Real Madrid y City lo dejan todo para Manchester

Vibrante partido en el Bernabéu en  la ida de cuartos  de la Champions y el próximo día 17, en el Etihad, se jugarán el pase a semifinales


Real Madrid y Manchester City se juagarán el pase a las semifinales del Champions el próximo día 17, el miércoles de la semana que viene. Será en el Etihad y de esta manera, se repite el escenario del año pasado, pero en semifinales y ahí, el City pasó por encima de los blancos. Habrá que ver lo que pasa ese día 17, pero lo cierto es que sólo por el hecho de jugar en casa, el Manchester City parte como favorito para seguir en Champions. El plan del Madrid era ir al Etihad con ventaja en el marcador, pero tiene que conformarse con un empate, eso sí 3-3. que lo deja todo en el aire.

El Real Madrid, con Tchouaméni al lado de Rüdiger, y el City, con la ausencia de última de hora de De Bruyne prometían mucho en un Bernabéu a reventar. Lo que seguro que nadie se esperaba es el primer cuarto de hora que se vivió en Chamartín. 15 minutos intensos, de fútbol ofensivo y en el que se vieron tres goles. El primero, de Bernardo Silva en el minuto dos. Falta de Tchoauméni en la frontal, un poco escorada a la izquierda del ataque inglés. Bernardo Silva la lanzó por el lado de Lunin que se la ‘comió’ y 0-1 para el City. Un acción que, además, supuso amarilla para Tchouaméni que no podrá jugar la vuelta el próximo día 17 de abril.

A partir de ahí, el Bernabéu reclamándole al colegiado cualquier cosa que significara ver un jugador del Real Madrid en el suelo. El City, por su parte, vivía tranquilo y, de hecho, cada vez que se acercaba al área de Lunin era un susto en toda regla para el madridismo. Pero el meta se repuso de su fallo y estuvo acertado e incluso evitó un gol de Haaland. Al Real Madrid, por su parte, no el quedaba otra que ir como fuese hacia arriba y ahí, la suerte se alió con él. Una fortuna representada en Camavinga. El francés realizó un disparo desde fuera del área que no parecía tener mucho peligro, pero el balón dio en Ruben Dias y eso descolocó a Ortega, el meta del City que no tuvo tiempo para reaccionar y vio como en el minuto 12, el 1-1 subía al marcador. Éxtasis en el Bernabéu que llegó al máximo dos minutos después con 2-1 de Rodrygo en el que la diosa Fortuna le volvió a sonreír al Real Madrid El brasileño se fue por velocidad de Akanji que recuperó terreno hasta el punto que se plantó ante Rodrygo ya en el área, pero con la mala suerte que el balón tocado por Rodrygo le diese en su talón lo suficiente como descolocar a Ortega que no pudo hacer nada para el 2-1 subiera al marcador.

En dos minutos, el Real Madrid le había dado la vuelta a un partido en el que los dos equipos tenían muy claro cómo jugar. El City, tocando y buscando combinaciones para generar varias ocasiones de gol. El Real Madrid, por su parte, estando firme atrás y buscando fútbol directo para aprovechar la velocidad de Rodrygo y Vinicius, rondó el gol. Lo cierto es que el partido era entretenido y vibrante. Menos para el colegiado que seguía siendo objeto de bronca por parte del madridismo y de los propios jugadores blancos que no dudaron en protestarle algunas de sus decisiones. Así, con sonido de viento hacia el árbitro y a los ataques del City se llegó al descanso de una primera parte vibrante, intensa y en la que se vieron tres goles. Casi nada.

El segundo acto comenzó con el City presionando arriba, teniendo más el balón y así intentar evitar las salidas rápidas del Real Madrid. Esa es la idea, pero lo cierto es que seguía sin poder controlar a un equipo blanco que cada vez que podía correr, generaba mucho peligro. No solo eso, si no que incluso parecía cómodo defendiendo con sus 11 jugadores en su propio campo, el famoso bloque bajo. Viendo cómo estaba el partido, la impresión era que el Real Madrid jugaba a la ruleta rusa arriesgándose a encajar un gol del City.

Y llegó ese gol, ese 2-2. Un señor gol, por cierto. Su autor, Foden que en el minuto 66 puso el balón en la escuadra de Lunin de un tremendo disparo desde la frontal del área. Al Real Madrid le tocaba reaccionar y buscar el gol del que parecía que se había olvidado en la segunda parte. No sólo no encontró ese gol si no que vio como el City marcaba el 2-3, obra de Gvardiol en el minuto 71. Gran disparo del croata que acabó entrando en la portería de Lunin.

Ancelotti movió fichas para buscar la reacción y puso a Brahim y Modric por Rodrygo y Kroos. Las esperanzas blancas renacieron con el 3-3 de Valverde en el minuto 79. El uruguayo recogió un centro desde la izquierda para sacar a relucir su disparo y batir a Ortega. Un gol que encendió de nuevo los ánimos del Bernabéu que confiaba ver una remontada de los suyos para irse con ventaja a Manchester para el partido de vuelta. El equipo de Ancelotti apretó en busca de la victoria, mientras que el City también la buscó, pero por momentos, especialmente en los minutos finales, parecía que el empate en el Bernabéu no era un mal negocio. Al final, ninguno de los dos volvió a marcar y su futuro se lo jugarán el día 17 en Manchester



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Media hora le bastó al Atlético para ir con ventaja en el duelo de la intensidad

A los cuatro minutos, De Paul abrió el marcador tras una recuperación en campo contrario.
Para la vuelta, el Cholo no podrá contar con Lino por acumulación de amonestaciones. 


Al Atlético de Madrid le bastó con superar al Borussia en la primera media hora de partido para irse a la vuelta con la ventaja de 2-1. Y eso que los colchoneros pudieron dejarla sentenciada después de que Lino fallase el 3-0 tras un saque de falta de Griezmann. Lo importante es que los rojiblancos jugarán dentro de seis días con ventaja en Alemania.

En la previa del encuentro, Simeone dijo que “el Borussia es el equipo más intenso de los que quedan en la Champions”. Quizás por eso en los entrenamientos previos al partido se centró en hacer hincapié en este aspecto a sus jugadores. Por eso el Atlético salió a por todas desde el primer minuto, con una presión arriba que le puso muy difícil a los alemanes salir de su campo.

Fruto de esta intensidad llegó el 1-0. Morata presionó al meta Kobel, éste que metió en un aprieto a Maatsen que vio como su envío a Sabitzer lo robó De Paul para encarar al portero y con el exterior poner el 1-0 en el marcador. Un gol que celebró con rabia el argentino y que acabó abrazándose con un Cholo que unos instantes antes había pedido calma a la grada.

El Borussia estaba grogui, el Atlético le tenía contra las cuerdas. Los saques de esquina se sucedían hasta siete en 24 minutos, una auténtica barbaridad. Así llegaron las ocasiones de Witsel por partida doble, una chilena de Lino, un disparo de Griezmann y un cabezazo de Giménez.

A la media hora de partido, el equipo alemán pisó por primera vez área contraria fue Sancho con un slalom que acabó sacando a corner Giménez. En la siguiente jugada fue Nmecha el que cabeceó fuera.

Esto enfadó a los rojiblancos que un minuto después y tras un saque de banda de Molina lograron el segundo tanto. Mal despeje de la zaga alemana que recuperó Morata, filtró un pase a Griezmann, este en globo a Samuli, así le llaman en el vestuario, y el brasileño que no perdonó. Era el 2-0 en el minuto 32.

Tras ese gol, el Atlético bajó un poco la intensidad y empezaron a llegar las ocasiones del Borussia. Antes del descanso Adeyemi vio como Witsel le despejó un disparo lejano, Oblak realizó un paradón a disparo desde lejos de Maatsen, y Sancho en una jugada personal lanzó alto. Al final se llegó con 2-0 al descanso.

Si la primera parte acabó con un Borussia muy superior y con opciones de recortar distancias tras el descanso siguió igual. En los primeros cinco minutos llegaron dos disparos lejanos de Sabitzer y Fulkrug que obligaron a Oblak a intervenir. Unos minutos después también reclamaron un posible penalti de Azpilicueta a Fulkrug, pero el árbitro no lo consideró.

Así que Simeone movió piezas. Sorprendió a todos retirando del campo a Morata para que entrase Barrios. Un cambio con el que Marcos Llorente terminó de delantero. Eso permitió al equipo hacer posesiones más largas. Fruto de esto se pudo ver un centro de Llorente al que no llegó por poco Lino.

Unos minutos después, Griezmann forzó una falta lateral. El Principito la lanzo y su pelota llegó al segundo palo para que Lino la rematase, y Kobel salvase el 3-0 que podría haber sido definitivo. Aún tendría una más Lino en el minuto 80.

Pero en la siguiente jugada llegó el jarro de agua fría cuando Brandt se cruzó toda la frontal del área para ceder la pelota a Haller que hizo el 2-1. Mazazo para los colchoneros que se quedaron groguis y vieron como el Bynoe-Gittens pudo empatar en un disparo que envió Oblak al larguero.

Un 2-2 que pudo llegar en la última jugada del partido cuando Julian Brandt cabeceó a la cruceta de la meta de Jan. Pero no entró y los colchoneros acabaron sufriendo para llevarse un resultado positivo para la vuelta.



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El Atlético se estrella con la misma muralla otra vez

Atlético con dos caras, una primera mitad en la que encajaba dos goles en cinco minutos.
Una segunda, en la que reaccionaba, empataba, pero el Dortmund castigaba su fragilidad defensiva con dos goles más.


El Atlético está fuera de las semis de Champions porque ya no es aquel equipo duro como una roca al que no había forma de meterle mano. Este Atlético es frágil en lo defensivo como lo era antes de Simeone. Si llegas al Westfalen Stadion y te meten cuatro, como te los metieron la última vez que apareciste por aquí. Si no aprendiste de aquello y no interpretas las claves del partido que te están llevando al desastre, estás liquidado. Y eso fue a grandes rasgos lo que sucedió. Hay mucho que meditar.

El partido entre el Dortmund y el Atlético arrancó demente, con dos de esas ocasiones que se fallan en una entre cien. Primero Sabitzer a puerta vacía, con Oblak ya vencido, para que Azpilicueta se vistiera de héroe para sacarla debajo de la portería, tirándose al suelo.

No se lo creía el Westfalen Stadion, casi tanta incredulidad como la que albergó un minuto después, y hablamos de que apenas iban tres minutos de juego, cuando un balón prolongado dejaba solo a Morata ante Kobel. El español la picaba pero el balón salía fuera. Increíble la ocasión desperdiciada, de esas que cambian el signo de una eliminatoria. De las que habrían congelado el infierno del Westfalen, que no paró de animar, incansable.

Había salido el Atlético más valiente de lo que se esperaba pero el Dortmund comenzó a acumular ocasiones. Primero Brandt con un potente tiro que Oblak repetía de puños, luego Adeyemi con un remate en escorzo en el área, que de nuevo detenía el esloveno. Era una buena noticia que el meta estuviese en su versión más de hombre de hielo, porque más allá la inicial de Morata, no había tenido ningún acercamiento interesante más en la primera media hora.

El Atlético había hecho su apuesta inicial a estar ordenado, dejar que el tiempo pasase, midiendo mucho sus subidas. Y claro, era un plan que estaba supeditado a que el Dortmund siguiese fallando. Una apuesta arriesgada de verdad como se vio poco después cuando Emre Can le daba un pase maestro a Brandt con el interior del pie. El internacional alemán, que ya había revolucionado a su equipo en la ida en el Metropolitano, disparaba con la izquierda, el balón se colaba por debajo de Oblak. La eliminatoria estaba igualada pero el Atlético no daba el paso adelante necesario, seguía contemporizando, haciendo cuentas.

Mal negocio de nuevo porque el Dortmund había encendido la maquinaria y en cinco minutos destaba la tormenta perfecta. En el 39' Maatsen se resarcir del error que había cometido en Madrid para marcarse un 'slalom' entre jugadores del Atlético que se limitaban a mirar. Ni Llorente, ni Koke, ni Molina, ni Witsel... nadie paraba al neerlandés, que se sacaba un disparo con la zurda que se colaba por el palo izquierdo. 2-0 antes del descanso. Por primera vez en la eliminatoria, el Atlético no iba por delante y se había quedado sin ventaja alguna y sin opción de especular.

Simeone le daba la vuelta al equipo en la segunda mitad. Entraban Barrios, Riquelme y Correa. Antes de saber ni siquiera si los cambios surtían efecto, el Atlético igualaba de nuevo la eliminatoria. Saque de esquina en el que se cruzaba Hermoso y Hummels, se la metía en propia puerta.

Estaba claro que era otro partido, otro Atlético. Sobre todo de la mano de un Correa, que se metía entre las piernas de las torres alemanas. Y así, en el 64', una larguísima jugada con varios rechazos terminaba en la red de la mano del rosarino.

El Atlético no aprendía de sus errores y se echaba atrás, a especular de nuevo. Y el Dortmund, una apisonadora en su cada, volvía a enlazar cinco minutos de locura. Primero el 'Panzer' Fullkrug de cabeza a la escuadra. Acto seguido Sabitzer de disparo cruzado a la base del palo. 4-2 y la eliminatoria decidida porque al Atlético no le quedaban ni fuerzas ni recursos para volver a engancharse.

Borussia Dortmund: Gregor Kobel; Julián Ryerson, Mats Hummels, Nico Schlotterbeck, Ian Maatsen; Marcel Sabitzer, Emre Can; Jadon Sancho, Julian Brandt, Karim Adeyemi; Niclas Füllkrug. DT: Edin Terzić.

Atlético de Madrid: Jan Oblak; Nahuel Molina, Axel Witsel, José María Giménez, Hermoso, Azpilicueta; Rodrigo De Paul, Koke, Marcos Llorente; Álvaro Morata, Antoine Griezmann. DT: Diego Simeone.

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¡El Real Madrid, a semifinales de la Champions!

El partido acabó 1-1 y todo se decidió en la tanda de penaltis donde Rüdiger le dio el pase a semifinales al Real Madrid ante el Manchester City


El Real Madrid está en las semifinales de la Champions. Y todo gracias a las paradas de Lunin en la tanda de penalti y a un lanzamiento de Rüdiger que le dio ese pase al equipo blanco. El partido fue un monólogo del City ante un Real Madrid que realizó un despliegue tremendo de supervivencia defensiva. Con eso le bastó para eliminar al campeón de Europa que lo hizo todo para ganar, pero se encontró con eso que tiene el Real Madrid en Champions y que está visto que nadie más tiene. Sólo así se entiende lo que pasó en el Etihad.

Ancelotti y Guardiola salieron con todo para buscar las semifinales de la Champions. No era para menos. Aunque el arranque del partido no fue el esperado. Como dos púgiles que se estudian antes de dar el primer golpe, City y Real Madrid salieron con la misma idea. Presionar la salida del rival en busca del error del rival e irse lo más rápido posible en busca del gol. Esa relativa tranquilidad que se vivió en el inicio del duelo acabó en el minuto 12 con el gol de Rodrygo. Balón largo a Bellingham que no estaba en fuera de juego,  pase a Valverde que se la dio a Vinicius, que tampoco estaba en posición ilegal. El brasileño le puso un pase de oro a Rodrygo que su primer disparo con la espinilla lo paró Ederson, pero el rebote le cayó de nuevo a Rodrygo que a la segunda no falló y puso el 0-1 en el marcador.

El Real Madrid dio el primer golpe a un City obligado a reaccionar. A eso se puso presionado aún más al Real Madrid que se las veía y se las deseaba para sacar el balón. Así llegaron las ocasiones inglesas para empatar. La más clara, el remate al larguero de Haaland que acabó con el balón en los pies de Bernardo Silva que falló una ocasión clarísima. El Real Madrid, cada vez más hundido en su campo, aguantó e incluso a la contra tuvo ocasiones para marcar su segundo gol.

El City era consciente del riesgo que corría con esas contras, pero estaba dispuesto a asumirlo. Su objetivo era empatar y las contras blancas no iban a ser un obstáculo en esa búsqueda del gol. La presión local iba en aumento, pero los de Guardiola no podían ni con el sistema defensivo blanco ni con Lunin. Las ocasiones iban cayendo del lado del equipo inglés que encerró al Real Madrid en su campo y que veía la meta de Ederson como si estuviera jugando en el campo infinito de la serie de animación japonesa Campeones. Vamos, que no se acercaba al área rival ni por equivocación y eso era por culpa del City y su agobiante presión arriba. Un equipo, el inglés que a pesar de sus esfuerzos, se marchó al descanso perdiendo 0-1 ante un Real Madrid para el que ese receso fue, sin duda, un alivio. Y una alegría porque acabó la primera mitad como equipo clasificado para las semifinales de la Champions League.

El segundo acto comenzó, como era de esperar, como acabó el primero, con el City apretando y creando ocasiones. Sin embargo, el Real Madrid sí que asomó la cabeza en un par de ocasiones por las inmediaciones de Ederson, aunque más para asustar que para otra cosa porque el partido y las ocasiones eran inglesas. El asedio del City al área del Real Madrid era total, pero el gol no llegaba y, apelando al tópico, los minutos iban pasando muy rápido para los ingleses y muy lento para los blancos. Un Real Madrid que por momentos parecía que ‘respiraba’ un poco con balones largos ante la asfixiante presión del City, pero fue un espejismo porque los de Guardiola apretaban y apretaban sin descanso metiendo a todo el Real Madrid literalmente en su área.

Empata De Bruyne
Ante este panorama, llegó la hora de los entrenadores. Guardiola dio entrada a Doku por Grealish para refrescar el ataque del City. Casualidad a o no, pocos minutos después de ese cambio, De Bruyne marcó el 1-1. Un mal despeje de Rüdiger le dejó el balón a los pies del belga que batió a Lunin en el minuto 76 para lograr el empate que el City tenía más que merecido. El partido volvía a empezar, pero con el riesgo de que con el poco tiempo que quedaba, cualquier fallo o despiste podía costar decir adiós a la Champions.

Ancelotti decidió entonces mover el banquillo y dar entrada a Modric por Kroos que está visto que en la mente del italiano no pueden jugar juntos. El City siguió apretando porque la prórroga no era una opción y De Bruyne tuvo el 2-1. Un tiempo extra que viendo lo que estaba pasando en el terreno de juego, sería un premio para un Real Madrid en el que entró Brahim por Rodrygo.

Los minutos finales del tiempo reglamentario fueron un suplicio para los de Ancelotti que en la segunda parte no disparó ni una vez a puerta. Con eso, le bastó a los blancos para llegar a la prórroga, con susto incluido de Haaland en la última jugada de los 90 minutos.

City y Real Madrid tenían media hora por delante para buscar el pase a las semifinales de la Champions. Guardiola, para sorpresa de todos, decidió comenzar ese tiempo extra cambiando a Haaland por Julián Álvarez para buscar más movilidad en su ataque y así, desordenar la defensa blanca.

La prórroga fue una continuidad de lo que se había visto en el tiempo reglamentario, el City atacando y el Real Madrid, defendiendo como podía. No acabó ahí el sufrimiento de Vinicius que se marchó del campo agotado y habrá que ver si lesionado de cara al Clásico. En su lugar entró Lucas Vázquez, pero más para reforzar defensivamente la banda derecha que para atacar. La primera parte de la prórroga acabó, de manera sorprendente, con una ocasión de Rüdiger para el Real Madrid.

Todo o nada para City y Real Madrid en 15 minutos con los penaltis en el horizonte y con los blancos sin Carvajal que se marchó desfondado. En su lugar entró Militao y Ancelotti ordenó una defensa de cinco con tres centrales.  Guardiola, por su parte, dio entrada a Kovacic y Stones para refrescar físicamente  a su equipo. El acoso del City no sólo no bajó si no que fue en aumento conforme se acercaban los minutos finales de la prórroga. Todo eso, ante la atenta mirada de un Real Madrid que achicaba como podía todos los balones centrados al área de Lunin y de vez en cuando aparecía por el área del City.

Todo en los penaltis
Al final, se llegó a los penaltis que viendo cómo había transcurrido el encuentro, fue un éxito para el Real Madrid. Ahora, sí que no iba más para los dos equipos que pusieron el pase a semifinales en las manos de Ederson y Lunin.

Julián Álvarez abrió la tanda de penaltis y no falló. Modric fue el primer lanzador del Real Madrid y lo paró Ederson. Un error de Modric que subsanó Lunin parando un penalti a Bernardo Silva que lo lanzó de la peor manera posible. Bellingham no falló para el Real Madrid y el siguiente en lanzar  fue Kovacic que vio como Lunin le paró el lanzamiento. Lucas Vázquez no falló en su lanzamiento para adelantar al Real Madrid en la tanda. Foden tampoco erró en su lanzamiento y el turno fue para Nacho que marcó su penalti. Ederson, el meta del City, se enfrentó a Lunin desde los 11 metros y no falló. Rüdiger, sí, Rüdiger, era el encargado de darle el pase al Real Madrid a las semifinales o alargar la tanda. El central no falló y el equipo blanco estará en semifinales donde se enfrentará al Bayern.



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Bayern y Real Madrid lo dejan todo para el Bernabéu

Vinicius, doblete, uno de penalti, marcó para el Real Madrid y Sané y Kane, de penalti, anotaron los goles del Bayern


El Bernabéu decidirá uno de los finalistas de la Champions League. Bayern y Real Madrid empataron en el partido jugado en Múnich. Un duelo en el que los dos equipos tuvieron sus momentos. Se adelantó el equipo blanco, remontaron los bávaros en cuatro minutos y Vinicius marcó de penalti para poner el empate final que lo deja todo abierto para el próximo 8 de mayo en el Bernabéu.

El inicio del partido demostró que el Bayern es mucho Bayern y más cuando juega en casa. No había pasado un minuto cuando Lunin evitó el 1-0 de Sané. Un aviso de lo que le esperaba a un Real Madrid que, por lo visto, no se esperaba ese arranque de partido. Y si se lo esperaban, algo no funcionó en el equipo blanco. Los de Ancelotti perdían todos los duelos individuales, eran incapaces de tener el balón y veían a Neuer lejos, lejísimos. El Bayern, con un fútbol agresivo y directo, llegaba con una facilidad pasmosa al área de Lunin. El centro del campo del Real Madrid era como el que sueña con ganar la lotería, una ilusión. Y así, con este panorama, no pintaban nada bien las cosas para el Real Madrid.

El arranque inicial alemán fue tremendo, pero para suerte de los blancos, el Bayern no marcaba. No fue hasta el minuto 20 cuando el Real Madrid tuvo un respiro y calmó el encuentro o, al menos, trenzó un par de jugadas en las que tuvo el balón el tiempo suficiente como para pensar que el asedio bávaro había sido controlado. Todo eso pasó cuando Kroos apareció en el partido y a partir de ahí, el Madrid no sólo calmó a la fiera, si no que puso el 0-1 en el marcador. Pase magistral de Kroos a Vinicius que le dejó mano a mano ante Neuer y el brasileño no falló para adelantar al Real en el minuto 24. El Bayern pudo y no marcó y el Madrid, en su primer disparo a puerta, gol. Ahí estuvo la diferencia. Casi nada.

El equipo alemán, como no podía ser de otra manera, fue con todo a por la meta de Lunin buscando el empate. El Real Madrid no cometió los errores del inicio del duelo y aguantó más el balón para frenar las acometidas de un Bayern al que el gol de Vinicius le hizo daño. Sus jugadas de ataque ya no eran tan rápidas, tan directas y eso le facilitó la vida a los de Ancelotti a la hora de defender. A pesar de los intentos germanos, se llegó al descanso con el Real Madrid ganando 0-1 con su único disparo entre los tres palos en esos primeros 45 minutos.

Remontada
El segundo acto no comenzó como todos esperaban, al menos en Múnich. El Bayern parecía que era el que iba ganando y no un Real Madrid que se hizo dueño del balón y, por lo tanto del partido. Fruto de eso, Kroos tuvo el 0-2, pero Neuer lo evitó con una gran parada. El Real Madrid tenía el partido controlado, pero apareció Sané para marcar el 1-1 en el minuto 53 en una gran acción personal que acabó con un disparo por el palo de Lunin que pudo hacer algo más. Ese gol cambió el partido porque el Bayern resucitó y en el minuto 56, Lucas cometió un penalti sobre Musiala. Kane no falló y puso el 2-1 en el marcador en el minuto 57. El Real Madrid pasó en cuatro minutos, de ir ganando tranquilamente, a verse por detrás en el marcador.

A los blancos, cómo no, les tocaba volver a remontar en Champions. A eso se puso, con Ancelotti dando entrada a Camavinga por Nacho, lo que supuso que Tchouaméni pasara al centro de la defensa. Aunque lo cierto, es que el Bayern estaba más cerca de aumentar su ventaja en el marcador con Musiala destrozando la defensa blanca. El entrenador blanco quiso reactivar a su equipo quitando Kroos y Bellingham y metiendo a Modric y Brahim.

Coincidencia o no, Vinicius tuvo el 2-2 que evitó Neuer, pero no falló para marcar de penalti en el minuto 83. Una pena máxima que Kim cometió sobre Rodrygo, tras una acción de... Vinicius. Un empate con el que no se conformaron ninguno de los dos equipos que se dejaron de especular y fueron a por más goles. A pesar de los intentos de ambos conjuntos, el marcador no se movió más y todo se decidirá en el Bernabéu.



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Füllkrug decide un pulso espectacular y al PSG le tocará remontar

El Dortmund toma ventaja en la semifinal de la Champions tras un partido equilibrado y de alternativas al que solo le faltaron más goles


El PSG de Luis Enrique sigue sin ganar ante el Muro Amarillo. Esta vez, en su cuarta visita a Dortmund, perdió por 1-0 y a Kylian Mbappé y Ousmane Dembélé les tocará remontar el próximo martes en el Parque de los Príncipes si quieren alcanzar la final de Wembley. Un solitario gol de Niclas Füllkrug decidió a favor del Borussia un partido espectacular, intenso, con alternativas y continuas ocasiones sobre todo en el segunda parte.

Fue una bonita semifinal entre dos equipos amantes del buen fútbol que no especularon en ningún momento y buscaron la portería sin pensar en el partido de vuelta.

Salida en tromba del Dortmund
Como era de prever, hubo constantes alternativas. El Dortmund empezó muy fuerte y su tremenda presión, tanto en las gradas como en el césped, puso en aprietos al PSG. Nuno Mendes sufrió con el resurgido Jadon Sancho durante todo el partido y una de sus incursiones acabó con Gianluigi Donnarumma evitando el gol de Marcel Sabitzer.

Superada esta fase inicial de agobio, el PSG empezó a triangular con rápidas asociaciones, Ousmane Dembélé probó dos disparos que le salieron desviados pero a los jugadores de Luis Enrique les faltó acierto en el último pase y acabaron la primera parte sin un solo remate entre los tres palos.

Balón largo y gol de Füllkrug
El gol del Dortmund llegó cuando no tenía el control y lo logró al sacar a relucir uno de sus múltiples recursos ofensivos: el juego directo. Un descuido en  la presión permitió al central Nico Schlotterbeck enviar un balón largo y Niclas Füllkrug, al estar fuera de posición Marquinhos, se escapó tras buen control y fusiló a Donnarumma (36').

Antes del descanso Füllkrug, peligroso cada vez que intervino, dejó un gran balón a Marcel Sabitzer, cuya volea a bocajarro sacó el meta italiano.

Dos postes del PSG en la misma jugada
En un nuevo giro del partido, el inicio de la segunda mitad del PSG fue demoledor. En apenas diez minutos sometió al Dortmund a un continuo bombardeo del que salió indemne gracias a un seguro Gregor Kobel y sobre todo a los postes, que en la misma jugada repelieron un disparo marca de la casa de Mbappé desde la izquierda y otro raso de Achraf Hakimi. El crack del PSG, que jugó de 9, no lució como de costumbre aunque tuvo detalles desequilibrantes.

El Dortmund, impulsado por un Sancho estelar, reaccionó y el partido se rompió con continuas transiciones en que ambos equipos tuvieron claras ocasiones para marcar. Füllkrug remató alto con todo a favor tras desbordar una vez más Sancho, pero Dembélé dispuso una que frustró Kobel con un paradón y otra que envió alto en inmejorable situación.

Cuesta creer que solo se marcara un gol en el Signal Iduna Park porque, como predijo en la vispera Luis Enrique, el partido deparó un espectáculo futbolístico acorde con una semifinal de Champions.

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