El Inter, a cuartos doce años después tras eliminar al Porto

El gol de la ida, de Lukaku, abrió al Inter las puertas de los cuartos tras una década de ausencia


Doce años después, el Inter volverá a jugar los cuartos de final de la Champions tras el 0-0  de este martes en la vuelta de octavos contra el Porto en Do Dragao. El gol de la ida, obra de Romelu Lukaku, valió para el Inter seguir adelante en el torneo al dejar fuera al Porto. Un buen trabajo defensivo, con un acertado André Onana bajo palos, permitió al equipo negriazul alcanzar los anhelados cuartos. Sufriendo mucho al final, con el Porto estrellando dos balones en el palo en 30 segundos.

El Inter supo defenderse bien en Do Dragao ante un Porto con bajas importantes, como las de Otavio, Joao Mario y Pepe, y al que le faltaba más poder para desequilibrar, Era, al fin y al cabo, el que tenía que remontar la eliminatoria.

La posesión correspondía en la primera parte al Porto, pero no le sirvió para avanzarse en el marcador. Mateus Uribe tuvo la primera ocasión del encuentro, un disparo desde fuera. Tras un error de Dumfries, Stephen Eustaquio pudo también marcar en un chut que paró André Onana.

Y, por parte del Inter, Edin Dzeko tuvo una buena oportunidad, pero Diogo Costa, portero del Porto, logró desviar el balón. En el tramo final de la primera mitad, el conjunto de Sergio Conceiçao apretó con insistencia al de Simone Inzaghi y en el 40' Dimarco evitó in extremis, al desviar el balón, que marcara el Porto.

El Porto empezó también fuerte tras el descanso, con un par de ocasiones, pero después creció el Inter mientras el conjunto de Do Dragao empezaba a dar los primeros signos de cansancio. Barella buscó el gol con un potente disparo. Fue un encuentro (y una eliminatoria) enormemente equilibrada y en el 76' Onana impidió con una gran parada que marcara Grujic. Bastoni y Darmian se retiraron lesionados.

Fue un partido de desgaste para ambos equipos. Para el Porto, por la necesidad de atacar para remontar el 1-0 de San Siro. El Inter, por la necesidad de defenderse. Pepê Aquino frenó una jugada de Lukaku. Tras el córner, el remate de cabeza de Dumfries lo atrapó Diogo Costa.

Siguió intentándolo el Porto, en busca de un gol que forzara la prórroga y abriera las puertas de la esperanza. Marcano estuvo a punto de lograrlo en dos ocasiones. Dos disparos a la madera en 30 segundos (uno al palo y otro al larguero). Dumfries salvó además un balón sobre la línea. Desesperación y emoción en Do Dragao. Pepê Aquino, expulsado. Los 'dragoes' no tuvieron puntería y su camino en esta Champions acaba aquí.



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El Real Madrid no dejó soñar al Liverpool con la remontada

Ganó con gol de Benzema y estará en cuartos de la Champions


El Real Madrid cumplió el tramite del duelo ante el Champions como el que va a un examen sabiendo las respuestas a todas la preguntas. El 2-5 de la ida pesó mucho en el duelo del Bernabéu en el que el Real Madrid volvió a ser muy superior a un Liverpool que no tuvo margen para soñar con una remontada. Se marchó del Bernabéu con una nueva derrota en una eliminatoria que perdió en Anfield.

El Liverpool, como no podía ser de otra manera con el 2-5 de la ida, salió con todo al césped del Bernabeú y el Real Madrid, con lo esperado, con la única novedad de Camavinga por Tchouaméni en el pivote defensivo, Con las cartas sobre la mesa, era el turno de jugar y los dos equipos demostraron que lo de especular no iba con ellos. El Liverpool porque no podía y el Real Madrid porque no quería sustos. El equipo inglés salió a presionar la salida del balón blanca para robar el balón lo más cerca posible de la meta de Courtois y el Real Madrid pronto se dio cuenta de las lagunas defensivas británicas con ese sistema. Así, con contras, el Real Madrid se fue haciendo con el mando del duelo, aunque, no del todo porque el Liverpool sacaba petróleo de los errores defensivos locales y de la velocidad de sus puntas.

El partido entró en una fase de ataques continuos a las dos áreas, con el Real Madrid generando mucho más peligro. Los de Ancelotti tuvieron el gol muy cerca, pero Allison hizo una parada increíble a Vinicius y después, tocó el balón lo suficiente como para desviar al larguero un disparo de Camavinga. La sensación en el Bernabéu es que estaba más cerca del 1-0 que el 0-1, pero en el último cuarto del primer tiempo, todo cambió.

El Liverpool aumentó y mejoró su presión a la salida de balón de un Real Madrid que cometía muchos errores en esa salida. Se pasó de las ocasiones blancas a las británicas y si Allison evitó el tanto de los de Ancelotti, Courtois hizo lo propio con dos remates de Darwin y Gapko que se encontraron en el meta belga. Al final, ni uno ni otro equipo acertaron a marcar y se llegó al descanso sin goles.

El Liverpool tenía 45 minutos para intentar la remontada y el Real Madrid, el mismo tiempo para cerrar definitivamente, si no lo estaba ya, el pase a los cuartos de la Champions. A pesar de las urgencias británicas, fue el equipo español el que salió mejor tras el descanso, moviendo muy bien el balón y con ocasiones de gol que se quedaban siempre por el camino. El Real Madrid generaba mucho fútbol, pero le faltaba la eficacia que mostró en el partido de Anfield.

El Liverpool, por su parte, lo intentaba una y otra vez, pero sus llegadas peligrosas al área de Courtois eran esporádicas y así, tenía muy difícil lograr una remontada. Bueno, más difícil de lo que lo estaba al inicio del encuentro con ese 2-5 de la ida. Klopp refrescó su ataque y centro del campo, pero tampoco le funcionó porque su equipo seguía sin dar con la tecla. Como tampoco el Real Madrid que erraba una y otra vez ocasiones de gol.

Hasta que llegó el minuto 79 cuando Benzema marcó el 1-0. Una jugada de errores, de malos controles, pero que acabó en gol. Camavinga le dio el pase a Benzema que controló mal, pero le llegó a Vinicius cuyo intento de remate fue malo, pero desde el suelo le dio el pase a Benzema para poner el 1-0 en el marcador  de un partido que acabó con bronca del Bernabéu por un penalti que el colegiado,  tras ir al verlo al VAR, no señaló. Tampoco le hacía falta al Real Madrid que  fue muy superior al Liverpool y ahora, los blancos esperan rival para los cuartos en el sorteo de este viernes.



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Sorteos de los cuartos de final, semifinales y final de la UEFA Champions League

¿Cuándo es el sorteo de cuartos de final de la Champions League?
El sorteo tendrá lugar en la Casa del Fútbol Europeo de Nyon (Suiza) el viernes 17 de marzo. La ceremonia comienza a las 12:00 HEC y se retransmitirá en directo a través de UEFA.com.

¿Quién está en el sorteo de cuartos de final de la Champions League?
Participan los ganadores de las ocho eliminatorias de octavos de final.

 - AC Milan (ITA)
 - Bayern (GER)
 - Benfica (POR)
 - Chelsea (ENG)
 - Inter (ITA)
 - Man City (ENG)
 - Nápoles (ITA)
 - Real Madrid (ESP)

¿Pueden enfrentarse equipos del mismo país en cuartos de final de la Champions League?
Sí, el sorteo es completamente abierto. No hay cabezas de serie ni protección por países, por lo que los clubes pueden enfrentarse a rivales de la misma federación nacional y a equipos a los que se hayan enfrentado previamente en la fase de grupos.

¿Se sortean al mismo tiempo las semifinales de la Champions League?
Sí, hay tres sorteos: el de cuartos de final, el de semifinales, en el que se emparejan los emparejamientos de cuartos de final, y el tercero, que determina el equipo "local" en la final por razones administrativas.

¿Cuándo son los cuartos de final?
Los partidos de ida tendrán lugar el martes 11 y el miércoles 12 de abril, y los de vuelta el 18 y el 19 de abril. Las semifinales serán los días 9/10 y 16/17 de mayo, y la final el sábado 10 de junio.

Insaciable City ante un anodino Bayern

El cuadro de Guardiola, embalado hacia la Champions.


A falta de confirmarlo la semana que viene en el Allianz Arena, el City acaricia las semifinales de la Champions después de atormentar al Bayern, irreconocible en el Etihad: 3-0. Acostumbrado a la excelencia de los sábados y los domingos, al cuadro de Manchester le faltaba una noche sublime entre semana. Se lo reclamaban a Guardiola desde que puso un pie en Inglaterra, aunque el de Santpedor insista que lo normal no es ganar sino perder. Esta noche triunfó por todo lo alto.

Con mucho respeto arrancó el choque, lógico cuando hay tanto en juego. Para bien o para mal, el reencuentro con Tuchel evocaba a Guardiola la noche que más cerca estuvo de alzar la Champions en esta etapa inglesa. La estrategia ordenaba paciencia. El City, un equipo con más volumen que el Bayern, necesitó que el Etihad se encendiera para empezar a funcionar. Impermeable a la tormenta, se articuló a partir del cuarto de hora.

No se arrugó el Bayern porque lo tiene prohibido. Sin embargo, sin un ariete de referencia no fue lo mismo. No tuvo punto y final como el City con Haaland, pese a que el noruego estuvo más discreto que otras veces. Raro fue verle ejecutar un remate blando en el primer tiempo, más encogido en Champions. Entre medias Rúben Dias se interpuso con personalidad a un intento de Musiala a quemarropa. Fue un punto de inflexión.

Necesitaba el partido una genialidad para desenredarse y Rodri entró en escena. Con la clase que le caracteriza recortó a Musiala en la frontal y firmó un gol de bandera con un remate ajustado a la escuadra, con la zurda: 1-0. Cerró el puño Guardiola, tranquilo después de todo. Consciente de las intenciones de Tuchel, colocó a muchos futbolistas por dentro para comprometer a Kimmich y Goretzka, como si intuyera lo peor en esa zona.

Impuso su sello el City, pero el Bayern no hizo amago de dimitir. En la reanudación tuvo el empate en un mano a mano de Sané con Ederson, pero al arquero brasileño se le encendió la luz. Tan cuestionado por no ser determinante en Champions, esta vez se resarció en dos ocasiones. Imprescindible para explicar que la noche del City solo pudiera ir a más y mejor. Le entró tembleque al cuadro de Tuchel, nada que ver con el que atropelló con Nagelsmann al PSG.

Nadie representó mejor la ansiedad que Upamecano, que se entregó cuando Grealish sopló a su espalda. El francés perdió el norte, Haaland oteó al frente y le puso el cuero perfecto para el remate de cabeza de Bernardo Silva: 2-0. El segundo gol hizo trizas al Bayern, por entonces un equipo descamisado ante la catarata de ocasiones del campeón inglés. Fue un atropello, la revancha que buscaba Guardiola con Tuchel desde la Champions perdida en Oporto.

El City, atómico en busca de la gloria continental, puso la sentencia a través de Haaland. No fue su mejor partido, pero ni por esas falla a su cita habitual. En un despiste defensivo, Stones aprovechó la endeblez visitante para prolongar un balón al que el noruego solo tuvo que dar el último empuje: 3-0. Aunque la prudencia sea la mejor compañera de viaje a Múnich, solo un milagro puede cambiar el destino. El City tiene las semifinales a un palmo.



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El Real Madrid, más cerca de las semifinales de Champions

Los goles de Benzema y Marco Asensio le dan ventaja al Real Madrid ante un Chelsea que acabó con 10


Hay un partido en Londres y en esto del fútbol todo puede pasar, pero lo cierto es que tras la victoria en el Bernabéu ante el Chelsea, el Real Madrid está más cerca de las semifinales de la Champions. Los de Ancelotti ganaron un partido que no fue fácil y en el que, sin duda, influyó mucho que el Chelsea jugó con 10 desde el minuto 59 A pesar de eso, el Real Madrid mereció mucho más la victoria que un equipo inglés que tiene más dudas que certezas.

Como se esperaba, Ancelotti salió con el once que goleó al Barça en Copa esperando que se repitiera los mismo que pasó en el Camp Nou: una victoria holgada que le acercara a las semifinales de la Champions. Sin embargo, se vio desde el inicio que el Chelsea no estaba por la labor de ser un convidado de piedra y fue al Bernabéu a dar la sorpresa. Y a punto estuvo Joao Felix en el minuto dos, pero se encontró con Militao y Courtois que evitaron el gol del portugués. Una jugada que dejaba muy claro a l que iba a jugar el Chelsea, robar y salir corriendo a la meta del Real Madrid. Los blancos no se enteraron de ese plan inglés hasta pasados 10 minutos cuando Ancelotti mandó a los suyos presionar la salida de balón del Chelsea y ser más agresivos tras una pérdida para evitar esas contras.

Así, fueron llegando las primeras ocasiones de un Real Madrid más agresivo que un Chelsea al que en muchas ocasiones se le hacía de noche intentando sacar el balón. El Real Madrid mandaba, pero tampoco llegaba con claridad a la meta de Kepa. Hasta que en el minuto 22, un balón colgado al área de Carvajal, lo tocó Vinicius lo suficiente como para que Kepa tuviera que actuar despejando ese balón que le cayó en los pies a Benzema que no falló para poner el 1-0. Fiesta en el Bernabéu que estuvo a un paso de convertirse en tragedia porque un minuto después, Courtois se puso su capa para salvar el gol del Sterling. El encuentro seguía siendo del Real Madrid en el que cuando se juntaban Vinicius, Rodrygo y Benzema, algo iba a pasar, El Chelsea, por su parte, lo centraba todo en James que superó en más de una ocasión a Camavinga. Así, entre más sensación de peligro que ocasiones por parte de los dos equipos se llegó al descanso con ese 0-1.

El Chelsea salió tras el descanso dispuesto a presionar más al Real Madrid en su campo, pero fueron los de Ancelotti que tuvieron la primera ocasión, en este caso de Modric. Los ingleses querían pero no podían y peor parecía que les ponía la noche, primero con la lesión de Koulibaly y, después, con la expulsión de Chilwell en el minuto 59 por una falta sobre Rodrygo que se iba solo hacia Kepa. Con uno más, todo apuntaba que el Real Madrid lo iba a tener más fácil para ampliar su ventaja en el marcador y, por lo tanto, en la eliminatoria.

Eso es, al menos, lo que decía la teoría porque la realidad mostró que los blancos, perdidos en paredes en la frontal del área, les costaba dios y ayuda marcar. Ante esa panorama, Ancelotti movió el banquillo y dio entrada a Marco Asensio por Rodrygo y,a Rüdiger por Camavinga para colocar a Alaba como lateral izquierdo. Dos movimientos en busca de más profundidad en el taque del Real Madrid. Y le salió de perlas el plan a Ancelotti porque Marco Asensio marcó el 2-0 con un disparo raso desde la frontal. Era el minuto 74 y sólo tres antes, el balear había entrado en el terreno de juego. Un gol que acercaba a los blancos un poco más a las semifinales de la Champions.

De ahí hasta el final, tanto Real Madrid como Chelsea buscaron el gol. Los blancos para dejar casi sentenciada la eliminatoria y los ingleses, para tener más opciones  para la vuelta.  En esa 'guerra' los de Ancelotti estuvieron más cerca de lograr su objetivo, aunque en la prolongación, Rüdiger evitó el tanto del Chelsea. Entre unos y otros, el marcador no se volvió a mover y el Real  Madrid logró un triunfo que le acerca a las semifinales de la Champions.



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El Madrid cumple el trámite en Londres y se mete en semifinales

Militao se perderá la ida de semifinales por acumulación de amarillas


El Real Madrid estará en las semifinales de la Champions tras cumplir el trámite en Stamford Bridge, donde los blancos se impusieron al Chelsea gracias a un doblete de Rodrygo en un nuevo ejercicio de oficio y jerarquía en la máxima competición continental. El equipo de Ancelotti ya espera en la antesala de la gran final de Estambul a Manchester City o Bayern después de someter a un conjunto blue cogido con pinzas que se diluyó con el 0-1. Antes eso sí, el Madrid se encomendó a Courtois, héroe al filo del descanso para impedir, con un paradón, que el Chelsea se metiera en la eliminatoria.

Carlo Ancelotti ha encontrado su once para los partidos grandes y hasta que un rival no le quite la razón, mantendrá su apuesta. Con la sabiduría y la experiencia de Kroos y Modric y el nervio y el recorrido de Valverde, el Madrid no tardó en domar el partido y llevarlo a su terreno frente a un Chelsea que juega a chispazos y buscando las segundas jugadas. Lampard optó por una fórmula nunca vista en un equipo obligado a remontar: dejó casi toda la artillería en el banquillo salvo Havertz, que fue suplente en el Bernabéu. Ni rastro de Joao, Sterling, Pulisic, Mount o Mudryk en el once.

Sin apenas noticias de Enzo, el primero en avisar fue Kanté, que desperdició una ocasión muy clara dentro del área tras un pase de Reece James, más extremo que lateral. El aviso blue cambió la dinámica del partido durante unos compases y alteró la tranquilidad inicial de los blancos. El Madrid dio un paso atrás porque no podía abarcar toda la anchura del 3-5-2 de Lampard y el Chelsea empezó a merodear el área de Courtois más por fe e intensidad que por juego.

En ese tímido arreón llegó una tarjeta amarilla a Militao que le impedirá estar en la ida de semis. Mal asunto en el Madrid cuando en el horizonte asoma Haaland y pierdes a tu mejor central.

Tras cinco minutos de agobio, Kroos volvió a coger el partido por la pechera y Rodrygo se activó. El extremo diestro empezó a acaparar balón porque Benzema y Vinicius estaban bien desactivados por la zaga del Chelsea. El 20, que jugó a sus anchas en la ida, no encontró ni de lejos el latifundio que le regaló el Chelsea en Chamartín y apenas generó peligro en el primer tiempo. El encargado de amenazar a Kepa fue el 21, que estrelló un derechazo a la madera en el ecuador del primer tiempo.

A pesar de los avisos iniciales, la calma chicha imperó en un partido con escasa presencia en las áreas hasta que el orden se rompió al filo del descanso. Primero avisó el Madrid con dos llegadas claras de Modric y Vinicius al contragolpe pero la más clara la tuvo el Chelsea en el descuento. Un centro desde la banda diestra que nadie acertó a rematar o rechazar acabó en los pies de Cucurella, más solo que la una en el segundo palo. Tenía tiempo para controlar pero ese segundo de más lo aprovechó Courtois para achicarle el espacio, agigantarse y evitar con un paradón antológico que el Chelsea abriera la eliminatoria de par en par antes de enfilar el camino de los vestuarios.

Envalentonado y sin nada que perder, el Chelsea salió a tumba abierta en la reanudación y acumuló hasta cuatro acercamientos amenazantes. Era el peor momento del Madrid en el partido y sentía el peligro Ancelotti, que mandó a Tchouaméni a calentar. Pero mientras se preparaba el francés para salir, Militao encontró al espacio a Rodrygo y el brasileño enfiló el área tras a rebufo a Chalobah. En las narices de Kepa y de la zaga del Chelsea, Rodrygo y Vinicius trenzaron un tuya-mía para que el 21 embocara para hacer el 0-1 (58’).

Ya por debajo en el marcador, Lampard sí se atrevió a quemar las naves y dio entrada a Mudryk, Sterling y Joao. Pero como al inglés no hay quien le entienda, retiró del campo a Enzo, el único que puso luz en el oscuro juego del Chelsea. El equipo blue lo siguió intentando por amor propio, pero el gol de Rodrygo ya había hecho trizas el intento de remontada. Por si fuera poco, antes del minuto 80, Vinicius y Valverde trenzaron una jugada que volvió a resolver Rodrygo. Jaque mate en la Champions para un Chelsea al que el Madrid le vino muy grande.



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