Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES .



.
.
.
. .

Autor Tema: NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES  (Leído 249143 veces)

Desconectado JRS

  • *****
  • Panel de agradecimientos
  • -Tu has dado: 4416
  • -Tu has recibido: 7207
  • Mensajes: 33083
  • Karma: 3855
  • Sexo: Masculino
Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES
« en: 24 de Enero de 2023, 11:54:24 11:54 »

continuación .... Orcera

Fiestas

Fiestas de Nuestra Señora de la Asunción
Orcera celebra sus fiestas mayores en honor a su patrona, Nuestra Señora de la Asunción. La devoción a la Virgen de la Asunción se remonta, al menos, a principios del siglo XVII, cuando surge una cofradía propia. También la celebración de las fiestas en torno al 15 de agosto se remontan a esta centuria, institucionalizándose en la centuria siguiente, como demuestran diversos documentos conservados en el Archivo Municipal de Orcera.

Las fiestas tienen como actividades más destacables los tradicionales encierros de vaquillas por las calles -costumbre que trajeron los primeros repobladores cristianos del norte en el siglo xiii-, las verbenas nocturnas y la misa y procesión de la patrona el día 15 de agosto por la mañana.

Fiestas del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz
La devoción de los orcereños por la Vera-Cruz tiene su origen en la predicación que llevaron a cabo los padres franciscanos a raíz de la fundación del mencionado Convento de Santa María de la Peña a las afueras de Orcera. La extensión de la devoción por toda la comarca de la Sierra de Segura llevó a la pronta erección de cofradías en muchas localidades. La cofradía de la Vera-Cruz de Orcera fue de las primeras y se fundó en 1599.

Durante las fiestas también se celebran encierros de vaquillas. Por otro lado, la singularidad de la costumbre es que la imagen del patrón no sale en procesión, tan sólo en momentos especiales como rogativas públicas por escasez de lluvias.

Fiesta de la Candelaria
Durante el día de la Candelaria en Orcera existe la costumbre de pintar huevos cocidos y comer la rosca típica en el paraje del Convento, a la salida del pueblo por la carretera de Benatae. Se hacen corros y se cantan canciones.

Semana Santa
Una de las celebraciones más importantes del calendario festivo orcereño es la Semana Santa, que se vive con especial devoción, recogimiento e intensidad.

La Agrupación Local de Cofradías de Orcera está compuesta por un total de diez cofradías y fue la primera organización de este tipo que se fundó en la comarca de la Sierra de Segura, concretamente en 1948, por impulso del entonces párroco Don José Sola Llavero. Una vez alejados los fantasmas de la Guerra Civil -que tanto daño hizo al patrimonio religioso y a las cofradías orcereñas-, a finales de los años 1940 un grupo entusiasta de cristianos cofrades decide recuperar el antiguo esplendor de los desfiles procesionales, embarcándose en diferentes proyectos de refundación de las cofradías extinguidas por aquellos tristes sucesos, así como de creación de otras nuevas, pues ninguna imagen sobrevivió al fuego de la contienda. Gracias a aquel movimiento cofrade capitaneado por el mencionado sacerdote de la localidad, Orcera puede presumir hoy de poseer una grandiosa Semana Santa.

La Semana Santa da comienzo con el correspondiente pregón. Los desfiles procesionales se inauguran el Domingo de Ramos con la imagen de La Borriquilla y culminan el Domingo de Resurrección con la salida de Jesús Resucitado, al que acompaña la patrona de la localidad, Nuestra Señora de la Asunción. El Lunes Santo es el único día en el que no tienen lugar procesiones. Destacan algunos momentos de la Semana Santa de Orcera por su especial interés:

 - El Vía Crucis del Santísimo Cristo de la Fraternidad el Martes Santo por la noche por las estrechas calles del
   casco antiguo de la localidad, donde los vecinos encienden hogueras junto a las cuales se reza la
   correspondiente estación. Es una procesión en la que predomina el silencio y el recogimiento.
 - La procesión de Nuestra Señora de la Esperanza el Miércoles Santo por la noche, también por el casco antiguo.
   En este caso se reza el Santo Rosario.
 - El Encuentro entre Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores en la procesión del Viernes
   Santo por la mañana. Los soldados romanos, con sus lanzas atravesadas, impiden que la Virgen se acerque a su
   hijo. En ese momento, un niño o niña vestido de ángel pronuncia estas palabras: «Soldaditos míos, de vuestro
   permiso espero, si no dejáis pasar a esta Señora, romperé las lanzas, aunque sean de acero». Entonces, los
   soldados romanos bajan las lanzas y dejan a María que se acerque a ver a su hijo, mientras todos los allí
   congregados, junto al centenario álamo a la entrada del pueblo, guardan un profundo silencio.
 - La procesión general o del Santo Entierro el Viernes Santo por la tarde, en la que participan todas las imágenes
   salvo la Borriquilla y el Resucitado.

Romería de San Isidro
Los agricultores celebran a su patrón, San Isidro, el día 15 de mayo. En la jornada previa se lleva a cabo el traslado de la imagen de San Isidro desde la ermita del Calvario hasta la cooperativa de aceite. Al día siguiente tiene lugar la santa misa en los jardines de la residencia de ancianos de la localidad con la bendición de los campos, y a continuación la romería desde el pueblo hasta el cercano paraje de Amurjo. Junto a la gran piscina de Orcera los vecinos disfrutan de un día de convivencia y se bebe la tradicional cuerva, combinado de vino rebajado con agua, azúcar y trozos de frutas.

Fiestas de Cantarranas
Cantarranas fue el barrio de expansión de Orcera a partir de la década de los años 1950. El corazón del barrio es la plaza de la Virgen de Fátima, donde cada primer fin de semana de julio se celebran las fiestas del barrio. Destacan las verbenas nocturnas y las comidas de hermandad.

Gastronomía
Inmersa en la Sierra de Segura, Orcera participa de la sabiduría culinaria que le es propia a la comarca serrana a la que pertenece, donde la cultura del trigo, tan vinculada a las tierras del interior y tan antigua como sus raíces, se pone de manifiesto a través de varios guisos de los llamados farináceos –por ser la harina su ingrediente primordial–, platos tradicionales que no por modestos son menos gratos al paladar.

Esta cultura serrana del trigo tiene sus más antiguos orígenes en lo que la cocina romana denominaba “pulmentum”, o lo que los etruscos llamaron “puls”, que andado el tiempo nos han llegado, una vez evolucionados en los fogones andalusíes, bajo la forma de nuestros populares “andrajos”, las omnipresentes “gachas”, o los denominados “ajos”, llamados estos últimos así no porque lleven este popular condimento entre sus ingredientes, que pueden o no llevarlo, sino por tratarse de guisos hechos puré, triturados, majados, hechos papilla, “hechos ajo”, en definitiva.

Los “andrajos” son trozos de una pasta casera hecha con agua y harina, de aspecto plano y no muy gruesa, pero tampoco extremadamente fina, llamados así porque nos recuerdan a trozos de tela rota, que se hacen hervir en un guiso caldoso que contiene un sofrito de tomate, ajo y trozos de liebre, estando de forma imprescindible aromatizado con hierbabuena.

Por su parte, dos tipos de “ajos” nos encontramos en la cocina orcereña, el “ajo de harina”, elaborado con aceite de oliva, harina, patatas, pimiento verde, tomate, un ajo machacado y pimentón dulce, que en los pueblos de la Sierra de Segura es frecuente tomarlo aromatizado con guízcanos, o con guisantes como también se hace en Orcera; el otro tipo de “ajo” orcereño es el “ajopringe” –también conocido como “ajomarrano”–, plato que hunde sus orígenes en la cocina medieval y en el que el ingrediente principal es el hígado del cerdo cocido y molido y aderezado con abundante aceite de oliva frito, pimiento rojo, ajo y perejil picado, tomate y miga de pan deshecha, acompañado todo de especias entre las que el pimentón y el azafrán no faltan.

Otros platos completan la nómina de guisos farináceos de Orcera, tales como los “galianos”, de reminiscencias pastoriles, o las “migas ruleras”, hechas con harina integral de panizo –harina de maíz–, llamadas así tal vez por lo mucho que hay que moverlas en la sartén.

De los guisos hechos con cerdo, además de los ya clásicos embutidos y chacinas de la matanza, digno de tenerse en consideración es el llamado “fritao”, fritura lenta y larga de carne porcina, salsa de tomate, pimientos asados y otras verduras como las habichuelas. Con el cordero segureño se prepara la “pierna en asado”, exquisito plato que pese a su nombre se trata de un guiso donde la carne dorada en aceite se deja cocer, más que asar, con vino y un sofrito de verduras. De los platos de vigilia propios de la Cuaresma sobresale el “potaje de garbanzos, panetes y bacalao”, siendo los panetes trozos de una masa frita hecha con miga de pan desmenuzada, huevos batidos, perejil, ajos, azafrán, pimienta y sal, que se dejan empapar en el caldo del bacalao y los garbanzos. Muy parecidos a éstos últimos, pero en dulce, son los “enredos”, frutas de sartén hechas con una masa de harina y huevos, que se vierten a cucharadas en la sartén y se fríen, cociéndolos luego en un jarabe de azúcar tostada con cáscara de naranja, matalahúva y azafrán con aceite.

Punto y aparte es la “cuerva”, combinado de vino, más o menos rebajado con agua, azúcar y frutas, que se prepara en un recipiente de barro llamado cuervera, siendo su concavidad cónica, y que está presente en la mayoría de los actos festivos populares, en los que se reparte como símbolo de hermandad y de hospitalidad, y cuyo origen hubiera que buscar en la cocina renacentista.

Gentilicio:   orcereño, -ña
Patrón:   Cristo de la Vera-Cruz
Patrona:   Virgen de la Asunción





.