Elche y Mallorca empatan en un partido loco

- Con empate a cero, Edgar Badía le detuvo un penalti a Muriqi que, posteriormente, transformó otra pena máxima
 - Los dos equipos acabaron con 10 jugadores por las expulsiones de Lucas Boyé y Vedat Muriqi


Mientras el ayudante de José Bordalás, Edu Albacar, merodeaba por el Estadio Martínez Valero, el otrora cantante y futbolista, Alberto Gallego Laencuentra ‘Lanco’, (actualmente, técnico del Ilicitano) se sentaba por primera vez en un banquillo de Primera División. Su club, el Elche CF, le había elegido para intentar ganar al Real Mallorca y sumar tres puntos que le hicieran despegar del fondo de la clasificación. Logró un empate.

Por si no había bastante tensión en el entorno ilicitano, un cielo encapotado, plagado de rayos y truenos, y un verdadero diluvio caía sobre Elche…

Y el partido, tras varios apagones eléctricos, comenzó con media hora de retraso y con una enorme ocasión de gol del visitante Muriqi, que Edu Badía salvó con el pie. Sólo habían transcurrido 55 segundos de un choque que empezó y acabó loco.

Tan loco que, en el minuto 9, el colegiado, a instancias del VAR, decretó penalti sobre el visitante Antonio Sánchez, que intentaba progresar entre Bigas y Clerc. La pena máxima, por pisotón de Bigas al jugador visitante, lanzada por Muriqi, la detuvo Edgar Badía.

En la siguiente acción, y en la que era primera llegada del Elche al área balear, un saque de esquina fue rematado, de cabeza, por Ezequiel Ponce, que colocó el 1-0 ante el estupor de los isleños, que habían desperdiciado hasta tres claras ocasiones de gol en el tramo inicial.

Tras el tanto local, el Mallorca siguió empujando al Elche, pero el descanso llegó con la mínima ventaja ilicitana.

Tras el intermedio, continuó la locura. En el minuto 58, el colegiado, tras consulta con el VAR, expulsó con roja directa al local Lucas Boyé, que había entrado dos minutos antes en substitución de Josan. Boyé dio una patada en la rodilla a Grenier con el balón en juego, y Pizarro, primero le mostró la tarjeta amarilla, pero luego rectificó. El Elche se quedaba con 10 hombres con mucho partido por delante.

En el minuto 69, más madera. Discutido penalti, cometido por el portero Edgar Badía que en su salida, arrolló a Raíllo, cuando, anteriormente, había despejado el balón Pedro Bigas. Muriqi repitió lanzamiento y esta vez sí batió al meta local (1-1).

Pero la tensión no había terminado. Ni mucho menos. El colegiado, Pizarro Gómez, otra vez a instancias del VAR, expulsó con tarjeta roja directa al visitante Muriqi por tocarle la cabeza a Pere Milla. Se igualaron las fuerzas antes de un final eléctrico en el que ambos equipos se lanzaron en pos de deshacer un empate que resultó definitivo.



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El Rayo, incapaz de fulminar al Getafe en Vallecas

Los de Andoni Iraola, que desperdiciaron un lanzamiento desde el punto de penalti, fueron superiores a los de Quique Sánchez Flores


Estuvo más cerca del triunfo el Rayo Vallecano que el Getafe, pero aguantó como pudo el cuadro azulón en Vallecas para mantener el ‘resultado gafas’ (0-0) en el marcador de principio a fin en el duelo que abrió la jornada 9 de LaLiga este viernes. El conjunto dirigido por Andoni Iraola llevó la iniciativa en el juego en todo momento, por una cuestión de estilos de juego o por lo que sea, pero poco le importó a Quique Sánchez Flores y a los suyos, que lejos de desmelenarse en un intento de buscar un premio mayor que el del empate se conformó con el puntito que da propiciar una ‘X’ para la quiniela.

La primera parte ni mucho menos fue de las que sirven para inculcarle afición al fútbol a alguien que desconozca los entresijos del deporte rey. Sí fue, no obstante, deliciosa para los amantes de la táctica y de ver como por momentos el balompié se disfraza de ajedrez, pero desde luego que no un aluvión de juego vibrante en el que se suceden las ocasiones de gol.

De hecho, hubo que esperar al segundo acto para que el espectador realmente tuviese la sensación de estar cerca de gritar un gol. Principalmente en el minuto 53, cuando parecía que llegaba el premio a la valentía del Rayo al señalar el árbitro el punto de penalti tras una mano del visitante Angileri dentro del área. Pero Óscar Trejo, que había marcado sus tres anteriores lanzamientos desde los once metros no logró engañar esta vez a un David Soria que atajó su disparo para desazón de la grada de Vallecas.

En el tramo final, el Rayo hizo que aconteciese una subida de sus propios voltios en la búsqueda del triunfo, pero el Getafe, consciente de que llevarse el triunfo se antojaba una quimera, se defendió como gato panza arriba para no acabar electrocutado.

Tras este empate en el derbi que apuntaba a dirimir qué equipo es el tercer mejor conjunto de la Comunidad de Madrid, unos y otros continúan en zona cómoda aunque sin tener permitido despistarse si o quieren verse metidos en problemas. 11 puntos tiene el Rayo y 8 el Getafe mientras que la frontera de la zona de descenso ahora mismo la marca el Sevilla (que salvo sorpresa saldrá de ahí más pronto que tarde) con 6.

Rayo Vallecano   
  1 S. Dimitrievski   
20 I. Balliu   
19 F. Lejeune   
  5 Catena   
  3 Fran García   
23 Óscar Valentín   
  6 S. Comesaña 71'   
     (17 Unai López)   
  7 Isi Palazón 85'   
     (22 J. Pozo)   
  8 Ó. Trejo 85'   
     (10 Bebé)   
18 Álvaro García 66'   
     (15 P. Chavarría)   
34 S. Camello 66'   
     (9 R. Falcao)   

Getafe
13 David Soria
22 Damián Suárez
  2 D. Djené   
23 S. Mitrovic
  6 D. Duarte
20 N. Maksimović 58'   
    (21 Juan Iglesias)
  5 Luis Milla
  3 F. Angileri 58'
    (16 A. Algobia)
11 C. Aleñá
10 E. Ünal 90'
    (7 J. Mata)
19 B. Mayoral 71'
    (9 Portu)            

Tarjetas: Angileri (23'), S. Mitrovic (42'), Catena (81'), A. Algobia (83'), Bebé (86')

Árbitro: Mario Melero López

Espectadores: 13.076 en Vallecas

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Stuani da un punto de gloria en el último minuto

El charrúa evitó la cuarta derrota consecutiva de los gerundenses frente a un Cádiz que se quedó sin el premio de la victoria


Hasta el final insistió el Girona por conseguir un empate frente al Cádiz que supo a gloria tras una derrota que parecía consumarse por cuarto partido consecutivo en la competición regular.

Algo más de cinco minutos le costó al cuadro local hacerse con la posición. A pesar de las tres derrotas acumuladas por los de Míchel, la filosofía no iba a cambiar. Un Cádiz valiente quiso dar el primer aviso en la posesión inicial de los de Sergio González. El plan del técnico gaditano no iba a ser un secreto, pues ya lo avanzó en rueda de prensa. Estar muy atentos atrás para salir a hacer daño cada vez que se les presenta la ocasión.

No fue el partido más cómodo para los gerundenses que, a pesar de poseer el esférico con insistencia y claridad, no parecía encontrar aquello que tanto habían trabajado durante la semana, contundencia y determinación en zona peligrosa. El Cádiz, a lo suyo, buscó la solidez que no encontró durante las primeras jornadas.

Los centros, viniendo o no a balón parado cogieron protagonismo en clave local, pues parecía la única vía de peligro ante unos amarillos bien colocados, aunque nada claro para los rojiblancos durante la primera mitad. De hecho, la timidez ofensiva por parte de los visitantes no les privó de gozar la más clara de los primeros 45 minutos. El error de Javi Hernández dejó sólo en boca de gol a Sobrino, aunque Juan Carlos se hizo grande para evitar que se cumpliera aquello conocido como ‘la ley del ex’. Se reivindicó el arquero de Guadalajara tras salir señalado del error del Metropolitano, provocando el elogio de los aficionados, quiénes corearon su nombre en señal de apoyo al guardameta.

Un minuto tardó Álex Fernández en cortar un partido que dejó unas sensaciones más propias de un partido aburrido. El capitán de los gaditanos, nada más volver de los vestuarios, empujó un balón que peleó Negredo hasta lograr un centro precipitado. Los de Míchel volvían a encajar con una defensa muy blandita y, de la mano del gol amarillo, la reacción local fue inminente, aunque un nuevo error defensivo despertó el run run en el aficionado rojiblanco.

Al Girona le tocó remar y Míchel no pensaba esperar un minuto en reaccionar. Stuani al verde y a cambiar el destino. Lo que no esperaban los ‘gironins’ fue un planteamiento tan claro y serio de los gaditanos. Los de Sergio jugaron al rasca y gana, manteniéndose contundentes defensivamente y rascando todo lo que pudieran tanto en zona ofensiva como en el cronómetro. Y así fue. Aunque fuera a cuentagotas, el Cádiz llegó con claridad a la meta contraria.

La precipitación jugó en contra del cuadro gerundense. Fue demasiada la ansiedad por lograr el premio del gol y la victoria. Y eso que el Cádiz ayudó a los gerundenses con un gol en propia portería, aunque la polémica se sirvió cuando la repetición mostró un ligero agarrón del Taty a Juan Cala. ‘Manos arriba, esto es un atraco’ cantó Montilivi mostrando su disconformidad. Ya saben cómo va esto. Determinante para unos, insuficiente para otros.

No cambió la tónica en lo que restó del partido. Mucha intención y poca determinación para un Girona con las ideas muy nubladas. Mientras tanto, los visitantes reforzaron y forjaron su muro para poder lograr tres puntos importantísimos que le harían romper definitivamente con una racha que, cada vez más, parecía quedar en el olvido, aunque algo estaba por suceder.

Insistir hasta el final fue lo que premió a los de Míchel. Pena máxima a favor en el último minuto de encuentro. En el punto de penalti, la figura que toda la afición gerundense quería ver, Cristhian Stuani. Balón en mano, mirada fija y gol. El Girona salvó los muebles en el último segundo.

1. Girona: Juan Carlos 2; Arnau 2, Santi Bueno 2, Bernardo 2, Javi Hernández 2 (Stuani, 46’ 3), Miguel 1 (Valery, 87’); Aleix García 3, Oriol Romeu 2, Yangel 2 (Toni Villa, 80’); Riquelme 2 (Vallejo, 80’) y Taty Castellanos 2.

1. Cádiz: Ledesma 2; Iza (Zaldua, 60’ 2), Luis Hernández 2, Chust 2, Espino 2; Alejo 2 (Juan Cala, 71’ 2), San Emeterio 2 (Jose Mari, 58’ 2), Alcaraz 2, Álex Fernández 3 (Ocampo, 76’ 2); Sobrino 2 y Negredo 2 (Lozano, 58’ 2).

Goles: 0-1, min. 46: Alex Fernández; 1-1, min. 98: Stuani

Espectadores: 9.927

Árbitro: De Burgos Bengoetxea VAR: González González

Estadio: Montilivi

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Primer triunfo de Sampaoli al frente del Sevilla

Un golazo de Gudelj y las paradas de Bono permiten al equipo sevillista sumar un triunfo clave que le permite salir del descenso y seguir creyendo en el futuro


El Sevilla de Jorge Sampaoli dio un paso clave en su recuperación con un gran triunfo ante el Mallorca gracias a un golazo espectacular de Gudelj en el único disparo en todo el partido y las paradas de Bono, que evitó que el equipo de Javier Aguirre se adelantara al inicio del encuentro en dos intervenciones y que empatara en la recta final. Los tres puntos permiten a los sevillistas salir de los puestos de descenso y mirar el futuro con optimismo.

Los chicos de Sampaoli, tras los empates ante Athletic y Borussia Dortmund, necesitaban confirmar que la mejoría tras la destitución de Lopetegui era real y no ficticia.

Pero el argentino, a pesar de necesitar el triunfo, dejó a sus tres delanteros en el banquillo, En-Nesyri, Dolberg y Rafa Mir, y depositó toda la responsabilidad del ataque a un Lamela que se encontró solo y sin ayudas. Ello, por tanto, se tradujo en que pasó toda la primera parte y el Sevilla no logró realizar ni un solo remate, ni entre los tres palos ni fuera. Fueron unos primeros cuarenta y cinco minutos en los que el Mallorca pudo adelantarse muy pronto en dos ocasiones seguidas que el marroquí Bono desbarató ante Abdón Prats demostrando estar muy atento.

Una descoordinación a los cinco minutos de juego dio lugar a un centro de Maffeo, al que Marcao le dio muchos metros, y el remate a la primera del delantero balear no pudo superar a bocajarro a Bono. El balón pegó en el pecho del portero y se fue a córner. En el lanzamiento de esquina volvía a tenerla Abdón Prats, ya que Nianzou peinó el balón hacia atrás y le cayó al borde del área chica, pero tras pegarle en el pecho no fue capaz de rematar y Bono se adelantó despejando el balón.

Después de estas dos ocasiones el Sevilla se asentó algo en el campo y mantuvo el dominio, aunque sin profundidad y sin llegar al área. No obstante, fue en el inicio de la segunda parte cuando un espectacular disparo de Gudelj desde fuera del área se coló por la escuadra imposible para Rajkovic.

A partir de ahí, el Sevilla se dedicó a dominar el juego ante un Mallorca que sólo intimidó al final, cuando Aguirre quitó un defensa y atacó con más efectivos. Un fallo de Nianzou pudo costarle al Sevilla el empate en un contra dos, pero Bono estuvo muy rápido en su salida ante Ángel permitiendo a Sampaoli sumar su primer triunfo y creer en la escalada.



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Un Madrid superior noquea a un gris Barça

Nueva derrota de los azulgrana, que se vieron superados en todo momento por los blancos y sólo reaccionaron en el tramo final del partido


Nueva derrota del Barça en una semana trágica, esta vez en un Clásico en el que nunca tuvo opciones de ganar. Dos goles de Benzema y Valverde en la primera parte bastaron para desarmar a un Barça que no supo reaccionar, que se vio claramente superado por los blancos y que sólo inquietó a Lunin en el tramo final a la desesperada, cuando logró recortar diferencias. Pero un penalti de Eric a Rodrygo acabó con las ilusiones del Barça y certificó la primera derrota azulgrana en la Liga y la pérdida del liderato, que pasa a manos blancas. Tras el varapalo en la Champions, nuevo golpe duro para un equipo al que le faltó alma y confianza.

Con Sergi Roberto finalmente como lateral derecho, Koundé como central y De Jong como principal novedad en el centro del campo en detrimento de Gavi, el Barça salió a intentar controlar el partido y dispuso de las primeras ocasiones. Fueron intentos tímidos, tras buenas acciones de De Jong, Pedri o Dembélé, pero apenas inquietaron a Lunin. El Madrid, por su parte, renunciaba de salida al balón y esperaba bien cerrado atrás, esperando una ocasión para sorprender a la contra.

Así llegó el primer golpe del Real Madrid, prácticamente en la primera acción clara de ataque que tuvieron. Kroos se deshizo de Busquets, que no lo pudo frenar ni haciendo falta y lanzó la contra para Vinicius. El brasileño superó a Sergi Roberto por velocidad, se plantó solo ante Ter Stegen y el alemán evitó el gol en primera instancia con otra parada decisiva, pero el rechace le cayó a Benzema, que no perdonó. No habían pasado ni doce minutos y el Madrid ya mandaba en el marcador.

Poco varió el guión del partido tras el primer gol. El Barça seguía teniendo la posesión y el control del partido, pero no lograba crear peligro. Hasta que en el minuto 24 una buena combinación colectiva acabó en las botas de Pedri, que adivinó la entrada de Raphinha por la derecha y el centro del brasileño le llegó a Lewandowski. Pero el polaco, casi sobre la misma línea de gol, la mandó muy alta por encima de la portería.

Y de nuevo se repitió la misma historia. En pleno dominio azulgrana, tras dos nuevas llegadas que no inquietaron a Lunin, nueva contra del Real Madrid. La acción nació en un rebote afortunado tras un mal despeje de cabeza de Eric y tras un primer intento de Vinicius, el balón le cayó a Fede Valverde, que desde la frontal del área conectó un potente derechazo que superó a Ter Stegen y puso el 2-0 en el marcador.

Respondió de inmediato De Jong, pero Lunin rechazó el disparo del holandés. El Barça tenía el balón, pero un dominio estéril, porque apenas creaba peligro y porque pasada la línea de tres cuartos, la falta de precisión de los azulgrana era alarmante. El Madrid, en cambio, esperaba agazapado atrás y creaba peligro con muy poco. Dos llegadas claras al área de Ter Stegen y dos goles, la efectividad blanca era suficiente para doblegar el infructuoso dominio culé.

Nada más empezar la segunda parte, Benzema marcó un golazo, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego. La posición antirreglamentaria no escondió la pasividad de nuevo de la defensa azulgrana, que dejó moverse por la frontal al francés con demasiada facilidad. El gol anulado mantenía las esperanzas del Barça de meterse en el partido, pero la inoperancia ofensiva era desesperante. Por si fuera poco, el Madrid se sentía cada vez con más confianza y empezó a tener el balón y a dominar el partido con posesiones largas, incluso con el Bernabéu coreando “oes” para humillación de los azulgrana.

Xavi decidió entonces mover el banquillo y con media hora por delante metió en el campo a Gavi, Ferran Torres y Jordi Alba. La entrada de Gavi aportó carácter a un equipo que sólo había cometido una falta en la primera mitad (y la hizo Lewandowski en ataque) y con los cambios el Barça recuperó el balón, pero seguía sin dar con la fórmula para superar a la línea defensiva del Madrid. Militao y Alaba eran infranqueables y ni siquiera había opción de poner a prueba al joven Lunin.

Las pocas acciones ofensivas del Barça morían en los pies de Dembélé, muy desacertado en la toma de decisiones y desafortunado en la tarde de ayer. Y para ser fieles a la tradición, el árbitro no señaló un penalti que parecía claro favorable a los azulgrana, esta vez por un derribo por detrás de Carvajal a Lewandowski. Pero ni el árbitro ni el VAR vieron nada punible y no se señaló la pena máxima, que le podría haber dado algo de esperanzas a los azulgrana.

Así fueron transcurriendo los minutos, con un Barça voluntarioso pero impotente, que no era capaz ni siquiera de poner nervioso al Madrid, que trataba de dormir el partido y esperaba otra contra para sentenciar definitivamente el duelo, aunque realmente parecía que llevaba ya muchos minutos sentenciado. Y entonces llegó el 2-1 que le daba vida a los azulgrana en los minutos finales. Buena acción de Ansu Fati, que acababa salir, por la izquierda, taconazo sutil de Lewandowski y gol de Ferran Torres. Quedaban apenas siete minutos y el Barça recuperaba una mínima esperanza. El alma de Ansu le dio algo de vida al equipo en el tramo final del encuentro y el delantero a punto estuvo de marcar el 2-2.

Pero en la acción siguiente Eric Garcia cometió penalti sobre Rodrygo y aunque el colegiado tampoco lo apreció, esta vez sí le avisaron desde la sala VAR. Lo fue a revisar y señaló la pena máxima. Lo lanzó el brasileño y aunque Ter Stegen le adivinó la intención e incluso tocó el balón, no pudo evitar el gol y ahí murió el partido. Nuevo golpe para el Barça de Xavi en una semana trágica y subidón de euforia para un Real Madrid que recupera el liderato.



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