El Cádiz resiste y neutraliza la escapada del Madrid

- El equipo de Ancelotti choca contra el muro del Cervera y ve cortada su racha de 10 victorias seguidas
 - El Sevilla podría ponerse a tres puntos si vence al Barcelona en el partido pendiente del martes


El Real Madrid vio frenada su racha de 10 victorias consecutivas contra el rival más insospechado, un Cádiz que se defendió con uñas y dientes en el Santiago Bernabéu para rascar un empate y de paso abrir la lucha por LaLiga. El equipo de Ancelotti chocó contra el muro infranqueable planteado por Cervera y ve reducida su ventaja en el liderato con el Sevilla a seis puntos, que podrían ser tres si el cuadro de Lopetegui tumba al Barcelona el martes.

Lo que antes no pudieron hacer Atlético, Sevilla, Real o Inter lo logró el Cádiz, que desesperó a un Madrid que echó mucho de menos a Modric y que vio cómo Hazard se rebelaba contra su propia decadencia liderando al equipo en el asedio estéril del segundo tiempo.

Los papeles de ambos equipos quedaron establecidos desde el pitido inicial. El Cádiz está más cómodo cediendo la iniciativa que proponiendo y regaló el cuero al Madrid, mentalizado para un ejercicio de paciencia en busca de las rendijas en la retaguardia amarilla.

El dominio blanco no se tradujo en ocasiones claras porque al Madrid le faltó algo de colmillo y profundidad, muy previsible y lento en las circulaciones. Eso facilitó el éxito del intenso repliegue visitante, que llegó a disponer en varias ocasiones de una línea de 6 defensas. Sin capacidad para hacer daño por dentro, el Madrid lo probó desde lejos con Kroos y Valverde. Por ahí llegó la mejor ocasión blanca en el ecuador del primer tiempo, un derechazo del Pajarito que obligó a Ledesma a lucirse con un paradón.

El paso de los minutos reforzó el plan de un Cádiz cada vez más asentado en la retaguardia. El desgaste físico de las coberturas, las ayudas y las vigilancias defensivas provocó que el cuadro visitante no se asomara por las inmediaciones del área de Courtois en todo el primer tiempo. La prioridad de Cervera era cerrar todos los huecos y evitar que Vinicius recibiera con espacio y en ventaja y sus jugadores cumplieron como si se tratase de una orden militar.

Casemiro mereció la roja en una durísima entrada por detrás a Alejo sin posibilidad de jugar el balón pero Jaime Latre le enseñó solo la amarilla. El brasileño se pierde el partido contra el Athletic del miércoles por acumulación de amarillas.

El primer tiempo finalizó con un Madrid muy atascado, frustrado por el buen trabajo de un Cádiz que no vino de paseo al Bernabéu. Que no iba a ser una jornada de aliño para el Madrid quedó refrendado en la reanudación.

El Madrid imprimió más ritmo y Vinicius, apagado en el primer tiempo, despertó para empezar a desequilibrar. Kroos se hizo con el mandó, se instaló en la frontal, y ataque-gol presidió todo el segundo tiempo. Hazard tuvo el 1-0 pero Ledesma sacó su remate de cabeza. El belga empezó a aparecer entre líneas, Vinicius ya estaba en órbita y Benzema pidió la vez. El brasileño gozó de dos buenas ocasiones abortadas por la defensa y a partir de ahí el Cádiz empezó a pasarlas canutas.

Por fortuna para los visitantes, Akapo se agigantó para tapar todos los huecos y Ledesma estuvo perfecto cada vez que tuvo que intervenir. Los minutos pasaban para desesperación del Madrid, que reclamó penalti por un contacto de Cala a Benzema, pero las quejas no descentraron a los blancos, lanzados en busca del gol que tumbara la resistencia heroica del Cádiz. Lo probaron Benzema, Hazard y Vini sin fortuna.

Finalmente el ansiado gol no llegó, el Madrid no obtuvo premio a su insistencia y ve frenada su racha triunfal. El Cádiz sí encontró recompensa a su capacidad de supervivencia para sumar un punto que no le sirve para salir del descenso pero que puede marcar un punto de inflexión en su temporada.



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Competición aplaza el Lugo-Almería por el brote de Covid en los lucenses

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha determinado el aplazamiento del partido que iba a enfrentar este lunes al Lugo y el Almería en el Anxo Carro por el brote de Covid de los locales, confirmó este domingo LaLiga.

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol ha determinado el aplazamiento del partido que iba a enfrentar este lunes al Lugo y el Almería en el Anxo Carro por el brote de Covid de los locales, confirmó este domingo LaLiga.

El choque correspondiente a la última jornada de la primera vuelta de LaLiga SmartBank cambiará de fecha, por la situación sanitaria y ese brote que tiene a toda la plantilla y cuerpo técnico del Lugo confinado.

El primer positivo fue comunicado el viernes y este domingo el club gallego informó de que otros catorce jugadores se han contagiado.

Tanto los quince jugadores de la primera plantilla que han dado positivo como el resto que han sido negativos, están confinados y serán sometidos este lunes a un nuevo cribado.

El club gallego informó de que "desde el Servicio Gallego de Salud de la Consellería de Sanidade, se realizó un cribado de PCR a toda la plantilla, staff y auxiliares" el sábado.

El Lugo recordó que la totalidad de los citados miembros del club a los que se les ha practicado la prueba están vacunados y este domingo se le han notificado 23 positivos, de los que 15 son jugadores y 7, del cuerpo técnico.

El club gallego explicó que "la Consellería de Sanidade y Salud Pública decreta confinamiento domiciliario para los 27 resultados" negativos en Covid.

Además, indicó el Lugo, que "se prescribe un nuevo cribado a realizar en la tarde del lunes", día previsto inicialmente para el partido con el Almería, en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA-Lugo).

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Soler y Guedes dejan sin resurrección al Levante

Un doblete del centrocampista y otro del delantero permitieron al Valencia afianzar su sueño europeo


Un doblete de Gonçalo Guedes y otro de Carlos Soler permitieron al Valencia afianzar su sueño europeo al darle la vuelta a su derbi en el campo de un Levante que soñó con resucitar desde la última posición de la clasificación cuando en la primera parte puso contra las cuerdas a los de José Bordalás con dos tantos en dos minutos espoleado por un crecido Jose Morales.

Arrancó mejor el Levante y tuvo premio doble. A la salida de un córner, un remate de Duarte tocó en Diakhaby y se estrelló contra el larguero pero las repeticiones mostraron que había tocado era en el brazo del francés. El VAR llamó a González Fuertes que señaló penalti. Lanzó Campaña y paró Jasper Cillessen pero sus compañeros hicieron la estatua y el sevillano tuvo tiempo de prepararse y colocarla donde no llegaba el portero, cuyo enfado fue morrocotudo.

Espoleado por la bronca, el Valencia se lanzó de manera desbocada a por el empate. Los locales lograron despejar un centro de Gayà, el balón le llegó a Morales y el ‘comandante’ lanzó un dos contra una ante le desguarnecida defensa visitante que culminó con sangre fría Roger Martí. El Ciutat enloqueció.

El panorama no cambio, el Valencia insistió en un asedio descabezado y el Levante en sus salidas fulgurante por la banda izquierda con Morales como estilete. El capitán, que volvió loco a Piccini, en una de sus arrancadas llenas de recortes hacia dentro, rozó el tanto y sólo la intervención de Diakhaby lo evitó.

Cuando más perdido parecía el Valencia, Guedes tiró una pared en la frontal del área y la completó con un duro disparo cruzado que redujo las distancias antes del descanso.

En la reanudación estuvo a punto de llegar de nuevo del tercero local pero Dani De Frutos, rozado su disparo por Cillessen, estrelló en el palo el servicio de Morales y nuevamente dio paso a un tanto visitante. Carlos Soler transformó un claro penalti de Vezo a Guedes y el Valencia recuperó la calma. Empezó a ver los huecos en la zaga granota y por uno de ellos filtró Guedes un pase que Soler convirtió en un misil que cerró la remontada.

Tras desviar Cillessen un lanzamiento casi igual de fuerte en su portería de De Frutos, Alessio Lisci agitó a su equipo y la entrada de Bardhi mantuvo la presión. Se comió González Fuertes la segunda amarilla al debutante valencianista Rubén Iranzo y mientras el Levante protestaba un pase de Marco Andrés lanzó a Guedes y cuando el luso alcanzó su máxima velocidad, frenó de golpe, dejó pasar al defensa local y a Cárdenas para sentenciar el choque pese a que un tanto de Ennis Bardhi mantuvo viva la esperanza local hasta el final.



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Un Barça creciente se lleva poco premio de Sevilla

- El palo evitó el gol de Dembélé en el tramo final ante un rival que jugó media hora con 10 por la expulsión de Koundé
 - El Sevilla se avanzó con un tanto de  Papu Gómez en el primer tiempo, pero Araujo empató antes del descanso


Necesitaba un punto de inflexión y el FC Barcelona podría haberlo encontrado ante el Sevilla. Un empate (1-1) en Nervión que sabe a poco visto como fue el partido, pero que deja buenas sensaciones a un equipo que necesita puntos pero también autoestima y volver a creer en sí mismo y sus posibilidades. El palo evitó el premio gordo en los últimos instantes, evitando el gol de Dembélé que hubiera supuesto la victoria.

Al Barça se le exigía como mínimo competir en el Sánchez Pizjuán de Sevilla, un estadio imponente, una olla a presión que ni la intensa lluvia fue capaz de apagar. El equipo es más el de Xavi Hernández y se volvió a ver durante los 20 primeros minutos. Un once con un solo cambio respecto al que ganó al Elche, la entrada de Piqué por Lenglet, que encerró al Sevilla en su propio campo en un inicio de dominio culé. Jutglà, que salió especialmente enchufado, lideró la presión alta que asfixió al Sevilla acompañado de Dembélé y Abde y con todo el equipo detrás. Hasta que duraron las fuerzas porque con esa intensidad era muy difícil aguantar todo el encuentro.

El Sevilla, por su parte, reaccionó tras un gol anulado a Rafa Mir. El delantero hispalense arrancó en fuera de juego, pero aquella acción despertó a los locales, que habían visto como el Barça se había acercado con un par de remates de Jutglà desde fuera del área y en un saque de esquina que acabó con el balón muerto delante de Bono.

Cuando se llegaba a la media hora, de nuevo Mir avisaría con un disparo desde la frontal que recordaba a los de Lopetegui y a su gente que podía hacerle daño a un Barcelona tierno que empezaba a sufrir. Y así, ante la falta de experiencia, apareció el más listo de la clase. El Papu Gómez, que hizo ver que se ataba las botas como quien no está en el partido, se plantó solo cerca del punto de penalti para rematar un balón servido desde la esquina que venía raso. Abde llegó tarde y Ter Stegen, tapado, ni se movió viendo como entraba el tiro ajustado del argentino.

Pero el Barça fue capaz de recuperar el rumbo, algo que le costaba especialmente en los últimos partidos. Supo sufrir en la lona y rehacerse gracias a volver a tener el balón. Así, tuvo su premio antes del descanso y también a balón parado en el último minuto antes del entretiempo. Araujo entró con todo para rematar desde el primer palo un centro botado por Dembélé. El uruguayó giró perfectamente la cabeza para colocar el balón lejos de Bono.

En la reanudación el Sevilla quiso dar un paso al frente para intentar frenar otra avalancha azulgrana inicial. Un par de remates de Delaney y otro de Rafa Mir fueron una declaración de intenciones que puso en alerta a los culés, que mantuvieron la intención de dominar el partido teniendo el balón, con posesiones largas. Lo lograron a ratos, aunque el cuadro hispalense empezó a presionar arriba y a dificultar la salida del Barcelona.

Roja a Koundé por un balonazo
Los de Xavi, tan empapado como inquieto desde su área técnica, no le perdieron la cara al partido y Abde lo intentó con un zurdazo alto tras un regate desde dentro del área. Aunque la jugada clave del partido llegó a los 64 minutos. Kounde gana un saque de banda ante la presión de dos jugadores del Barcelona. En la disputa, porque el francés había puesto el cuerpo, recibió el contacto de Alba y el central del Sevilla perdió los papeles. Agarró el esférico con la mano y le soltó un balonazo a la cara del lateral del Barça, que estaba justo delante.

Contra diez, el Barça movió el banquillo. Entraron Lenglet por el lesionado Eric, que se fue con un fuerte golpe en el costado, y Nico en el lugar de un Jutglà exhausto. Los azulgrana fueron a por el partido porque se vieron capaces de hacer algo grande ante un rival de categoría. Encerraron al Sevilla y Gavi tuvo una primera gran ocasión a falta de diez minutos. Un centro de Abde que el sevillano cabeceó fuera por muy poco.

Aunque la mejor fue para Dembélé. El francés, en una acción desde la derecha, se sacó un zurdazo que lo escupió el segundo palo. El poste, con el meta ya batido, evitó el tanto.

El Barça achuchó hasta el final y el Sevilla se quedó sacando agua, encerrado en su propia área.  En el último suspiro, Alba tuvo un remate desde la frontal que atajo Bono. Finalmente, el Barça se quedó con un empate que le acerca un poco más a la zona de Champions, el primer objetivo, que hora solo queda a dos puntos.

FICHA TÉCNICA:

SEVILLA FC, 1: Bono (3); Koundé (1), Diego Carlos (2), Fernando (2), Rekik (1); Rakitic (2) (Gudelj, 2, 70’), Delaney (3) (Agustinsson, 85’), Jordan (2); Ocampos (2), Rafa Mir (2) (En-Nesiry, 2, 70’) , Papu Gómez (3) (Juanlu, 85’).

FC BARCELONA, 1: Ter Stegen (2); Eric (3) (Lenglet, 2, 72’), Piqué (3), Araujo (3), Alba (3); Busquets (3), De Jong (2), Gavi (3); Dembélé (3), Jutglà (2) (Nico, 2, 72’), Abde (2).

Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Madrileño). Amonestó a los locales Delaney (35’) y Juanlu (86’) y a los visitantes Busquets (12’), Abde (73’), Gavi (76’). Expulsó a Koundé con roja directa (64’).

Asistencia: 31.358 espectadores en el Sánchez Pizjuán.

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Al Granada le toca la lotería con el Atlético

- El conjunto colchonero pierde en Los Cármenes sin merecerlo, encajando su cuarta derrota consecutiva en Liga.
 - Joao Félix, el mejor, hizo el 0-1 en el minuto 2, le anularon de forma injusta el 1-2 y se estrelló contra el palo con ese resultado.
 - En el rechace de esa jugada, el Granada montó una contra que acabó mandando Oblak a su portería.
Simeone, que acabó con todo lo ofensivo que tenía en el campo sin éxito, en un momento complicado en su décimo aniversario en el Atleti.


No mereció perder el Atlético de Madrid en Granada. Ni en Sevilla. Si me apuran, mereció algo más en el Bernabéu. Pero los resultados, que tantas veces han sostenido a los colchoneros, mandan. Y estos dicen que son cuatro derrotas seguidas en Liga, aunque como en Los Cármenes, mereciese incluso la victoria. Hasta empezó ganando el Atlético, que tuvo a un Joao genial de su parte. Un gol mal anulado, un poste, los errores de siempre y una falta de fortuna alarmante. Al Granada e tocó la lotería ante este equipo.

No podía fallar el Atlético, que acumulaba tres derrotas consecutivas en Liga, algo nunca visto en la era Simeone. El argentino dio la titularidad a Joao Félix tras los méritos contraídos en el Bernabéu y en el Pizjuán y mantuvo a Suárez,  después de su enfado. La actitud del equipo fue buena en el inicio. Tanto, a que los 25 segundos Trippier había robado un balón en zona alta y la acción acabó en córner.

Era un aviso de las intenciones del equipo colchonero, que en la siguiente jugada se puso por delante. Porque así lo quiso Joao. Recibió el portugués, se fue de Germán con el control, condujo hasta la frontal y desde ahí la cambió de palo. Golazo. Al fin marcaba primero el Atlético, pero...

Pero lo de siempre. El habitual paso atrás, el rival creciendo, y a temblar. Porque llegó dos veces el Granada. Y a la tercera ya saben, fue la vencida. En la menos esperada, eso sí. Contra nazarí llevada por Machís, que como Joao, se lo guisó y se lo comió. Fue avanzando, la zaga colchonera reculando, De Paul blando en el cruce (tenía amarilla) y zapatazo del venezolano que se coló pegado al poste. Increíble la capacidad de Oblak para recibir golazos este curso.

Como también suele ser habitual, el Atlético reaccionó cuando le golpearon. Comenzó a ganar algo un centro del campo que tenía perdido, con Lemar, Koke y De Paul imprecisos en el pase. Empezó a entrar por banda. Y sobre todo, pudo encontrar a Joao. Porque estando bien, el portugués debe ser innegociable. Cada balón que toca lo suele mejorar y más de uno lo suele convertir en ocasión de gol, aunque lo coja en el centro del campo.

Un pase en profundidad dejó solo a Lemar ante Maximiano, pero el arquero llegó antes que el francés. Luego Carrasco reclamó penalti de Arias, que le golpeó, aunque preció que fuera del área. Cayó lesionado el colombiano justo después.  Joao la mandó a las nubes en el primer palo tras servicio de Trippier. Y después, vio cómo le anulaban un gol totalmente legal. Saltó antes que Luis Suárez y cabeceó a la red. El colombiano  exageró y Hernández Hernández pitó falta.¿El VAR? De vacaciones. En Sevilla no fue falta en el 2-1. En Granada, siendo menos, sí. La interpretación, claro. Aún enfadado, el luso volvió a buscar el gol con otro testarazo, pero esta vez sí respondió Maximiano.

Se llegó al descanso con el Atlético volcado en el área del equipo de Robert Moreno, teniendo ocasiones y rondando el gol. Siendo ambicioso, en definitiva, como debió haber sido tras el 0-1. Antes de arrancar el segundo acto, el canario dio explicaciones a Joao Félix por el gol anulado. Lo aceptó el luso. Qué remedio.

Empezó el Atlético el segundo acto como acabó el primero. A por el partido. Cuatro remates en cuatro minutos.

Joao seguía encendido. Culminó con un sensacional disparo una buena acción de toque del Atlético, pero la madera le negó ahora el segundo. Y el rechace acabó en gol del Granada. Kondogbia la controló mal, Puertas se fue de Hermoso como si de un niño se tratase, centro, Oblak sale para tapar el remate de Molina, que la roza, pero es el esloveno el que la acaba metiendo. Quedó anulado en un principio por fuera de juego, pero aquí sí intervino el VAR para validar el tanto. A perro flaco, todo son pulgas. Y este está en los huesos.

Triple cambio del Cholo. Herrera, Correa y Cunha al campo por Kondogbia, De Paul y Suárez, que esta vez se fue sin enfado. Aportó poco, también hay que decirlo. Pasó a cerrar con tres el Atlético, y con Koke y Herrera en el medio, ofensiva total. Lo contrario hizo Robert Moreno, lógico. Las contras del Granada llevaban veneno y Oblak, ahora sí, evitó el tercero de Suárez. Y luego Correa mandó el empate a las nubes con todo a favor tras un gran servicio de Lemar.

No hubo manera. Tampoco mereció perder el Atlético, en Los Cármenes, pero ya son cuatro derrotas consecutivas en Liga. Mereció ganar.  Todo en contra. Depresión total.



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