El Español tampoco puede con el colista

Levante y Espanyol firmó un empate a uno que no satisface a nadie pero menos a un equipo granota con el agua al cuello. Puado avanzó a los pericos (50') y Dani Gómez igualó en el 80' aprovechando una dubitativa salida del portero Joan García que había sustituido a Diego López, lesionado


Levante y Espanyol firmaron un empate este sábado en el Ciutat de València, un justo resultado vistas las prestaciones de ambos sobre el 'verde'. Con el punto arañado el equipo perico da continuidad al buen triunfo ante el Getafe de hace una semana, pero sigue negado a domicilio, donde solo ha ganado un partido (Mestalla) y sin dar muestras de una clara mejoría pues su primera parte dejó mucho que desear. Mientras que para el Levante, el colista destacado, el punto se antoja más que insuficiente en su carrera por lograr el milagro de la salvación, le sabe a poco, a muy poco.

Tras una primera parte donde el Levante mereció algo más por la mejor intensidad mostrada, el Espanyol se avanzó en la primera jugada de la reanudación con un gol de Puado en colaboración con el 'mago' Darder. No apuntilló el Espanyol y el Levante igualó a diez del final con una diana de Dani Gómez que aprovechó una mala salida del portero Joan García, que había suplido pocos minutos antes a un lesionado Diego López.

Vicente Moreno apostó por el mismo once que venció hace una semana al Getafe en casa, repitiendo Calero en el eje de la zaga después de su buena actuación ante los azulones. Mientras que en el Levante destacaba la ausencia de Morales, que se lesionó el lunes en La Catedral y no ha llegado a tiempo.

El Espanyol tomó la iniciativa en los primeros minutos pero no llevó peligro, salvo un par de córners sin veneno. Pero poco a poco, el once granota metió una marcha más, mucho más intenso, y empezó a llegar con mordiente. En el minuto 8, De Frutos se coló hasta la cocina y entre Cabrera y Diego López abortaron una ocasión que llevaba peligro.

A Espanyol le costaba cerrar las vías abiertas por los costados, dando muchas guerra De Frutos y Bardhi. Precisamente este último en el 21' lanzó una falta peligrosa y los granota pidieron penalti por una supuesta mano de RDT al rechazar. No hubo nada.

Siguió mordiendo mucho más el Levante ante un Espanyol desconectado, pues los medios no lograban asociarse con RDT y compañía, y esperando atrás a los locales.

Y el Levante siguió apretando con sus armas. En el 28' Bardhi se fue como una bala, superando a Óscar Gil, y su buen centro fue rematado por Pubill sin suerte. Una ocasión buenísima.

En la recta final antes del descanso, el Espanyol se desperezó y a la contra tuvo la primera y única clara de la primera parte. En el 38' RDT se fue con todo y pidió penalti por un supuesto empujón de Duarte que lo desequilibró. El colegiado no vio nada punible en una polémica jugada donde el central local pudo tocar primero el balón antes de derribar al ariete perico.

El partido empezó movido tras la reanudación.  Primero la tuvo Duarte con un buen cabezazo que se fue fuera por poco (49'). Y apenas un minuto después, la magia de Darder desatascó el partido para un Espanyol muy poco lúcido hasta entonces. El de Artà se inventó una asistencia entre líneas muy vertical para que Puado fusilara a Cárdenas con un letal chut cruzado, poniendo el 0-1 en el marcador. En la primera ocasión clara de los de Vicente Moreno, gol del Espanyol. Máxima efectividad.

A raíz del gol se vieron los mejores minutos de los dos equipos. De Frutos tuvo el empate (59') pero Diego López se lució en una doble actuación de mérito. La cruz fue que el meta gallego se lesionó en este lance.

Respondió el Espanyol con un cabezazo envenenado de Vilhena que escupió el palo (62'). No fue la única ocasión que abortó la madera ya que en el 66' un cabezazo de Pubill también lo repelió el palo. Los dos equipos buscaban el gol pero el Levante con el agua al cuello y mucho más necesitado, metió la sexta y se fue con todo en la recta final.

Un lance que acabó resultando clave. En el 72', Diego López ya no pudo aguantar y unos problemas musculares, al parecer en el gemelo, le obligó a abandonar el campo, lesionado. Saltó al verde el joven Joan García en el 72' y Dani Gómez en el 77', los dos protagonistas de la jugada que dio lugar al empate.

En el 80' Joan García no salió del todo bien, dubitativo, para despejar un centro lateral y Dani Gómez cabeceó al fondo de la red, poniendo el 1-1 en el luminoso.

Todavía habría movimiento y pudo caer el gol en cualquiera de las dos áreas. En el 84' Embarba, que acaba de salir, se inventó una incursión digna del mejor Embarba del año pasado, y tras deshacerse de varios defensas se sacó un disparo que se fue alto por pocos centímetros. Un 'jugadón' sin premio.

Y al filo del 90', el banquillo local pidió penalti por un choque de Cabrera con Dani Gómez, un contacto que el colegiado no lo consideró punible pese a las airadas protestas granotas.

En el descuento el Levante asedió y encerró al Espanyol buscando el gol del triunfo pero éste no llegó, bien ordenada la zafa perica. Y el empate ya no se movió, un 1-1 que hizo justicia a lo visto sobre el verde del Ciutat de València.



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El Villarreal se mete en Europa tras vencer a un Celta sin puntería

Parejo culminó una genial asistencia de tacón de Trigueros para decidir un partido muy igualado que se reactivó en la segunda mitad tras un primer acto sin ocasiones de peligro. El equipo vigués pudo empatar en los instantes finales, pero Rulli y Mandi lo evitaron


El Villarreal vuelve a Europa y sigue soñando con los puestos de Champions tras vencer este sábado (1-0) al Celta en un pulso muy igualado que resolvió Dani Parejo en la segunda mitad. Un triunfo para reforzar la moral de los de Unai Emery de cara a su visita del próximo miércoles a Turín, donde se jugarán frente a la Juve el pase a cuartos de final de la Liga de Campeones tras el 1-1 de la ida en La Cerámica.

Antes de iniciarse el encuentro, los jugadores del Villarreal saltaron al terreno de juego luciendo unas camisetas amarillas con el mensaje "¡Fuerza Alberto!", en apoyo a su compañero Alberto Moreno, operado de una grave lesión de rodilla y al que Parejo dedicó su valioso gol ante el Celta.

Unai Emery, técnico del Villarreal, cambió su banda izquierda con la presencia de Pedraza y Trigueros, mientras que en la medular entraron Iborra por Capoue y Chukwueze por Yeremi Pino. En el Celta, Coudet dio entrada a Kevin por el sancionado Hugo Mallo y a Nolito, por el argentino Hugo Cervi.

Gol bien anulado a Lo Celso
Ambos equipos libraron un batalla táctica en el arranque del partido, aunque ninguno llegó con claridad al área rival, salvo un remate de Lo Celso que terminó dentro de la portería viguesa, un gol en el minuto 17 que fue anulado por un claro fuera de juego tras recibir una espectacular asistencia de Manu Trigueros.

El Villarreal practicó un fútbol asociativo, pero le costó abrir huecos en el entramado defensivo gallego.  Buen toque de balón en los dos bandos, con posesión de balón alternativa, pero sin generar ocasiones de peligro. En la tímida ofensiva celeste, algún 'chispazo' de Aspas y poco más. Las defensas se impusieron a los ataques en una primera mitad sosa por momentos y presidida por la igualdad.

Tras el descanso, el encuentro se animó y el Celta tuvo su primera gran ocasión por medio de Aspas, pero la bota de Pedraza se cruzó providencialmente para abortar el remate del capitán vigués. Poco después, el propio Aspas sirvió un excelente balón a Brais, pero su chut se marchó ligeramente desviado.

El Villarreal pudo adelantarse finalmente en el marcador en el minuto 64,  gracias a la maravillosa conexión Parejo-Trigueros. El de Coslada aprovechó una asistencia genial de tacón del talaverano para batir a un Dituro de manos blandas que se 'tragó' el gol.

El Villarreal buscó sentenciar en el tramo final del encuentro y el Celta alcanzar el empate,  pero el 1-0 permaneció inamovible para respiro de un equipo local que se llevó un susto monumental en el minuto 89, con un remate de Aspas que sacó Rulli, y en el 90', Mandi salvó 'in extremis' un gol a disparo de Santi Mina.



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El Betis sigue en la pelea por la Champions y aleja al Athletic de Europa

Un solitario gol de Borja Iglesias en la primera parte da el triunfo a los verdiblancos, que jugaron los 17 últimos minutos con un jugador menos por expulsión de Fekir


Un solitario gol de Borja Iglesias (20’) dio al Real Betis un sufrido y merecido triunfo ante el Athletic, que mantiene a los verdiblancos en la pelea por las plazas Champions y aleja a los bilbaínos de sus esperanzas de poder meterse en la Europa League. Los béticos jugaron los diez últimos minutos -más siete de descuento- por expulsión de Fekir, al que Mateu Lahoz mostró la roja directa por revolverse y responder a una provocación de Muniain tras la enésima falta que había recibido.

Había mucho en juego en el Benito Villamarín, pues los verdiblancos necesitaban la victoria para seguir metidos en la disputa por los puestos Champions, ahora que Barça y Atlético aprietan de lo lindo, y para el Athletic era casi la úlltima oportunidad de meterse de veras en la pelea por las plazas de Europa League, para lo que necesitaban derrotar a la escuadra de Manuel Pellegrini, que venía dando señales de cansancio por el enorme desgaste de ser el único equipo español vivo en todas las competiciones.

El Betis, de la mano de Fekir y Borja Iglesias, una pesadilla para la zaga bilbaína, salió mejor plantado y el primer aviso de la tarde lo dio Juanmi (12’), tras una gran pared con Borja Iglesias que le permitió plantarse ante las narices de Unai Simón, aunque remató inocentemente a las manos lo que hace poco acababa siempre en gol. Ocho partidos lleva ya el malagueño sin ver puerta, la que sí vio el Panda poco después, al culminar con un gran cabezazo una excelente jugada de Fekir y Miranda por la banda izquierda, con centro final del ex azulgrana. El Athletic, en esta primera mitad, solo inquietó en un cabezazo desviado de Iñaki Williams (28’) y un disparo manso desde la frontal de Muniain (43’) que no tuvo problemas en blocar Rui Silva, en el que fue único remate entre palos de los de Marcelino.

Tras el descanso apretó más el Athletic, pero sin llegar con claridad al área de Rui Silva, bien defendido por sus centrales y el doble pivote formado por Guido y Paul por delante. Los de Marcelino botaron numerosas faltas laterales pero ninguna puso en jaque a un Betis que supo sufrir para dejar su puerta a cero y sumar un triunfo vital que le devuelve a la senda de la victoria y mantiene intactas sus aspiraciones en LaLiga.

Real Betis: Rui Silva (3); Sabaly (2), Pezzella (3), Bartra (3), Miranda (2) (Aitor Ruibal 70' (2); Paul (3) Edgar 87' (2), Guido Rodríguez (3); Canales (2), Fekir (3), Juanmi (1); y Borja Iglesias (3) (William Carvalho 73' (3).

Athletic Club: Unai Simón (2); De Marcos (2), Yeray (2), Vivian (2), Yuri (2) (Balenziaga 58' (2); Vencedor (2) (Nico Serrano 83' (2), Vesga (2) (Zárraga 70' (2); Berenguer (2), Sancet (2) (Raúl García 83' (2), Muniain (3); e Iñaki Williams (2) (Nico Williams 58' (2).

Goles: 1-0, m.20: Borja Iglesias.

Árbitro: Mateu Lahoz, con Estrada Fernández en el VAR. Amarillas a Yuri (8'), Berenguer (16'), Pezzella (25'), Miranda (29'), Ruibal (75'), Nico Williams (76'), De Marcos (80'), Canales (80'). Roja directa a Fekir (80')

Escenario: Benito Villamarín, con presencia de 45.876 espectadores.

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Buenos días amigo, estoy de acuerdo contigo esto es un rollo barato que han sacado, hacen las lineas como les dan la gana y esto es una forma de sacar dinero tal como tu comentas.
Saludos amigo y no te quemes, no vamos a sacar nada positivo de esto.

El gol regresa al Camp Nou

El Barça liquida en media hora a un Osasuna que no tuvo opción, con doblete de Torres, tantos de Auba y Riqui Puig y un Dembélé en su mejor versión


Con tres goles antes de la primera media hora de partido, el Barcelona liquidó (4-0) el compromiso de Osasuna. Un partido que a priori podía convertirse en incómodo se puso rápidamente cuesta abajo ante un rival superado desde el primer momento por el dominio y circulación de balón del equipo azulgrana, que enlazó la cuarta victoria consecutiva en el Campeonato y que demostró estar preparado para ir al Clásico del próximo domingo con opciones. Un doblete de Ferran Torres y otro gol de Aubameyang, con dos asistencias sensacionales de Dembélé, ese futbolista tan desesperante como explosivo, liquidaron a Osasuna. Riqui Puig, en un tramo final de partido con rotaciones, completó la goleada.

Al proyecto de Xavi le hacía mucha falta una victoria como la que celebró ante Osasuna. Por el valor de los puntos y por el valor de la confianza. El equipo demostró que los automatismos se mantienen intactos pese a las dificultades de los dos últimos partidos. Con Pedri y Gavi incombustibles e intensos en los interiores y Sergio Busquets clarividente, el juego del Barcelona tuvo ritmo, seguridad atrás liderada por Eric, creciente en la salida de balón, también el desequilibrio que le puso Dembélé y esta vez además contundencia arriba. Ferran desatascó la cañería del gol.

Muy pronto el partido quedó prácticamente visto para sentencia. Osasuna no compareció, o quizás sería más justo decir que el Barcelona no permitió que compareciese. Desde el primer momento, el juego se desarrolló cerca del área pamplonica por presión de los azulgranas. Ahí estaba Dembélé, por la derecha, aparentemente con menos energía que Adama, en teoría reservado para lo que viene. En teoría, porque cuando al francés se le encendió la bombilla y se puso en modo asistente el choque acabó de dar el giro hacia su sentencia que había comenzado a dar en una acción de penalti sobre Gavi.

Protestaron los defensas de Osasuna, pero lo cierto es que la jugada ofrece poco margen para la duda. O ninguno. Busquets, tras recibir de cara un balón de Aubameyang, dio un sensacional pase vertical hacia el área, donde recibió Gavi llegando desde su posición de interior izquierdo. El joven centrocampista ganó la espalda a Nacho Vidal, que le trabó por detrás con el cuerpo mientras caía. Penalti claro que transformó Ferran Torres, que comenzaba su festival conjunto con Dembélé.

Inconstante y desesperante a veces pero absolutamente imparable cuando le da la vena, Dembélé se inventó una extraordinaria asistencia desde la derecha a Torres, un pase en diagonal al espacio, detrás de los centrales, por donde apareció el delantero valenciano para resolver a la perfección y superar limpiamente a Sergio Herrera. Y Dembélé repitió asistencia, esta vez a su amigo Aubameyang, también desde la derecha, para poner el 3-0.

Ousmane había acabado de decantar un partido que Ferran Torres, transformado por arte de magia tras su flojo partido del jueves, había puesto claramente en franquicia para los barcelonistas. Osasuna respiró un poco en cuanto el Barça levantó un poco el pie del acelerador y trató de modificar un planteamiento suicida reforzando la defensa con tres cambios de golpe y un tercer central en la segunda parte.

Nada, o poco, cambió en el desarrollo del partido. Si acaso, el trepidante ritmo de la primera parte no era el mismo de entrada, aunque en cuanto Dembélé cogía el balón y sentía la conexión de cables el juego del Barça aceleraba.

Es cierto que en la reanudación Osasuna intentó explotar más que en el primer tiempo la fragilidad defensiva del lateral derecho del Barcelona, muy efectista con sus bicicletas y poco efectivo a la hora de guardarse las espaldas en defensa. Vinicius aparece por el horizonte.

Sergio Herrera impidió con un gran rechace que el festival de Dembélé quedase completado con un gol en un chut impresionante del galo. No pudo evitar, sin embargo, el cuarto del Barça en una acción de Riqui Puig, que remató un córner desde la frontal y aprovechó el rechace del meta para, primero, sentarlo en su salida y, después, rematar a gol con la derecha. En un final de partido con rotaciones, volvió Braithwaite y Memphis intentó un gol de espuela ante un rival entregado.



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El Madrid da otro golpe a LaLiga pero paga un caro peaje

El líder somete a un bravo Mallorca, aumenta su distancia con el Sevilla hasta los 10 puntos pero pierde a Benzema, Mendy y Rodrygo con el Clásico a las puertas
Benzema con un doblete y Vinicius, autor del 0-1, los artífices del triunfo


El Real Madrid dio un paso más hacia el título con un trabajado triunfo en Mallorca gracias de nuevo a Vinicius y Benzema, que emergieron en el segundo tiempo para finiquitar la resistencia de su bravo rival anotando los tres goles. El equipo de Ancelotti supo cambiar el chip tras el éxtasis vivido contra el PSG para llevarse tres puntos clave que le disparan en el liderato pero pagó a cambio un peaje muy de cara al Clásico: Rodrygo, Mendy y Benzema se retiraron lesionados. Dependiendo del alcance, el problema puede ser morrocotudo para el Madrid.

Carlo Ancelotti optó por dar descanso a Modric y Carvajal tras la exigente batalla contra el PSG y premió a Rodrygo, clave en la remontada, para ocupar el lugar en el once de un Asensio venido a menos. Casemiro y Mendy, sancionados contra el PSG y apercibidos de cara al Clásico, fueron de la partida en Mallorca igual que Nacho, titular por la baja de última hora de Militao por gripe.

Luis García Plaza trató de que su equipo se hiciera fuerte en un 4-4-2 granítico, con las líneas muy juntas tanto en la presión como en el repliegue para ahogar la circulación del Madrid e impedir que Kroos y Benzema entrasen en contacto con el balón. Aprovechando las urgencias clasificatorias del Mallorca, el líder no tardó en hallar la primera rendija en la zaga bermellona al contragolpe y solo Rico evitó el 0-1 de Benzema después de un gran pase al espacio de Vinicius (5’)

El partido fue cogiendo temperatura con el paso de los minutos porque ambos equipos propusieron un ritmo alto y nunca hicieron concesiones. Casemiro se jugó la amarilla en una entrada que le hubiese impedido estar en Clásico y poco después fue Maffeo el que coqueteó con la expulsión con una entrada peligrosísima a Vinicius a la altura de la rodilla. Sánchez Martínez señaló saque de banda y desde el VAR no dieron señales de vida para desesperación del brasileño, que se llevó la amarilla por encararse con su marcador.

La acción abrió el partido de par en par y el Mallorca, minutos después, desperdició la ocasión más clara. Nacho salvó in extremis un remate de Ángel para fusilar a Courtois pero en el rechace se hizo un lío Mendy al intentar un regate temerario y Maffeo, con todo a favor, estrelló el balón en el palo (35’).

El susto espabiló a un Madrid venido a menos y de la mano de Benzema, el equipo de Ancelotti empezó a tener más presencia en el área de Rico con Vini como principal estilete. El brasileño, un torbellino por la izquierda, tuvo la más clara pero la sacó de maravilla Maffeo en un corte providencial y la primera mitad murió sin goles pero con un Madrid algo mejorado.

En la reanudación apareció un Mallorca de nuevo con hueso, agresivo sin balón y valiente para salir a la aventura en busca de Courtois. El Madrid, otra vez incómodo, encontró aire en un error de Baba que vino precedido por una posible falta de Valverde en la presión. Sánchez Martínez, indescifrable durante toda la noche en sus decisiones, no señaló nada y Benzema asistió a Vinicius para que el brasileño hiciera el 0-1 en el 55’.

Con el partido al rojo vivo, Ancelotti sacó del verde al apercibido Casemiro y a Valverde, amonestado en el primer tiempo. Con Camavinga de pivote el Madrid se desordenó en exceso y perdió el hilo ante un Mallorca creciente que redobló su apuesta en la presión. Raíllo se jugó otra roja en una dura entrada que dejó KO a Rodrygo, sustituido de inmediato por Asensio.

Con el partido abierto como un melón, la conexión entre Vinicius y Benzema volvió a emerger para sacar petróleo y encarrilar el triunfo. El brasileño puso en órbita al francés y este, al llegar al área de Rico, le devolvió el balón para marcar a placer pero antes Oliván le arreó un empujón claro. Penalti y Benzema, desde los once metros, no perdonó (77’).

El 0-2 fue un mazazo definitivo para el Mallorca y solo cinco minutos después Benzema, en estado de gracia tras su exhibición en la Champions, puso la sentencia con un gran testarazo a centro de Marcelo, relevo de un Mendy con problemas musculares. El ‘9’ del Madrid notó algo en el tobillo y, para no forzar, se retiró por precaución. El Madrid, solvente pero dolorido, cerró la contienda con 10 jugadores, a 10 puntos del Sevilla y con 10 partidos por disputarse.



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