Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES .



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Autor Tema: NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES  (Leído 248584 veces)

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Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES
« en: 30 de Diciembre de 2022, 15:16:55 15:16 »

Lahiguera

Lahiguera es una localidad y municipio español situado en la parte meridional de la comarca de la Campiña Jienense, en la provincia de Jaén, comunidad autónoma de Andalucía. Limita con los municipios de Villanueva de la Reina, Andújar, Arjona, Torredelcampo y Fuerte del Rey. Por su término discurre el río Salado de Arjona.

Situado a 30 kilómetros de la capital de provincia; Lahiguera tiene una población de 1.638 habitantes (2022).
Con una superficie de 44,75 km², su densidad de población es de 39,31 hab./km².

Se encuentra a una altitud de 377 msnm, y sus coordenadas geográficas son: 37°58′16″N 3°59′29″O.

Geografía
El núcleo urbano se sitúa en la cima de una loma desde donde se divisa el río Guadalquivir, al norte, y las sierras de Jaén, al sur. El punto más alto de la ciudad es la Atalaya, en el cual se encuentran situados los depósitos que suministran el agua al pueblo.

Historia
El primer nombre conocido de Lahiguera (en el siglo XIII) fue "La Fuente de la Figuera", pronto reducido a "La Figuera", delata el origen castellano de su fundación. Por el año 1225, como consecuencia del pacto de las Navas de Tolosa, el reyezuelo de Baeza entrega al monarca los enclaves de Andujar, Martos y otros castillos, entre los que probablemente se encontrara el solar que hoy ocupa Lahiguera. Se presume que su misión fuera la de torre de vigilancia, bien ubicada en el cerro llamado de La Atalaya.

Para los castellanos supuso una posición más estratégica el lugar en el que se asienta el barrio más elevado de la población: los restos del torreón que parece ser fue La Tercia quedan como testigos de este traslado. La Tercia podría haberse construido como baluarte de esta ciudad, siempre a partir de 1234.

En el propio casco urbano apareció una de las primeras fortificaciones conocidas de esta época, así como estructuras de habitación y cabañas, junto con numerosos restos cerámicos del mencionado periodo. Algunos de estos asentamientos siguieron ocupados durante época ibérica, como Cerro Corbún y La Atalayuela.

La ubicación de Lahiguera sobre un cerro con amplia visibilidad sobre su entorno, junto a la facilidad de sus suelos para el aprovechamiento agrícola, propició su ocupación humana desde la Prehistoria. Los restos arqueológicos más antiguos datan de finales del IV milenio y principios del III a J.C.

En época romana estas tierras estuvieron densamente pobladas por pequeñas explotaciones agropecuarias, "villa", y otras de mayor extensión que han sido identificadas como aldeas. De este momento se conserva aún en uso un puente junto a Corbún.

Aunque no se menciona en las crónicas, la localidad debió de pasar a dominio castellano cuando Andújar y sus alrededores, por pacto entre Fernando III y al-Bayassi.

Por privilegio de Alfonso X el Sabio, dado en Toledo el 20 de febrero de 1292, se concedía Lahiguera a la ciudad de Andujar, pasando a denominarse Higuera de Andujar. En el siglo XV pasó a ser aldea de Arjona dentro del señorío de la Orden de Calatrava. Sin embargo, en el plano eclesiástico siguió perteneciendo a Andujar, como se recoge en el Sínodo de 1511. Sin duda, el acontecimiento histórico más importante del siglo XVI es el proceso de exención de Lahiguera de la jurisdicción de Andujar. La firma de la ejecutoria tuvo lugar en Valladolid un 17 de octubre de 1558, de esta forma consiguió su denominación como villa y con ello su independencia jurídico-administrativa.

En 1995 se aprueba el cambio de denominación del municipio de Higuera de Arjona por el de Lahiguera.

Patrimonio Histórico

Iglesia Antigua de Nuestra Señora María de la Consolación
Junto al desaparecido Castillo de la Tercia se levantó, a finales del siglo XV, la antigua iglesia de Nuestra Señora María de la Consolación, que habría de servir de capilla al castillo. Presenta una sola nave de planta rectangular y forma de cruz latina, flanqueada por capillas laterales y presidida por un presbiterio sin ábside. Cubre el templo un artesonado mudéjar con una sencilla estructura de par y nudillo, con cinco tirantes ornamentados con lacerías que apoyan en canes y que, en el sotocoro, apoyan sobre un puente transversal sostenido por una columna jónica y una zapata de madera decorada con grandes hojas de acanto. En esta línea de austeridad se construyó, un siglo más tarde, la portada lateral: un vano adintelado con pilastras toscanas y carente de elementos decorativos.

Durante la guerra civil se destruyó el retablo de madera que presidía el Señor de las Aguas y en 1949 se colocó en su lugar otro presidido por el Señor de la Capilla, nombre con el que también se denomina a esta iglesia. La torre campanario actual, que sustituye a una espadaña derrumbada a principios del siglo XX, se levantó en 1956-57 sobre una base cuadrada y con forma prismática, con un primer cuerpo que presenta en sus caras óculos dispuestos verticalmente en la caña y enmarcados por una moldura común; el segundo cuerpo, de menores dimensiones, ochavado, con pináculos en las esquinas y parejas de arcos de medio punto para las campanas, está rematado por un chapitel piramidal.

Iglesia Nueva de Nuestra Señora María de la Consolación
Construida a partir de 1944, presenta una nave longitudinal dividida por arcos de medio punto en siete tramos, y cubre su cabecera plana un bóveda vaída. Al exterior presenta, a los pies, una sobria fachada con arco de medio punto en la portada que imita en su composición la tipología barroca. La fachada lateral presenta otra portada, estribos poco resaltados y, en la parte alta, entre los paños, arcos de medio punto. Cerca de la cabecera se alza la torre.

Ayuntamiento
El edificio civil más significativo es el Ayuntamiento, que, construido en 1914 y rehabilitado a partir de 1973, conserva su originario empaque. Su parte central está retranqueada y sobresalen al exterior sus dos brazos laterales de estructura prismática. El edificio es simétrico, tiene las esquinas reforzadas, los huecos se cierran con arcos escarzanos y marcan la jerarquía tanto la puerta de entrada, enfatizada por las escalerillas de acceso, como el balcón principal, desde donde se presiden los actos conmemorativos.

Fiestas
Tiene Lahiguera por patrona desde 1251 a Santa Clara de Asís, celebrando su festividad el 11 de agosto con verbenas y festejos, del mismo modo que para el 24 de junio celebra por todo lo alto las fiestas de su copatrón San Juan Bautista, si bien es cierto que el patronazgo lo ostenta desde antiguo San Sebastián, el 20 de enero. Pero es la conmemoración de la Pasión de Cristo durante la Semana Santa la que confiere y da personalidad a la cultura tradicional de esta villa de la Campiña de Jaén. Así en el Viernes Santo tiene lugar, en el paraje conocido como El Cerrillo, "El paso" o encuentro entre la Virgen de los Dolores y San Juan con Jesús Nazareno, cuyas andas son llevadas por los mozos "a la carrera" después de haber sido subastada la participación de los anderos y de que se hayan efectuado las reverencias previas a la salida del cortejo procesional.

El Domingo de Resurrección, que en Lahiguera se conoce como "domingo de amor", se volverá a realizar un encuentro entre la Virgen y Cristo Resucitado, donde los costaleros, llevando las andas asidas de la mano y no sobre los hombros, volverán a emprender una veloz carrera para que el encuentro entre María y su Hijo resucitado se produzca gozosamente con la mayor celeridad. Pero no es sólo esta peculiar forma de procesionar a sus santos lo que define la personalidad de la Semana Santa higuereña, sino que aún se conservan los llamados "pregones de la madrugá", sin duda la mejor joya de su tradición popular, que se llevan a cabo en la madrugada del viernes previamente a la procesión del Nazareno.

Tres son estos pregones: "La confortación del Ángel", "La sentencia de azotes" y "La sentencia a muerte", siendo el primero de ellos el que guarda un especial sello de particularidad cuando se le compara con otros que son cantados en otros lugares de la provincia. El origen de estos pregones, antaño muy extendidos por la geografía jiennense, hay que buscarlo en la liturgia del siglo XVIII, cuando los franciscanos de una forma catequética y didáctica trataban de hacerles llegar a los fieles el mensaje de Cristo a través de su propia Pasión.

Gastronomía
Siendo Lahiguera una villa de campiña no han de faltar en su cocina tradicional platos y viandas campiñeras, mirada opuesta en los fogones de Jaén a la otra cocina provincial, la serrana. No ha de faltar, por tanto, en sus mesas el "ajo blanco", sopa fría que junto al gazpacho atempera y mitiga los calores del estío, sobre todo aquellos que antaño sufrían los segadores en la inmensidad de los campos amarillos. Recibe Lahiguera la influencia culinaria de la próxima provincia de Córdoba a través del "salmorejo", más espeso que el gazpacho de estas tierras, pero pariente cercano de él.

Es la Semana Santa la celebración de mayor calado entre los higuereños. Tal vez sea por ello por lo que no son ajenos estos días en los que se procesiona a la Virgen "a la carrera" a las peculiaridades gastronómicas, entre las que, amén de las tradicionales elaboradas con el "bacalao de vigilia", llama la atención lo que desde hace no muchos años se conoce como el flamenquín de Semana Santa, rollo de pescado "pez espada o emperador" que envuelve a un relleno de gambas y se fríe empanado siguiendo los mismos pasos que el flamenquín de cerdo, cuyo nacimiento se disputan la cercana Andújar y Córdoba. Curiosa vianda de vigilia para el Viernes Santo de Pasión.

Goza la cocina de Lahiguera de una notable variedad de exquisitos dulces caseros tales como los "roscos de baño blanco" herencia de la cocina morisca, y los "roscos de vino", preparándose en las casas para las fechas festivas las "empanadas", las "perrunas" y los "almendrados", siendo la manta, o rollo largo de bizcocho relleno y enrollado, quien se lleva la palma a la hora de una celebración colectiva. La "manta" se suele encargar a los hornos de panadería para una fiesta familiar determinada y se elabora en una lata pastelera que solía tener una vara castellana de larga "no más de 90 centímetros" y algo más de una cuarta de ancho. Antiguo dulce de bizcocho y crema éste que se conserva en Lahiguera como una reliquia culinaria, ahora que ya han desaparecido las matanzas caseras cuyas mantecas del cerdo sirvieron en otros tiempos para dar cuerpo a multitud de dulces para la Navidad y otras fiestas señaladas.

Gentilicio:   higuerense
Patrón:   San Sebastián
Patrona:   Santa Clara de Asís





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