El Athletic es incapaz de hacer gol a un sólido Mallorca

- Los leones dispusieron de claras ocasiones ante un inspirado Rajkovic, pero carecieron de eficacia realizadora
 - Muniain no pudo celebrar con victoria su partido 500 como león


Estreno sin goles en San Mamés. El Athletic de Valverde fue capaz de batir la portería del sólido Mallorca de Aguirre. Los leones lo intentaron sin cesar, pero tuvieron que conformarse con el empate en su estreno liguero en casa.

El conjunto balear ya había dado constancia en pretemporada de su solvencia defensiva. Los bermellones, esta vez de blanco, no se salieron nunca del guión previsto por su míster. Unai Simón impidió incluso que se pusieran por delante en el marcador con una parada marca de la casa.

El encuentro número 500 de Muniain como león se saldó con reparto de puntos. El equipo bilbaíno lo intentó por todos los medios, pero volvió a evidenciar los mismos problemas que padecía de cara a gol con Marcelino. Los postes y un buen Rajkovic también influyeron en su incapacidad para abrir el marcador.

Valverde sorprendió con su alineación titular. Sancet y Muniain, una de las dudas previas al choque, compartieron finalmente la zona ancha con Vesga por detrás, Iñaki Williams y Berenguer abiertos a banda y Villalibre ejerciendo de delantero centro. Unai Simón, por su parte, estuvo bajo palos pese a no haber participado en amistoso alguno de pretemporada a causa de una lesión de hombro.

Aguirre, por su parte, se plantó en San Mamés con lo esperado. Battaglia entró por Baba en la zona ancha de un sistema 1-5-4-1. Los bermellones, que durante la pretemporada solo habían recibido un gol en contra, de penalti además, priorizaron el aspecto defensivo desde el mismísimo saque de centro.

Los leones arrancaron con brío. Villalibre dispuso a los tres minutos de juego de la primera ocasión, pero su remate forzado salió fuera. Vesga tiró poco después contra el exterior de un poste. La primera opción visitante llegó tras una mala cesión del propio Vesga que Unai Simón, rápido y certero en su salida, neutralizó ante Muriqi.

El Athletic, sin llegar a tener continuidad en su juego, fue acumulando llegadas con el discurrir de los minutos ante un equipo visitante firme atrás y con cada vez más predisposición de sorprender en ataque. Berenguer, Yuri, Villalibre y Muniain no acabaron de concretar sus opciones de remate antes del descanso. Los baleares resistieron sin grandes agobios los cada vez más aislados envites bilbaínos.

La tónica del encuentro varió ligeramente tras el descanso. El Mallorca salió decidido a adelantar su línea de presión cuando el Athletic iniciaba jugada desde atrás a balón parado. Williams, en cualquier caso, dispuso pronto de su ocasión. Maffeo también tuvo la suya poco antes de que Yuri rematara al palo.

Valverde, consciente de la necesidad de gol de su equipo, optó por dar entrada simultánea a Zarraga y Raúl García. Aguirre tiró de Sánchez poco antes de que Unai Simón hiciera la parada del encuentro a remate de cabeza de Lee Kang In. El técnico local repitió doble sustitución apostando esta vez por Nico Williams y el recuperado Guruzeta. Este último a punto estuvo de marcar en una de sus primeras intervenciones, pero Rajkovic lo impidió con una buena mano a contrapié.

La última apuesta local, con el Mallorca con nuevos hombres de refresco, fue el debut de Malcom a un suspiro del final. Los leones lo intentaron, pero fueron incapaces de hacer gol a un sólido rival.



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El Betis se inscribe como colíder

- Las genialidades de Fekir y William Carvalho, el olfato goleador de Juanmi y Borja Iglesias, las agallas de Ruibal y la temprana expulsión de Chetauya dan a los de Pellegrini, con diez bajas, un importante e inapelable triunfo ante el Elche


El Real Betis, pese a afrontar el debut liguero con diez bajas por numerosos problemas de inscripciones y lesiones, se puso colíder en la primera jornada tras desplegar un gran fútbol e imponerse con rotundidad (3-0) a un Elche que jugó con uno menos desde el minuto 16. Fekir y William Carvalho pusieron la magia, Juanmi (dos) y Borja Iglesias, los goles, Aitor Ruibal las agallas y los más de 50.000 béticos presentes en las gradas, las palmas y los cánticos para disfrutar de otra noche festiva en el Benito Villamarín.

Cuadra Fernández puso el listón de las tarjetas muy bajo nada más empezar el partido, al mostrar una amarilla a Fekir por soltar el brazo en un salto y tocar ligeramente la cara de un rival. Tarjeta rigurosa que compensó sobradamente diez minutos después expulsando con roja directa al joven central John Chetauya Donald por derribar en la frontal del área a un Aitor Ruibal que había roto todas las líneas defensivas con una gran arrancada y se disponía a encarar mano a mano a Edgar Badia.

Con superioridad numérica el Betis se hizo dueño absoluto del balón y gracias a una genialidad de Fekir pronto cobraría ventaja en el marcador. El franco-argelino pugnó con fe y pillería por un balón que parecía salir por la línea lateral y tenía totalmente controlado Roco, a quien robó literalmente la cartera para marcharse con el esférico hasta la línea de fondo y servir un pase de la muerte que Borja iglesias no desaprovechó en la boca de gol.

El Elche quedaría herido de muerte poco después con otra genialidad de los verdiblancos, pues William Carballo se sacó de la chistera un genial pase de casi cuarenta metros para asistir a Juanmi que realizó un gran control en el área, se deshizo de nuevo de un desafortunadísimo Roco y batió a Edgar Badia con un colocado disparo junto al palo.

Francisco hizo un par de cambios ofensivos al descanso para tratar de quemar sus naves y puso en aprietos a los verdiblancos en los minutos iniciales de la reanudación, pero una nueva genialidad de Fakir permitió a Juanmi anotar el 3-0 con la ayuda de Borja Iglesias, que le robó a Edgar Badia el envenenado centro del franco-argelino y permitió a su compañero colocarse también colíder en la clasificación del pichichi.

Este Betis ha gestionado de manera pésima el tema de las inscripciones al tener sobrepasado su límite salarial, pero su empeño en mantener a las figuras y no malvender a sus jugadores franquicia tiene estas cosas. Cuando surge la magia se pone bocabajo el Villamarín, como ha pasado este lunes en el primer partido de Liga.



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Al Espanyol le vuelve a partir un Rayo

Isi Palazón y Ciss marcaron los goles del equipo de Vallecas en un duelo marcado por las expulsiones, una por bando, en la primera parte.


El Espanyol naufragó este viernes en su primer partido en el RCDE Stadium de LaLiga 2022-23. Lo volvió a partir un Rayo, la ‘bestia negra’ de los pericos durante los últimos años, con una derrota dolorosa y que hizo daño, rebajando la ilusión que se destapó en Balaídos. Y ya van cinco partidos seguidos en los que el Rayo se impone al Espanyol.

Isi Palazón y Ciss firmaron el triunfo vallecano en un duelo con triste protagonismo arbitral, pues hubo una expulsión por bando, siendo muy rigurosa, demasiado, la que padeció el Espanyol, una roja directa a Sergi Gómez que descompuso a los catalanes. El conjunto perico, muy poco efectivo en las dos áreas, tuvo hasta tres palos en la segunda parte, pero el gol no cayó. Y la afición se fue preocupada, muy preocupada, tras el primer partido de los suyos en casa y esperando que lleguen refuerzos en esta recta final de un mercado mediatizado por el culebron RDT.

Diego Martínez calcó el once de Balaídos con el único cambio de Edu Expósito por Calero, mientras que Iraola repitió el del debut. La primera parte tuvo de todo. El Espanyol arrancó mandando, tocando con criterio y encerrando al rayo en su área. Sin dejar respirar al Rayo con una presión muy alta.

El duelo se ‘calentó’ rápido con muchas faltas que desconectaban el fluido juego de los locales y un árbitro que pronto se vio que tenía ganar de mostrar amarillas. Y vaya si lo hizo. El monólogo era blanquiazul pero sólo hubo una ocasión clara para deshacer las tablas. En el 12’ Sergi Gómez cabeceó tras una buena peinada de ‘Vini’.

Pintaba rosa para los de Diego Martínez y mejor se puso el escenario en el minuto 16 cuando Lejeune vio su segunda amarilla y enfiló la ducha antes de tiempo por un codazo sobre Joselu en un salto. El Rayo se quedaba con ’10’ con mucho partido por delante, un plus que deseaba aprovechar los catalanes.

Siguió mandando el Espanyol, peor bajó el fuelle y el peligro no acechaba la meta madrileña. Y al filo de la media hora, mazazo para el Espanyol.

Sergi Gómez vio la roja directa por una disputa en carrera con Cabello, una expulsión muy rigurosa que decretó el colegiado a instancias del VAR. La grada, muy molesta, estalló contra el arbitraje.

Con diez los dos equipos, una expulsión por bando, el dominio del Espanyol decreció, acusando en demasía la injusta expulsión de Sergi Gómez. Se siguió calentando el duelo con carrusel de amarillas por parte de Figueroa Vázquez. Y cuando parecía que se iba a llegar al descanso con tablas, nuevo ‘bofetón’ para los catalanes.

En en el 40’ Isi Palazón, bestia negra de los pericos pues ya les ha marcado varias dianas, se inventó un obús teledirigido de falta directa para poner el 0-1 en el marcador. Antes del descanso hubo tiempo aún para una nueva jugada polémica pues los pericos pidieron penalti por un ‘manotazo’ sobre Vinicius que no fue castigado.

Nadie movió ficha en el descanso, aunque el Rayo salió con mejores bríos. En el 49’ Camello tuvo el segundo para el Rayo, pero su disparo se fue alto por poco. Al Espanyol le costó mucho más jugar con diez, con dificultades para llevar a cabo la presión alta y combinar con criterio. Mientras al Rayo se le vio más cómodo, dosificando la ventaja en el marcador.

Y sangró aún más la herida perica. En el 59’ Álvaro se ‘come’ a Rubén Sánchez y puso el pase de la muerte a Pathe Ciss, quien a puerta vacía, hizo el 0-2 a placer. Decepción mayúscula en el coliseo blanquiazul en el estreno.

El Espanyol acusó el mazazo y Diego Martínez movió el banquillo, dando entrada a Puado. Instantes después Edu Expósito mereció el gol con un disparo que escupió el palo (67’).

El equipo blanquiazul tuvo el balón, pero ya no pudo remontar el vuelo, inoperante y sin ideas, pesando mucho la losa del 0-2 desde el minuto 59. Una posesión infructuosa pues los catalanes no daban muestras que la remontada era posible, como sucedió en Vigo. Mientras el Rayo, muy cómodo, apenas sufría para aguantar la victoria pese al leve dominio de un Espanyol sin luz.

El gol pudo acabar en las dos áreas. Primero en el 87’ Falcao la tuvo, pero estuvo bien Lecomte. Y Puado, que acababa de saltar, pudo reducir distancias en el 83’ pero su disparo lo volvió a repeler el palo de la meta madrileña. Todavía hubo un tercer palo que marró el gol de Puado, de nuevo. El 0-2 no se movió, jarrón de agua fría para el Espanyol en su debut en casa.



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Dos penaltis de Battaglia transformados por Borja Iglesias aúpan al Betis

El Mallorca se mostró muy romo en ataque y siempre fue a remolque de un rival que rentabilizó las penas máximas


Dos penaltis cometidos por Rodrigo Battaglia (uno por mano apenas comenzar el partido y otro por falta sobre Fekir en la segunda parte), ambos transformados por Borja Iglesias, dieron los tres puntos a un Real Betis que, con dos victorias seguidas se coloca provisionalmente en lo alto de la clasificación.

El encuentro arrancó intenso. Un balón que impactó en el brazo de Battaglia en el área local, fue sancionado con penalti por el árbitro, tras consulta con el VAR, y Borja Iglesias logró el 0-1 desde los once metros (minuto 8).

La tibia réplica local provocó tres córners consecutivos sobre el marco bético y un remate fuera de Muriqi, que estaba en fuera de juego. Y es que, por segunda semana consecutiva, el equipo balear mostró muchas carencias en ataque.

Antes del descanso, el Betis pudo marcar el 0-2, pero el cabezazo de William Carvalho, a centro de Fekir, salió desviado a la derecha del marco de Rajkovic. El propio Fekir, en la siguiente acción, también inquietó a los locales, pero su lanzamiento salió fuera. A ello, el Mallorca no lanzó ni un solo balón entre los tres palos de Rui Silva durante la primera parte. Paupérrimo bagaje.

Tras el descanso, el equipo insular mejoró ligeramente. El Betis se limitó a mantener su ventaja al ver la impotencia de su rival, pero en una acción aislada, el Mallorca empató. Jugada de Jaume Costa, centro al área de Kang In Lee y Muriqi, en plancha y de cabeza, superó a Rui Silva.

Pero en el 72, un segundo penalti favorable al Betis (caída de Fekir ante Battaglia) supuso el 1-2, tras el lanzamiento, otra vez, de Borja Iglesias. El Mallorca pudo empatar, pero una falta lanzada por Kang In Lee (minuto 85) se estrelló en el larguero del marco bético, y el barullo posterior no tuvo consecuencias.



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Un gran Villarreal minimiza al Atlético y se lleva la victoria del Metropolitano

El Atlético de Madrid y el Villarreal midieron fuerzas en el Metropolitano, en la segunda jornada de LaLiga.
 - Un gran Villarreal se llevó el triunfo ante un Atlético al que desconectó.
 - El colegiado anuló un tanto visitante tras un control con la mano de Gerard Moreno.
 - Un mal despeje de Nahuel Molina, que luego sería expulsado, permitió a Pino marcar el 0-1.
 - Gol fantasma para el Atlético en la recta final del choque y sentencia final de Gerard Moreno en un contragolpe.


Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, ya avisó en la previa del duelo ante el Villarreal, que los últimos partidos entre ambos equipos habían sido duros, ásperos, equilibrados, muy tácticos. Y no fue una advertencia en vano porque eso es precisamente lo que se pudo ver en el duelo en el Metropolitano entre dos equipos que habían comenzado arrasando a sus rivales en la primera jornada.

El Villarreal se llevó una merecida victoria en un partido muy serio y trabajado por parte de los de Emery. Supo minimizar las virtudes del Atlético, que ve frenando el gran arranque que había firmado con su victoria en Getafe, y se aprovechó de un error rojiblanco que decantó finalmente el choque. ¿Hizo un mal partido el Atlético? Pues tampoco. No fue el mejor, pero fue de menos a más y tuvo sus opciones para haber sacado algo, pero lo vivido ante el cuadro castellonense es un aviso de qué se puede esperar el equipo en este arranque de temporada de aúpa.

El Villarreal salió al Metropolitano a desconectar al Atlético de Madrid quitándole la posibilidad de contactar con el balón. En los primeros diez minutos la posesión había sido para los amarillos al 75%. El plan estaba claro arriesgar lo mínimo en los dos primeros tercios de su campo para evitar que los de Simeone explotasen su mejor virtud, robar y salir en velocidad. Los jugadores amarillos imprimían un ritmo lento en la primera parte de la salida de balón para rápidamente acelerar en la parte final del ataque.

Y por ahí llegaron ocasiones como las de Gerard Moreno, Lo Celso o Yeremy Pino, pero especialmente en un paradón de Oblak a los 17 minutos a un disparo que iba pegado al palo por parte de Capoue. En este buen inicio del Villarreal, fue el esloveno el que mantuvo al Atlético. Un tramo que dejó un remate al larguero que generó en un gol anulado por el colegiado, puesto que Gerard se había ayudado con la mano.

El equipo de Simeone tardó casi 24 minutos en acercarse a la portería de Rulli con algo parecido a una ocasión, un remate de Morata, con el defensor encima, y casi de espaldas, que fue atrapado por el meta del cuadro amarillo.

En esta primera media hora, el Atlético tenía problemas para ganar los duelos individuales y para llegar con sentido a la presión para robar el balón. Lo que había funcionado en la primera jornada ante el Getafe, no se podía poner en práctica en este segundo choque.

La recta final de la primera mitad, curiosamente tras la pausa de hidratación, dejó a un Atlético más entonado, que sí que conseguía profundidad. Un par de acciones más de Morata, con sendos remates, uno de cabeza y otro de espuela, en los que tenía continuamente muy cerca a su marcador para evitar acciones limpias para el internacional español; y un disparo de Joao Félix desde la frontal que se marchaba alto.

Una gran primera parte para los de Unai Emery ante un Atlético al que le costó acomodarse ante un rival que no le dejó hacerlo. Un dato era clarificador en este sentido, el equipo de Simeone recibía diez remates en contra en los primeros 45 minutos, su registro en contra más alto como local desde diciembre de 2018 (ante el Espanyol).

REACCIÓN A MEDIAS Y FALLO
Al inicio de la segunda mitad, el Villarreal apostó por la misma fórmula que le había dado buen resultado en la primera parte. El Atlético tenía urgencia por presionar y poder acelerar el ritmo del partido para acercarse con peligro. Un robo cerca del área generaba un disparo de Molina desde la frontal que daba en Morata antes de salir.

Más allá de eso, el partido seguía en un ‘stand by’ en el que el Atlético no encontraba el camino. El Cholo metía Griezmann y De Paul por Llorente y Lemar para agitar el árbol y dar con esos últimos pases que faltaban. En el caso del francés, muy retrasado para ayudar en la creación del juego.

Poco tardaba en cambiar el panorama del partido, con un Atlético más vertical, también ayudado del propio desgaste de un Villarreal que había jugado Conference League hacía solo unos días. Griezmann lo intentaba desde la frontal en una jugada calcada a la que le dio gol en Getafe. En este caso se marchaba pegada al palo.

Emery metía piernas frescas (Coquelin y Baena) y el Cholo buscaba pólvora arriba metiendo a Cunha y Correa. El partido por fin se abría. En un minuto Correa le ponía un balón en boca de gol a Cunha, que entraba como un misil. Sólo una parada desesperada de Rulli impedía el gol. El Villarreal respondía y se aprovechaba de un error de Nahuel Molina en un despeje, que le dejaba el balón franco a un Yeremy Pino que cruzaba.

Lo que parecía un cambio de inflexión para el Atlético se convirtió, tras un error propio, en el punto en el que el Villarreal golpeó. Los de Simeone se lanzaron al ataque casi a la desesperada. No faltó nada en el partido, con un ‘gol fantasma’ tras un remate de cabeza de Cunha que se iba al larguero y que le caía a Carrasco. El belga cabeceaba de nuevo y Rulli sacaba en la línea. O eso parecía porque al no haber tecnología de gol en LaLiga ‘la mejor liga del mundo’, ya saben…

El Villarreal aguantaba hasta el final el asedio y hasta firmaba una última gran oportunidad cuando Morales se plantaba ante Oblak y disparaba para que el esloveno la sacase; y un mano a mano de Gerard que Reinildo le sacaba en el último momento cuando el catalán ya se veía celebrando. No falló Gerard en el 97', en un contragolpe de cuatro contra dos.

El Atlético acabó con un jugador menos por la expulsión de Molina tras un doble empujón y una agresión a Baena, que retenía un balón que el argentino intentaba sacar rápido.



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