Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES .



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Autor Tema: NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES  (Leído 237322 veces)

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Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES
« en: 22 de Mayo de 2024, 06:30:13 06:30 »

Aragón

Aragón es una comunidad autónoma española, resultante del reino histórico homónimo y que comprende el tramo central del valle del Ebro, los Pirineos centrales y parte del sistema Ibérico, al norte del país. Está definida en su estatuto de autonomía como nacionalidad histórica.

En 1982 se constituyó la actual comunidad autónoma, compuesta por las provincias de Huesca, Teruel y Zaragoza, y articulada en treinta y tres comarcas. Su capital es la ciudad de Zaragoza, en la que se concentran algo más de la mitad de los 1.325.342 habitantes de Aragón (INE 2022). Se sitúa en el puesto undécimo de las comunidades españolas en términos de población, a pesar de ser la cuarta por extensión. Esta diferencia se debe a que es también una de las cuatro comunidades con menor densidad de población que es de 27,86 hab./km².

Limita al norte con Francia (Occitania y Nueva Aquitania), por el oeste con Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Navarra y por el este con Cataluña y la Comunidad Valenciana. La comunidad cuenta con dos cadenas montañosas. El Pirineo concentra en la provincia de Huesca las mayores altitudes, con el pico Aneto como techo de Aragón y de la cordillera. El Aneto cuenta con una altitud de 3404 metros sobre el nivel del mar. El sistema Ibérico limita con la meseta central y su pico más alto es el Moncayo, que, con 2313 metros sobre el nivel del mar, se alza entre las provincias de Zaragoza y Soria. La región alberga el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, situado en la comarca pirenaica de Sobrarbe. Creado en 1918, se trata del segundo parque nacional más antiguo de España.

En Aragón se hablan distintas variedades lingüísticas, clasificadas dentro de tres idiomas, el español, el aragonés y el catalán. La lengua mayoritaria, y la única oficial, es la española. El español aragonés se incluye entre las variantes septentrionales del español, con características propias sobre todo en el léxico y la entonación. Este tipo de español es predominante en la comunidad autónoma debido a la impronta del aragonés, lengua hablada anteriormente en todo el territorio. Actualmente se habla aragonés en algunos puntos del centro y norte de la provincia de Huesca y del extremo noroccidental de la provincia de Zaragoza, en especial en los valles pirenaicos. Según la Ley de Lenguas de Aragón, el aragonés se considera como lengua propia, original e histórica de Aragón, aunque no es oficial.

Símbolos

Escudo
El escudo actual de Aragón se compone de los cuatro cuarteles y se atestigua por primera vez en 1499, consolidándose desde la Edad Moderna para arraigar decididamente en el siglo XIX y resultar aprobado, según precepto, por la Real Academia de la Historia en 1921.

El primer cuartel aparece a fines del siglo XV y conmemora, según interpretación tradicional, el legendario reino de Sobrarbe; en el segundo cuartel figura la denominada «Cruz de Íñigo Arista», innovación de Pedro IV el Ceremonioso (a partir de una interpretación anacrónica de la cruz que simbolizaba la religión de los reyes cristianos asturianos, navarros y aragoneses), que la tomó por armas de los antiguos reyes de Aragón, si bien históricamente no hubo en la península emblemas heráldicos (o «armas de señal», como se decía en la Edad Media) antes de la unión dinástica de 1137 de la Casa de Aragón con la de Barcelona; en el tercer cuartel aparece la Cruz de San Jorge cantonada de cuatro cabezas de moro (la llamada «Cruz de Alcoraz»), que se atestigua por vez primera en un sello de 1281 de Pedro III de Aragón y recordaría, según tradición surgida a partir del siglo XIV, la batalla en la que Pedro I y el futuro Alfonso I el Batallador tomaron Huesca y fue considerado en la Edad Moderna uno de los emblemas privativos del reino de Aragón; y en el cuarto está el emblema de las llamadas «barras de Aragón» o Señal Real de Aragón, el más antiguo de los emblemas heráldicos que forman parte del escudo actual, datado en la segunda mitad del siglo XII.

Este emblema de palos de gules y oro se usó en sellos, estandartes, escudos y pendones indistintamente, no siendo sino un emblema familiar que posteriormente denotó la autoridad como rey de Aragón hasta que, con el nacimiento del Estado moderno, comenzó a ser símbolo territorial.

Bandera
La bandera actual se aprobó en 1984, con lo establecido en el Artículo 3 del Estatuto de Autonomía de Aragón, la bandera es la tradicional de las cuatro barras rojas horizontales sobre fondo amarillo junto con el escudo de Aragón desplazado hacia el asta.

Las barras de Aragón, elemento histórico común de las actuales cuatro comunidades autónomas que en su día estuvieron integradas en la Corona de Aragón, están presentes en el tercer cuartel del escudo de España.

Himno
El himno de Aragón fue regulado en 1989 con la música es del compositor aragonés Antón García Abril que combina la antigua tradición musical aragonesa con elementos musicales populares dentro de una concepción moderna. La letra fue elaborada por los poetas aragoneses Ildefonso Manuel Gil, Ángel Guinda, Rosendo Tello y Manuel Vilas y destaca dentro de su armazón poética, valores como libertad, justicia, razón, verdad, tierra abierta... que históricamente representan la expresión de Aragón como pueblo.

Además del himno oficial, el Canto a la libertad de José Antonio Labordeta es generalmente considerado el himno oficioso de la comunidad.

Día oficial

El Día de Aragón se celebra el 23 de abril y conmemora a San Jorge, patrón del Reino de Aragón desde el siglo XV. Aparece recogido en el Artículo 3 del Estatuto de autonomía de Aragón desde 1984. Se realizan actos institucionales como la entrega de los Premios Aragón por parte del Gobierno de Aragón o la composición de una bandera de Aragón floral, con la colaboración de los ciudadanos, en la plaza de Aragón de Zaragoza.

Geografía
La superficie de Aragón es de 47.719,2 km² de los cuales 15.636,2 km² pertenecen a la provincia de Huesca, 17.274,3 km² a la provincia de Zaragoza y 14.808,7 km² a la provincia de Teruel. El total representa un 9,43 % de la superficie de España, siendo así la cuarta comunidad autónoma en tamaño por detrás de Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha.

Está situada en el noreste de la península ibérica, a una latitud ente los 39.º y los 43.º' N en la zona templada de la Tierra. Sus límites y fronteras son en el norte con Francia, las regiones de (Occitania y Nueva Aquitania), por el oeste con las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha (provincias de Guadalajara y Cuenca), Castilla y León (provincia de Soria), La Rioja y Navarra y por el este con las comunidades autónomas de Cataluña (provincias de Lérida y Tarragona) y Comunidad Valenciana (provincias de Castellón y Valencia).

Relieve
La orografía de la comunidad tiene como eje central el valle del Ebro (con alturas entre 150 y 300 metros aprox.) el cual transita entre dos somontanos, el pirenaico y el ibérico, preámbulos de dos grandes formaciones montañosas, el Pirineo al norte y el sistema Ibérico al sur; la comunidad autónoma cuenta con los picos más altos de ambas cadenas montañosas, el Aneto y el Moncayo respectivamente.

Pirineo
El Pirineo aragonés se encuentra en el norte de la provincia de Huesca y se dispone longitudinalmente en tres grandes unidades: Alto Pirineo, Depresión Intrapirenaica y Sierras Exteriores. El Alto Pirineo está formado a su vez por el Pirineo axial y las Sierras Interiores.

En el Pirineo axial están los materiales más antiguos: granitos, cuarcitas, pizarras y calizas, y contiene las máximas alturas de la cadena montañosa: el Aneto (3.404 msnm.), La Maladeta (3.309 msnm.) y el Perdiguero (3.221 msnm.). El Prepirineo interior, compuesto de rocas más modernas (calizas) también tiene grandes montañas como Monte Perdido (3.355 msnm.), Collarada (2.886 msnm.) y Tendeñera (2.853msnm.).

Los principales valles pirenaicos están formados por los ríos que ahí nacen, que son:

 - Valle de Ansó: río Veral
 - Valle de Hecho: río Aragón Subordán
 - Valle de Canfranc: río Aragón
 - Valle de Tena: río Gállego
 - Valle de Broto: río Ara
 - Valle de Aínsa: río Cinca
 - Valle de Pineta: río Cinca
 - Valle de Gistaín: río Cinqueta
 - Valle de Benasque: río Ésera

La depresión intrapirenaica es un amplio corredor perpendicular. Su tramo mejor representado es el Canal de Berdún. El límite meridional de la depresión corresponde a los enérgicos relieves de San Juan de la Peña (1.552 msnm.) y Peña Oroel (1.769 msnm.), modelados sobre conglomerados de la Formación Campodarbe.

Las sierras exteriores prepirenaicas se encuentran en el somontano oscense y constituyen la unidad más meridional de los Pirineos; formadas por materiales predominantemente calcáreos, alcanzan alturas entre los 1.500 y los 2.000 metros. Destaca la sierra de Guara, una de las sierras más importantes del prepirineo español, su cima, el tozal de Guara llega a los 2.077 msnm. Destacan por su belleza los Mallos de Riglos, cerca de la localidad de Ayerbe.

Depresión del Ebro
Se extiende una amplia llanura, después de pasar el somontano, correspondiente a la depresión del Ebro. Al suroeste se encuentra la sierra de Alcubierre (811 msnm.) una de las típicas muelas de la depresión. La depresión del Ebro es una fosa tectónica rellena de materiales sedimentarios, acumulados en la era terciaria en series horizontales. En el centro se depositaron materiales finos como arcillas, yesos y calizas. Al sur del Ebro han quedado las muelas de Borja y de Zaragoza.

Sistema Ibérico
El Sistema Ibérico aragonés se divide entre las provincias de Zaragoza y de Teruel. Es un conjunto de sierras sin unidad estructural clara, que puede dividirse en dos zonas: Sistema Ibérico del Jalón y Sistema Ibérico turolense. En el primero destaca el Moncayo con 2.314 msnm., formado por cuarcitas y pizarras paleozoicas, en parte recubiertas por calizas mesozoicas; al sureste del Moncayo el Sistema Ibérico desciende de altura. El segundo está formado por terrenos elevados (de 1.000 a 2.000 msnm. por lo general), pero aplanados y macizos. Al suroeste de la depresión se alcanzan las cumbres de la sierra de Albarracín por encima de los 1.800 msnm., al sureste se superan los 2.000 msnm. en la sierra de Javalambre y por último se llega a la sierra de Gúdar (2.024 msnm.) de transición al Maestrazgo.

Clima
Aunque el clima de Aragón puede considerarse, en general, como un mediterráneo continental, su irregular orografía hace que se creen varios climas o microclimas a lo largo y ancho de toda la comunidad. Desde el de alta montaña de los Pirineos centrales al norte, con hielos perpetuos (glaciares), hasta el de zonas esteparias o semidesérticas, como los Monegros, pasando por el clima continental intenso de la zona de Teruel-Daroca.

Las características principales del clima aragonés son:

 - La aridez, producto de una situación de cubeta encajada entre las cordilleras montañosas pirenaicas del norte
   y del Sistema Ibérico al sur, que hace descargar las lluvias en estas estribaciones elevadas y crea una
   situación central de ausencia de precipitaciones y contrastes de temperaturas, con estaciones extremas muy
   prolongadas con inviernos muy fríos y veranos calurosos, y de transición —primavera y otoño— cortas y
   variables, todo ello propio del clima continental específico de la península ibérica.

 - La irregularidad de las lluvias debida al componente climático mediterráneo, con alternancia de años secos y húmedos.

 - Las corrientes de aire que se encajonan en el valle medio del Ebro de noroeste a sureste (cierzo), que destaca
   por su intensidad y frecuencia, y de sureste a noroeste (bochorno).

Las temperaturas medias son muy dependientes de la altura. En el valle del Ebro los inviernos son relativamente moderados, aunque las heladas son muy comunes y la sensación térmica puede disminuir mucho con el cierzo, las temperaturas en verano pueden llegar cerca de los 40 °C. En las zonas de montaña los inviernos son largos y rigurosos, las temperaturas medias pueden ser hasta 10 °C más bajas que en el valle.

Dos son los vientos más importantes de Aragón: el cierzo del norte y el bochorno de levante. El primero es un viento muy frío y seco que recorre el valle del Ebro de noroeste a sureste y que puede presentar gran fuerza y velocidad. El segundo es un viento cálido, más irregular y suave procedente del sur-este.

Vegetación
La vegetación sigue las oscilaciones del relieve y del clima. Hay una gran variedad, ya sea vegetación silvestre o cultivos humanos. En las zonas altas se pueden encontrar bosques (pinos, abetos, hayas, robles), matorrales y prados, mientras que las zonas del valle del Ebro la encina y la sabina son los árboles más numerosos, aparte de las tierras explotadas para uso agrícola.

Hidrografía
La mayor parte de los ríos aragoneses son afluentes del Ebro, que es el más caudaloso de España y divide en dos a la comunidad. De los afluentes de la margen izquierda del río, es decir, los ríos con origen en el pirineo, destacan el río Aragón, que nace en Huesca, pero desemboca en Navarra, el Gállego y el Cinca, el cual se une al Segre justo antes de desembocar en el Ebro a la altura de Mequinenza, en el conocido como Aiguabarreig, conformando una de las mayores confluencias fluviales de toda Europa. En la margen derecha destacan el Jalón, el Huerva y el Guadalope.

En el cauce del río Ebro, cerca del límite con Cataluña, se sitúa el embalse de Mequinenza, de 1.530 hm³ y una longitud de unos 110 km; es conocido popularmente como el «Mar de Aragón». Mención aparte dentro de la hidrografía merecen los pequeños lagos de montaña pirenaicos llamados ibones. Estos lagos, de gran belleza paisajística, tienen su origen en la última glaciación y se suelen encontrar por encima de los 2.000 msnm.

Cabe destacar a su vez que la comunidad autónoma pertenece a tres confederaciones hidrográficas: la ya citada del Ebro, la del Tajo (que nace en la sierra de Albarracín) y la del Júcar que tiene como principal río en esta comunidad al Turia.

Espacios protegidos
En Aragón los espacios naturales protegidos se gestionan mediante la Red Natural de Aragón, una entidad creada en 2004 para proteger todos los elementos con valor ecológico, paisajístico y cultural y a la vez coordinar y establecer normas comunes que contribuyan a su conservación y a un uso sostenible. En esta entidad se integran los parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, las reservas de la biosfera y demás espacios naturales protegidos que hayan sido declarados por la comunidad autónoma, el Convenio de Ramsar o la Red Natura 2000.

Dentro de los espacios protegidos se encuentra el único parque nacional de Aragón: el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, el segundo parque nacional creado en España, en 1918, se encuentra en los Pirineos en la comarca del Sobrarbe, ocupa una extensión de 15.608 ha, aparte de los 19.679 ha de la zona periférica de protección. Actualmente, también goza de otros figuras de Protección como la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala y está catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Desde 2019 existe en la comunidad una segunda reserva de la biosfera, la del Valle del Cabriel, que incluye los 220 kilómetros del cauce de este río, pertenecientes principalmente a Castilla-La Mancha y a la Comunidad Valenciana, pero que incluyen en su nacimiento cinco municipios de la provincia de Teruel.

Además hay cuatro parques naturales: el parque natural del Moncayo con una extensión de 11.144 ha, el parque natural de la Sierra y Cañones de Guara con 47.453 ha y 33.286 ha de zona periférica de protección, el parque natural de Posets-Maladeta con 33.440,60 ha y 5.290,20 ha de zona periférica de protección, y el parque natural de los Valles Occidentales con 27.073 ha y 7.335 ha de zona periférica de protección.

Se encuentran también tres reservas naturales, cinco monumentos naturales y tres paisajes protegidos.

La Red Natura 2000 está formada por las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Hoy en día la Red Natura 2000 en Aragón está constituida por 201 espacios, lo que supone 13.612 km² y el 28 % de su territorio con espacios como el Aiguabarreig Ebro-Segre-Cinca en Mequinenza, la Laguna de Sariñena o las estepas de Belchite.

Historia
Aragón, ocupando el noreste de la península ibérica ha servido de puente entre el mar Mediterráneo, el centro peninsular y las costas del Cantábrico. La presencia humana en las tierras que hoy forman la comunidad autónoma datan de hace varios milenios, pero el actual Aragón, como muchas de las actuales nacionalidades históricas, se formaron durante la Edad Media.

Prehistoria
Los más antiguos testimonios de vida humana en las tierras que hoy componen Aragón, se remontan a la época de las glaciaciones, en el Pleistoceno, hace unos 600.000 años. Esta población dejó la industria Achelense que encontró sus mejores armas en los bifaces de sílex o los hendedores de cuarcita. En el Paleolítico Superior aparecieron dos nuevas culturas: Solutrense y Magdaleniense. El Epipaleolítico se centró en el Bajo Aragón, ocupando la época entre el séptimo y el quinto milenio.

En la primera mitad del quinto milenio antes de Cristo se encuentran restos neolíticos en las Sierras Exteriores oscenses y en el Bajo Aragón. El Eneolítico se caracterizó en la provincia de Huesca presentando dos núcleos megalíticos importantes: el Prepirineo de las Sierras Exteriores y los altos valles pirenaicos.

El Bronce Final comienza en Aragón en torno al 1.100 a. C. con la llegada de la cultura de los campos de urnas. Se trata de gentes indoeuropeas, con un supuesto origen en el Centro de Europa, que incineran a sus muertos colocando las cenizas en una urna funeraria. Existen ejemplos en la Cueva del Moro de Olvena, la Masada del Ratón de Fraga, Palermo y el Cabezo de Monleón en Caspe aunque destaca especialmente yacimiento de Castellets en Mequinenza que es el único de todo Aragón en el que se han encontrado conjuntamente necrópolis de inhumación e incineración. Parte de las excavaciones de este último yacimiento se pueden ver en el Museo de Zaragoza. Desde el punto de vista metalúrgico parece existir un auge dado el aumento de moldes de fundición que se localizan en los poblados.

La Edad del Hierro es la más importante, puesto que a lo largo de los siglos que dura se constituye el verdadero sustrato de la población histórica aragonesa. La llegada de centroeuropeos durante la Edad del Bronce por el Pirineo hasta alcanzar la zona bajoaragonesa, supuso una importante aportación étnica que preparó el camino a las invasiones de la Edad del Hierro.



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