El Elche se lleva una batalla clave ante un Cádiz sin rumbo

- Francisco se estrena con victoria en Liga en un duelo convertido en una guerra de guerrillas gracias a los goles de Fidel, de penalti, y de Tete Morente
 - En el 90' recortó distancias Alex, que erró un penalti en el primer tiempo, y Josan hizo el 3-1 definitivo en el último suspiro


El Elche regresó a la senda del triunfo en el estreno de Francisco en Liga para dejar muy tocado al Cádiz, un rival directo en la lucha por escapar del descenso. Los goles de Fidel de penalti al comienzo y de Morente al final finiquitaron al equipo de Cervera en un partido convertido en una guerra de guerrillas en el que hubo poco fútbol y mucha bronca. Cuando los visitantes reaccionaron con el 2-1 de Alex, que falló un penalti en el primer tiempo, ya era demasiado tarde. En el último minuto Josan hizo el 3-1 definitivo.

Espoleado por la llegada de Francisco, el Elche entró a todo tren en el partido. Su intensidad y verticalidad desnudaron las carencias del Cádiz, que no espabiló hasta que se vio por detrás en el marcador. En el minuto 4 Lucas Boyé ya avisó con un disparo a la madera y el Elche encontró el premio a su buen arranque gracias a un penalti muy riguroso de Chust sobre Lucas Pérez que transformó Fidel (13’).

El Cádiz, obligado a llevar la iniciativa, dio un paso al frente de la mano de Lozano, cuya movilidad creó muchos problemas a la zaga local. Roco llegó tarde a un mal rechace de Badia y derribó claramente a Lozano. Alex, un especialista desde los once metros, no engañó a Badia, que rozó el tiro para desviarlo a la madera.

El partido entró entonces en una espiral de faltas, interrupciones, protestas y piques constantes entre jugadores rivales que pusieron en evidencia las urgencias clasificatorias de Elche y Cádiz. Al colegiado Muñiz Ruiz le costó un mundo tomar el control de la contienda en medio de la guerra de guerrillas que se prolongó durante muchos minutos.

La segunda parte arrancó con una ocasión muy clara del Elche que desperdició en boca de gol Fidel y pero enseguida la atmósfera del partido recuperó el tono belicoso.

El Elche, más sereno al ir por delante en el marcador, tuvo más calma que su desordenado rival. A un cuarto de hora del final, Gumbau conectó un gran cambio de juego para citar a Morente con Ledesma. El delantero controló, regateó al portero y definió a puerta vacía para dejar visto para sentencia el partido.

Ya en el descuento, Alex recortó distancias con un cabezazo a la salida del córner. Sin embargo, en el último minuto, Josan culminó un contragolpe para neutralizar el conato de reacción del Cádiz, que sale hundido del Martínez Valero.



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El Valencia regala menos y se lleva el triunfo de Balaídos

El equipo de Bordalás remontó el gol de Iago Aspas, que se lesionó en la jugada, gracias a dos errores defensivos de un Celta que sigue sin levantar el vuelo


El Valencia se llevó los tres puntos de Balaídos al imponerse al Celta por 1-2 tras un partido en el que los errores defensivos castigaron a ambos equipos y en el que un exjugador celtiña, Maxi Gómez, rubricó la remontada para el conjunto che.

Arrancó el encuentro sin claro dominador, con un Celta que intentaba tener el balón en su poder pero que no encontraba espacios en la tupida tela de araña del Valencia. Complicado que llegara una clara ocasión para ambos equipos a no ser que hubiera algún regalo, como así fue.

En el minuto 11, un error en la salida desde atrás de Alderete hizo que el esférico fuera robado al central paraguayo por Brais Méndez. Este cedió a Iago Aspas, que se internó en el área, hizo una 'bicicleta' a Guillamón y superó a Cillessen con un chut raso y cruzado. La acción tuvo su 'miga', pues en la misma, además de marcar, el delantero del Celta se lastimó el abductor derecho y, consciente de ello, sabedor además de que estaba advertido de sanción, se quitó la camiseta para celebrar el tanto, viendo la correspondiente tarjeta amarilla para perderse la próxima jornada por acumulación de amonestaciones. Cuatro minutos después Aspas dejaba el césped.

Al Valencia le tocaba remar a contracorriente y las expectativas eran poco halagüeñas, pero también se encontró con un regalo a la hora de empatar. Así, en el minuto 19, Araujo cedió el balón a Dituro, quien presionado por Maxi Gómez lo despejó de forma defectuosa, dejándoselo a pies de Hugo Duro, quien con un potente chut no tuvo problemas para firmar el 1-1.

Dos errores clamorosos que acabaron siendo lo más destacado de la primera parte y la única vía que ambos equipos encontraron para perforar la portería rival.

Tras el paso por los vestuarios el Valencia pareció meter una marcha más que el Celta y pronto obtuvo recompensa. Y, claro, también gracias a un fallo de su oponente. En esta ocasión fue Kevin el que no controló el balón en la banda derecha, Gayà le robó la cartera y puso el esférico en el área, donde Maxi Gómez evitó a Araujo para acto seguido superar a Cillessen (min. 52). El uruguayo no dudó en pedir perdón a la que fue su afición.

El Valencia había hecho lo más difícil, remontar el marcador adverso, y de ahí al final era cuestión de guardar la ropa y no cometer más errores en defensa. Coudet metió en el campo toda la pólvora que le quedaba (Solari y Nolito), mientras Bordalás apuntaló la medular con Racic, quien a punto estuvo de marcar, pero su chut se fue lamiendo la base del poste. En el Celta tendría una ocasión clarísima Santi Mina, aunque apareció Cillessen con una gran intervención para evitar el tanto del empate.

A la postre el 1-2 resultaría inamovible en Balaídos, que vio volar el triunfo rumbo a Valencia para un equipo que se sitúa octavo en la clasificación, con seis puntos más que un Celta que sigue sin levantar el vuelo.



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¡Quique Sánchez Flores, expulsado, se fue a por el árbitro!

Getafe y Athletic volvieron a mostrar su falta de pegada en un partido sin goles, en el que el técnico azulón, con un enfado monumental, la lió nada más pitar Figueroa Vázquez el final. Unai Simón evitó la derrota de los leones con intervenciones decisivas


Getafe y Athletic, dos de los equipos con menos pegada de LaLiga, firmaron este lunes un 0-0 insuficiente para sus aspiraciones en el duelo que cerró la jornada 16 en el Coliseum, donde hubo lío al final. Quique Sánchez Flores, expulsado con el partido acabado por protestar al cuarto árbitro, se fue a por el colegiado principal, Figueroa Vázquez. El técnico azulón, totalmente fuera de sí y con un enfado monumental, tuvo que ser sujetado para evitar que el incidente pasara a mayores.

El ‘Geta’ sigue sufriendo en la zona de descenso, mientras que los leones, con Unai Simón de salvador y los hermanos Williams de titulares, volvieron a mostrar su alarmante falta de gol y ya encadenan siete partidos sin ganar en este campeonato. Una racha negativa que les impide meterse en la pelea por Europa.

Quique Sánchez Flores apostó por el mismo once por tercera jornada consecutiva, mientras que en el Athletic hubo variaciones de inicio. Marcelino dio la titularidad a Nico Williams en el lugar de un Muniain con problemas físicos. Además, respecto al anterior partido de Liga, De Marcos jugó en el lateral derecho, Iñigo Martínez regresó tras su sanción para formar en el eje de la defensa junto a Yeray y Lekue ocupó el lateral izquierdo.

El Getafe, con un 5-3-2, buscó la portería del Athletic con un chut lejano de Arambarri que blocó Unai Simón sin problemas, un zurdazo desde fuera del área de Aleñá que el internacional rojiblanco atrapó en dos tiempos y un golpe franco de Sandro que dio en la barrera.

Uno de los jugadores más peligrosos en el primer tiempo de los leones, que salieron con un 4-4-2, fue Iñigo Martínez. El central se prodigó en ataque y puso en aprietos a Soria con un lanzamiento de falta intencionado que atrapó el meta azulón con una seguridad que se transformó en exceso de confianza en una acción ante Nico Williams que le pudo costar un disgusto. Soria se complicó al controlar un balón y estuvo a punto de hacer penalti.

La igualdad fue la nota predominantes de una primera mitad en la que ambos equipos cometieron demasiadas imprecisiones en los pases y que acabó con una ocasión que no supo culminar Iñaki Williams. Ayer se cumplieron precisamente siete años de su debut en Primera División.

La segunda parte empezó con un envenenado chut de rosca de Aleñá que sacó Unai Simón. El Athletic pidió penalti tras una caída de Raúl García en el área (51’). Los vascos fueron controlando más el balón ante un Getafe que pudo adelantarse en el marcador con un peligroso disparo de Sandro al palo largo y en otra gran ocasión del canario que desbarató de nuevo Unai Simón.

Quique y Marcelino tardaron casi 75 minutos en empezar a mover sus respectivos banquillos. Tampoco encontraron ahí soluciones para desatascar un partido que pudo desnivelarse en el 86’ con un remate a bocajarro de Olivera que abortó Unai Simón con una mano salvadora. Un paradón que evitó la derrota del Athletic en el Coliseum.



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El fuerte viento marca el empate a cero entre Mallorca y Celta

La meteorología afeó el partido entre baleares y gallegos


Partido extraño y marcado por el fuerte viento entre Mallorca y Celta, que provocó numerosas imprecisiones en ambos equipos. No hubo fútbol, sólo pelotazos, y mucho descontrol. Casi al final, el meta local, Manolo Reina, se convirtió en el héroe de la noche al evitar el 0-1 ante lanzamientos de Galhardo y Brais Méndez. El Celta pudo llevarse los tres puntos en un encuentro igualado y muy difícil de calificar debido a la inclemencia meteorológica.

El Real Mallorca arrancó con el aire a favor pero no supo aprovechar la circunstancia en los primeros 45 minutos. En el minuto 17, Santi Mina, tras un pelotazo en la cara, tuvo que ser substituido por Galhardo y el choque mostró parones casi interminables. El vaivén del esférico resultó continuo.

Los errores, múltiples; ni dos pases seguidos. Los jugadores fueron incapaces de controlar el balón ante un viento que afeó la noche. El técnico local, Luis García Plaza, admitió que, antes del encuentro, llegó a plantearse pedir el aplazamiento pero sólo fue una intención. Sólo una ocasión de gol en la primera fase: Reina desvió un balón de Galhardo, uno de los mejores del Celta, en el minuto 41. El resto, caos, yerros y bandazos.

Tras el descanso, el lateral Pablo Maffeo remató fuera un córner botado por el surcoreano Lee, en la mejor opción y casi la única opción balear. Bagaje ofensivo paupérrimo para un equipo que pretendía encadenar su segundo triunfo consecutivo.

Para intentar poner orden en el ataque, García Plaza metió en el campo a Take Kubo. Había que buscar el gol, pero con el viento en contra y con la ineficacia que mostraban los baleares, el invento no resultó y el nipón se perdió en la maraña de jugadores que corrían tras el balón.

Por su parte, el técnico visitante, Coudet, replicó dando minutos a Nolito, que tuvo una opción de gol en el área balear, aunque fueron Galhardo y Brais quiénes obligaron a actuar a Reina en los minutos 78 y 91 en dos claras opciones que pudieron convertirse en gol. El portero mallorquinista, otras veces denostado, salvó, en esta ocasión, de la derrota a su equipo en un final de partido sin historia.



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El Español sufre para evaporar el efecto aspirina y las esperanzas del Levante

- Los pericos acabaron imponiéndose en un partido loco en el que fueron por detrás en el marcador hasta dos veces, mientras que el conjunto granota suma ya 25 jornadas sin conocer la victoria y supera la peor racha de la historia de la competición
 - Darder abrió el marcador, De Tomás volvió a mojar y Puado se estrenó en Primera División con un doblete


El último acto de este 2021 en el RCDE Stadium pudo acabar en drama para los pericos, pero un testarudo Espanyol terminó imponiéndose (4-3) en un partido loco en el que llegó a ir hasta dos veces por detrás en el marcador y en el que coqueteó durante muchos minutos con la fama de equipo aspirina que a menudo ha acompañado al cuadro catalán. Enfrente estuvo un Levante que todavía no ha ganado este curso en LaLiga Santander y que encadena 25 jornadas consecutivas sin conocer la victoria, superando la peor racha en toda la historia de la competición.

Vicente Moreno realizó solo un cambio respecto al equipo que cayó derrotado el pasado fin de semana en Vallecas, ubicando a Morlanes al lado de Yangel Herrera en el doble pivote y dejando en el banquillo a Keidi Bare.  Alessio Lisci, por su parte, dio entrada a Malsa y Bardhi en la zona ancha y sorprendió ubicando a pierna cambiada a Jorge De Frutos para atacar a un Aleix Vidal que sufre como lateral.

Lo que hace a las mil maravillas el futbolista de Valls es percutir una y otra vez por el carril diestro. Y precisamente de una internada suya nació el primer tanto del partido, obra de Sergi Darder. El '10' perico abrió para Vidal, Embarba dejó pasar su envío y el propio Darder recogió el rechace de Malsa y sorprendió a Cárdenas con un latigazo desde la frontal.

Vendaval De Frutos
A pesar del mazazo inicial, la apuesta de Lisci empezó a dar sus frutos en el 12', cuando un centro de Son que peinó Roger tras haber tocado el esférico en Pedrosa lo remachó De Frutos, solo, en el segundo palo. El extremo segoviano, una de las revelaciones de la temporada pasada, hizo lo que quiso con Aleix Vidal durante el primer acto y en el 26', una jugada suya la cabeceó al fondo de las mallas Son Hidalgo, de nuevo sin marca.

Los pitos asomaron tímidamente y el equipo reaccionó, sobre todo a través de las constantes llegadas de un Pedrosa hiperactivo por izquierda, pero ni primero Puado ni después Darder y Embarba, cuyos remates repelió Cárdenas con dos grandes intervenciones consecutivas, fueron capaces de igualar la contienda. Quién si pudo doblar la ventaja visitante antes del descanso fue Morales, que encontró una vez más una autopista por la derecha, pero Diego López se hizo gigante ante el capitán granota y evitó un castigo mayor, que no inmerecido, para los suyos.

Tras el paso por vestuarios el encuentro enloqueció. De Tomás empató a los 4' de la reanudación y se situó, con ocho goles, a solo uno del bético Juanmi, máximo artillero nacional. En el 57', Roger peleó un balón dividido y habilitó a De Frutos, que en esta ocasión cabalgó solo por la derecha antes de servirle el gol en bandeja a Morales, que no veía puerta en competición doméstica desde el 24 de octubre.

Estreno y doblete de Puado
La lluvia de goles no cesaba en Cornellà-El Prat y apenas tres minutos después, RDT prolongó en el primer palo un saque de esquina y Puado solo tuvo que poner la puntilla para sumar su primer tanto en Primera División. No sería el último del día del internacional Sub-21, que a falta de un cuarto de hora para el final culminó su doblete particular y la remontada perica al cazar dentro del área un desvío defectuoso de Cárdenas a tiro lejano de RDT.

Son se autoexpulsó en el 78' y acabó de evaporar las esperanzas de un Levante que lo intentó hasta el último segundo, pero que ya es, por delante del Sporting de Gijón de la 1997-98 , el equipo que ostenta la peor racha de todos los tiempos en el fútbol español



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Valencia y Elche, dos 'crecidos' en el duelo autonómico

El Valencia y el Elche miden este sábado en Mestalla la mejoría que ambos experimentaron la pasada jornada tras romper sus malas rachas con sendas victorias.


Cristiano Piccini le dio al Valencia tres puntos que le ubican en la pelea por Europa. Piccini lo celebró como si fuera el gol de su vida, porque posiblemente lo fuera. El italiano, un jugador que se ha ha pasado dos años sin serlo por una maldita lesión, puso el momento emotivo a un día cargo de emociones, una jornada que comenzó con una manifestación, continuó con los positivos por Covid-19 de Bordalás y Alderete y acabó con un ‘gol fantasma’ de Carrillo que en Elche vieron claramente dentro, pero que el VAR dijo a Jaime Latre que el balón no entró en su totalidad. Con la tecnología que se usa en la Champions, menos dudas, la verdad.

El Valencia le dedicó a Bordalás, confinado desde ayer en su casa de Alicante tras dar positivo por Covid-19, una de las mejores primeras partes de la temporada. El Elche de Francisco fue sometido a un asedio del que solo Lucas se escapó una vez y se encontró con Cillessen, que a la chica callando lleva desde el partido contra el Villarreal haciendo paradas de las que dan puntos. El Valencia, quizás porque le faltaba Gayà o más bien porque por la izquierda del Elche no estaba Mojica, encontró por su banda derecha un filón. Foulquier, Soler, Hélder, Guedes, Maxi... todos caían a ese costado para entrar desde ahí al área de Egdar Badía. Sin embargo, prueba del dominio che, fue por el otro costado, por el que llegó el gol de Guedes. Un golazo.

Guedes recogió el balón en la frontal y, tras un recorte y sin pensárselo, cargó su pierna y lo colocó lejos del alcance de Badía. Ese gol gol no solo hacía justificia a lo que se estaba viendo en el césped sino que también le sentó a Guedes como trago de agua en el desierto, porque Bordalás le señaló el día del Rayo sustituyéndole y directamente le sentó en el banquillo hace una semana en Vigo. Guedes tiene sus lagunas en defensa (¡y qué delantero no!), pero nadie puede negar que si este Valencia aspira a algo más que deambular por zona de nadie le necesita enchufado... y mucho.

El problema del Valencia, como tantas veces pasa, es que en esos primeros 45 minutos había dejado tocado al Elche, aunque ni mucho menos estaba hundido. Y los ilicitanos, viéndose metidos en el partido, que lo estaban porque solo iban un gol por debajo, fueron creciéndose en Mestalla. Francisco, cuya llegada le ha dado aire fresco al equipo, el necesario para no dejarse llevar tras primeras partes como la de ayer, le metió otra marcha a los suyos con las sustituciones. Así, con la entrada en escena de Pere Milla, Gumbau, Benedetto y Josan, el Valencia fue sintiéndose amenazado hasta que Lucas Boyé le empató. El delantero le robó la tostada a Foulquier en un córner y batió a Cillessen sin que nada pudiera hacer este.

Restaban 15 minutos más el añadido y cualquier cosa podía pasar en Mestalla, donde el Elche hacía 35 años que no ganaba. Y cerca estuvo de romper esa racha Pere Milla, que remató al travesaño en unos minutos en los que el Valencia andaba como boxeador golpeado. Pero fue entonces cuando apareció Piccini y, tras una asistencia de cabeza de Diakhaby (excelente en todo esta vez el francés), pegó al balón con el alma. Tenía que ser Piccini, un jugador que se ha pasado dos años sin serlo por una lesión y que lo celebró como el gol de su vida, porque posiblemente para él lo era. Ese fue un momento de pasión, aunque ahí no acabó la emoción. Esta se prolongó hasta el descuento, cuando llegó la acción de Carrillo, la del gol que para el Elche entró y para el Valencia y el árbitro, no.



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El Barça sigue sin reaccionar y se deja dos puntos en El Sadar

Los azulgrana se adelantaron dos veces en el marcador, con tantos de Nico y Abde, pero no fueron capaces de cerrar el partido y dejaron escapar unos puntos valiosos


Mal inicio de la nueva era del Barça que anunció Xavi tras la dolorosa eliminación en la fase de grupos de la Champions League. El conjunto azulgrana no pasó del empate contra Osasuna en El Sadar (2-2) y volvió a evidenciar sus carencias a nivel defensivo para dejar escapar unos puntos muy valiosos para escalar puestos en la tabla de LaLiga. Ante las numerosas bajas por lesión, Xavi dio los primeros minutos de la temporada a Umtiti y apostó por Luuk de Jong como referencia ofensiva. Los dos tuvieron una actuación poco brillante, aunque el central francés no pasó demasiados apuros formando línea de tres junto a Piqué y Araujo.

Después de unos primeros minutos de tanteo en El Sadar, sin apenas ocasiones, fue el Barça quien abrió el marcador en la primera llegada con peligro gracias a un buen tanto de Nico, en su estreno como goleador en el primer equipo culé. Gavi se sacó de la manga un pase magistral para la internada dentro del área del gallego, que no se puso nervioso ante la presencia de Sergio Herrera y superó al meta local con un tiro ajustado.

El partido parecía que seguía el plan elaborado por Xavi pero la alegría duró muy poco a los azulgrana ya que instantes después, en una falta lateral botada por Moncayola, llegó el empate de los locales. Araujo resbaló en la marca de David García y el capitán de Osasuna cabeceó de forma magistral para mandar el balón al fondo de la red, haciendo imposible la estirada de Ter Stegen.

Con el empate, los dos equipos volvieron a mostrar a un juego muy plano y solo Abde con sus acciones individuales por la banda izquierda fue capaz de inquietar a la defensa navarra, que solo pudo frenar los avances del extremo marroquí con falta. A parte de las jugadas de Abde, el Barça dejó muy poco bagaje ofensivo y ni Dembélé ni Luuk de Jong pudieron generar peligro ante la portería de Sergio Herrera.

El 1-1 con el que se llegó al descanso era justo, pero el Barça salió de los vestuarios decidido a sumar los tres puntos y se adelantó de nuevo con un gol de Abde, que remató de volea un centro de Dembélé que había desviado ligeramente la defensa local. En la acción previa del gol, los jugadores de Osasuna protestaron mucho un posible penalti por mano de Busquets tras un despeje de Gavi, pero el colegiado Martínez Munuera se mostró firme en su decisión de no cobrar la pena máxima y dar como válido el gol de Abde. Con el paso de los minutos, el Barça fue encontrándose un poco más cómodo sobre el verde pero tampoco terminó de crear ocasiones de peligro. Pese a su extrema juventud, uno de los destacados en el segundo tiempo fue Gavi, que volvió a mostrar su carácter y trabajo incansable a la hora de recuperar balones y fue también el más participativo a la hora de crear.

A falta de 20 minutos para el final, Jagoba Arrasate apostó por un triple cambio con la entrada del Chimy Ávila, Budimir y Brasanac y poco después ingresaron Roberto Torres y Cote para que Osasuna se lanzara sin miramientos a por el empate. Por su parte, Xavi quiso aguantar el resultado y cambió a Nico por Mingueza para pasar a jugar con un línea de cuatro en defensa, con el ‘22’ actuando como lateral izquierdo.

Con Osasuna lanzado a evitar el triunfo del Barça llegó la jugada desafortunada de la nueva posible lesión de Dembélé, que fue sustituido por Coutinho pero estaba dispuesto a volver al terreno de juego tras ser atendido por los médicos. Los locales continuaron apretando a la portería azulgrana y consiguieron el merecido premio del empate con un disparo potente desde la frontal del área del Chimy Ávila que desató la euforia de El Sadar. Todavía quedaba tiempo para culminar la remontada y Osasuna lo intentó en alguna ocasión más, pero fue Coutinho el que pudo marcar el gol del triunfo pero remató forzado y su disparo no encontró portería.

Nuevo tropiezo fuera de casa del Barça y malas sensaciones para intentar enderezar el rumbo del equipo. En el próximo partido liguero contra el Elche en el Camp Nou solo vale la victoria para empezar a reaccionar.



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