poco descanso que había podido tener su equipo tras la remontada ante el Valladolid. Pero la frescura de piernas no tuvo efecto y tras los minutos de tanteo inicial el Cádiz se hizo dueño del partido. Ante la falta de respuesta visitante, los locales se vinieron arriba. Avisó Chris Ramos tras un pase largo de Ledesma pero hubo más. Únicamente la buena concentración de Mouctar Diakhaby evitó el tanto local. La segunda vez que lo hizo el central sacó sobre la línea de gol una semi chilena de Escalante.

Sufría el Valencia pero también se estiraba cuando podía. Desperezarse le vino bien pero el Cádiz siguió percutiendo por la banda derecha con Iván Alejo como estilete. La insistencia gaditana tuvo su premio. En uno de los larguísimos saques de banda de Luis Hernández, Rubén Sobrino prolongó en el primer palo, y Escalante se libró de Nico y se adelantó a Lato. El Nuevo Mirandilla estalló al ver cómo su equipo rompía con una sequía goleadora de más de 330 minutos. Era el cuarto tanto que el equipo amarillo lograba desde un saque de banda. Quedaban cinco minutos para el final pero el Valencia ya no levantó la cabeza y los locales se libraron de siete minutos de asedio.

Todo el mundo esperaba el asedio del Valencia con el inicio de la segunda parte pero el Cádiz se revolvió contra ese guión previsto. Tras una buena internada del Pacha Espino por la derecha, dejó pasar a Cömert, puso un centro templado y Sergi Guardiola mandó a la lona al Valencia con el segundo tanto. Cuando el balón llegó a las redes de la portería de Mamardashvili aún no había pasado un minuto desde la reanudación.

Los de Baraja no se hundieron pero contaron con un regalo de Ledesma para no hacerlo. Falló el portero argentino en un control tras la cesión de un compañero en su propia área y Lino estuvo allí para pasarle la factura. Con un sutil toque elevado superó el intento del guardameta de deshacer su error y después remató sin demasiado ángulo pero sin dudas. Volvía a haber partido.

El encuentro se abrió con los cambios. El joven Diego López tuvo una buena para empatar pero decidió centrar. Después Ledesma se adelantó a Duro como luego hizo Mamardashvili con Sergi Guardiola. Fue una de las pocas acciones que no abortó un imperial Diakhaby.

Con el paso de los minutos, aumentó la intensidad del asedio visitante pero sin claridad como para generar ocasiones claras. La mejor fue un remate de cabeza de nuevo de Diego López que permitió a Ledesma recuperarse con una bonita palomita. También Ilaix tuvo un buen disparo pero la mandó por arriba del larguero. Una doble ocasión de Diego López y de Samu Castillejo permitió al portero local acabar de redimirse ayudado por Mbaye. Tras siete minutos conteniendo la respiración, el Nuevo Mirandilla se convirtió en una fiesta con el final, salvo la zona en la que quinientos valencianistas demostraron que, como dijo Baraja, sólo ellos están esta campaña a la altura del escudo.



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El Español vence al Getafe y se inyecta vida y fe en la salvación

Un gol de Joselu de penalti ha atado el valiosísimo triunfo


Después de casi dos meses sin alegrías en forma de victorias, ocho jornadas de sequía, el Espanyol ha vuelto a ganar este domingo en un partido a vida o muerte ante el Getafe, un rival directo en la pelea por la permanencia. Una victoria celebradísima gracias a un gol de penalti de penalti, un triunfo con tintes heroicos pues el Espanyol se inyecta oxígeno en vena ya que un tropiezo hoy hubiera supuesto tener casi pie y medio e Segunda.

No ha sido así y este Espanyol, que ahora dependerá de sí mismo tras las derrotas de sus directos rivales, dormirá a dos puntos del descenso y se mete adrenalina pura con estos tres puntos de oro. El efecto Bordalás no ha sido beneficioso para un Getafe cauteloso y que mereció salir derrotado del RCDE Stadiu, pues el Espanyol buscó más y mejor el triunfo pese a sufrir hasta el último suspiro por lo ajustado del marcador. Al final explosión de júbilo y un estadio que celebró a lo grande la victoria que vuelve a dar vida a los de Luis García.

Luis García ha movido piezas respecto al partido ante el Cádiz, destacando una retaguardia de cinco jugadores (Sergi Gómez, Calero y Cabrera en el eje de la zaga) y una medular sin mediocentros de corte defensivo, con Darder, Denis Suárez y Nico por delante. Valiente la apuesta del técnico perico, con toda su artillería más creativa sobre el verde.

Mientras que José Bodalás, que fue presentado el sábado y debutó ya este domingo, apostó por su característica zaga de cinco y apenas varió piezas respecto al último partido con Quique Sánchez Flores todavía como capo azulón.

Intensidad y muchos nervios en los primeros minutos, teniendo más balón un incisivo Espanyol frente a un Getafe de inicio aculado atrás. En el minuto 9 Nico Melamed dio el primer aviso desde la frontal, luciéndose Soria. Mordían los pericos pero poco a poco, el once azulón se estiró y el duelo se equilibró, empezando a asustar a Pacheco.

Así en el 19' elmeta perico estuvo muy hábil para desbaratar una buena incursión de Portu que no controló bien in extremis. El Espanyol buscaba el gol con ahínco, volcados en la meta madrileña pero le faltaba acierto en los últimos metros ante la férrea zaga azulona.

Los de Luis García atacaban con criterio y acariciaron el gol en el 24' con una doble ocasión brutal.A bocajarro, primero Braithwaite tuvo el gol pero su disparo al 'muñeco' lo repelió bien Soria y en el rechace Nico volvió a intentarlo y volvió a topar con el cuerpo del portero del Getafe, providencial.

Cuatro minutos después Joselu alimentó su gafe con los palos con un latigazo espectacular que escupió la madera aunque de entrar, la jugada hubiera quedado anulada por fuera de juego. Achuchaba y achuchaba el Espanyol, enchufado arriba. En el 29' Borja Mayoral casi dejó helado el estadio, pero una mano milagrosa de Pacheco abortó el peligro.

Pero ya lo dice el refrán, quien la persigue, la consigue. Y el Espanyol era quien más estaba persiguiendo el gol. Y acabo cayendo. En el 34', una mano de Aleñá fue castigada con penalti por el colegiado, a instancias del VAR. Y después de cuatro largos minutos para que se confirmase la decisión, lo que provocó más de una taquicardia en la grada, Joselu transformó la pena máxima de forma magistral, explotando la grada. Hacía muchos, muchos partidos que el Espanyolno se ponía por delante en el marcador en un encuentro, muchos.

En la reanudación, el duelo se volvió a equilibrar conu toma y daca constante en ambas áreas. El Espanyol tenía más balón pero el Getafe asustaba a a contra, con un Enes Unal que llevaba veneno cuando la tocaba. En el 52' Nico Melamed se sacó un buen disparo lejano que salió rozando el palo derecho. Y un minuto después respondió el once de Bordalás con un cabezazo de Duarte venenoso. Temblaba una grada que no dejaba de animar.

El Espanyol cedió durante unos minutos la posesión y el once de Bordalás se vino arriba, poniendo a prueba a un seguro Pacheco con centros de Portu y 'puñaladas' de Ünal. Nico Melamed, de lo mejor, se encargó de frenar el poderío azulón con un cabezazo que acabó siendo muy inocente ante Soria, muralla (67').

El duelo se electrizó, las pulsaciones se aceleraron por culpa del ajustado marcador y la grada empujaba como nunca. Luis García y Bordalás pusieron carne fresca, siendo muy celebrada la entrada de Brian Oliván pues desde que el lateral zurdo no juega, el Espanyol no gana. Y se encadenaba ocho partidos...

El Espanyol dominaba pero no sabía 'matar' y el Getafe, pese a que no estaba haciendo daño, siempre asustaba. En el 77', la grada cantó el gol de Sergi Gómez en una jugada embarullada sobre la misma línea de gol, pero se anuló por una falta sobre el portero azulón. Nervios y más nervios.

El equipo blanquiazul tenía protagonismo, mandaba y merecía el gol pero adolecía de puntería en los metros finales. En el 80' una gran contra local no acabó con premio pues Joselu remató muy blando una buena asistencia de Darder. Por si no habían suficientes nervios en un partido trascendental para ambos, el partido se interrumpió por una incidencia en la grada cuando los aficionados que estaban detrás de la portería de Pacheco avisaron al meta de que vinieran rápidamente los servicios médicos. El colegiado paró el encuentro y los sanitarios acudieron y por suerte, todo quedó resuelto y el susto, en principio, no pasó a mayores.

En el 89' Puado desaprovechó una grandísima ocasión para haber sentenciado, pero estrelló el balón en el cuerpo de Soria, marrando una grancontra que dirigió Darder, un capitán que espoleaba a la grada para que no cesara en su apoyo.

En los seis minutos de descuento, el Espanyol perdió más de un balón tonto, poco contundente y Latasa tuvo el empate en el 94'. La grada estaba al borde del infarto, como el banquillo de Luis García, un manojo de nervios. Se sufrió como hacía muchos muchos meses no se sufría pero el Espanyol ató el valiosísimo triunfo y sigue soñando con la salvación. 'Sí se puede', como gritaba una y otra vez la grada de un RCDE Stadium espectacular.



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El Girona asalta Sevilla y se sitúa a tres de Europa

Los goles de Juanpe y el Taty Castellanos dieron la tercera victoria en los últimos cuatro encuentros


Nueva victoria de mérito del Girona ante el mejor Sevilla de la temporada y el mejor rival de las últimas diez jornadas. Los de Míchel se impusieron con dos goles y sellaron una nueva portería a cero frente a un cuadro andaluz minimizado y sin suerte.

No había ni un solo asiento libre. Las taquillas sevillistas cerraron con antelación a sabiendas de un partido clave para ambos conjuntos, que se encontraron en el último partido de la jornada 32 con 41 puntos. Con los deberes hechos, los objetivos pasaban por mirar hacia Europa y ver hasta qué lugar existía la capacidad de escalar en la tabla.

Con la importante ausencia de Arnau por acumulación de amarillas, Míchel apostó por retornar a una defensa de cinco, con Miguel y Couto abordando los carriles. Fue uno de los partidos más exigentes por las circunstancias para los del técnico vallecano y se notó por una presión sevillista que caló desde el silbato inicial. Ocampos, Bryan Gil y En-Nesyri fueron los primeros en iniciar la presión a la salida del juego gerundense.

La intensidad dio paso a una acción muy protestada por la afición local. La presión de Ocampos acabó con un pisotón de Juanpe que no acabó siendo punible, ni por el colegiado ni por el VAR.

El Girona tuvo claro cómo lanzar el primer córner. Rodrigo Riquelme lo quiso lanzar donde nadie pudiese llegar para que, al segundo palo, estuviera esperando Juanpe. El capitán ganó la marca a Acuña y no fue con la testa, sino con un remate acrobático, la apertura de la lata por parte de los catalanes.

El tanto dio aire fresco a los visitantes. Empezó a coger las riendas del primer tiempo con una salida de balón más fluida, aunque sí estuvo más torpón a la hora de encontrar a las tres flechas que conectaban con el ataque rojiblanco. A pesar de ello, no fue suficiente para detener el peligro sevillista, especialmente por banda izquierda con Bryan y Acuña. El extremo tuvo las dos más claras para los de Mendilibar. Gazzaniga se encargó de hacer lo propio.

Los gerundenses se fueron al descanso sabiendo la importancia de frenar las ofensivas rivales y la presión de uno de los estadios con más empuje de la Liga. El objetivo primordial era frenar al equipo más en forma de los últimos diez encuentros en su propia casa.

Dicho y hecho. La línea de cinco atrás y el sacrificio defensivo del equipo dio pie a minimizar las intenciones del cuadro andaluz. A medida que los del técnico vasco fueron desesperando, el Girona empezó a aprovechar los contraataques con velocidad. Riquelme volvió al nivel que tanto gusta en Montilivi y fue un peligro constante por el costado de zurdo. De sus botas salió un potente disparo al larguero de Dmitrovic. El rechace acabó en los pies de Miguel, que cedió a Tsygankov y el ucraniano para el Taty. El argentino, de dulce, dobló la ventaja en el marcador.

Al Sevilla sólo le valía reaccionar obligadamente. Mendilibar sacrificó a un centrocampista para dar entrada a Rafa Mir y reforzar el ataque a la vez que Míchel reforzó la defensa. Durante los últimos 20 minutos de encuentro, el combinado sevillista se volcó descaradamente al ataque para revertir la situación del modo que fuera. La poca efectividad, pero, acabó desesperando a su afición, que se mostró en desacuerdo con algunas decisiones de Muñiz Ruiz, fruto de la tensión y de un resultado muy poco a favor.

Fue entonces cuando al Girona le tocó retrasar las líneas. El rival empezó a recortarle metros y fueron los minutos más complicados para los catalanes que, a pesar de sufrir, se encontró con la fortuna en algunos rebotes que favorecieron a los intereses de las manos del arquero argentino. Ni en eso tuvo fortuna el Sánchez-Pizjuán.

Sin tiempo para más el Girona volvió a sumar una victoria de mérito, encadenando tres triunfos en cuatro partidos y empieza a mirar seriamente a Europa. El Sevilla, sin desparpajo, perdió una gran oportunidad de continuar con una magnífica racha.



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¡Gol de título de Jordi Alba!

El lateral, revulsivo tras el descanso, tumba in extremis a un Osasuna heroico


¡Gol de título de Jordi Alba! Una acción del veterano lateral, que entró como revulsivo por banda por la izquierda cuando no había recursos válidos, dio los tres puntos al Barcelona ante un Osasuna heroico, que resistió con un equipo plagado de reservas y con diez por expulsión del joven Herrando. Alba recogió una asistencia de cabeza de Frenkie de Jong, chutó con la izquierda y desencalló un partido intenso para amarrar tres puntos que se escurrían por el desagüe. El Barcelona sufrió mucho para doblegar al finalista de Copa, pero finalmente se acercó un poco más al alirón.

Otra vez al Barça el partido que se le hizo bola. Parece que da la de cal y la de arena. Empezó dormido y, cuando quiso apretar el acelerador, encontró que Osasuna, lleno de reservas y jóvenes del filial, ya se había convencido de que podía competir por los puntos pese a las circunstancias. Pedri ponía luz en el juego azulgrana durante muchos minutos, pero faltó pólvora delante. Parece que hay pánico a fallar ante puerta.

Raleó, pues, el Barcelona, menos brillante que en el partido inmediatamente anterior, ante el Betis, un equipo de corte muy distinto a Osasuna. En el césped, varias películas: la de la persecución del título, esquivo desde 2019, con un Barcelona precipitado, pero película que acabó bien; la de Lewandowski, con ganas de aprovechar la jornada de descanso de Benzema para buscar más ventaja en el ‘Pichichi’ pero encallado, película que no acabó bien; y la de Osasuna, a lo suyo, pensando en su inminente cita con la historia. El sábado sabremos si acaba bien.

Ante la perspectiva de la final de Copa del Rey, el próximo sábado, Osasuna salió con muchos reservas en el once y con tres jugadores del filial: el lateral derecho Diego Moreno, el central Herrando, que se precipitó al tirar al suelo a Pedri siendo el último defensa cuando el canario se iba solo a portería, y el extremo izquierdo Iker Benito. Arrasate también hizo un planteamiento con reservas.

Osasuna resiste
Osasuna defendía hasta con seis, convertidos los dos extremos, Rubén García por la derecha y Benito por la izquierda, en segundos laterales. La táctica del finalista de Copa, con mucha disciplina pero nula ambición en ataque, sirvió para que al Barcelona le costase traducir en ocasiones de gol su evidente dominio.

Solamente chutó entre los tres palos, después de romper por la banda izquierda, Balde en los primeros veinticinco minutos. También fue el lateral izquierdo del Barcelona, el mejor en la primera fase, quien volvió a romper por su banda, sentó a Rubén García y mandó un balón envenenado al área, donde Pedri se encontró con el balón y no tuvo reflejos para rematar entre los tres palos.

Ante la falta de espacios por dentro, el Barcelona tenía que probar por las bandas y Osasuna se sentía cómodo defendiendo el área por arriba. Pero todo cambió con un gran pase de Frenkie de Jong a Pedri a la espalda de la defensa en un momento en que Osasuna había avanzado líneas. Pedri se iba hacia meta y el joven Herrando le agarró siendo el útimo hombre y desentendiéndose del . El conjunto navarro se quedaba con diez.

Sin lucidez en los metros finales, el Barcelona se iba estrellando una y otra vez en el muro osasunista, si bien Diego Moreno rebañó en el área pequeña un balón que Ansu Fati, entrado por un Gavi renqueante, ya se disponía a rematar y, a continuación Araujo cabeceó un centro de Raphinha. Poco bagaje ante un Osasuna que, encima, hasta se permitió el lujo de plantarse en las inmediaciones del área barcelonista y chutar desviado por mediación de Torró.

Un Barça que no parecía que se estuviese jugando LaLiga regresó al césped igual de espeso tras el descanso. La entrada de Dembélé en lugar de Raphinha, que había sufrido un golpe en un choque con el meta Aitor Fernández, fue el revulsivo que buscó Xavi, con mucho partido por delante y contra diez.

No acertó a marcar Frenkie de Jong, que hizo un gran movimiento para entrar en el área, en un magnífico centro de Pedri. Aitor Fernández hizo un paradón ante el flojo remate de Frenkie, en la frontal de la pequeña. Ansu y Dembélé pudieron marcar, pero Aitor detuvo el chut de Fati y Ousmane remató mal. Osasuna, viendo que el Barcelona no le superaba pese a la superioridad, probó suerte en jugada de los dos jugadores de refresco que salieron al descanso, Iker Muñoz y Barja. Ter Stegen detuvo el chut de Muñoz y, poco después atrapó un cabezazo flojo de Kike García.

Al Barça se le acababa el tiempo y Xavi jugó sus últimas cartas, con Alba como extremo y Ferran, que casi marca de rebote en su primera intervención. Lewandowski buscaba el gol, pero Aitor, otra vez, le detuvo un muy buen remate. Le anularon un gol por fuera de juego de Ferran en pleno asedio azulgrana. Con Osasuna acorralado, Frenkie de Jong asistió con la cabeza a Jordi Alba para que el de l’Hospitalet dejase el título un poco más cerca.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Ter Stegen (3); Koundé (2), Araujo (3), Christensen (2) (Eric Garcia (2), 52’), Balde (3) (Alba (4), 75’); Frenkie de Jong (3), Sergio Busquets (2) (Ferran (2), 75’) , Pedri (3); Raphinha (2) (Dembélé (2), 52’), Lewandowski (2), Gavi (2) (Ansu Fati (2), 36’)

CA OSASUNA: Aitor Fernández (3); Diego Moreno (3), Unai García (3), Herrando (1), Manu Sánchez (3); Aimar Oroz (3) (Iker Muñoz (3), 46’), Torró (3) (Cruz (2), 59’), Ibáñez (2) (Aridane (2), 70’); Rubén García (1) (Kike Barja (3), 46’), Chimy Ávila (2) (Kike García (2), 59’), Iker Benito (2)

GOL: 1-0. Alba, 85'

ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (Comité Gallego) (1). Tarjeta roja a Herrando, 26’

ESTADIO: Camp Nou. 76.061 espectadores

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