El Betis resiste y se lleva un 'puntazo' del fortín de Vallecas

El Rayo no supo aprovechar el jugar en superioridad desde el minuto 35 por la expulsión de Álex Moreno y se debe conformar con el empate ante un solidario Betis. Canales avanzó a los andaluces en el 47' e Iván Balliu empató en el 70'. El Rayo percutió con todo hasta el final pero los de Pellegrini aguantaron la tromba. El equipo de Iraola sigue sin saber lo que es perder en Vallecas


El Betis ha resistido como un jabato este domingo parta arañar un meritorio punto de Vallecas tras un gran duelo entre dos de los mejores equipos de Primera. El Rayo no supo aprovechar su superioridad numérica, pues el Betis jugó con un jugador menos desde el 35’ por la expulsión de Álex Moreno, pero mantiene su estadio ‘vírgen’ pues sigue sin conocer la derrota.

Mientras para el Betis el punto arañado es oro puro, vistas las circunstancias, y le permite seguir en el podium liguero. Canales avanzó al Betis en el 47’, ya en inferioridad numérica, y el Rayo igualó en el 70’ con un tanto de Iván Balliu. Los locales percutieron con todo, se dejaron el alma hasta el final y tuvieron chance para ganar, pero el Betis resistió contra todo y se llevó un trabajado empate del fortín de Vallecas. Un partidazo.

El duelo arrancó trepidante y disputado desde el primer suspiro con dos equipos el Rayo, el que menos ha encajado como local, ante el Betis, de los mejores ataques de la Liga. Canales (8’) avisó e Ibi replicó dos minutos después.

El equilibrio y la igualdad marcaron la primera media hora, monopolizando la posesión a partes iguales los dos equipos. Un fútbol atractivo pero pocas ocasiones claras de gol. La primera llegó en el 24’ cuando Isi se sacó un buen disparo que blocó el meta Rui Silva en dos tiempos. Y dos minutos después la tuvo el Betis. Una doble ocasión de Fekir y Álex Moreno que desbarató Luca Zidane.

El duelo estaba precioso pero saltó la jugada polémica que cambió el guión. En el 35’ el colegiado expulsó al bético Álex Moreno por un puntapié que provocó una brecha en la cabeza de Isi, una hemorragia que dejó ‘groggy’ al jugador rayista. La roja llegó a instancias del VAR que ayudó al árbitro en la polémica jugada.

Empezaba un nuevo partido, pero el Betis, pese a estar en inferioridad, atizó antes de llegar al descanso. En el 47’ Canales hizo el 0-1 tras culminar una jugada de tiralíneas con Fekir y Bellerín.

Ya en la segunda parte el Rayo achuchó con todo en pos del empate, aunque el Betis no le perdió nunca la cara al duelo y asustaba a la contra. En el 64’ Falcao tuvo el empate y se fue de milagro. Pero en el 70’, el Rayo logró el premio a su insistencia. Falcao remató al palo y en el rechace no estuvo muy contundente Bartra e Iván Balliu, pillo, se sacó un disparo colocado para poner el 1-1.

Siguió percutiendo el Rayo, poniendo a prueba a Rui Silva desde todos los flancos, pero el meta bético resistió. En el 81’ Sergi Guardiola y luego Falcao acariciaron el segundo gol local, pero se lució Rui Silva. Al igual que en el 88’ a gran disparo de Álvaro García, como Bebé que lo probó de lejos en varias ocasiones. El Betis resistió contra viento y marea y el 1-1 ya no se movió de Vallecas.



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Alavés y Athletic se secan bajo la lluvia

- El igualado derbi de Mendizorrotza se salda sin goles y sin apenas ocasiones
 - Las defensas de ambos equipos se impusieron en todo momento a las delanteras


Secos bajo la lluvia. Alavés y Athletic firmaron tablas sin goles en la tarde-noche pasada por agua de Gasteiz. Ambos conjuntos, cierto es, tuvieron sus respectivas opciones, pero todas quedaron a modo de anécdota. Pacheco y Unai Simón apenas tuvieron trabajo, aunque acertaron en los pocos balones que les llegaron.

Al equipo babazorro se le empieza a notar el sello de Mendilibar, su nuevo entrenador. Los albiazules presionaron y trabajaron a destajo ante un rival que solo dio sensación de peligro cuando entró Muniain en acción. Marcelino, con Vencedor lesionado a las primeras de cambio, probó con todo en ataque, pero la solida zaga local no se descompuso en ningún momento.

El punto no satisface de forma completa los intereses de ambos contendientes. A los locales les permite, eso sí, dormir fuera de la zona de descenso. A los visitantes seguir sin alejarse demasiado de la pomada europea.

Mendilibar, con la baja de última hora de Laguardia, introdujo cuatro cambios respecto al día de su debut. Pacheco volvió bajo palos, Miazga ejerció en el eje de la zaga, Jasón debutó como interior diestro y Manu García ocupa plaza en el doble pivote. Escalante, recién fichado, comenzó en el banquillo.

Marcelino, tal y como había dado a intuir en la víspera, repitió el equipo que venía de ganar en El Sadar. Vencedor, que tal y como había dejado claro el propio técnico asturiano arrastraba algunas molestias musculares, fue de la partida. El medio bilbaíno, sin embargo, cayó lesionado al cumplirse el minuto 2. Zarraga ocupó su posición.

Los leones controlaron la situación de partida ante un Alavés que tampoco pasó grandes apuros a la hora de defender. La mayor posesión de balón de los visitantes no se tradujo en llegadas o claras ocasiones ante Pacheco. Muniain y Williams fueron los únicos en probar suerte de cara a gol antes del descanso, pero sus remates no encontraron ni portería.

El Alavés, que tuvo su opción en un remate de cabeza de Miguel, mantuvo el tipo. Su entrenador, de todas formas, optó por dar entrada a Escalante por Jason cerca del descanso. Una manera de reforzar la zona central y evitar, sobre todo, que Muniain siguiese campando a sus anchas.

La segunda mitad, en medio de la igualdad, arrancó con una buena opción para Duarte en forma de picada, tras perdida de Iñaki Williams, que entre Unai Simón y el larguero evitaron que el balón se colara. Marcelino, consciente de que su equipo no funcionaba arriba, optó por quitar a sus dos delanteros para dar entrada a Nico Williams y Raúl García. Berenguer pasó así a ejercer de segunda punta. Edgar, mientras tanto, compareció en el bando local.

Muniain volvió a reactivarse a partir de ahí y el Athletic, entonces sí, dispuso de buenas ocasiones en un centro de Raúl García que no encontró rematador y un tiro de Berenguer al que Pacheco respondió con una buena mano. La ofensiva bilbaína perdió pronto fuelle, por lo que el míster visitante completó sus cambios dando entrada a Vesga y Nico Serrano. Mendilibar, por su parte, tiró de Pellistri cerca del final. Todo quedó igual que estaba.



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El Atlético reacciona para sacar un punto de La Cerámica ante el Villarreal

- Horrible primera parte del conjunto rojiblanco pese a que se adelantó con un golazo de Correa desde el centro del campo.
  - Oblak paró un penalti a Gerard y el VAR anuló el tanto tras el rechace antes de que los de Emery dieran la vuelta al marcador.
 - El Cholo hizo un triple cambio y el Atlético fue otro, empatando con un tanto de Kondogbia, que acabó expulsado, y teniendo alguna ocasión para remontar.


El Atlético de Madrid y su entrenador, Diego Simeone, reaccionaron a tiempo para sacar un empate de La Cerámica ante el Villarreal. No perdió el equipo colchonero un partido que pudo haber perdido por lo demostrado en la mayor parte del choque pero que también pudo haber ganado cuando reaccionó tras el 2-1 y tuvo 20 minutos enormes para dar la vuelta al marcador. Al final, una igualada que no deja contento a nadie pero que pudo ser peor para ambos.

La primera parte de La Cerámica la hubiera firmado Valle-Inclán con su esperpento o Berlanga con su particular género. Con el Atlético como protagonista principal, claro. Sucedieron tantas cosas, y la inmensa mayoría tan raras, que se hace complicado hacer un resumen serio. Lo primero, que el equipo rojiblanco siempre estuvo a merced del rival, y que fue incapaz de dar tres pases seguidos y defender con seguridad. Y por ahí puede empezar a explicarse todo.

Salió el Atlético a medio gas, otro vicio que no acaba de superar, dando el balón al 'Submarino', pese a que la presencia de Correa y Cunha en el once invitaba a pensar en una presión alta. El ritmo era anodino, y se contagió Parejo a los diez minutos con un pase horizontal de esos prohibidos por los entrenadores. Correa, el más listo de la clase, lo interceptó en el centro del campo, levantó la cabeza, vio a Rulli adelantado y efectuó un golpeo preciso y precioso que se coló en la portería. Golazo.

El Villarreal, superior en el medio, siguió buscando la meta colchonera, con Gerard Moreno moviéndose con comodidad y generando espacios y peligro. Nueve pases en 12 minutos era la aportación del Atlético a la cita, más allá de bascular en defensa con más intención que efectividad. Y comenzó el sainete. Alberto Moreno mandó al palo un centro desde la derecha. Cunha falló un mano a mano ante Rulli tras ganar en velocidad a Estupiñán. Y Correa marcó de tacón el segundo... pero en claro fuera de juego.

Luego entró en escena Lemar, con la mano extendida en el área para provocar un penalti tonto. No dudó Alberola Rojas, que sí necesitó la ayuda del VAR en el desenlace de la acción. Porque Oblak se lo paró a Gerard, pero el primero que llegó al rechace fue ¡Parejo!. Le rozó el balón en la mano antes de que la bola impactase en su cadera y entrase en la portería. Anulado. Pero como el Atlético seguía dormido, en una falta lateral mal defendida  y con grave fallo de Oblak, Pau Torres aprovechó el rechace para poner el empate. Este sí valió.

Por suerte para el Atlético, no pasó mucho más hasta el descanso, donde lo mejor para los rojiblancos fue el resultado. Y eso, teniendo en cuenta que se adelantó con un golazo y que Cunha tuvo un mano a mano, es muy significativo de lo hecho por los de Simeone en ese primer acto.  Ni intensidad, ni control, ni dominio, ni tres pases seguidos, ni seguridad defensiva, ni talento, superado ampliamente en la medular... Fatal.

No comenzó diferente la segunda mitad. El guion era el mismo, pero parecía que el Atlético quería iniciar la presión algo más arriba. Y en una de esas acciones que buscaban los rojiblancos, las de jugar en largo y salir rápido tras ganar la segunda jugada, marcó el Villarreal. Tras lo comentado, Gerard Moreno asistió al otro Moreno, Alberto, para dejarle solo ante Oblak. La tocó el esloveno, pero el balón, con suspense, acabó dentro. Merecido premio para los de Emery y justo castigo para los del Cholo.

Media hora para el final y con el equipo contra las cuerdas, reaccionó Simeone. Metió de una tacada a Joao Félix, Koke y Vrsaljko por  Cunha, De Paul y Lodi. Y fue hacer el triple cambio y el Atlético mejoró, pasando al 3-5-2.  Tuvo más el balón desde el primer segundo, Lemar era protagonista por el medio, Carrasco entraba más por banda. Y en una de esas el belga la metió en el área, donde Correa la recogió y tras una media vuelta, disparó. Repelió Rulli, bien colocado, pero desde la frontal Kondogbia anotó su primer gol como colchonero. Ayudó el meta argentino.

El Atlético era otro. Más por actitud y por tener más gente en el medio que por sistema que, al final, lo hacen bueno los jugadores. Emery metió a Pino y Pedraza por Trigueros y Alberto Moreno.  Pero el cuadro rojiblanco seguía mandando. Pau evitó el tercero del Atlético, interceptando el tiro de Lemar (¡cómo había crecido el galo!). Albiol frenaba con faltas a Joao con la connivencia del colegiado. Cada vez que se giraba falta. Un clásico. Quedaba poco y el Villarreal, que parecía muerto, metió una marcha más. Pau estuvo a punto de marcar en un córner. Salvó Felipe. Kondogbia vio en el descuento la segunda amarilla (la primera fue por protestar) pero no había tiempo para más.  El Villarreal pudo ganar durante 70 minutos. El Atlético también, pero durante 20. Y los dos pudieron perder. Empate que no deja satisfecho a nadie.



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El Elche sorprende al Espanyol en el RCDE Stadium

Dos goles de Pere Milla en el primer cuarto de hora de juego valen para que el conjunto ilicitano se lleve los tres puntos de su visita a Cornellà-El Prat


Titulares, suplentes y miembros del cuerpo técnico del Elche lo celebraron por todo lo alto tras el pitido final, y no es para menos teniendo en cuenta para lo que sirvió. El triunfo logrado por los de Francisco (ausente por sanción) ante el Espanyol en el RCDE Stadium (1-2) valió para que el conjunto ilicitano saliese de la zona de descenso, y a la vez dejó tocado al cuadro perico, que se las prometía muy felices pero se vio sorprendido sobremanera en el tramo inicial del duelo y nunca llegó a encontrar la reacción necesaria como para sobreponerse.

Ni 15 minutos de juego habían transcurrido cuando la ventaja del Elche ya era doble. Tal y como se sospechaba en la previa, se perdió el duelo Diego López, presumiblemente por Covid, y el emergente Joan García, que tiene un futuro esplendoroso, no tuvo el debut soñado en LaLiga. En el 6', tras una indecisión coral de toda la defensa blanquiazul, vio como Pere Milla le superaba por primera vez al cazar en el segundo palo un servicio de Tete Morente desde la derecha. Y en el 14', fue el propio Joan García el que se quedó a medias en una salida para ver com otra vez Pere Milla, tras centro de Mojica, marcaba sin que pudiera evitarlo. Habitual en la selección española Sub-21, ni se puede ni se le debe juzgar por lo sucedido este lunes en el RCDE Stadium, pero resulta innegable que los nervios (o el infortunio) le jugaron una mala pasada al que tiene que ser el portero del Espanyol en la próxima década.

A partir de ahí, al conjunto local le tocó nadar a contracorriente, y aunque en el añadido de la primera parte Raúl De Tomás redujo distancias desde el punto de penalti, el Espanyol acabó muriendo en la orilla. Porque en la segunda parte, los de Vicente Moreno mostraron más voluntad que atino (echaron en falta a un Darder que se perdió el duelo presumiblemente por Covid), y aunque el propio 'RDT' tuvo el empate en sus botas en el 93', dicha igualada nunca llegó y los tres puntos se marcharon rumbo al Martínez Valero. Los poco más de 11.000 valientes que se dieron cita en Cornellà-El Prat regresaron a casa con el amargo gusto del que espera dulce en su paladar y se encuentra con que el manjar degustado está rancio.

Con 20 jornadas disputadas, el Espanyol tiene 26 puntos y está instalado en la zona cómoda de la tabla, con un buen colchón respecto a la zona de descenso pero sin acabar de meterse de lleno en la lucha por Europa. El Elche, por su parte, suma 19 y toma aire posicionándose fuera de la zona de la quema.



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De Tomás rescata un punto in extremis ante un gran Cádiz

El Espanyol se avanzó con un gol de Morlanes en el 10' tras una buena primera parte, pero se cayó en la segunda, mostrando un pésimo juego y el Cádiz logró remontar con tantos de Negredo y Alejo. Y cuando el Nuevo Mirandilla ya celebraba el triunfo, RDT aguó la fiesta


Raúl de Tomás rescató este martes un punto en el descuento para el Espanyol cuando la grada del Nuevo Mirandilla ya festejaba el triunfo. El reparto de puntos no satisface a nadie pero menos a un Cádiz que ya acariciaba la victoria tras una gran segunda parte en la que consumaron una remontada por ‘culpa’ de un pésimo Espanyol.

Y es que el conjunto catalán mostró dos caras opuestas, una primera parte para enmarcar en la que se avanzó con una diana de Morlanes y pudo matar el duelo. Y una segunda horrorosa en la que el Cádiz se subió a las barbas y fue mejor dando la vuelta al calcetín con tantos de Negredo (al que le anularon dos más) y de Alejo den el 91’. Pero RDT apareció en la última jugada para atar el empate. Un punto que genera preocupación en un Espanyol que vio como le ‘bailaba’ uno de los colistas. Urge autocrítica y mucha mejora de un Espanyol que ha arrancado mal 2022.

Vicente Moreno se vio obligado a introducir cambios por las bajas de Keidi Bare, Pedrosa y Dídac, lo que propició que sin los habituales lateral zurdos, Cabrera pasase a ocupar dicha demarcación. Mientras que Sergio González, que se estrenaba en Liga en el banquillo del Cádiz, introdujo diez novedades en su equipo respecto al que presentó en la Copa.

El Espanyol salió dominador y mordiendo desde el primer suspiro. Y pronto obtuvo premio a su mejor entrada. En el minuto 10, un exquisito pase vertical de Darder aprovechando una vía abierta en la zaga local, lo definió de lujo Morlanes para poner el 0-1.

El Cádiz no se achantó pese al tempranero mazazo y buscó la meta de Diego López, sobre todo en las botas de Perea, el que más guerra dio de los locales. Pero el Espanyol siguió con su monólogo en la posesión, mandando y sintiéndose muy cómodo gracias a su agresividad en la presión y en las ayudas. Y el Cádiz, pese a no tirar la toalla, sufría ante el poderío de un Espanyol que se gustaba.

En en 27’ Darder tuvo el segundo pero Iza abortó in extremis el cabezazo del mallorquín. El Cádiz se revolvía con más corazón que fútbol y en el 39’ pidió un posible penalti por la caída del ‘Choco’ Lozano, pero el árbitro no vio nada.

Antes de llegar al descanso, Embarba, tras dejar sentados a cuatro locales, Puado y RDT, con una gran vaselina, tuvieron el segundo, que no cayó de milagro.

Perdonaron y el Espanyol lo acabó pagando. Y es que el Cádiz salió en la segunda parte con una marcha más, decidido a voltear el marcador y dar más guerra.

Y pronto ‘mojó’. En el 54’, Negredo hizo el 1-1 tras aprovechar una jugada rebotada y muy mal defendida por los catalanes, superando el ariete a Óscar Gil. Con el 1-1 el Cádiz se creció y empezó a tutear y a hace sufrir a un Espanyol que no sabía como taponar las vías abiertas en la retaguardia.

En el 61’ Salvi tuvo el segundo local tras entrar como una bala hasta la cocina, pero Diego López se inventó un paradón para evitar el tanto de Cádiz muy crecido. El duelo se enloqueció, muy abierto, con dos equipos con urgencias.

En el 66’, De Tomás tuvo el segundo perico pero su cabezazo picado no entró por la gran intervención de Ledesma, providencial. Ambos seguían percutiendo pero el Cádiz, envalentonado, parecía otro respecto a la primera parte, presionando mucho y con contras venenosas. En el 76’, a Negredo, omnipresente, se le anuló un gol por una mano cuando el delantero controlaba el balón.

Y cuatro minutos después, otro gol del ‘Tiburón’ anulado, un lance más polémico. Ya lo cantaba la grada, pero el colegiado, a instancias del VAR, lo anuló por una falta previa de Rubén Sobrino sobre Diego López. El duelo se calentó con dos equipos que iban con todo a por el gol del triunfo.

El Cádiz siguió dejándose el alma y se avanzaba en el luminoso de forma momentánea pues estaba siendo mejor que el Espanyol. En el descuento, Iván Alejo dejó retratada a la zaga al aprovechar con pillería un rápido saque de banda de Negredo y firmó el 2-1. La grada celebraba la remontada con júbilo pero RDT se encargó de aguar la fiesta a los amarillos. En el 96’, RDT, tras un gran centro de Darder, hizo el 2-2, rescatando un punto in extremis para un Espanyol que sigue preocupando en este arranque de 2022 donde no da pie con bola.



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El Celta aparca la maldición de Balaídos y supera a Osasuna

- El conjunto de Eduardo Coudet se asienta en la zona tranquila de la clasificación tras imponerse al cuadro navarro
 - Hugo Mallo y Santi Mina marcaron la diferencia para el equipo vigués en el primer tiempo


El Celta se impuso a Osasuna en Balaídos y sumó tres puntos importantes para asentarse en la parte tranquila de la clasificación y alejar la zona de descenso a 9 puntos. Una mayor contundencia en las áreas permitió a los de Eduardo Coudet olvidarse del descalabro copero, mientras que a los rojillos les duró poco la alegría de haber terminado con 11 jornadas sin ganar.

Balaídos venía siendo un estadio malito para el Celta (solo 8 puntos de 30 posibles) y esa maldición quiso hacerse patente con el buen inicio de Osasuna. El conjunto rojillo empezó mejor el encuentro y tuvo una ocasión excelente de marcar diferencias con un centro lateral que Budimir estrelló contra la madera.

También estrellado quedó Hugo Mallo tras un choque con el croata. El lateral tuvo que ser asistido para taponar una brecha en la cabeza, pero pudo seguir luciendo un gorro de natación que le daría algo de suerte.

El Celta se había salvado por los pelos y superado el susto empezó a imponer su fútbol y a jugar en campo rojillo. La movilidad de Denis, Aspas y Cervi generaba estragos en la defensa de Osasuna, sin embargo se olvidó del 'nadador' Hugo Mallo cuando este llegó al área para rematar una buena dejada de Cervi (29').

Osasuna había perdonado cuando controlaba el partido, un error que no cometió el Celta. El equipo de Coudet fue más contundente en el área rival y con una preciosa combinación entre Denis y Aspas amplió sus rentas.

El ex del Barça se la dejó de tacón a su compañero, que tiró el pase de la muerte a Santi Mina para engordar la ventaja viguesa (38').

El segundo tiempo escenificó la falta de contundencia de Osasuna en las áreas. Los de Arrasate tuvieron fútbol para crear ocasiones de gol, pero faltó puntería para materializar alguna de ellas. A su vez el Celta cerró a cal y canto su portería para amarrar un triunfo balsámico que aporta tranquilidad a los de Balaídos.



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