SORTEO FASE LIGA
 - Número de equipos participantes: 36
 - Número de partidos: 144 (18 partidos por jornada; 8 jornadas en total)
   Jornadas: 17/18/19 de septiembre de 2024, 1/2 de octubre de 2024, 22/23 de octubre de 2024, 5/6 de
   noviembre de 2024, 26/27 de noviembre de 2024, 10/11 de diciembre de 2024, 21/22 de enero de 2025 y 29
   de enero 2025
   Horarios: 18:45 HEC o 21:00 HEC

PROCEDIMIENTO DEL SORTEO
Basándose en los artículos 16 y 17 del Reglamento de la UEFA Champions League, el Comité de Competiciones de Clubes de la UEFA ha adoptado el siguiente procedimiento de sorteo.

Sistema de partidos
Todos los partidos de la fase de liga se juegan según el sistema de liga, por el que cada club se enfrenta a ocho rivales en eliminatorias a partido único. Cada club juega cuatro partidos en casa y cuatro fuera.

Sistema del sorteo y condiciones
Un sorteo, que puede realizarse digitalmente, determina los emparejamientos para la fase de liga. Los 36 clubes se dividen en cuatro grupos de nueve clubes. Los grupos se componen de acuerdo con la clasificación del coeficiente de clubes establecida al comienzo de la temporada (véase el Anexo D) y con el campeón de la UEFA Champions League como cabeza de serie en el grupo 1.

Los rivales de cada equipo, así como si cada partido se juega en casa o fuera, se determinan mediante sorteo. Cada equipo queda emparejado con dos rivales de cada uno de los cuatro bombos y juega contra un rival de cada grupo en casa y contra el otro fuera. En principio, los equipos de una misma federación no pueden enfrentarse entre sí y cada equipo puede jugar contra un máximo de dos rivales de cualquier otra federación, sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado 16.03.

La administración de la UEFA puede determinar condiciones alternativas para el sorteo de acuerdo con los principios establecidos por el Comité de Competiciones de Clubes y puede adaptar cualquiera de las condiciones del sorteo para evitar situaciones de bloqueo y/o tener en cuenta cualquier restricción relevante a la luz de las decisiones tomadas por el Comité Ejecutivo de la UEFA.

Sistema del sorteo
El sorteo se ejecuta en parte manualmente, con bolas extraídas físicamente de un recipiente, y en parte digitalmente, mediante un software automatizado designado, como se explica más adelante en el procedimiento. Todo el proceso de sorteo (digital y manual) es revisado y comprobado por un auditor externo previamente designado.

Bombos

Bombo 1
  -   1. Real Madrid C.F. (ESP)
 -    2. Manchester City (ENG)
 -    3. FC Bayern München (GER)
 -    4. Paris Saint-Germain (FRA)
 -    5. Liverpool FC (ENG)
 -    6. FC Internazionale Milano (ITA)
 -    7. Borussia Dortmund (GER)
 -    8. RB Leipzig (GER)
 -    9. FC Barcelona (ESP)

Bombo 2
 -   10. Bayer 04 Leverkusen (GER)
 -   11. Atlético de Madrid (ESP)
 -   12. Atalanta BC (ITA)
 -   13. Juventus (ITA)
 -   14. SL Benfica (POR)
 -   15. Arsenal FC (ENG)
 -   16. Club Brugge KV (BEL)
 -   17. FC Shakhtar Donetsk (UKR)
 -   18. AC Milan (ITA)

Bombo 3
 -   19. Feyenoord (NED)
 -   20. Sporting Clube de Portugal (POR)
 -   21. PSV Eindhoven (NED)
 -   22. GNK Dinamo (CRO)
 -   23. FC Salzburg (AUT)
 -   24. LOSC Lille (FRA)
 -   25. FK Crvena Zvezda (SRB)
 -   26. BSC Young Boys (SUI)
 -   27. Celtic FC (SCO)

Bombo 4
 -   28. ŠK Slovan Bratislava (SVK)
 -   29. AS Monaco (FRA)
 -   30. AC Sparta Praha (CZE)
 -   31. Aston Villa FC (ENG)
 -   32. Bologna FC 1909 (ITA)
 -   33. Girona FC (ESP)
 -   34. VfB Stuttgart (GER)
 -   35. SK Sturm Graz (AUT)
 -   36. Stade Brestois 29 (FRA)

Procedimiento del sorteo

Se preparan cuatro recipientes para el sorteo, uno para cada uno de los cuatro bombos. Cada bol contiene nueve bolas con los nombres de los equipos que forman el bombo.

Bombo1
Se extrae físicamente una bola al azar del recipiente correspondiente y se abre para mostrar el nombre del equipo extraído.

Una vez que aparece el nombre del equipo, el software automatizado sortea aleatoriamente ocho adversarios para este equipo, dos de cada bombo (1, 2, 3 y 4), incluyendo, para cada adversario, si juega en casa o fuera. El orden de asignación de oponentes comienza con el bombo 1 (dos oponentes), seguido de los demás botes en orden descendente. El software extrae los posibles adversarios válidos de todos los botes respetando las condiciones de sorteo mencionadas anteriormente, y asegurándose de que se realiza una asignación válida, garantizando que el sorteo completo y el calendario de partidos en línea con el calendario de competición pueden completarse para todos los equipos. Esta asignación por parte del software se realiza dentro de un límite de tiempo predefinido.

Una vez que el software haya sorteado una asignación válida, se revelarán los rivales y los partidos que se juegan en casa o fuera.

A continuación, se repite el procedimiento para todos los equipos restantes del bombo 1.

Al proceder al sorteo, ya se habrán sorteado y mostrado directamente varios adversarios, reduciéndose así el número de adversarios a sortear para los equipos siguientes.

Bombo 2
Como en el bombo 1, se extrae físicamente una bola al azar del recipiente correspondiente y se abre para mostrar el nombre del equipo extraído.

Los dos oponentes del bombo 1 para este equipo ya se han determinado durante el sorteo de los equipos del bombo 1.

Por lo tanto, el software sortea, con el mismo procedimiento descrito para el bombo 1, dos oponentes de cada uno de los bombos restantes (2, 3 y 4), incluyendo, para cada oponente, si se juega en casa o fuera.

El procedimiento se repite luego para el resto de los equipos del bombo 2.

Bombo 3
El procedimiento es el mismo que el del bombo 1 y el bombo 2. Sólo para los equipos de los bombos 3 y 4 que necesiten ser sorteados.

Bombo 4
El procedimiento es el mismo que que para los bombos previos. Sólo para los equipos del bombo 4 que necesiten ser sorteados.

Explicación del sorteo

Un vídeo explicativo del procedimiento del sorteo será mostrado antes del sorteo.

Elaboración del calendario
De acuerdo con el párrafo 23.01 (b) del reglamento de la competición, la administración de la UEFA decide qué partidos se juegan el martes, cuáles el miércoles y cuáles el jueves (sólo en la primera jornada), así como los horarios de inicio de los partidos. Además, según el párrafo 17.02 del reglamento mencionado, un club, en principio, no juega más de dos partidos seguidos en casa o dos partidos seguidos fuera, y cada club juega un partido en casa y un partido fuera en las dos primeras jornadas y en las dos últimas jornadas. No obstante, en caso de necesidad, la administración de la UEFA puede establecer excepciones a estas normas.

El calendario de todos los partidos de la fase liga estará disponible el sábado 31 de agosto.

El Real Madrid vence al Stuttgart, pero no convence

Mbappé, Rüdiger y Endrick marcaron para el Real Madrid y Undav, para el Stuttgart


El Real Madrid ganó al Stuttgart en su estrenó en la nueva Champions. Un triunfo pidiendo la hora que no sirvió para despejar las dudas que hay sobre el equipo de Ancelotti. Y es que ni el Santo Grial que es la Champions para el Real Madrid mejoró la imagen de un equipo blanco que ante el Stuttgart presumió de pegada y, sobre todo, de tener un seguro bajo los palos que se llama Courtois. Vamos, lo de siempre cuando llega la Champions al Real Madrid.

El Stuttgart se estrenó en el Bernabéu y demostró desde el primer segundo que quería vivir esa experiencia a lo grande. Y el Real Madrid, como buen anfitrión poco menos que le puso al alfombra roja en el inicio del choque. Con Carvajal de central y el regreso de Bellingham y Tchouaméni, el equipo blanco fue un desastre en el arranque del duelo. El Stuttgart llegaba como quería al área de Courtois que se puso la capa de superhéore para salvar a su equipo hasta en tres ocasiones con paradas espectsculares a Millot, en dos ocasiones, y Stiller, los que tuvieron las ocasiones más claras del Stuttgart. Y si no, el larguero aparecía para evitar el gol germanao

El Real Madrid estaba siguiendo su línea de LaLiga. Es decir, hacer todo mal. Hasta que sobre el minuto 25 apareció Mbappé y una de sus jugadas para crear la primera ocasión clara del equipo blanco. Esa jugada activó a sus compañeros que decidieron ponerse a jugar, especialmente Rodrygo que se reivindicó con su juego. El Real Madrid rondó el gol e incluso el árbitro señaló un penalti sobre Rüdiger que iba a lanzar Bellingham. Eso fue en el minuto 33. Alegría en el Bernabéu que duró poco porque el VAR le dijo al árbitro turco que fuese a ver la acción. Como era de esperar, corrigió su decisión y no señaló un penalti que no era. Eso sí, el madridismo, más en redes sociales que el estadio, reclamó otro antes a Bellingham en el que ni el árbitro ni el VAR entraron.

El encuentro entró en una fase en la que nadie mandaba. Todo era cuestión de buscar lo más rápido posible la meta rival y dejarse de posesiones, de jugadas largas y esas cosas. Así, llegaron algunas ocasiones más para ambos equipos, pero ninguno acertó. Era un partido de más emoción que fútbol y sin goles. Así, con ese panorama, se llegó al descanso. Es sequía realizadora acabó en el primer minuto del segundo acto. Pase de Tchouaméni para la carrera de Rodrygo que acabó dándole el pase de la muerte a Mbappé para que se estrenara como goleador del Real Madrid en Champions. Ese 1-0 en el minuto 46 fue la gasolina que necesitaba un equipo blanco más lógico con Militao, que entró tras el descanso, como central y Carvajal en el lateral derecho. Con el viento a favor, los de Ancelotti se fueron a por más goles que cerraran el triunfo. El Stuttgart, por su parte, no bajó los brazos, pero no era el del primer tiempo en el que dejó ‘vivo’ al Real Madrid hasta en cuatro ocasiones y ahora, lo estaba pagando con esa derrota.

Los de Ancelotti, más ordenados atrás con Militao en el campo, apretaban en busca de más goles –Vinicius estrelló un balón en el larguero–, pero también sufrían porque el equipo alemán no renunciaba a nada, pero siempre se topaba con Courtois. Hasta que llegó el minuto 68 cuando Undav marcó el 1-1 en una segunda jugada tras un saque de esquina. Un empate más que justo viendo los méritos de Real Madrid y Stuttgart.

Al equipo blanco le tocaba reaccionar y Ancelotti decidió entonces dar entrada a Modric por Tchouaméni para buscar esa reacción. Esa era la idea, pero la realidad decía que el Stuttgart generaba más peligro que un Real Madrid sin claridad en ataque y que en defensa era una verbena. Arda Güler, Fran García y Endrick fueron las últimas balas de Ancelotti para buscar el triunfo. Y lo encontró en una de esas jugadas que son el abc del fútbol desde su invención. Saque de esquina de Modric al corazón del área y remate de cabeza de Rüdiger para poner el 2-1 en el minuto 83. Eso sí, el Real Madrid no pudo respirar tranquilo porque el Stuttgart apretó hasta el final. Los temores merengues los finiquitó Endrick con el 3-1 en el minuto 95 culminando una jugada personal. Un gol en el que, por cierto, el meta del Stuttgart colaboró bastante. Así, se llegó al final de un encuentro en el que el Real Madrid ganó, pero sigue sin convencer



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Cruel debut del Girona en París

Un autogol de Gazzaniga, clave durante todo el partido, rompió el empate y dio el triunfo del PSG


Remar noventa minutos para ahogarse en la orilla. Algo así le sucedió al Girona en el Parque de los Príncipes, dando paso a su estreno histórico en la Champions League con una cruel derrota (1-0) tras un autogol de Gazzaniga, clave durante casi todo el partido, que aguó la fiesta a los catalanes sobre la bocina.

Como era de esperar, el ambiente en el estadio parisino fue propio de la talla del partido, con un jaleo más que evidente por parte de todos los aficionados, tanto de un lado como de los que vinieron desde tierras catalanas. Stuani, como un niño chico, llevó el brazalete y el banderín más ilusionantes de su carrera deportiva, acompañado por una fila india de futbolistas que hicieron historia.

A los de Míchel les costó aclimatarse al partido, algo que acabaron consiguiendo con el paso de los minutos. Tras el pitido inicial de Christian Dingert, los anfitriones lanzaron el primer balón con peligro en dirección a la portería de Gazzaniga, despertando el primer run-run de los aficionados locales, quienes vieron de cerca la primera jugada que pudo entrometerse en el electrónico.

Como pudo preverse, los franceses tomaron las riendas desde los primeros instantes de choque, acaparando un mayor porcentaje de posesión. Aun así, los visitantes supieron contrarrestar notablemente las intentonas del rival, mostrando una gran capacidad de orden defensivo. Los de Luis Enrique, algo más sueltos, dispararon con peligro un par de veces, siendo la ocasión de Asensio la más clara antes de llegar al cuarto de hora.

Pero fue con el paso del tiempo cuando los ‘blanc-i-vermells’ desplegaron momentos de gran juego. Llegando a la media hora llegó el gran dominio gerundense, desplegando una posesión con un dominio prácticamente durante cinco minutos de reloj. El Girona no solo estaba estrenándose en la Champions, estaba sabiendo disfrutar del momento mostrando su carta de presentación a todo un PSG. Desde ese momento hasta el final de la primera parte, el Girona se llevó un 54% de la posesión, con más pases totales que los locales, aunque sin ningún disparo.

Poco antes del descanso llegó un cambio inesperado. La mano de Asensio se fue al muslo de su pierna derecha, indicando que algo no iba del todo bien en su oportunidad europea como nueve, algo más descolgado. El técnico gijonense dio entrada a Kolo Muani, más leña al fuego que tuvo que soportar el cuadro ‘gironí’.

Los catalanes prolongaron las buenas sensaciones al dar comienzo el segundo tiempo. Los del técnico vallecano siguieron plantando cara al gran favorito, gozando de un par de acercamientos con peligro a la portería contraria, el más claro con la testa de Stuani como protagonista y encontrando por el camino las manos de Safonov. No tardó mucho más en llegar la salvada de Krejci corriendo detrás de Dembélé hasta el área chica, propiciando la acción más heroica de la noche.

Pero, a partir de ahí, el conjunto parisino se enchufó, dando lugar al dominio sobre el campo gerundense. El propio Dembélé, empeñado con sus famosas internadas hacia dentro, se encontró con la madera en un balón que buscaba sin piedad la escuadra. El Parque de los Príncipes despertó, dando paso a alguna acción más de peligro.

Empezaron ahí los minutos más complicados para los ‘blanc-i-vermells’, quienes empezaron a notar el peso de las piernas a la par que Dembelé siguió insistiendo como mayor representante parisino. Se avecinaron los primeros desajustes y algunos errores impropios, también con los franceses adelantando sus líneas y más peligrosos todavía con la entrada de Kang-In Lee. Kolo Muani protagonizó otro disparo clarísimo y Gazzaniga hizo una parada propia de museo ante el Hakimi, fue momento de aguantar, con David López llevándose los dedos a la cabeza para que el equipo tuviera sangre fría hasta el final.

Los últimos instantes, junto al descuento, se hicieron eternos para un Girona que trató de aguantar el pulso como pudo. En el balón más inofensivo, cuando el cuarto árbitro tomaba posesión de la tablilla, Gazzaniga no supo atajar un fácil centro de Nuno Mendes que se le coló entre las piernas para acabar en su propia portería (90'). Y así, remando para quedarse en la orilla, terminó el estreno de Champions del Girona que se fue de la capital parisina con la cabeza bien alta por su primer espectáculo europeo.

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La fe de Giménez tumba, sobre la bocina, a un correoso RB Leipzig

El Atlético de Madrid se llevó un trabajado triunfo gracias a un postrero gol de Giménez, en el 90'.
El RB Leipzig se adelantó en la primera jugada de peligro, por medio de Sesko, en un rápido contragolpe. Griezmann igualaba a la media hora con un golazo coral.


El Atlético de siempre, el de estos últimos años, es uno de esos equipos que sólo se sienten cómodos jugando en el filo, al límite, que sólo en el frenesí de los últimos momentos, de las situaciones agónicas, es capaz de sobrevivir. Así es mucho más divertido, la verdad. No extraña que los aficionados rojiblancos se sientan especiales porque esta forma de ser te hace sentir vivo.

Y muy vivo salió el Atlético del primer partido de la Liga de Campeones 24/25, ante un RB Leipzig que demostró calidad y que pudo haberse llevado algo del Metropolitano. Victoria muy trabajada, al límite, de los colchoneros, para demostrar que uno no puede dar nunca por muerto a los de Simeone, que mientras haya un hilo de energía, hay esperanza y hay vida. Importantísima victoria de los rojiblancos para comenzar este nuevo formato.

No suele ser habitual que un equipo como el Atlético de Madrid se vea sorprendido tan pronto en un partido. Es más, lo normal es que sean los de Simeone los que salgan tan enchufados que a la primera ocasión que se da, sorprendan al rival. Sin embargo, en este primer duelo de Champions, de esta nueva Liga de Campeones, los del Cholo fueron los cazadores cazados, por así decirlo.

En casi la primera del partido, el Atlético de Madrid atacaba con mucha gente y se encontraba al descubierto en la contra que montaba rápidamente Sesko. El esloveno, acompañado por Simons y Openda, como los toros en un encierro, se plantaban en el área de los rojiblancos en un visto y no visto. El espigado ‘9’ del Leipzig se la dejaba a un Openda que fusilaba a Oblak, el meta colchonero ponía el brazo para sacarla pero el balón quedaba suelto, llovido, y Sesko ganaba el duelo aéreo con su 1,95 de altura ante Le Normand, para marcar el primero. Iban cuatro minutos de partido.

Para el equipo germano era el guión perfecto porque le permitía resguardarse y salir en velocidad con los tres diablos que tenía en ataque. De hecho, prácticamente en la siguiente jugada, Sesko se volvía a meter en el área y si Giménez no se hubiese lanzado como un poseso, el esloveno podría haber pegado otra cornada a los locales.

Al contrario, para el Atlético era mucho más complejo tener que atacar a un equipo bien trabajado, ordenado, con las ideas claras. Y sobre todo le tocaba arriesgar. Como había anticipado Simeone en la previa, este formato no premia a los medrosos. Y por ahí, enganchado a Correa, el equipo rojiblanco comenzaba a acumular ocasiones. Primero un disparo del rosarino que iba con muy mala leche hasta que Lukeba se tiraba providencial al suelo para enviarlo a saque de esquina. Y en esta continuación, el más pícaro, el jugador del potrero, ponía el pie en el primer palo para enviar el balón al palo más alejado. Mucha suerte la de Gulacsi para encontrarse el balón y sacarlo entre él, el palo, su pierna y su mano.

No era entonces, pero sí en la siguiente, cuando el Atlético trenzaba una jugada en la que De Paul se apoyaba en un Angelito, que era la ‘Correa’ del motor ofensivo de los colchoneros y éste abría al pasillo diestro para que Llorente no tuviese ni que controlar, sencillamente ponerla en el punto de penalti donde Griezmann, de volea y con la derecha, más difícil todavía, fusilaba la portería del Leipzig.

Los tres jugadores más clarividentes en el partido Llorente (brutal inicio de curso con dos goles y dos asistencias), Correa (un gol y una asistencia) y Griezmann (tres goles y dos asistencias), se juntaban para equilibrar el partido.

A partir de ahí, hasta el final de la primera mitad, equilibrio dentro de que el Atlético era el que más proponía, el que más vocación ofensiva demostraba. Los números al descanso hablaban del esfuerzo de los locales, con 13 remates por apenas tres de los visitantes.

SEGUNDO ACTO
La vibrante primera parte dejaba paso a un segundo acto con una primera fase más sosegada, con el Atlético controlando el tempo y las ocasiones, y un Leipzig mucho más lejos de la meta de Oblak de lo que había estado en los primeros 45 minutos. Griezmann lo intentaba en el 58’ con un disparo desde la frontal, tras conducción, que se iba alto.

Simeone comenzaba el carrusel de cambios. Dentro Sorloth, Gallagher, Lino y Nahuel Molina. Fuera Julián Álvarez, De Paul, Riquelme y Correa. El técnico germano Marco Rose también movía sus fichas. Metía a Seiwald, Poulsen y Geertruida.

El equipo alemán medía mucho sus movimientos. Primero pareciendo que valoraba mucho el punto que tenía en el bolsillo, pero que poco a poco iba dando pasos hacia la portería de Oblak, cada vez con más peligro. Primero con una falta directa de Henrichs que ponía en ciertos apuros a Oblak; luego con un disparo de Simons, pero sobre todo con un cabezazo de Poulsen que salía pegado al palo.

El Atlético sobrevivía en lo ofensivo, con algún cabezazo tibio de Sorloth, alguna intención de un Griezmann que ya no estaba tan fresco. Y sin embargo, en el 90', el francés aún tenía fuerzas para terminar una larguísima jugada que había comenzado en córner, con un centro al área, donde peinaban el balón y éste llegaba a un Giménez que volaba como en sus mejores momentos, para cabecear el lado contrario de la portería. El éxtasis. El sentirse vivos de los atléticos.



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