Justas tablas entre Mallorca y Villarreal en un choque intenso

- Nuevo empate del equipo castellonense, que sigue sin ganar, ante un conjunto balear que fue de menos a más.


Nuevo empate del Villarreal, que sigue sin ganar en Liga, esta vez ante un Real Mallorca que fue de menos a más y que rozó el gol en varias ocasiones. Los amarillos tuvieron más el balón pero los bermellones se fajaron en defensa y, a la contra, pudieron sentenciar. Forcejeo intenso durante más de 90 minutos.

El partido comenzó con un ataque en cadena del Villarreal. En el minuto 4, el equipo amarillo puso en aprietos a Reina con una acción en la que Danjuma estuvo muy cerca de marcar pero Pablo Maffeo evitó el 0-1.

Tras el susto, el Mallorca tardó en reaccionar. El Villarreal movió bien la pelota en el medio campo, mientras los locales, muy agazapados, veían como Manu Trigueros remataba alto una nueva acción de Danjuma (minuto 11).

El primer cuarto de hora fue totalmente visitante. Y es que el Real Mallorca ni se acercó al marco de Rulli.

Los locales, ante las bajas de Raíllo, Russo, Sedlar, Ángel y Galarreta, armó un once con el lateral derecho Oliván en el puesto de central y colocando a Jaume Costa como lateral derecho. Salva Sevilla regresó a la titularidad y ocupó el área de Galarreta. En el Villarreal llamó la atención la baja del internacional Gerard Moreno, con problemas físicos de última hora.

Tuvo que llegar el minuto 23 para que el Real Mallorca tuviera su primera y gran ocasión de gol. Una falta lateral botada por Salva Sevilla fue rematada por Fer Niño, que tuvo tiempo de prepararse el balón antes de su lanzamiento que se marchó fuera muy cerca de la escuadra amarilla.

Al borde de la media hora de partido, el Villarreal volvió a percutir. Reina evitó otra vez el 0-1 al sacar una mano salvadora tras un taconazo de Dia que había recibido un buen pase de Estupiñán.

El minuto 36 resultó fatídico para el Mallorca. Por si Luis García Plaza ya no tenía bastantes problemas en su defensa, Pablo Maffeo se lesionó en la pierna derecha y tuvo que ser substituido por Joan Sastre, quien apenas saltar al campo, vio la primera tarjeta amarilla del encuentro.

Con un balón de Dani Rodríguez que salió fuera rozando la escuadra -pudo ser el 1-0- acabó un primer tiempo de alternativas, de posesión visitante, pero con dos claras acciones de gol de los locales.

Tras el descanso, minuto 55, Unai Emery optó por efectuar un cuádruple cambio. Entraron Parejo, Paco Alcácer, Alberto Moreno y Yeremy Pino y se marcharon Trigueros, Coquelín, Dia y Danjuma, No obstante, paradójicamente, el Mallorca mejoró, todavía más, en defensa y basó su fútbol en el contragolpe.

García Plaza quitó a Fer Niño e hizo debutar al delantero Mathhew Hoppe, quien en el minuto 82 marcó un gol que fue anulado por fuera de juego.

El tramo final del partido fue del Mallorca, que se sacudió el teórico control visitante y salió en busca del gol a base de contragolpes. No obstante, también es cierto que Reina evitó el 0-1 en el minuto 94 deteniendo un chut envenenado de Yeremi Pino.

FICHA TÉCNICA

REAL MALLORCA: Reina (3), Pablo Maffeo (2) (Joan Sastre, minuto 36 (2), Brian Oliván (2), Martin Valjent (3), Jaume Costa (2), Baba (2) (Battaglia , minuto 89 s.c.), Salva Sevilla (2), Dani Rodríguez (2), Amath Ndiaye (3) Lago Junior (2), minuto 60), Take Kubo (2) (Kang In Lee, minuto 89, s.c.), Fer Niño (2) (Matthew Hoppe, minuto 60 (2).

VILLARREAL: Rulli (2), Foyth (3), Raúl Albiol (2), Pau Torres (2), Pervis Estupiñán (3) (Rubén Peña (2), minuto 72), Capoué (2), Coquelín (2) (Dani Parejo (1), minuto 56), Manu Trigueros (2) (Alberto Moreno (2), minuto 56), Moi Gómez (2), Danjuma (3) (Yeremi (2), minuto 56), Boulaye Dia (2) (Paco Alcácer (2), minuto 56).

ÁRBITRO: Del Cerro Grande (3), del comité madrileño. Mostró tarjetas amarillas a Joan Sastre (minuto 41), Amath Ndiaye (minuto 52), Capoué (minuto 53), Yeremy Pino (minuto 58), Raúl Albiol (minuto 83).

GOLES: No hubo

INCIDENCIAS: Estadio de Son Moix. 9.168 espectadores.

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El tiempo añadido sonríe al Espanyol ante el Betis

- Un gol de Leandro Cabrera en el 97' vale para que el cuadro blanquiazul rescate un empate en el Benito Villamarín


Los caprichos del fútbol decidieron este domingo devolverle al Espanyol el punto que en cierto modo le quitaron el pasado fin de semana ante el Atlético de Madrid. Entonces, un gol de Carrasco en el 99' hizo que el cuadro blanquiazul no sumase ante el colchonero en el RCDE Stadium, y esta vez, un tanto de Leandro Cabrera en el 97' valió para que los de Vicente Moreno salvasen sobre la bocina un empate en su visita al Benito Villamarín para medirse al Betis (2-2).

Le costó entrar al Espanyol en el partido, pero el Betis no supo aprovecharlo y fue el cuadro blanquiazul (esta vez de rojo) el primero en golpear. Fue en el 16', cuando fruto de una buena presión alta Pedrosa recuperó el balón para dárselo a Morlanes, éste habilitó a Raúl De Tomás en zona peligrosa y el atacante perico le dio el pase de la muerte a un Aleix Vidal que, llegando al área desde segunda línea, no falló a la hora de mandar el cuero al fondo de las mallas.

Se las prometía entonces muy felices el Espanyol, pero con el paso de los minutos el Betis fue activándose y después de que Embarba perdonase el 0-2 en un mano a mano con Claudio Bravo, el cuadro verdiblanco castigó con dureza al perico. Primero empató en el 41' Willian José tras ser habilitado ante Diego López gracias a un buen pase entre líneas de Canales, y en el tiempo añadido, que fue de cuatro minutos, Fekir recibió de Bellerín en área pequeña y no perdonó para hacer el 2-1. Tal y como sucedió ante el Atlético de Madrid el pasado fin de semana el tiempo extra volvió a ser funesto para el Espanyol, pero a la postre la cosa quedaría compensada.

En la segunda mitad, Vicente Moreno movió el banquillo en la búsqueda del empate introduciendo pronto a Loren y Wu Lei, entre otros, pero en realidad fue el Betis el que de entrada continuó poniendo a prueba a Diego López y hasta el tramo final, cuando el Betis se quedó en inferioridad numérica por expulsión de Pezzella en el 78' (por una dura entrada sobre Aleix Vidal), no se acercó el Espanyol al empate que finalmente logró.

En el tiempo añadido, ese que ante el Atlético de Madrid se cebó con los pericos, el cuadro blanquiazul se lanzó al ataque a la desesperada y fue el central Leandro Cabrera quien con un certero zurdazo desde la frontal del área firmó el definitivo 2-2 cuando apenas restaba un minuto de partido.

El punto es bueno para el Espanyol teniendo en cuenta como llegó, pero no deja de ser preocupante para el conjunto blanquiazul el hecho de contar solo con 3 tras 5 jornadas disputadas y es por ello que está más que obligado a vencer el próximo miércoles ante el Alavés en el RCDE Stadium. El Betis, por su parte, se quedó con la miel en los labios y a pesar de sumar, ni mucho menos se marchó a casa satisfecho con lo sucedido.



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Robert Moreno evoca al Granada de Diego Martínez

- El conjunto nazarí se defendió con uñas y dientes ante un Barcelona que rescató un punto a poco del final
- El Barça no pasa del empate después del gol tempranero de Machís a los dos minutos


El Barça no pudo derrotar al Granada y se conformó con un empate gracias al gol in extremis de Araujo, después del tanto inicial de Machís.

Llegaba en entredicho Robert Moreno al frente de un Granada que venía de cosechar dos derrotas consecutivas. El técnico catalán no estaba sabiendo conjuntar a su equipo ni implantar sus ideas de juego, no obstante, en el Camp Nou, el cuadro nazarí tiró de épica y rozó la victoria ante un Barça incapaz de hincarle el diente durante muchos minutos.

Y es que el equipo de Moreno recordó al de antaño, el que tan buenos resultados dio en las últimas temporadas de la mano de Diego Martínez. 'Su' Granada hizo historia y ante los azulgrana emanaron de nuevo todas las esencias que le llevó a disputar unos cuartos de final de la Europa League.

El Granada, que el curso pasado se llevó la victoria del coliseo azulgrana, volvió a reconocerse ante un Barça que terminó desesperado. La defensa nazarí fue colosal, cerrando espacios y achicando balones. La intensidad y entrega, totales, desquiciando al conjunto de Ronald Koeman.

El Granada, con un partido impecable, aguantó hasta casi el final y sólo cedió ante el arrojo de Ronald Araújo, marcando el camino a seguir de aquí en adelante.

Si Robert Moreno puede replicar la fórmula de este lunes y trasladarla a los siguientes encuentros, el equipo nazarí conservará con holgura la categoría. De lo contrario, los buenos resultados pueden tardar en llegar. Mientras, el técnico se marcha del Camp Nou con crédito recuperado tras un inicio con más sombras que luces.

Ronald Araujo fue el mejor del Barça detrás pero, sobre todo delante. El central uruguayo ejerció de apagafuegos en los contados avances peligrosos del Granada y a la vez de goleador salvador para suturar un error general al primer minuto de partido. El canterano tenía el gol en la cabeza y no paró de buscarlo hasta que lo obtuvo. Exhibió orgullo en un partido con un guión extraño: un equipo que fiaba su suerte lanzando balones al área en busca de remates por alto de dos centrales, el propio Araujo y Piqué, y un delantero Luuk de Jong. Un punto gracias a un jugador que reclama a gritos y con golpes al escudo la titularidad.

La historia de este extraño empate de consecuencias impredecibles se explica por el principio y se justifica por el final. La derrota ante el Bayern obligaba a una revolucionada sacudida y Koeman se afanó en dar cuerpo al equipo a la vez que satisfacía a la grada. Y, curiosamente, una decisión técnica por otros motivos, para dar descanso a Piqué que regresó ante el Bayern después de tres semanas de lesión, propició la entrada de Araujo, el artífice de todo. Por marcar y también porque se fue al ataque llegando incluso a centrar balones.

El planteamiento de Koeman estalló por los aires al minuto de juego después de que el Granada rematara de cabeza en una segunda jugada. En lugar de esperar al Barça y presionarle, echarle atrás buscando un segundo gol, Robert Moreno ordenó a sus jugadores encerrarse atrás. Construyó un muro que impedía el juego interior e hizo al Barça jugar a otra cosa que no es la suya, a jugar centrando balones y a aprovechar los acciones a balón parado.

Fue un monólogo azulgrana consentido por los andaluces y todas las ocasiones llegaron por alto. Con un Memphis que traza unos centros casi perfectos, milimétricos, Araujo empezó a acumular méritos de peligro. Hasta en cinco ocasiones remató de cabeza. Dos claros en la primera parte. Uno ya por debajo en el marcador, un centro desde la derecha, aunque su testarazo lo rechazó un inspirado portero Maximiano. En el inmediato córner, su cabezazo picado salió alto. Hasta Mingueza se apuntó a probar de la única manera que se intuía el gol del Barça. Sí, se estaba jugando a otra cosa difícilmente vista en el Barça.

En la segunda parte, a pesar de los intentos de Memphis, sólo Araujo tenía la brújula del gol. Y todos sus compañeros lo sabían bien. Otro centro lateral desde la derecha lo volvió a rematar de cabeza pero el meta portugués vendía cara su claudicación. Aguantó hasta el minuto 89, cuando el fútbol premió por fin a Araujo.

El asistente tenía que ser Gavi, el nuevo ideólogo del Barça. Otro de los jóvenes que tiran del carro a pesar de sus 17 años. Se inclinó por la izquierda y su centro a media altura lo remató el central uruguayo. el delirio, el éxtasis, la locura personal le hizo celebrar a lo grande el tanto. Los dos en Liga anotados la temporada pasada no los celebró con tanta efusividad como ayer. Este año, Koeman lo ha utilizado en los cinco partidos y es su primer gol. En total, 336 minutos. La campaña pasada jugó 33, anotando un par y dando una asistencia.

Más no se le puede pedir, aunque si le pidieran ser el líder que le faltaba al Barça, un Puyol, seguramente daría un paso adelante. Araujo encarna el éxito de los canteranos, hoy por hoy el gran poder de este Barça, Memphis al margen.

FC Barcelona: Ter Stegen (2); Dest (3), Araujo (4), Eric (2), Balde (2) (Mingueza (3), 42’); Sergi Roberto (2) (Luuk de Jong (1), 46’), Sergio Busquets (1) (Riqui Puig (2), 74’), Frenkie de Jong (2); Demir (2) (Piqué (1), 79’), Memphis (2), Coutinho (1) (Gavi (3), 59’)

Granada CF: Maximiano (3); Quini (3), Duarte (3), Abram (3) (Germán (2), 78’), Escudero (3) )Neva (2), 46’); Monchu (2), Luis Milla (2), Yan Eteki (1) (Montoro (1), 30’); Puertas (2) (Gonalons (2), 67’), Molina (2) (Luis Suárez (2), 67’), Machís (3)

Goles: 0-1, Duarte (2’); 1-1, Araujo (90’)

Árbitro: Jaime Latre (Comité Aragonés). Tarjetas a Montoro (40’), Gonalons (71’), Mingueza (77’), Koeman (85’), Monchu (86’), Araujo (88’), Quini (88'), Bacca (90'+2), Piqué (90' + 3)

Espectadores: 27.097 En el Camp Nou

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Iraola saca a tiempo a Falcao para ganar en su regreso a San Mamés

  - El delantero colombiano firmó, de cabeza, el triunfo visitante a un minuto del final
  - Los vallecanos se adelantaron pronto con tanto de Álvaro, pero un autogol de Pathé Ciss permitió a los leones
    empatar antes del descanso


Falcao salió a tiempo de dar la victoria al Rayo de Iraola en San Mamés. El delantero colombiano, que en su etapa en el Atlético de Madrid ya había perforado con relativa frecuencia el marco bilbaíno, necesitó muy poco para dejar su impronta en el Botxo. Centro lateral de Bebé a saque de falta y cabezazo de la casa a un minuto para la conclusión del choque.

Marcelino optó por oxigenar su equipo desde el principio, pero la jugada le salió rana. Un error grosero de Vesga en el arranque del choque permitió a los visitantes ponerse por delante en el marcador a las primeras de cambio por medio de Álvaro. Las insistencia rojiblanca dio su fruto en forma de autogol de Pathé Ciss antes del descanso.

La igualdad imperó durante un segundo tiempo pasado por agua. Los leones buscaron romper la igualdad a toda costa, pero el Rayo ni se inmutó. Los vallecanos siguieron a lo suyo hasta encontrar el premio final y endosar a los locales su primera derrota liguera de la temporada.

Marcelino, tal y como había dado a entender en la víspera en Lezama, optó por aplicar un rotación masiva en su once titular. El técnico rojiblanco mantuvo a Unai Simón en portería e hizo cambios en el resto de las líneas. De Marcos y Nuñez entraron en defensa por Vivian y Balenziaga, Zarraga y Vesga se repartieron el doble pivote con Nico Williams en la banda derecha en detrimento de Dani García, Vencedor y Berenguer y Villalibre acompañó arriba a Raúl García mientras Iñaki Williams se quedaba en el banquillo.

Iraola optó por aplicar cuatro variaciones en su equipo inicial. Maras entró por Saveljich, Unai López por Trejo, Álvaro por Bebé y Sergi Guardiola por Nteka. Estas dos últimas relevos surtieron efecto inmediato, puesto que el delantero vallecano robó el balón a las primeras de cambio a un despistado Vesga y el interior zurdo, con clase, lo alejó en la portería bilbaíno recién superado el minuto cuatro de encuentro.

El gol dejó un tanto tocado a un Athletic en plena fase de acoplamiento dados los numerosos cambios introducidos por su míster. El Rayo supo tocar con criterio el balón en esa fase de descontrol bilbaíno, pero sin más llegadas ante Unai Simón. Los leones fueron rearmándose con el discurrir de los minutos hasta encontrar en el balón parado la solución a uno de sus problemas. Muniain tocó muy cerrada una falta lateral y Pathé Ciss, en su intento de despeje, batió a su propio portero.

Los leones mejoraron antes del descanso e incluso dispusieron de una buena ocasión en las botas del pequeño de los Williams para irse con ventaja a vestuarios. El remate del navarro, a gran pase de Raúl García, salió ligeramente desviado.

Raúl García fue el primero en intentarlo, pero la réplica visitante fue inmediata por medio del goleador Álvaro. El baile en los banquillos no se prolongó mucho en el tiempo. Iraola recurrió al mismo tiempo a Óscar y Nteka primero, luego a Falcao y finalmente a Kevin y Bebé. Marcelino sacó a Iñaki Williams primero, a Vencedor y Berenguer después y a Dani García y Morcillo en último instancia.

Ninguno de los dos equipos pareció conformarse con el empate. Los leones empujaron más con corazón que cabeza. Los visitantes tocaron, tocaron y tocaron mientras el rival se lo permitió. Todo apuntaba al empate en el marcador cuando Falcao, a falta de Bebé, marcó de cabeza y dio la victoria a su equipo.



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El Espanyol toma aire a costa de un Alavés que se ahoga

Un gol de Raúl De Tomás desde el punto de penalti basta para que el conjunto blanquiazul sume su primer triunfo de su regreso a Primera mientras que el cuadro vitoriano sigue sin puntuar esta temporada


El contador se detuvo este miércoles en un total de 466 días. Lo que viene a ser 1 año, 3 meses y 9 días. Es el tiempo que ha tardado el Espanyol en volver a ganar en Primera desde que lo hiciese el 13 de junio de 2020. Desde entonces, descendió, ascendió y ya en la presente temporada había cosechado tres empates y dos derrotas antes de ganar en esta jornada 6. Los caprichos del fútbol decidieron que el rival al que batir para volver a saborear un triunfo en Primera fuese el Alavés, precisamente el mismo al que había batido el 13 de junio de 2020 comentado. Entonces por 2-0, y esta vez por un 1-0 con gol de Raúl De Tomás de penalti. La mínima ventaja, pero maximizada hasta tres puntos de oro que valen para que el Espanyol de Vicente Moreno tome aire mientras el Alavés se ahoga con Javi Calleja con la soga al cuello tras 0 puntos en 5 partidos disputados este curso.

Especialmente la primera parte, y también en cierto modo todo el encuentro, lo que se vio en el RCDE Stadium no fue precisamente una oda al fútbol del que crea afición. Más bien todo lo contrario. Si no acontecieron bostezos en la grada fue gracias al horario del encuentro, fuera del límite habitual de la siesta y tempranero como para que uno decida irse a dormir a la espera de un nuevo día. Aunque cabe puntualizar que en los primeros 20 minutos de juego el balón llegó al fondo de las mallas de la portería defendida por Pacheco en dos ocasiones. En ambas fue Raúl De Tomás quien marcó, pero los goles fueron anulados porque en el primero hubo fuera de juego de Embarba en el inicio de la jugada y en el segundo fue el propio De Tomás el que se encontraba en posición antirreglamentaria a la hora de definir.

Fuese por la decepción de marcar y no lograr deshacer el 0-0 inicial o simplemente porque el equipo no estuvo todo lo bien que podría haber estado, en el resto del primer acto se vio un Espanyol apático, y el Alavés supo aprovecharlo para poner a prueba a Diego López en un par de ocasiones. Especialmente destacable fue un remate de Martín al filo del descanso que no encontró portería de milagro.

Ya en la reanudación, el Espanyol se puso las pilas. Aunque en realidad solo en los minutos iniciales, y le bastó para encontrar la jugada en la que forzó una mano de Duarte dentro del área por la que el colegiado señaló el punto fatídico. De Tomás, como no podía ser de otro modo, asumió la responsabilidad de lanzar dicho penalti, y engañó a Pacheco para hacer el 1-0 en el minuto 54 de partido.

De ahí en adelante, ni el Espanyol supo cerrar el encuentro ampliando su ventaja en el marcador (imperdonable un mano a mano con Pacheco que desaprovechó Wu Lei en el 90'), ni el Alavés encontró el camino correcto para lograr el empate. Así que el 1-0 ya no se movió del luminoso y lo más destacable en el tramo final del duelo fue la desaprobación del público perico cuando De Tomás fue sustituido por Dimata en el 74'. No le gustó a la parroquia espanyolista la decisión de Vicente Moreno y lo expresó con silbidos.

No obstante, esto último queda en anécdota al lado de lo realmente importante, que fue el hecho de que el Espanyol logró su primer triunfo en el regreso a Primera. Son tres puntos que no pesan pero que son de oro. El Alavés, por su parte, o espabila pronto o emulará a aquel Espanyol que le derrotó en junio de 2020 en cuanto a lo de pasar por Segunda. Calleja por el momento aguanta en su banquillo, pero puede que pronto en Mendizorroza opten por un cambio para intentar dar un golpe de efecto.



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Marco Asensio lidera la goleada del Real Madrid al Mallorca

'Hat trick' del jugador mallorquín del Real Madrid, doblete de Benzema e Isco cerró la goleada. Kang In Lee marcó el tanto del Mallorca


El Real Madrid ganó sin problemas al Mallorca con un mallorquín como gran protagonista. Marco Asensio había sido el centro de atención por sus suplencias y aprovechó la titularidad que le dio Ancelotti para ser el protagonista goleador del plácido triunfo blanco ante un Mallorca al que castigaron sus errores defensivos.

Las anunciadas y esperadas rotaciones de Ancelotti se hicieron realidad en un once blanco de marcado carácter ofensivo con tres centrocampistas como Camavinga, Asensio y Valverde que no están para tener el balón si no para correr. Y eso hicieron en un partido que al Real Madrid se le puso de cara en el minuto tres con el 1-0 de Benzema que aprovechó un resbalón de Gayà para marcar. El francés sacó oro de un error que, por otro lado, fue una constante en el Mallorca, especialmente en defensa. El Real Madrid, con el marcador a favor se puso a correr hacia la meta balear y cada vez que llegaba era ocasión o casi. El sistema defensivo del Mallorca no existía y tampoco es que el del Real Madrid mostrara seguridad porque el Mallorca también llegaba al área de Courtois.

El empuje blanco acabó con el 2-0 de Marco Asensio que tras un gran control de espuela marcó en el minuto 24. Poco o nada pudo disfrutar el gol el madridismo porque Kang In Lee puso el 2-1 con una gran acción individual nada más sacar de centro tras el tanto de Marco Asensio. El partido era de ida y vuelta y ahí, a velocidad blanca se impuso con el 3-1 de Marco Asensio en el minuto 29. El balear estaba aprovechando la oportunidad que le daba Ancelotti. Pudo marcar un ‘hat trick, pero lo impidió Valjent sobre la línea. El partido era de los que les gustan al aficionado y no a los entrenadores por el desorden de los dos equipos. La recta final del primer acto acabó con un posible penalti de Nacho a Hoppe que el colegiado no señaló y el VAR no le corrigió.

Con ese 3-1 se llegó al descanso y el segundo acto comenzó con el Mallorca intentando poner orden en sus líneas metiendo a Baba por Kubo, pero seguían llegando las ocasiones blancas e incluso Benzema marcó, pero el colegiado, a instancias del VAR, lo anuló por falta previa del francés sobre Sastre. El que sí subió al marcador fue en el minuto 55 el tercero de la noche de Asensio que marcó con un buen disparo desde la frontal.

Con ese 4-1, el partido ya estaba decidida y Ancelotti le dio la oportunidad a Blanco que entró por Camavinga y Luis García Plaza hizo un triple cambio para buscar la reacción. El Real Madrid bajó el ritmo y eso provocó que el Mallorca llegara más a la meta de Courtois. Los bermellones tuvieron ocasiones para marcar, como el Real Madrid para ampliar el marcador.

El que acertó fue Benzema que en el minuto 78 marcó el 5-1 cuyo disparo dio en los dos centrales del Mallorca antes de batir a Reina. Benzema se marchó después y entró Jovic en un doble cambio  de Ancelotti que hizo debutar a Santos en el lateral derecho.  Isco redondeó el marcador con el 6-1 en el minuto 84 tras un pase de Vinicius. Los dos equipos buscaron más goles -Courtois con una gran parada evitó el gol del Mallorca y  Jovic envió un balón al larguero-, pero el marcador no se movió más y el Real Madrid se llevó un triunfo fácil.



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La Real se aprovecha de un flojo Granada

El cuadro donostiarra vence en el Nuevo Los Cármenes siendo ostensiblemente superior a los de Robert Moreno


No pinta nada bien lo de Robert Moreno en el Granada. El conjunto nazarí continúa generando más dudas que certezas cuando se han disputado ya 6 jornadas en las que todavía no ha estrenado su casillero de triunfos. Este jueves fue la Real Sociedad de Imanol, un equipo con identidad propia independientemente de qué jugadores haya sobre el verde, la que se aprovechó de que el Granada de Robert Moreno carezca de la misma. El cuadro nazarí quiere y no puede, y aunque el tanteo cuando llegó el pitido final reflejó un 2-3 en el marcador, en cuanto a sensaciones la diferencia fue mucho mayor.

Después de quedarse con la miel en los labios en el Camp Nou (aunque sumando un punto de oro), el Granada se reencontraba con su afición con la intención de reivindicarse de una vez por todas, y tal y como sucedió contra el Barça el tramo inicial del duelo le fue favorable. En el 9', Rochina botó un córner encontrando la cabeza del incombustible Germán, y el remate de éste acabó en el fondo de las mallas después de que Guevara intentase despejar sin éxito.

A partir de ahí, el Granada intentó tener el balón consciente de que esta Real de Imanol es un equipo que crece (y mucho) mediante el mismo, pero no lo logró. La manija del encuentro fue en todo momento blanquiazul, aunque hubo que esperar hasta la segunda mitad para que un buen Luis Maximiano encajase goles.

El primero de ellos llegó en el 52', con Elustondo rematando con el pie casi en área pequeña y totalmente libre de marca un servicio desde la esquina de Oyarzabal. Y el segundo lo firmó Mikel Merino (que estuvo brillante) en el 60' al aprovechar un balón suelto que se encontró en la frontal del área.

Con los dos tantos citados la Real por fin se había puesto por delante en el marcador, pero los caprichos del fútbol quisieron que el Granada se encontrase un penalti para que Luis Milla empatase en el 70'. Sin embargo, resultó solo anecdótico ya que en el 82' volvió a marcar Elustondo, de nuevo cazando un balón suelto en la frontal del área como había hecho Merino anteriormente.

La cosa quedó en 2-3, pero bien podría haber sido un resultado con más diferencia que un solo tanto. Así lo entendió el público del Nuevo Los Cármenes, que despidió a los suyos con una sonora pitada que, traducida con palabras, viene a expresar que en Granada se echa mucho de menos a Diego Martínez y no se tiene nada claro que esto de Robert Moreno vaya a funcionar. Lo que sí funciona es esta Real de Imanol, que con 13 puntostras 6 jornadas duerme en 'zona Champions'.



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Un Barça sin recursos vuelve a pinchar en Cádiz

- El equipo azulgrana, que jugó casi media hora con diez, volvió a perder dos puntos que dejan a Koeman en una situación muy delicada
 - Solo Memphis tiró del equipo en ataque en la segunda parte, aunque Ter Stegen también fue clave para evitar la derrota 


El Barça volvió a pinchar en el Nuevo Mirandilla, donde esta vez se dejó dos puntos en un partido donde la imagen culé volvió a dejar mucho que desear. Los azulgrana, que jugaron casi media hora con diez por la expulsión de Frenkie de Jong, volvieron a ser un equipo desdibujado y sin recursos. Un punto que no sirve ni al Barça ni a Ronald Koeman, que acabó expulsado en el que podría ser su último partido como entrenador azulgrana.

Parecía que independientemente del resultado en Cádiz, Koeman sabía que estaba sentenciado. Y aceptó morir matando, si se permite la expresión. En primer lugar en la rueda de prensa y después en el Nuevo Mirandilla, donde presentó un once cargado de jóvenes. Especialmente sorprendió la apuesta inicial en el once de Gavi, de 17 años, que sentó a jugadores de la experiencia y el peso de Sergi Roberto o Phillipe Coutinho, a quien la titularidad le duró una jornada. Mingueza, Dest, Araujo, Demir, fueron otros de los jóvenes que continuaron gozando de la confianza de un técnico que estaba en la picota. Las otras novedades respecto al último encuentro ante el Granada fueron Piqué -esta vez rotó Eric Garcia- y Luuk de Jong, el delantero que él mismo pidió.

Durante la previa del encuentro Cádiz respiraba una ambiente tan festivo cono ambicioso. Si la temporada pasada le ganaron al Barça (2-1) por qué no podrían hacerlo ahora, en plena crisis azulgrana y con el técnico prendiendo de un hilo. En el Nuevo Mirandilla, la gente empujó desde el calentamiento y les preguntaban a los azulgrana dónde estaba Leo Messi. No estaba el argentino, ni por lo que se vio tampoco muchos de los jugadores del Barcelona, que dejó perder la primer parte. Un equipo plano, desganado. Como si estuviera superado por la situación institucional marcada por el pulso entre el técnico y el presidente. De hecho, lo más destacado de los azulgrana en el primer tiempo ataque fue un tímido disparo de Memphis a la media hora de juego. Un tiro suave, flojo, que llegó botando a las manos de Ledesma.

No lo intentó mucho más el Cádiz, que sabía que debía hacer desde el inicio. Aguantar sin dejar espacios, resistir que ya tendrían alguna. Como la de Sobrino, que tuvo que sacar Piqué en última instancia porque le habían dejado un pasillo hasta el área pequeña, o un saque de esquina que el Nuevo Mirandilla celebró como medio gol. Siempre con el ex culé Fali liderando y transmitiendo su espíritu al resto de los compañeros, a pesar de que solo duró 40 minutos porque tuvo que retirarse lesionado. El valenciano se retiró en camilla, ovacionado y con la afición coreando su nombre. Un auténtico ídolo.

Parecía que tras el descanso el partido mejoraría. Empezó Negredo poniendo a prueba a Ter Stegen. El delantero local se sacó una rosca fantástica al palo largo que se encontró con una mano providencial del alemán. El aviso gaditano parecía que hacía reaccionar a los culés, que tuvieron dos ocasiones prácticamente consecutivas en las botas de Memphis. El holandés desaprovechó un buen centro de Luuk de Jong. Llegó solo al segundo palo, pero el balón se le quedó atrás de manera incomprensible. Poco después, intentó remediarlo con un zarpazo medido desde la frontal que sacó Ledesma.

Pero el partido dio un tumbo en cuatro minutos. Del 60, cuando Del Cerro Grande mostró la primera amarilla a Frenkie de Jong, al 64, cuando lo expulsó por una acción con Espino en la que primero toca el balón y después encoge las piernas para no tocar al rival. Una segunda amonestación tan rigurosa como ya había sido la primera. Desde entonces el Cádiz se creció y apretó al Barça de Koeman, que intentó parar el golpe con la entrada de Coutinho y Nico González.

También entró Riqui Puig, a falta de diez minutos, aunque perdió su primer balón y propició una contra del Cádiz que salvó Ter Stegen en la mejor ocasión de los locales. El alemán se agrandó ante Salvi y remedió el error del de Matadepera, que no se escondió en los minutos finales. El Barça solo lo probó con un par de disparos lejanos de Coutinho y una contra de Piqué a la desesperada. La última ocasión que desaprovechó Memphis con un tiro demasiado cruzado ante portero.

FICHA TÉCNICA:

CÁDIZ FC:
Ledesma, Iza (Akapo, 79’), Haroyan, Chust, Espino; Arzamendia (Perea, 57’), Fali (Jonsson, 40’), Tomás Alarcón, Álvaro J.G (Salvi, 46’); Negredo (Lozano, 57’), Sobrino.

FC BARCELONA:
Ter Stegen, Mingueza, Piqué, Araujo, Dest (Riqui Puig, 80’); F. de Jong, Sergio, Gavi (Nico, 73’), Demir (Sergi Roberto, 46’), L. de Jong (Coutinho, 68’), Memphis.

Árbitro: Del Cerro Grande (comité madrileño). Amonestó a Akapo (88’) y Alarcón (90’), del Cádiz, y a Busquets (93’) y expulsó con doble amonestación a F. de Jong (60’ y 64’), del Barcelona.

Espectadores: 12.180 en el Nuevo Mirandilla.

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