Guruzeta, el nuevo killer del Athletic, tumba al Valladolid

- El donostiarra, titular por primera vez, firma los dos primeros goles bilbaínos y Vivian remata la faena en San Mamés (3-0)
 - El equipo de Pacheta, pese a la contundencia del marcador, dio la cara ante los leones


El Athletic se va al descanso por el parón del Mundial inmerso en la zona europea y con la sensación de haber descubierto a un nuevo goleador. Guruzeta, que acumulaba tres dianas como león en la presente Liga, firmó este martes dos más en su primera comparecencia como titular. Los dos tantos del donostiarra supusieron el principio del fin de un Valladolid que pese a la contundencia del resultado plantó cara en San Mamés.

El tercer tanto de los leones llevó la firma de Vivian. Otra diana con historia, puesto que fue la primera que el equipo de Ernesto Valverde consigue esta temporada en jugada de estrategia. Iñigo Martínez, por cierto, se pasó todo el encuentro en el banquillo.

El choque también dio lugar a ciertas jugadas polémicas. Los visitantes reclamaron un penalti por mano de De Marcos antes del descanso y falta previa de Vesga en la jugada del 2-0. Iñaki Williams, por su parte, también reclamó una pena máxima por mano de Olaza ante Iñaki Williams.

El partido comenzó con sorpresas en ambos bandos. Valverde optó por realizar cuatro cambios respecto al equipo que venía de perder en Girona, algunos de ellos significativos. De Marcos y Vivian entraron así en defensa en sustitución de Yuri e Iñigo Martínez, Ander Herrera en la media por Raúl García y Guruzeta ejerció en el ataque con los Williams abiertos a banda y Berenguer en el banco.

La rotación de Pacheta resultó prácticamente total en comparación con su once de la jornada precedente ante el Elche. El portero Masip y el extremo Gonzalo Plata fueron los dos únicos albivioletas que repitieron titularidad. Los nueve restantes, nuevos.

El Valladolid pudo encarrilar el encuentro nada más sacar de centro con dos remates desviados consecutivos de Weissman. Guruzeta dio la réplica a los visitantes con dos ocasiones antes de que se cumpliera el minuto 14. Sergi Guardiola volvió a meter el miedo en el cuerpo a la afición de San Mamés acto seguido.

La reacción local fue fulminante, puesto que Guruzeta acertó de cara a gol a la tercera. Buena contra bilbaína y doble remate, uno con cada pierna, del donostiarra hasta alojar el balón en el fondo de la portería de Masip. El portero barcelonés volvió a lucirse acto seguido tras una gran acción individual de Nico Williams.

Los pucelanos reclamaron poco después un penalti por manos de De Marcos, pero el VAR no solicitó la presencia del colegiado. El propio defensa alavés, Iñaki Williams en fuera de juego por centímetros, Ander Herrera y Sancet protagonizaron las mejores y más claras opciones bilbaínas de aumentar la ventaja en el primer tiempo.

Guruzeta tardó poco en hacer el 2-0 a la vuelta del descanso. Los visitantes pidieron falta previa de Vesga en la recuperación del balón, pero el árbitro entendió que no y el donostiarra no perdonó. Pacheta, que en el intermedio retiró a Weissman para meter Aguado y varió su sistema de juego de cara a cerrar mejor ambas bandas, siguió buscando soluciones en el banquillo al dar entrada simultánea a Iván Sánchez y Óscar Plano.

El Athletic, firme atrás, siguió disponiendo de llegadas ante un Valladolid incapaz de rematar entre los tres palos de la portería de Unai Simón. Valverde, con el partido controlado, fue tirando de banquillo para refrescar a su equipo. Vencedor y Muniain se incorporaron primero, Raúl García y Villalibre más tarde.

La salida de estos dos últimos estuvo acompañada del tercer gol bilbaíno, el primer de estrategia de toda la temporada. Muniain templó al área y Vivian remató de cabeza como mandan los cánones a falta de doce minutos para la conclusión. El partido, si no lo estaba ya desde minutos antes, quedó así visto para sentencia. El resto del choque quedó a modo de anécdota.



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El VAR hurga en la crisis del Sevilla

- La Real Sociedad se lleva con comodidad los tres puntos ante un rival que se quedó con nueve jugadores por dos expulsiones tras sendas revisiones del rearbitraje
 - El equipo de Sampaoli luchó hasta el final por el empate


La Real Sociedad se llevó los tres puntos del Sánchez Pizjuán en un partido con una primera parte loca en la que el Sevilla sufrió dos expulsiones que pesaron demasiado, pese a que, con nueve jugadores, logró acortar distancias e incluso soñó con el empate. Los de Sampaoli se van al parón sin poder salir de una grave crisis, mientras que los txuri-urdin, que se encontraron con un gran Bono a la hora de ampliar su ventaja en el marcador, recuperan el tono en la Liga y se meten en zona europea.

El Sevilla, sumido como sigue en una caída a los infiernos, entregó un partido con dos expulsiones a instancias del VAR antes de la media hora que dejaron todo el camino libre a una Real Sociedad que no venía de una buena racha precisamente (un punto en tres jornadas) y que se vio de repente ante un rival con nueve jugadores por las rojas directas mostradas a Rakitic y Nianzou por dos terroríficas entradas a Brais Méndez, al tobillo el croata y a la altura de la rodilla el francés.

A partir de ahí, con dos jugadores más sobre el campo, iba a ser coser y cantar para los de Imanol Alguacil, que ya once contra once mandaban en el marcador con un tanto de Sorloth, de preciosa vaselina sobre Bono a pase de Mikel Merino. Habían pasado sólo 20 minutos desde el inicio.

Y eso que los donostiarras se les truncaron los planes pronto con la lesión de Carlos Fernández, que volvía a su tierra y se tenía que marchar a los diez minutos. Pero el Sevilla ahora mismo es un cadáver, al que ni siquiera el punto sumado en el derbi ante el Betis en el que llegó a tenerlo todo en contra logra resucitar. Ese partido lo acabaron los de Sampaoli ante un rival con 9 al que no le supo meter el diente. A la Real, aunque con dos jugadores más, le bastó un minuto para meter el segundo. Y ahí acabó el partido.

La primera expulsión llegó en el 28 cuando en una carrera hacia atrás en campo realista Rakitic pisó el tobillo de Brais Méndez. Del Cerro Grande le mostró amarilla, pero Jaime Latre en el VAR rearbitró la jugada y el capitán sevillista veía la roja directa. Sólo seis minutos más tarde se repetiría la operación con Nianzou, que volvía tras sufrir una rotura de fibras contra el Valencia. El francés cazaba a Brais al borde del área y otra vez el VAR entraba en acción para dejar al Sevilla con nueve jugadores y una hora por delante.

Tras una fase en la que la Real apretó (al minuto anotó el propio Brais Méndez el 0-2 tras un pase de Merino), el orgullo de los sevillistas salió a relucir. Rafa Mir anotó un precioso gol en un gran cabezazo tras un buen centro de Alex Telles, llevando al público algo de esperanza ante una empresa casi imposible. El tiempo de prolongación de esta primera parte se fue a los ocho minutos entre los goles, los cambios, las revisiones del VAR y las expulsiones.

En el descanso los dos entrenadores buscaban cambiar las cosas con dos cambios cada uno. Sampaoli daba entrada a Kike Salas y a Joan Jordán por Rekik e Isco buscando en la medida de lo posible cerrar espacios por dentro, mientras Imanol ponía en el campo a Guevara y Zubeldia para evitar salidas rápidas de un equipo agazapado por su inferioridad numérica.

Y en este periodo la Real Sociedad buscó el tercero tratando de mover el balón de lado a lado, aunque sin excesivas prisas mientras el Sevilla no inquietara. Se agigantó, no obstante, la figura de Bono, que mantuvo la esperanza intacta en el cuadro local con sus intervenciones, espectaculares en manos a mano ante Silva, Kubo y Pablo Marín. Y eso, junto aciertos acercamientos a base de raza de los de Sampaoli, levantó a la afición sevillista, que soñó con un empate imposible con dos jugadores menos.

La afición local pidió penalti en un agarrón a Lamela y En-Nesyri, en un remate, rozó el empate. Pero era imposible. El partido para el Sevilla hacía tiempo que estaba perdido y la crisis sigue. Dos puntos de 15 posibles.

Sevilla   
13 Bono, 16 J. Navas, 14 T. Nianzou, 4 K. Rekik 46' (29 Kike Salas), 3 A. Telles, 10 I. Rakitić,   
6 N. Gudelj, 17 E. Lamela 89' (11 A. Januzaj), 21 Óliver Torres 64' (18 T. Delaney), 22 Isco 46' (8 Joan Jordán),
12 Rafa Mir 64' (15 Y. En-Nesyri).

R. Sociedad
1 Álex Remiro, 2 Álex Sola 73'(17 Robert Navarro), 24 R. Le Normand, 20 J. Pacheco, 15 Diego Rico,
21 D. Silva 61' (42 Pablo Marín), 8 Mikel Merino 46' (16 A. Guevara), 3 Zubimendi 46' (5 I. Zubeldia),   
23 Brais Méndez, 9 C. Fernández 10' (14 T. Kubo), 19 A. Sørloth.   

Goles:(0-1) A. Sørloth (20'), (0-2) Brais Méndez (36'), (1-2) Rafa Mir (44')

Tarjetas:L Mikel Merino (31'), J. Navas (34'), Óliver Torres (40'), J. Pacheco (90')L I. Rakitić (28'), T. Nianzou (34')

Árbitro: Carlos Del Cerro Grande

Espectadores: 34.814 en el Ramón Sánchez Pizjuán

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Último naufragio de un Atlético que se lleva su crisis al Mundial

- El Atlético de Madrid se marchará al parón por el Mundial en sexta posición tras perder en Palma
 - Hasta los últimos 20 minutos los pupilos de Simeone no encerraron al Mallorca en su área


Otra derrota del Atlético de Madrid. Un Atlético para el que lo mejor a estas alturas es que llegue el parón. El Mallorca fue superior a los colchoneros en la primera parte, y los de Simeone no apretaron hasta los 20 últimos minutos. Al final una nueva derrota que deja a los rojiblancos sextos y a los bermellones en el décimo puesto.

Primera parte para olvidar en un Atlético que nunca fue protagonista. Sus dos grandes problemas fueron la falta de contundencia en el despeje de la zaga y los problemas de la medular para dar un pase adelante. Esto provocó que el Mallorca dominase el juego en todo momento.

Y eso que los colchoneros se pudieron adelantar gracias a una pase de Nahuel en profundidad a Morata, pero el delantero en vez de tirar dio un pase atrás a Griezmann en peor posición. Llamó la atención la falta de confianza del delantero madrileño en su disparo.

Justo después llegó el 1-0 en un hilo de errores colchoneros. Balón colgado, tres rojiblancos juntos no logran despejar, y la pelota acaba cayendo a Antonio Sánchez que saca un disparo durísimo desde 30 metros que despeja mal Oblak, y en el rechace Jaume Costa acabó poniéndosela en bandeja a Muriqi para que marcase a placer. Tras este gol, el kosovar sigue acumulando récords. El último ha sido igualar a Eto’o y Luque tras anotar en cinco partidos seguidos.

La respuesta llegó por parte del Atlético. Pase de De Paul en profundidad y Morata que batió al meta balear. Pero era fuera de juego. Era el tercero del ‘19’ en un primer acto que acabó con cuatro. Una auténtica barbaridad.

Tan mal lo vio el Cholo que movió el banquillo antes de la media hora de partido. Sacó del campo a Nahuel que había visto amarilla, y dio entrada a Correa que trató de sumar arriba. Aunque pocos balones le llegaron como al resto.

De ahí hasta el descanso, el Atlético tuvo ocasiones tímidas en un disparo lejano que se fue muy alto de De Paul o en una falta botada por Griezmann a la que no llegó nadie. Mientras que el Mallorca siguió dominando y la mejor ocasión fue una volea de Galarreta que pegó en Witsel.

Tras el descanso llegó un nuevo susto en un cabezazo de Muriqi a un centro de Kang in Lee que se marchó fuera por poco. A pesar de esa ocasión, el Atlético salió mejor al partido, empezó a coleccionar pases y a tener la posesión. Aunque sin ocasiones muy claras, únicamente destacable un disparo de Morata desde fuera del área que detuvo con problemas Rajkovic.

Unas sensaciones que mejoraron con la entrada de Koke y Lemar. Ambos entraron junto a Reguilón que debutó con el Atlético esta campaña. El problema era que les cuesta mucho generar ocasiones claras y mucho más hacer goles. 

Unas ocasiones que quedaron para los últimos diez minutos. Dos centros de Griezmann y dos remates de Morata fueron las mejores ocasiones. Mientras que a la contra el Mallorca pudo sentenciar en un disparo de Amath que detuvo Oblak.

En el tiempo de descuento y gracias a los centros de Griezmann desde la izquierda el Atlético tuvo opciones de empatar. Una de ellas incluso en una chilena de Witsel que sacó Battaglia bajo palos. Increíble pero al Atlético le sigue costando un mundo marcar.



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Un empate de dos sabores para Rayo y Celta

Ambos equipos se marchan al parón con sensaciones muy distintas; los madrileños muy cómodos y los gallegos con muchas dudas


Se viven días amables en Vallecas. Por ello, el empate sin goles ante el Celta hizo que el equipo de la franja pusiera en pausa su temporada por el Mundial con la sensación del trabajo bien hecho. No tanto así el Celta al que sumar nunca le va a parecer una pérdida de tiempo dada su situación pero sí un premio insuficiente. Por lo tanto, como se suele decir, empate y gracias.

Dos realidades de 45 minutos
La primera parte fue un resumen perfecto de lo que viene siendo la temporada de ambos equipos. Por un lado, el Rayo. Equipo eficiente que sabe a lo que juega y que lo hace con los argumentos perfectos de todo buen competidor: sin dudas y con confianza. Y compitió bien. Aunque le faltó algo más de mordiente pese a que Iraola introdujo a Falcao en la punta. Sin embargo, cada vez que tenían el balón, iban de cara. Directos a portería. Sin rodeos.

Y por otro lado, el Celta, que es posiblemente todo eso que no es el Rayo. Y así les luce el pelo. Sin Aspas, suplente por molestias físicas, el conjunto vigués saltó al campo con un refuerzo en la defensa, de tres centrales, y fiando todo al ingenio de Veiga y la velocidad de Carles Pérez. Pudo salirle bien en la única ocasión que se llevaron a la boca, pero Dimitrievski se la negó con una gran parada en lo más peligroso de la primera mitad. El resto, todo avisos locales anulados por la defensa gallega.

El calendario también juega
Ya en la segunda mitad, lo cierto es que hubo un bajón general. Los dos equipos acusaron el cansancio acumulado de jugar entre semana y solo el carrusel de cambios agitó un poco el tablero. Principalmente fue la entrada de los dos atacantes, rivales entre sí, Camello y Aspas. Dos ‘9’ no tan ‘9’ que hicieron jugar a los suyos recibiendo en zonas diferentes y desenredando a las defensas. Y así llegó la más clara de la segunda parte, firma del Rayo en un remate de Óscar Valentín al que Marchesín respondió con una mano salvadora.

Y con el paso de los minutos, se entró en ese terreno del cronómetro en el que los fallos son más caros y no se arriesga tanto. Un punto empezó a verse como buen resultado antes del parón y así fue como terminó el partido, con dos equipos conformes pero por muy distintas razones.



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El Real Madrid perdona y acaba pidiendo la hora ante el Cádiz

Militao y Kroos marcaron para el Real Madrid y Lucas Pérez, para el Cádiz


El Real Madrid  llega al parón por el Mundial aliviado tras su victoria apurada y sufrida ante el Cádiz. El equipo blanco necesitaba ganar sí o sí para que el Barça no se alejara en el liderato y, sobre todo, para no irse al parón del Mundial con la sensación de que la crisis rondaba el Bernabéu. Ancelotti mostró con su once, al que regresaba Kroos, que lo de Qatar no va con él. Puso de inicio a siete jugadores que van a ir a la Copa del Mundo. El objetivo, la victoria ante un Cádiz que lucha por salir de la zona baja y que en el Bernabéu tenía más que ganar que perder. A pesar de las intenciones de Ancelotti de comenzar mandando en el campo, lo cierto es que el Real Madrid fue el mismo de los anteriores partidos. Un equipo lento, previsible y en el que algunos jugadores han perdido la chispa del arranque de la temporada. Enfrente, un Cádiz serio, disciplinado y solidario en defensa y que en ataque lo tenía claro: salir rápido a la contra. Con eso, el equipo andaluz tuvo la primera ocasión del partido con un disparo lejano de Espino que tocó la parte superior del larguero.

El Real Madrid no podía superar las dos líneas defensivas de un Cádiz que logró sacar de quicio a un Vinicius que volvió a pecar de preocuparse más de pedir al árbitro tarjetas, de reclamar faltas, que de jugar. Es actitud, esas guerras particulares de Vinicius llegaron a su cúspide con un enfrentamiento con Fali al que acusó de darle un codazo a Rodrygo. Se formó una tángana tremenda que dio paso a un nuevo partido. Era el minuto 28 y el duelo se volvió más bronco, lo que provocó que se perdiera el rigor táctico para dar paso a un correcalles. Eso, en principio, beneficiaba al Real Madrid, pero seguía siendo incapaz de llegar con claridad al área de Ledesma.

Hasta que llegó el minuto 40 cuando Militao marcó el 1-0. Centro de Kroos al área donde el brasileño, completamente solo, cabeceó con los pies en el suelo, para marcar. El Cádiz reclamó fuera de juego que en el campo parecía claro, pero no. El VAR dio validez al gol porque el talón de Fali rompía el fuera de juego. Así, con ese 1-0 se llegó al descanso.

La segunda parte comenzó con el Madrid tranquilo, mandando con el balón en su poder, pero fue el Cádiz el que estuvo a punto de marcar. Fue Sobrino, pero Courtois lo evitó con una de sus paradas salvadoras. Un aviso al que el Real Madrid respondió con una ocasión clara de Valverde cuyo disparo se encontró con la pierna de Iza. Los dos equipos siguieron buscando el gol, pero ninguno acertaba. Así iban pasando los minutos hasta que en el 70', apareció Kroos para marcar el 2-0 con un gran disparo desde fuera del área.

El Cádiz buscó el gol que le permitiera entrar en el partido, mientras el Madrid esperaba atrás para salir a contra y cerrar definitivamente el triunfo. Lo pudo hacer Modric que quizás falló, a portería vacía,  el gol más claro de toda su carrera. El que no falló fue Lucas Pérez que marcó el 2-1 en el minuto 81 al aprovechar un error de Courtois. Ese tanto le daba vida a la recta final de un encuentro que parecía totalmente encarrilado para el Real Madrid. El Cádiz puso nervioso a un Bernabéu que vio como el Cádiz estuvo a punto de empatar en la prolongación, pero Espino envió alto su remate de cabeza. Al final, el Bernabéu respiró aliviado con el pitido final que le daba la victoria al Real Madrid.



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