Triunfo ajustado y Liga sentenciada

Las azulgrana se impusieron con gol de penalti de Rolfö ante un serio y defensivo Real Madrid


Muy grande tiene que ser el milagro para que el FC Barcelona no gane su cuarta liga consecutiva. Las azulgrana se impusieron al Real Madrid (1-0) en uno de los Clásicos más ajustados de los diez que han disputado, pero con el triunfo dejan a las blancas a trece puntos y el alirón culé es cuestión de tiempo.

Once con novedades en el Barça por las rotaciones azulgrana, con cuatro titulares como Paredes, Walsh, Graham y Oshoala viéndolo desde el banquillo. Aún así, con el once que planteó Jonatan Giráldez, el Barça debería haber disparado a puerta más de una vez. El disparo de Aitana a los seis minutos que Ivana despejó con el cuerpo fue la única vez que las azulgrana dirigieron el esférico entre los tres palos.

Toda la acción transcurría con las blancas instaladas en su campo, con ocho futbolistas formando una línea de cinco y otra de tres como escuderas de Misa, que apenas tuvo trabajo. Esther como referente ofensiva, y Weir de enganche esperaban delante algún balón para convertirlo en oro, pero todas las ocasiones rivales se saldaron en un disparo lejano de Esther que pilló bien colocada a Paños para embolsar el esférico.

Otros partidos funcionaron con las rotaciones, pero el Barça echó de menos en el primer tiempo el temple de Walsh en el centro del campo y el desborde de Graham por la banda, además de un referente ofensivo. Geyse fue la ‘9’ titular ayer, pero de nueve jugó sobre el papel de las alineaciones previas al encuentro. Intentó generar espacios pero no acertó con la toma de decisiones y frecuentó poco el lugar de recepción y peligro que se le espera a la goleadora azulgrana.

Muy mal lo debía ver Giráldez cuando nada más arrancar el segundo tiempo puso a toda la artillería a calentar. Walsh, Graham y Oshoala, tres de las cuatro fijas que rotaron. A la hora de partido les dio entrada y acto seguido Paredes suplió a Marta. Entonces sí, el Barça estaba con todo ante las blancas y arrancaba un mini partido de media hora para conseguir el triunfo.

Avisó Patri en el 65’ con uno de sus tiros marca de la casa, desde fuera del área, con una bolea envenenada que se perdió fuera por muy poco. Cuatro minutos más tarde la balear la puso y Graham cabeceó sola ante Misa pero la tiró al cuerpo de la meta visitante. El asedio azulgrana era total y Athenea, recién ingresada derribó de forma clamorosa a Salma dentro del área cometiendo un penalti que la colegiada gallega no dudó en señalar. Rolfö, con la serenidad nórdica que la caracteriza, engañó por completo a Misa para romper la igualada y hacer estallar a las 5.569 personas que firmaron el récord de asistencia al Estadi Johan Cruyff.

Pasaron casi 80 minutos de partido para que el Barça se pusiera por delante ante un correoso y bien colocado conjunto madridista, pero una vez el cuadro local lideró en el electrónico no dejó escapar el triunfo y los tres puntos.

Incluso hubo tiempo para que la joven promesa azulgrana Vicky López ingresara en el terreno de juego a disputar los minutos finales de una victoria que es un golpe definitivo a la Liga, y que si no hay ningún sobresalto se cerrará matemáticamente en Sevilla dentro de tres jornadas.



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El Mallorca salva un punto en inferioridad numérica

El meta serbio Predrag Rajkovic evitó la derrota mallorquinista con grandes paradas en los últimos minutos


El Mallorca, en inferioridad numérica desde el minuto 70 por la roja directa a Copete, ha salvado un punto en Son Moix ante Osasuna, que no inquietó en exceso durante todo el partido pero que en la recta final puso contras las cuerdas a los locales. Ambos equipos dieron por bueno el empate en su intento por no sufrir demasiado en el último tramo de la temporada y afianzarse en la zona media de la tabla.

En un partido con pocas ocasiones de peligro, sobrevivió el Mallorca, que fue ligeramente superior en la primera parte y que aguantó la última fase gracias a un meta Rajkovic providencial.

El Mallorca no reservó a ninguno de sus internacionales tras el parón FIFA y saltó al campo con un once de gala. La única novedad fue el regreso al equipo del central José Copete ante las bajas del eslovaco Martín Valjent y el sueco Ludwig Agustinsson, ambos lesionados. El mexicano Javier Aguirre no estaba en el banquillo al cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones, por lo que le sustituyó su ayudante, Toni Amor.

El Osasuna de Jagoba Arrasate, en cambio, decidió hacer rotaciones y reservar a David García, Moncayola, Moi Gómez y Abdé, con la vista puesta en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que el martes jugará ante el Athletic de Bilbao en San Mamés, donde jugará con la ventaja de 0-1 de la ida. No estuvo el hispano-argentino Chimy Ávila, por una lesión de sóleo, Rubén Peña ni el serbio Darko Brasanac, éste último sancionado. El croata Ante Budimir, exmallorquinista, regresaba a Son Moix liderando el ataque osasunista.

Los bermellones empezaron generando más peligro. Ya al primer minuto de partido lo probaba Kang-in, pero el chut del sucoreano se iba alto por muy poco. Lo intentaba en el 13' Maffeo en busca de la cabeza de Muriqi, pero despejó la zaga rojilla. De nuevo Maffeo a los 20 minutos, a pase de Kang-in, la enganchaba de volea y se le marchaba arriba por muy poco. Estaba el Mallorca avisando muy seriamente.

Pedía en el 24' penalti Dani Rodríguez por un empujón pero no vio nada punible el colegiado. Rubén García por el Osasuna tuvo en sus botas una acción muy peligrosa en una internada al área, en unos minutos intensos y de alternancias. El conjunto navarro reaccionó tras unos primeros minutos de dudas, y aunque apenas inquietó al meta Predrag Rajkovic con acciones claras, sí logró neutralizar con una buena defensa los ataques locales. Se llegó a la media parte con empate a cero: un Mallorca ligeramente superior y un Osasuna que no encontraba huecos en la zaga bermellona.

No hubo cambios en la segunda parte. Un disparo cruzado de Dani Rodríguez se marchaba fuera tras una buena asistencia de Maffeo en el 59'. El partido era trabado, con muchas faltas e interrupciones y sin nada de ritmo.

En el 70' llegó una jugada decisiva con la roja directa al local Copete: balón largo para Rubén García, le ganaba la partida a Copete y éste decide agarrarle para frenarle y que pierda unos metros clave para llegar antes que Rajkovic. Se quedaba el Mallorca con diez hombres, pero no lo supo aprovechar.

Se empezaron a mover los banquillos. Disparó fuerte en el área Baba y a punto estuvo de sorprender a Herrera, pero la sacó Aridane antes de que llegara a portería. Las mejores oportunidades llegaron en la recta final del partido. Dos minutos de asedio de Osasuna que salvó el meta Rajkovic con la punta de los dedos. La dejó Kike de cara para Abde, le pegó de primeras el ex blaugrana y tuvo que meter la manopla Rajkovic para evitar el gol y mandarla a córner.



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El Girona noquea al Español gracias a un 'penaltito'

El Girona tiene media permanencia atada con este triunfo mientras que el Español se hunde en el lodo y podría cae al descenso en esta jornada


Un riguroso penalti transformado por Stuani a tres minutos del final ha decidido el derbi catalán que se ha jugado este sábado entre el Girona y el Espanyol en Montilivi. Con el celebrado triunfo, los de Míchel dan un paso de gigante por la permanencia y duermen hoy mucho más cerca de Europa, mientras que el Espanyol enlaza su cuarta victoria seguida y entra en barrena, pudiendo caer a la zona de descenso este fin de semana.

Arnau avanzó al Girona con un golazo en el arranque de la segunda parte, empató Braithwaite y el duelo se reactivó, muy caliente, pero un 'penalti' a tres minutos del final decantó el derbi y puso patas arriba Montilivi.

El duelo estuvo marcado por dos lances clave, la expulsión de Sergi Gómez en el 83' por roja directa y el riguroso penalti en la recta final, a instancias del VAR y muy protestado por los de Diego Martínez al considerar que no había nada punible en el lance entre Vini y Santi Bueno. 

Gragera fue la novedad en el once del Espanyol, reforzando la medular y formado un pivote de músculo y contención con Vini Souza, guardando las espaldas a Darder. Mientras que en el Girona la nota más destacada fue que Riquelme arrancó desde el banquillo, siendo Toni Villa el extremo zurdo.

Desde el primer suspiro se vio que el Girona iba a ser el dueño del esférico y que llevaría la iniciativa, viéndose rápido un Espanyol agazapado y buscando la meta local a la contra... cuando podía, más bien poco en la primera parte. Tsygankov llevaba de cráneo a Óscar Gil, que jugaba a pierna cambiada en el lateral zurdo al no haber recuperado a tiempo Brian Oliván.

Mucho ritmo, monólogo del Girona en la posesión pero ninguna ocasión de gol en la primera media hora. Fue justo en el minuto 31 cuando el Girona tuvo la primera ocasión media clara. Taty Castellanos, que lo intentó desde todos los flancos con más corazón que definición, se sacó un chut mordido al que replicó Pacheco con una buena mano. Se animó el argentino y en el 33' firmó la más clara de la primera parte, pero su disparo salió alto cuando todo Montilivi ya cantaba el gol.

En la recta final antes del descanso, el Girona apretó y Tsygankov, el mejor local, también mereció marcar, pero su disparo se estrelló en la red lateral, mala definición de una buena contra.

El Espanyol jugaba a reducir espacios y el Girona se atascaba, pese a que la posesión del balón y la iniciativa fue totalmente suya. El Espanyol, por su parte, se animó a mirar la otra portería antes del descanso y primero Rubén Sánchez (41') y ya en el descuento Joselu asustaron un poco a Gazzaniga, inédito toda la primera parte.

En la segunda parte el Girona arrancó mordiendo, similar guión que en el inicio del partido. Así ya en el 47' el equipo de Míchel pudo llevarse el gato al agua con un disparo de Iván Martín a bocajarro que desbarató Pacheco, aunque de entrar la jugada se hubiera revisado por un posible fuera de juego.

Pero el Girona seguía a lo suyo, buscando el gol que premiara su dominio y su monólogo en ataque. Y llegó en el 53', un golazo de Arnau que hizo que Montilivi se cayera. El lateral rojiblanco controló con la derecha el esférico, se lo acomodó y engatilló una brutal volea con la zurda para batir a un Pacheco que nada pudo hacer. El 1-0 subió al marcador, enloqueciendo el estadio.

Con la ventaja, el Girona se vino arriba y Tsygankov tuvo el segundo. Diego Martínez movió el banquillo, buscando mayor presencia arriba pues al Espanyol le iba la vida, entrando Denis Suárez en el verde.

El equipo perico se entonó y por primera vez en todo el partido, encaró, se estiró y buscó la meta de Gazzaniga con argumentos de peso y ocasiones. Apretó a la contra, buscando a un Joselu muy vigilado.  El Girona jugaba tranquilo, pero bajó el pistón, contemporizó y el Espanyol se le subió a las barbas.

Y apareció Braithwaite para poner pimienta al duelo. En el 74', Rubén Sánchez puso un buen centro, lo controló Puado y habilitó al punta danés, el más pillo de la clase, le ganó la marca a David López y batió a Gazzaniga para poner el 1-1 en el marcador. Explotaba el banquillo y los aficionados pericos desplazados a Montilivi.

Todavía faltaba mucha tela por cortar y mucho por suceder.

El duelo se volvió más eléctrico e intenso si cabe, saltaban las chispas por doquier, se notaba que había mucho en juego.

Los dos técnicos movieron el banquillo, buscando soluciones para llevarse un derbi crucial.

Y llegó en el 83' una de las dos jugadas claves del duelo, las dos perjudicaron al Espanyol. Sergi Gómez vio la roja directa, a instancias del VAR que llamó al colegiado para que la revisara, por una entrada a destiempo en el centro del campo sobre Taty Castellanos. Una jugada polémica pues el propio colegiado pudo estorbar el juego blanquiazul, lo que levantó las protestas.

La recta final fue una locura con los dos equipos abocados en pos del gol, que cayó para el Girona, aprovechando que el Espanyol se había desintegrado en inferioridad numérica. Y llegó la jugada clave y más polémica del derbi. En el 87' el árbitro Ortiz Arias pitó un discutidísimo penalti, un 'penalti' al considerar que Vini Souza había obstaculizado a Santi Bueno.

Stuani se encargó de transformar la pena máxima y poner el 2-1 en el luminoso, un celebrado gol que ponía en ventaja a los de Míchel. En el descuento ambos equipos tuvieron chance, Joselu por el Espanyol y Riquelme por el Girona, pero el triunfo local ya no se movió, explotando Montilivi con el silbato final.

Con los tres puntos en el saco el Girona da un paso de gigante en el objetivo de la permanencia, pues dormirá mucho más cerca de Europa. Mientras que el Espanyol se hunde más en el lodo, encadena su cuarta derrota seguida y tiene opciones de caer a la zona de descenso este fin de semana en función de lo que hagan sus directos rivales. Estocada a un Espanyol que pese a que no hizo un gran partido, no mereció irse de vacío de Montilivi aunque le urge mejorar mucho pues le sobran dedos de una mano para contabilizar los disparos de los pericos entre los tres palos. Así no.



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El Sevilla ya gana al estilo Mendilibar

El equipo nervionense gana en Cádiz sus primeros tres puntos en el debut del vasco en sustitución de Sampaoli y se impone fuera de casa después de cinco meses y medio


El Sevilla sumó una importante victoria en Cádiz en el debut de José Luis Mendilibar, quien como sustituto de Jorge Sampaoli, logró que el equipo nervionense ganara un partido fuera de casa más de cinco meses después, ya que no lo hacía desde el mes de octubre cuando ganó en Mallorca.

En un duelo regional atípico por la lucha por el descenso, ya que no es habitual que el Sevilla esté metido en esta pelea y sí opte a objetivos mayores, dos goles de Ocampos y En-Nesyri en dos acciones a balón parado hacen que el equipo hispalense se distancie de la zona de descenso, ahora a 5 puntos.

No obstante, el encuentro arrancó con una jugada polémica en el área del Sevilla, cuando un balón golpeó en la mano de Pape Gueye. Ni el VAR ni Soto Grado vieron penalti. Tras esta acción polémica, se pudieron ver las intenciones tácticas del nuevo Sevilla con Mendilibar. Un equipo más directo en la creación y buscando constantemente centros al área. Con esta premisa, y con una presión más agresiva en campo contrario que en la etapa de Sampaoli, el equipo nervionense acumuló más llegadas al área que su rival. En-Nesyri probó fortuna con dos remates de cabeza que sirvieron de aviso a la meta de David Gil, sustituto de Conan Ledesma en la meta amarilla. Uno fue a centro de Bryan Gil, uno de los más activos en los visitantes y otro en un córner lanzado por Rakitic.

El propio En-Nesyri en un robo del barbateño ensayando un disparo lejano y otro remate de Gudelj también estuvieron cerca de inaugurar el marcador en un partido que antes del descanso aún tendría dos jugadas polémicas, un agarrón de Luis Hernández a En-Nesyri en el área y otro penalti reclamado por los locales en una caída de Sobrino ante Jordán.

En la segunda mitad el partido ganó en intensidad y fue el Sevilla el que golpeó en un saque de esquina, tras el que un balón suelto Ocampos lo enganchó y lo mandó a la red. El Cádiz pudo empatar con un balón al palo de Fali en una mala salida de Dmitrovic, lo que coincidió con los momentos en los que el Cádiz más apretó, pero una falta desde su área que sacó Badé, en tres toques, al más puro estilo Mendilibar, el Sevlla sentenció el partido al asistir Bryan Gil con una dejada a En-Nesyri y éste batir por bajo a David Gil.



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El Madrid se merienda al Valladolid y apunta al Clásico

El Real Valladolid, pese a que lo intentó y salió fiero en los primeros minutos, se descosió ante la avalancha y ya nunca más fue rival


Tarde de goles en la vuelta al fútbol del Real Madrid. De goles, sobre todo, de Karim Benzema que, con un hat-trick en apenas siete minutos, decidió el partido ante el Real Valladolid para poner ya el punto de mira en el Clásico copero del próximo miércoles. Porque esa es la realidad liguera del Real Madrid en este tramo de la temporada: cosechar victorias para generar confianza en la Copa y en la Champions. Y en eso hoy no les fue nada mal. Sí al Real Valladolid de Pacheta que, si mira hacia abajo, ve más cerca el precipicio y menos jornadas en el calendario.

En cuanto a la alineación, Ancelotti se reservó a los internacionales más desgastados como Modric y Valverde y dio entrada a Alaba, que volvía de lesión, para cubrir la baja de última hora de Antonio Rüdiger. Con Asensio a la derecha y Rodrygo de mediapunta, dispuso un 4-2-3-1 con el que manejaría sin problemas el partido.

Susto y 'paliza'
Y es que, aunque cualquiera lo diría viendo el resultado, lo cierto es que el Real Valladolid comenzó asustando al Bernabéu. Un disparo al palo de Roque Mesa y varias llegadas de peligro de los pucelanos pusieron el nervio. Fue quizás lo que necesitaba el Madrid, que lo amenazaran, para comenzar ellos a hacer sangre.

Así, en la primera que tuvieron los blancos, un buen contragolpe en el 22', Rodrygo presentó la derecha ante Asenjo y abrió el marcador. Pero el brasileño solo fue el telonero de lo que vendría después: un hat-trick de Benzema en siete minutos eléctricos. El '9' empezó entrando en el área como quien entra en una biblioteca, sin hacer ruido, para terminar haciéndolo como quien entra en su casa. Un cabezazo al segundo palo y dos disparos inalcanzables fueron suficientes y efectivos para merendarse al Real Valladolid en un visto y no visto.

Descansos y regresos
Tras el descanso, el partido tuvo la historia que tienen los partidos que ya están resueltos al descanso. Agitación en el equipo que pierde con tres cambios y estabilidad en el equipo que gana. Un clásico. A partir de ahí el Valladolid logró frenar la hemorragia y pudo maquillar el marcador con otro disparo a la madera, esta vez de Kike Pérez. El Madrid seguía a lo suyo.

Viendo el panorama despejado, Ancelotti decidió dirigir la orquesta con su mano izquierda para dar entrada a los 'desaparecidos' Vallejo y Hazard y salida a los omnipresentes Benzema y Vinicius. Un claro guiño al Clásico del próximo miércoles. El belga, que volvía al Bernabéu siete meses después,  dividió a la grada entre pitos y aplausos y no supo luego en el campo convencer a nadie.

Sí que lo intentó hacer Asensio que, una vez más, dejó su sello con un gol cuya celebración pareció mostrar alivió en él. Se arrodilló y fue abrazado por sus compañeros. También se redimió Lucas Vázquez, con el sexto gol ya en el descuento y que fue quien le puso el candado al partido y citó al Madrid para lo que viene: Clásico y Chelsea. Casi nada.



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