Real Madrid protagoniza épica remontada en Champions y golea al Dortmund con hat-trick de Vini Jr

De la mano del brasileño, el Real Madrid vivió una noche mágica en la Champions League


El Real Madrid protagonizó una de las épicas noches mágicas de la UEFA Champions League al remontar y vencer al Borussia Dortmund (5-2) en el estadio Santiago Bernabéu con un triplete de Vinícius Jr. y tantos Antonio Rüdiger y Lucas Vásquez.

El actual campeón de Europa pasó en un abrir y cerrar de ojos de una noche de terror a un empate con sabor a victoria. El Dormund llegó a Madrid con paso perfecto en la Champions y en cuestión de cuatro minutos demostró que vive un gran momento, al 30’ Donyell Malen batió a Thibaut Courtois en el mano a mano para romper el cero en el marcador.

Apenas cuatro minutos más tarde, Jamie Bynoe-Gittens cerró la pinza en el área chica para firmar el 0-2 y casi dejar sentenciada su tercera victoria en la presente temporada, sin embargo, en la segunda parte, el Real Madrid sacó a relucir su ADN ganar y en un abrir y cerrar de ojos hizo estallar el Bernabéu para rescatar el partido.

Antonio Rüdiger recortó distancias, en el 60’ con un soberbio y violento remate de cabeza en el área chica; al 64’, apareció Vini Jr para empatar los cartones con un remate que tuvo que ser revisado en el VAR por un posible fuera de lugar.

Tras la igualada, el Madrid tiró toda la artillería al frente en busca de un épica remontada y su esfuerzo fue recompensado, a siete del final, Lucás Vásquez reventó el arco de Gregor Kobel para darle la vuelta la marcador.

El Dormund quedó en shock tras el tanto de Lucas y Vini Jr lo aprovechó para sentenciar la victoria del Real Madrid con un golazo cargado de potencia y velocidad, al 85’, el brasileño tomó la pelota en su propio territorio, recorrió más de 60 metros pegado a la banda, enganchó al centro desde fuera del área batió el arco de Kobel para el 4-2.

Sin embargo, el hambre de Vini no estaba saciada y el brasileño, en el agregado, en un ataque de habilidad desparramó a Waldemar Anton en el área y con un zurdazo cruzado liquidó la noche con un espectácular hat-trick.

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Un Barça para sentirse orgulloso arrolla al Bayern

Triunfo histórico con 'hat trick' de Raphinha y gol de Lewandowski, que no celebró ante un Bayern que llegó riéndose del club barcelonista y regresa a Múnich con el rabo entre las piernas


Un Barcelona del que sentirse orgulloso brindó una noche  memorable en Montjuïc. Espectáculo vibrante, goles, emoción y una promesa de grandeza europea de un grupo de un futuro brillante. 'Hat trick' de Raphinha y gol de Lewandowski, que no celebró. Ni falta que hacía. Ya lo hizo por él un Montjuïc entregado. El Bayern había llegado riéndose del Barcelona y se va escaldado.

El Barça se comportó como un grande de Europa. Presionó arriba, supo aguantar el tipo en los momentos dominadores de un rival que no quería perder y fulminó arriba con un Raphinha magnífico, el gran peligro al espacio desde el principio. Pero es un triunfo global, de una generación de jóvenes guerreros ante veteranos prepotentes como Müller o Neuer.

Fermín fue el elegido por Flick para jugar en la media por delante de Casadó y Pedri y fue el encargado de abrir la primera brecha. Tardó poco en encender Montjuïc, con un pase al espacio a Raphinha, que ganó la espalda a Kimmich, se fue hacia Neuer, le sorteó y marcó. No había pasado un minuto desde el inicio del trepidante choque.

Atento Peña, en su papel de líbero, había comenzado bien ante  Harry Kane, saliendo a interceptar un pase al delantero inglés con la defensa muy avanzada. Sin embargo, poco pudo hacer ante un cabezazo del inglés a centro de Müller. Se coló por la escuadra a pesar del vuelo del meta. Lo que pasa es que el '9' del Bayern estaba en fuera de juego milimétrico y la euforia de los seguidores bávaros se congeló. Pero había quedado establecido un partido con mucho espacio tras las defensas y con un Bayern que monopolizaba, de momento, el balón  en busca del empate tras el gol de Raphinha. La delantera del Barça estaba aislada, desactivada, con Lamine Yamal de espectador, y se intuía el gol.

Fuera de juego en el primer aguijonazo de Kane, pero no en el segundo. El gol del inglés llegó por la banda contraria al anulado. Con el Bayern dominando totalmente el juego y moviendo al balón de lado a lado, Olise cambió hacia Gnabry, cuyo centro fue rematado, esta vez de volea, por el delantero en el eje del ataque. Y esta vez no había fuera de juego. Parecía la noche del Bayern. Fue un espejismo.

Un Lamine Yamal vigilado por Davies estaba agazapado, a la espera de su momento. Poco a poco, fue tocando balones y advirtiendo al Bayern. Incluso estuvo a punto de marcar de rebote en un error grotesco de Neuer en el área pequeña. El extremo inició la jugada del 2-1, con un pase a Fermín, que se llevó el balón ante Kim, acción en la que el Bayern pidió falta, y superó a Neuer con una vaselina, asistiendo a Lewandowski, que remachó a placer el gol del 'ex'.

Con el público absolutamente entregado, el Barcelona se había sacudido el dominio del Bayern y plantaba cara. Marc Casadó vio ante sí al cotizadísimo Kimmich, asp y se creció. Pase largo a la izquierda al nivel de Schuster o Koeman, directo al pie de Raphinha, control, carrera y recorte del brasileño y golazo con un derechazo ajustado al palo opuesto al que tapaba Neuer.

Kane había marcado y el Bayern había intimidado, pero el 'pipiolo Barça' no se había amedrentado y no sólo estaba vivo sino que mandaba por 3-1 al descanso, pese a fases de dominio alemán. Era necesario conservar el nivel ante un Bayern que, sin duda, iba a mantener sus líneas muy altas.

Otra vez el equipo de Munich salió a buscar el empate y otra vez el Barcelona apretó los dientes, desde el primer jugador  al último. Pedri, que puso todo su buen hacer en el mimo de balón, controló uno cerca de la frontal del área y vio a Lamine Yamal, que vio a Raphinha empezar a correr y le mandó un nuevo regalito. El brasileño, tocado por una varita mágica, no falló. Encaró a Neuer y marcó su tercer gol. Cuarto del Barça. Delirio.

Frenkie de Jong fue el primer cambio, por un Fermín que había abierto el partido y se fue con dos asistencias, para poner algo más de posesión y pausa en un partido acelerado, mientras Kompany hacía cuatro cambios de golpe en un Bayern que mejoraron al equipo. El Bayern seguía creando peligro por las bandas, sobre todo con continuos cambios de orientación

Faltaba ponerle el lacito a un partido histórico, memorable. Y costó, porque el Bayern no se rendía, seguía presionando arriba y buscando un gol que le reavivara. Y estaba el señor árbitro, que en cada jugada dividida pitaba, indefectiblemente, a favor del equipo UEFA. Arbitraje provocador, en un partido que sirvió para que prepotentes como Müller saliesen escaldados. Y mal perder del Bayern, con una agresión de Goretzka a Casadó de roja que quedó en amarilla. El quinto no llegó por milímetros en un centro de Lamine Yamal que Lewandowski no llegó a rematar bien por muy poco.

FICHA TÉCNICA

FC BARCELONA: Peña (3); Koundé (3), Cubarsí (3), Iñigo (3), Balde (3); Pedri (4 (Gavi (2), 85'), Casadó (3), Fermín (3) (De Jong (2), 61'); Lamine Yamal (3) (Ansu Fati (2), 85'), Lewandowski (3) (Pau Víctor (2), 85'), Raphinha (4) (Dani Olmo (2), 76')

BAYERN MUNICH: Neuer (0); Guerreiro (1) (Laimer (s.c.), 85'), Upamecano (1), Kim (1), Davies (1); Kimmich (1), Joao Palhinha (1) (Sané (2), 60'); Olise (1) (Goretzka (0), 60'), Müller (0) (Musiala (2), 60), Gnabry (2) (Coman (2), 60'); Kane (3)

GOLES: 1-0, Raphinha, 1'; 1-1, Kane, 18'; 2-1, Lewandowski, 36'; 3-1, Raphinha, 45'; 4-1, Raphinha, 56'

ÁRBITRO: Slavko Vincic (Eslovenia). Tarjetas a  Kimmich (27')

ESTADIO: Olímpic Lluís Companys de Montjuïc. 50.312 espectadores

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La crisis es real en el Madrid tras caer ante el Milan

El Real Madrid realizó un mal partido y cayó  ante el Milan, un clásico europeo,  en un Bernabéu que pitó a los de Ancelotti


El Real Madrid perdió el Clásico de Liga ante el Barcelona en el Bernabéu y también en el estadio merengue perdió el clásico europeofrente  al Milan. Lo peor para los blancos no es tanto la derrota, que lo es, como la pobre imagen que dejó en ambos partidos. Fue un equipo que genera muchas dudas, especialmente en defensa y que en ataque, Vinicius y Mbappé no son los delanteros que marcan diferencias. Todo eso se vio ante el Barça y se repitió frente a un Milan que supo sacar partido de las muchas debilidades blancas para asaltar el Bernabéu. Un KO que deja a los blancos al borde de la crisis, si es que no está ya inmerso en ella.

Y eso que el Real Madrid salió bien o más reconocible, con Bellingham por la izquierda y actuando más cerca de Vinicius y Mbappé y con Modric repartiendo juego. La idea era buena, pero de ahí a que funcionase...La banda de Lucas Vázquez continúa siendo una autopista libre de peajes para los rivales; Mbappé dispara al muñeco una y otra vez; Vinicius se adorna hasta perder el balón; y defensivamente, el equipo blanco es una feria de pueblo. En resumen, todos los males ya sabidos de los de Ancelotti y que se repitieron ante un Milan que está muy lejos de sus mejores tiempos, pero que con lo que tiene, le bastó para adelantarse en el marcador.

Fue en el minuto 12 cuando Thiaw aprovechó la pasividad defensiva de Tchouaméni para cabecear a la red un saque de esquina. 0-1 y a los blancos les tocaba remontar. A eso se pusieron, con Bellingham más cerca del área, siendo el primero en presionar la salida de balón de un Milan que vio como en el minuto 23, su trabajo defensivo se vino abajo. Fue por un penalti de Emerson a Vinicius que el propio brasileño lanzó a lo Panenka para poner el 1-1 en el marcador. El Real Madrid había contrarrestado el primer golpe italiano, pero no aprovechó la inercia del gol del empate de Vinicius para volver a marcar y de eso sacó partida el Milan para anotar el 1-2 en el minuto 39. Gran remate de Leao que desvió Lunin con una buena parada. El rechace lo buscó Morata que entró sin oposición en el área del Real Madrid para recoger el balón y marcar el 1-2. Otro tremendo despiste defensivo blanco y otro tanto en contra. El Real Madrid intentó el empate antes del descanso, pero no lo logró y se llegó al intermedio con ese 1-2 en el marcador y con pitos de la afición merengue a los suyos.

Ancelotti rompió sus esquemas y tras el descanso realizó dos cambios. Quitó a un pitado Tchouaméni para que entrara Camavinga y un desdibujado Valverde cedió su puesto a Brahim. Dos cambios ofensivos que no sólo no inquietaron al Milan, si no que estuvo más cerca de marcar el 1-3 que el Real Madrid del 2-2. Y es que cada balón perdido por los de Ancelotti se convertía prácticamente en ocasión clara para los italianos. Y fueron varias porque el Real Madrid, partido en dos, no jugaba a nada, las prisas marcaban su fútbol y de ahí, la precipitación, los errores y las ocasiones visitantes. No pintaban bien las cosas para los de Ancelotti, que decidió quitar a Modric para meter a Ceballos. Un cambioo que no varió nada el partido para el equipo blanco que vio como Morata estrelló un balón en el poste. O el Real Madrid tiraba de épica o no sólo no iba a ganar el partido, si no que no lo iba ni a empatar. Pero visto lo visto, la épica merengue ni estaba ni se le esperaba en el Bernabéu. Y por si alguien la esperaba, llegó el 1-3 del Milan en el minuto 73. Enésima escapada de Leao por la izquierda, la banda de Lucas, para poner el balón atrás donde Reijnders, completamente solo, fusiló a Lunin.

El desastre blanco era total y por si le faltaba algo más al Real Madrid, le anularon un gol de Rüdiger en el minuto 81 por fuera de juego de Rodrygo. Otro mazazo más para las esperanzas merengues, si es que aún quedaba alguna. Los intentos locales acabaron en nada y el encuentro finalizó con una fiesta italiana y una bronca madridista a los de Ancelotti



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El Atlético tiene Ángel en París

Un gol de Correa en la última jugada del partido da los tres puntos al conjunto colchonero ante un PSG que fue mejor.
Oblak sostuvo al cuadro rojiblanco con sus paradas e incluso originó el 1-2 con un saque con la mano.


Difícil de explicar con la lógica, pero el Atlético de Madrid ganó al PSG en el Parque de los Príncipes, con un gol de Correa en la última acción de un partido que los franceses dominaron de cabo a rabo, en el que dispararon 20 veces por tres de los españoles, solidarios en defensa y sostenidos por un sobresaliente Oblak pero incapaces con balón y con decisión para atacar a un equipo que en defensa también sufre. Simeone sonreía. Luis Enrique no se lo podía creer. El fútbol tiene estas cosas y deja a los rojiblancos con seis puntos, con un panorama alentador incluso para quedar entre los ocho primeros.

El inicio de partido llevó el guion que se esperaba. El PSG apretando arriba y el Atlético a verlas venir. Un clásico. Al minuto de juego Hakimi había tenido la primera. Luego Dembele, tras un mal despeje de Gallagher. Y a la tercera, fue la vencida. Lenglet se lió en el área y regaló el balón al ex del Barça, que se la dio a Zaire-Emery para que picara ante Oblak.

El equipo rojiblanco fue un despropósito en ese cuarto de hora. Sufría en defensa (de circunstancias, sin Le Normand ni Giménez) y era incapaz de dar dos pases seguidos para salir. Muy fácil para los galos. Pero tras encajar el gol, el Atlético se animó a salir de la cueva. Y logró el empate. Giuliano disparó y rechazó Donnaruma. Nuno Mendes se durmió y el balón acabó en el área de nuevo. Se quedó suelto para Molina, que fusiló con la zurda para poner el 1-1. Si atacas, puedes obtener premio. Si no...

Desde ese momento, el Atlético logró estabilizar el choque en lo que al peligro se refiere, aunque no en el dominio, totalmente francés. El caso es que los de Luis Enrique movían el balón de banda a banda pero no atosigaban a una zaga ya nerviosa, sobre todo Lenglet. Galán lo pasaba mal con Dembele (previsible) pero mantenía el tipo. Y Gallagher con Hakimi. Volcaban todo el juego por la derecha, con Asensio de ‘9’ sin olerla. Pero los colchoneros no amenazaban. Pudieron hacerlo dos veces, pero Griezmann, superado, se equivocó. Sólo Julián mantenía el criterio para ganar jugadas y dar salida, pero era insuficiente. Sorloth parecía una buena solución sabiendo que ibas a tener que jugar en largo por la presión de los galos, pero...

Arrancó igual la segunda parte, con el balón del PSG. Una llegada de Molina (el mejor, sí, el mejor) con pase que casi alcanza Giuliano metió miedo, pero luego otro regalo de Lenglet propició una doble ocasión de los franceses, con Oblak respondiendo. Como poco después ante Barcola, que pasó entre Witsel y De Paul con inusitada facilidad. Fue la última del argentino, que se fue al banquillo con Galán y Giuliano. Entraron Koke, Reinildo y Riquelme. Otra de Oblak, otra ante Barcola. Paradón. Correa sustituyó a Julián, el mejor del ataque. Estaba mucho peor Griezmann, pero mucho. Suele mejorar los pases que pasan por sus pies. Esta vez, todo lo contrario salvo un excelso control en el 89’ y otra en el descuento que fue clave.

El PSG seguía insistiendo por la derecha y Oblak volvió a salvar en un mano a mano ante Hakimi. Agotó cambios el Cholo con Lino por Gallagher. Luis Enrique dio entrada a Fabián, Muani y Lee. Se volcaba el PSG. Si el Atlético salía poco, ahora menos. 5-4-1 para defender el punto. En el descuento, Hakimi tuvo el gol del triunfo. Pero el fútbol tiene cosas maravillosas e inexplicables. Como que Oblak cogiera la bola y sacara con la mano para Griezmann que, ahora sí, lo hizo bien. Cambió el juego para Correa que se internó en el área, recortó y con la zurda batió a Donnaruma. Pitido final.

La cara de los franceses lo decía todo. También la de alegría de los españoles. Tres puntos de oro. La lógica, para otro día. Sólo podía ser Correa. El Atlético tuvo Ángel en París.

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