El Barça recupera sensaciones, arrolla al Brest y despega en Champions

Los de Flick lograron un triunfo corto para lo que se vio en Montjuïc, con doblete de Lewandowski, uno de penalti, y golazo de Dani Olmo


No pareció la visita del supuesto equipo revelación de este artefacto experimental que es la actual Champions League. El Barça volvió a la senda del buen juego, de la presión y de las victorias con un muy buen triunfo, con Pedri a los mandos, ante el Stade Brestois que hace que el equipo azulgrana despegue en Europa. Lewandowski, de penalti, Dani Olmo y de nuevo el polaco lograron los goles que firmaron una victoria corta para lo que se vio sobre el césped de Montjuïc: un duelo desigual frente a un equipo que no parece de  Champions y, mucho menos, de las posiciones de cabeza.

Otra vez el Barça de Flick exhibió su mejor imagen. Faltaron más goles, porque las oportunidades ahí estuvieron, pero el Barcelona retomó su intensidad, la buena presión, las recuperaciones cerca del área (como la del 3-0), el ritmo de circulación de balón e incluso la eficacia en el fuera de juego, en el que cayó repetidamente la delantera del Brest, incluso en una ocasión en la que los cerca de 3.000 bretones del público ya celebraban un gol invalidado por 'off side'. Fue su primer viaje para jugar contra el Barça y posiblemente el último. A chillar 'Puta Barça', a su casa. Flick planteó un partido continuista y le salió bien: el Barcelona se redimió. Incluso Gerard Martín, titular por sorpresa, en quien Flick demostró confianza tras su flojo partido en Vigo. Muy buen detalle del técnico con el lateral, que lo agradeció con una asistencia.

Fue un espejismo, pero el Stade Brestois pareció en el inicio exhibir una firme voluntad de competir, a través de ataques por los extremos, de Sima o del lateral Haïnara por la izquierda y de Doumbia por la derecha, en busca de los remates del gigantesco Ajorque (tan grande como torpe) en los centros, apoyándose en el poderío físico del equipo para imponerse en los balones divididos. Pero fue una salida espumosa del equipo capitaneado por Chardonnet.

Una jugada insólita transfirió el gas al Barcelona: en ataque estático, Lewandowski recogió con el pecho un balón exquisitamente bombeado por Pedri al área y, tras su control, en la frontal del área pequeña, el meta Bizot salió a destiempo y arrolló, literalmente, al delantero polaco cuando el balón ya quedaba fuera de su alcance. Un penalti tan claro como grosero que Lewandowski, con su saltito, transformó en su gol 100 en Champions.

El portero del conjunto bretón era un manojo de nervios y casi monta otro desaguisado en una acción de Fermín por la izquierda. El pase final del andaluz lo desvió in extremis un defensa cuando Lewandowski ya se disponía a rematar. El propio Fermín tuvo un remate franco tras una acción por la derecha de Raphinha, que se benefició de la presión de Koundé para mandar un buen pase al área, donde el centrocampista, teórico extremo izquierdo ante el Btrest, remató desviado. Tenía el punto de mira desajustado.

EL MEJOR BARÇA
El conjunto de Flick dominaba posicionalmente y movía muy bien y con velocidad el balón, de lado a lado, generando espacios por los que entraba un Raphinha excelente desde la derecha o un Fermín hipermotivado, con Olmo esta vez en su posición de mediapunta, desde la izquierda. Una jugada ensayada a la salida de córner casi supone el segundo de Lewandowski, en otra ocasión de un Barça que tenía a su merced a un Brest en modo 'sálvese quien pueda'.

Lo que son las cosas. Cuando mejor estaba el Barça, topó con el meta que había facilitado el 1-0 y que de repente se convirtió en el salvador de su equipo. Bizot se quitó la espina de su error inicial al sacar con el pie, cual portero de balonmano, un excelente remate de cabeza de Fermín, al que se resistía el gol pese a un gran primer tiempo, tras un gran centro de Marc Casadó.

Muy superior en cuanto a juego, determinación e intensidad pese a la supuesta superioridad bretona, la ventaja del Barcelona no fue mayor por falta de finura en los metros finales, lo que confería incertidumbre a la segunda parte.

El portero visitante repitió, también ante Fermín, que esta vez remató con la izquierda, su 'parada de portero de balonmano', esta vez tras una gran acción de Pedri, con recuperación de balón y centro sobre Fermáin, que remató y volvió a topar con el meta y el infortunio, mientras Bizot ya se había redimido tras su error inicial.

Tantas ocasiones al limbo hicieron que, poco a poco, el partido corriese el riesgo de convertirse en un ida yu vuelta a poco que el Brest reaccionase. Chardonnet sacó bajo palos un remate de Olmo tras jugada colectiva, con el meta ya batido. Y el rechace no llegó a recogerlo Fermín pese a sus intentos.

Zarpazo de Dani Olmo en su mejor acción de todo el partido para situar por fin un resultado más ajustado a lo que se estaba viendo. Acción por la izquierda de Gerard Martín con centro que se convirtió en asistencia, con control y remate exquisitos de Olmo. Y Lewandowski cerró el triunfo con su gol 101 tras jugada de Balde, robando el balón a Magnetti.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Iñaki Peña (2); Koundé (2), Cubarsí (3), Iñigo (3), Gerard Martín (3) (Balde (2), 78'); Pedri (4) (De Jong (s.c.), 88'), Casadó (3), Olmo (3) (Gavi (2), 67'; Raphinha (3), Lewandowski (3), Fermín (3) (Pablo Torre (2), 78')

STADE BRESTOIS: Bizot (2); Lala (0), Chardonnet (1), Le Cardinal (1), Haïdara (1); Camara (0) (Faivre (1), 70'), Fernandes (1) (Martin (0), 78') , Doumbia (1) (Pereira (), 70') , Magnetti (0); Ajorque (0) (Del Castillo (0), 78'), Sima (1) (Balde (0), 59')

GOLES: 1-0, Lewandowski, pen., 10'; 2-0, Olmo, 66'; 3-0, Lewandowski, 90'+2

ÁRBITRO: Irfan Peljto (Bosnia-Herzegovina). Tarjetas a Lala (25'), Camara (63), Ajorque (74'), Le Cardinal (81')

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys. 46.317 espectadores

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Derrota fatal del Girona ante el Sturm Graz

Los catalanes no pudieron superar a los austríacos y, a pesar del dominio, lamentaron uno de los pocos errores en el área
El equipo de Míchel se queda con pie y medio fuera de la Champions


El Girona sufrió una fatal derrota ante el Sturm Graz que le deja en una posición más que complicada si quiere pasar a la siguiente fase de la Champions. Los errores en el área y la poca contundencia ofensiva condenaron en demasía a un equipo que dominó casi en la totalidad del encuentro.

El Wörthersee Stadion presentó una entrada fantástica, a pesar de encontrarse a unos 150 kilómetros de Graz. Eso no impidió ni mucho menos que 25.000 aficionados propiamente del cuadro local cogieran transporte para llegar al feudo que acogió la cita. Nada que decir, tampoco, del ambiente, a la altura de la cita y con un fondo incansable que no dejó de animar a su equipo.

Aun así, los gerundenses, se amarraron al 16% que, según la inteligencia artificial, posibilitarían la entrada del equipo a la siguiente fase del torneo. El balón, como es habitual, fue la mejor arma de los de Míchel durante buena parte del choque, buscando evitar el ida y vuelta.

A pesar del frío característico de la zona, Bryan Gil empezó a coger temperatura con el paso de los minutos, siendo el mejor del primer tiempo. Sus internadas por ambas bandas fueron acompañadas del peligro más claro de los ‘gironins’, dejando disparos de Iván Martín -que entró de urgencia en el once por una gastroenteritis de Van de Beek a última hora- y Viktor Tsygankov.

También fue desde la izquierda donde se vio al hombre más peligroso de los locales. Böving fue el hombre que más peligro creó hacia dentro, probando a Gazzaniga en más de una ocasión y creando algún que otro problema a la defensa gerundense. Por lo demás, todo fue desorden en cuanto a los ataques austríacos, quienes utilizaron más el corazón que la cabeza. Eso sí, con un gran despliegue físico y con algunos duelos que llegaron al límite.

El primer tiempo, pero, no terminó sin la ocasión más clara de todo el partido y, probablemente de toda la jornada de Champions, con Iván Martín desperdiciándola. El murciano falló a 20 centímetros de la línea de gol tras una magnífica jugada y posterior pase de la muerte de Bryan Gil. El cuero, de manera inexplicable, se fue a las nubes, pujando por salir en los ‘zappings’ de fallos clamorosos.

Los catalanes lo siguieron intentando, aunque el último tramo del primer tiempo se perdió el dominio y el control de la situación. Quizás por eso, a los 51 minutos de encuentro, Míchel ya dio entrada a Yaser Asprilla, precisamente por Iván Martín, que se fue con cara de pocos amigos al banquillo.

Lejos de cambiar la situación, lo peor estaba por llegar. Jugar con fuego y mostrarse blando tuvo consecuencias para los ‘blanc-i-vermells’, quienes vieron como su contrincante se adelantó en una jugada por banda derecha. Gazzaniga frenó el primer disparo, pero no lo hizo en el rechace que cazó Biereth para que saltara la sorpresa (59’). El Girona puso una marcha más, pero los austríacos se crecieron y ganaron confianza.

A los pocos minutos, el técnico vallecano agotó los cinco cambios, poniendo toda la carne en el asador y dejando únicamente a los dos centrales atrás e invadiendo por completo la zona contraria. El rival, en contrapartida y sintiéndose cómodo, reforzó su muro y se cerró por completo, olvidándose por completo de la línea del centro del campo hacia adelante. Mucho pase, mucha insistencia, pero poco peligro.

No hubo huecos, ni un agujero por el que meterse. Ni el centro chut de Abel Ruiz, con el posterior y buen remate de Stuani en el descuento, dio paso a cualquier alegría gerundense, remando y remando para volver a quedarse en la orilla. Así pues, el Girona se fue de vacío de Klagenfurt, dando paso a la primera victoria del Sturm Graz en la competición y minando notablemente las esperanzas de poder seguir vivo en el torneo al terminar la fase de grupos.

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Muchas lesiones y pocos cambios tienen el banquillo con pocos recambios pero este equipo remontará cuando tenga ya todos operativos seguro

La mala suerte deja al Girona sin premio frente al Liverpool

Salah, desde los once metros, anotó el único tanto de un partido donde los catalanes merecieron mucho más


El Girona perdió su encuentro de Champions ante el Liverpool por la mínima, mereciendo mucho más, con un gol de Salah desde el punto de penalti. Los catalanes las tuvieron para sumar, mínimo un punto, en su casa, aunque la mala suerte en Europa volvió a cebarse en una nueva tarde de martes.

Mágica, distinta, única fue la noche en Montilivi. Los ‘gironins’ supieron plantar cara al equipo más en forma de Europa contra todo pronóstico, dejando un primer tiempo escaso de goles, pero que se recordará durante mucho tiempo.

Los británicos, que no jugaron su correspondiente partido durante el fin de semana por temporales en el país, vinieron frescos, con todo en el once y gozando de acciones claras desde los primeros minutos que hicieron temer lo peor tras las dos paradas de Gazzaniga ante el testarazo de Joe Gomez y el disparo de Darwin Núñez dentro del área.

Los hombres de Arne Slot salieron como gacelas en cualquier contraataque que tuvieron, con la fortuna para Míchel de encontrarse a sus jugadores mentalizados y concentrados para la cita, dejando, uno a uno, una gran performance.

Fue un milagro que los primeros 45 minutos terminaran sin goles. Tras los dos primeros intentos de los visitantes, el Girona se fue a la carga con balones en largo y con el balón jugado, indistintamente, para llegar con las ocasiones más claras del partido. Mientras a Blind le pasó el balón por debajo del pie cuando sólo debió empujarla, Bryan Gil, Miguel y Asprilla pusieron contra las cuerdas a Alisson. Montilivi enloqueció, viéndose con opciones más que realistas.

Míchel, viviéndolo como siempre a su manera, pidió calma en cuanto se excedió el intercambio de golpes que apareció tras pasar la media hora. El vallecano supo que tenía las de perder suplicando a los suyos con aspavientos que trataran de tomar el control y evitar las carreras de Salah, Luis Díaz y Darwin. Fue un milagro que ningún equipo perforara la red hasta la media parte.

Lejos de cambiar la tónica tras reanudarse el juego, Danjuma la tuvo a escasos metros de la portería con un disparo a bocajarro que detuvo, de nuevo, el arquero brasileño. El Girona mereció ir ganando, teniendo en cuenta que el neerlandés volvió a tenerla tras una gran jugada personal que acabó con un disparo desviado.

El Liverpool, pero, fue avanzando metro a metro hasta encajonar a los gerundenses, que permanecieron encerrados, pacientes y sin dejar espacios a cualquier hombre vestido de negro. Aun así, casi por accidente, llegó un toque de Van de Beek sobre Luis Díaz dentro del área. El juez francés, que en primera instancia no vio nada, fue llamado por el VAR para revisar la acción y cambiar de opinión. Salah, desde los once metros, no perdonó (62’).

Fue entonces cuando ambos agitaron el árbol, especialmente el cuadro ‘gironí’ con cuatro sustituciones que dieran energía a un equipo que notó el cansancio por la exigencia del contrincante.

Aun así, al Girona le costó avanzar metros y quitarle protagonismo a los ‘reds’, pero no perdieron la fe en sus últimos esfuerzos. Paralelamente, empezaron a producirse algunos momentos de tensión en el área por las pérdidas de tiempo que consideraron los locales, que vieron como minutos se iban esfumando. Incluso los ingleses, viendo la situación, prescindieron de un hombre de ataque para reforzar la medular.

Pero ni con eso, ni los cuatro de añadido, le dio al Girona para puntuar en un día histórico para la ciudad y el club. El equipo lo mereció dando una gran imagen sobre el césped, pero el Liverpool se amarró de un penalti para demostrar porque, actualmente, es el mejor equipo de Europa.

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El Barça derriba el muro de Dortmund y acaricia los octavos

Los azulgrana acabaron con la racha de los alemanes en el Signal Iduna Park gracias a los goles de Raphinha y Ferran Torres (2), el héroe azulgrana de la noche


El 'Flick Team' ya puede apuntarse otro partido antológico para su hemeroteca. Después de derrotar a equipos de la talla del Real Madrid o Bayern de Múnich, el Barça volvió a tener otra noche memorable en Dortmund para colocarse segundo en la clasificación de la liguilla de Champions y acariciar ya los octavos. Los azulgrana, con Ferran Torres como héroe inesperado marcando dos goles en los 20 minutos que estuvo sobre el campo, acabaron con la espectacular racha del Dortmund en su estadio, donde en Champions no perdía desde 2021 encadenando 13 partidos (9 victorias y 4 empates), y algo que nadie tampoco ha conseguido en la presente Bundesliga.

Era un partido importante, ante un rival de entidad y en un escenario imponente. Así que no dio lugar a la sorpresa y apostó por su mejor once. Flick había repasado con sus jugadores los errores de las últimas semanas y el Barça salió muy metido en el partido. Salvo una primera internada de Durneville que acabó en córner, los azulgrana se hicieron suyo el balón y en cinco minutos contaron hasta tres ocasiones para batir a Kobel. Primero, con una internada de Balde por la izquierda que Olmo no llegó a rematar dentro del área pequeña. Acto seguido, idéntica jugada pero por la otra banda, con Lamine de asistente y Raphinha no llegando al balón por poco. Y luego, una buena combinación de Lamine y Olmo que tampoco encontró el premio del gol. Atrás, el Barça afinaba el fuera de juego -hasta tres veces cayó el Dortmund en la primera parte-, aunque por si acaso Iñaki Peña se agrandaba en los remates, con dos intervenciones de mucho mérito. En la media, Casadó lo baría todo y Pedri surtía de balones a Olmo, que lo bordaba como enganche. Más dificultades tenían para entrar en el juego Lewandowski y Raphinha, que en ocasiones se desesperaba pidiendo el balón en largo. El Barça tenía el partido bajo control, y los alemanes únicamente trataban de intimidar con la velocidad de Durneville, que tuvo un bonito duelo con Balde. Al cuarto de hora, Lamine, que poco antes había rematado flojo desde la frontal, activó el L2 y dio un pase con el exterior a Raphinha, que remató forzado y envió a fuera por poco. Cerca estuvieron de repetir el gol de Mallorca.

Antes del descanso, y de que la grada reclamara un penalti de Iñigo a Guirassy, que ni el árbitro ni el VAR concedieron, Lamine y Koundé volvieron a poner a prueba al meta del Dortmund. El partido llegó al descanso con el marcador a cero, pero la estadística resumía el dominio azulgrana: 300 pases por 115 del Dortmund y una posesión del 66% frente al 34% de los amarillos y negros.

La segunda mitad empezó con el Dortmund cayendo en otro fuera de juego, en una acción que acabó con gol. Del posible 1-0 se pasó al 0-1. Raphinha, que sigue tocado por la varita mágica del gol, aprovechó un pase en profundidad de Olmo para correr y cruzar el balón con la zurda ante Kobel. Hubo suspense mientras el VAR revisaba si el brasileño estaba en fuera de juego, pero lo validaron y Raphinha lo celebró dedicándoselo a los 3.400 culés que estaban en la parte superior del córner.

Pero poco les duró la alegría a los culés. Solo seis minutos después, Cubarsí, hasta entonces impecable, cometió un penalti absurdo con un empujón tonto a Gurassy. El ‘9’ del Dortmund fue el encargado de lanzarlo, logrando igualar de nuevo el marcador.

Pese al golpe, el Barça siguió con su plan de buscar la portería del Dortmund y en el 67 Olmo forzó a Kobel a lucirse y en el rechace Lewandowski, en su único remate, forzó un córner.

Triple cambio acertado
Flick decidió agitar el partido e hizo un triple cambio. De una tacada dio entrada a Ferran -que acabó siendo el héroe del partido-. De Jong y Fermín y se marcharon Lewandowski, Raphinha y Olmo. La decisión le salió bordada al técnico alemán, pues solo cuatro minutos después dos de los tres jugadores nuevos intervinieron en la jugada que acabó con el 1-2. Lamine filtró un pase a Koundé, éste cedió atrás al llegar a la línea de fondo, Fermín remató a puerta y Ferran aprovechó el rechace para poner de nuevo al Barça en el luminoso. Como en la primera ventaja, la alegría para los culés se esfumó en un santiamén, pues a los tres minutos Guirassy, de nuevo, aprovecharía un pase de Crass en una jugada iniciada desde atrás por el ex del Girona Yan Couto, después de que Koundé rompiera el fuera de juego, para firmar el 2-2.

Pero como el Barça, llevado por su hinchada, había llegado a Dortmund con ganas de derribar el muro, insistió en su lucha y lo logró gracias a Ferran Torres, que recibió un pase filtrado de Lamine y definió a la perfección para poner el 2-3 y acercar al Barça a los octavos.

Ficha técnica
Borussia Dortmund, 2
:Kobel (2); Ryerson  (2)(Couto, min.46 (2)), Can (2), Schlotterbeck (2), Bensebaini (1); Sabitzer (2), Nmecha (2), Duranville (2) (Malen, min.73(2)); Reyna (2) (Gross, min.73 (2)), Gittens (2) y Guirassy (3).

FC Barcelona, 3
Iñaki Peña (3); Koundé (3), Cubarsí (2), Iñigo Martínez (2), Balde (2); Casadó (3), Pedr i(3) (Eric Garcia, 90+3 (s.c.)), Olmo (2) (Fermín, min.71(2)), Lamine Yamal (3) (Pau Víctor, min.90 (s.c.)), Raphinha (3) (De Jong, min.71 (2)) y Lewandowski (2) (Ferran Torres, min.71 (4)).

Goles: 0-1, min.53: Raphinha. 1-1, min.60: Guirassy, de penalti. 1-2, min.75: Ferran Torres. 2-2, min.78: Guirassy. 2-3, min.85: Ferran Torres.

Árbitro: François Letexier (3) (Francia). Amonestó a Sabitzer (min.42), Nmecha (min.51), Yan Couto (min.57), Bansebaini (min.61) por parte del Borussia Dortmund; y a Cubarsí (min.58), por parte del Barcelona.

Incidencias: Partido de la sexta jornada de la fase liga de la Liga de Campeones disputado en el Signal Iduna Park de Dortmund.
​Espectadores: 81.365

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