Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES .



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Autor Tema: NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES  (Leído 241083 veces)

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Re:NUESTROS PUEBLOS Y CIUDADES
« en: 14 de Junio de 2022, 09:47:30 09:47 »

Alájar

Alájar es un municipio español de la provincia de Huelva, Andalucía. Da nombre al puerto de montaña más alto de la provincia de Huelva, con 837 metros de altitud, que separa los términos municipales de Alájar y de Castaño del Robledo.

Situado a 102 kilómetros de la capital de provincia; Alájar tiene una población de 814 habitantes. Con una superficie de 41 km², su densidad de población es de 18,95 hab./km².

Ubicada a una altitud de 574 msnm, sus coordenadas son: 37°52′29″N 6°39′54″O .

Historia
Con ejemplos de ocupación neolítica en la cumbre de la Peña de Alájar (ya el en el término de Castaño del Robledo), sobre el paraje de le ermita, debe destacarse que la existencia de cuevas y abrigos naturales alojados en el abrupto y estratégico risco de la Peña no pasó desapercibida para los primeros pobladores del ámbito. De un origen kárstico por la litología calcárea y por las numerosas surgencias de agua, estas cavidades presentan ocupación desde la Edad del Cobre y se mantiene aún hasta la Edad del Bronce.

La ocupación calcolítica mantiene las similitudes propias del resto de la sierra onubense en cuanto a cultura material y estrategia de utilización del territorio. En un ambiente arcaizante esta tradición pudo mantenerse hasta la Edad del Bronce Medio o Tardío, momento en que se datan cronológicamente los enterramientos aparecidos en las cuevas de la Peña. Posteriormente, la escasez de restos arqueológicos con fecha del Bronce Final y primera Edad del Hierro, transmiten un panorama de recesión poblacional que pudo deberse a la dinámica tan expansiva mostrada por las zonas mineras y las del litoral animadas por la transformación de metales y el comercio con sociedades del Mediterráneo oriental.

No poseemos muchas noticias históricas de este abrupto y hermoso paraje hasta finales de la Edad Media. Hasta ese momento solo contamos con algunos indicios. Es seguro que existieron en la Peña asentamientos prehistóricos, pues así se deduce de los restos arqueológicos encontrados en algunas de sus cuevas, pero no se crearon núcleos de población de cierta entidad hasta época musulmana. El nombre de Alájar, la villa a la que pertenece, parece derivar del árabe con el significado de “peña” o “piedra” y parece que conocida como Alfayar de Lapa. La tradición recoge también la estancia de San Víctor de Arcis (siglo V), que fundaría la primitiva ermita en el lugar, retirándose a ella junto con algunos seguidores y anacoretas.

Un rasgo general en el ámbito serrano onubense es la ausencia de núcleos urbanos a lo largo de todo el periodo andalusí y ello puede explicar el mantenimiento de tradiciones, topónimos y fondo cultural indígena local incluso con reminiscencias de un cristianismo antiguo.

La conquista por los cristianos a mediados del siglo XIII debió impulsar la repoblación y su inicial desarrollo como posesión de la Orden de Santiago. Perteneciente ya a la jurisdicción de la Corona a fines del siglo XV se había establecido en la Peña un núcleo de unos 40 vecinos denominado “Alfajar de Arriba”, en tanto que el resto de los habitantes se situaba en el valle, en “Alfajar de Abajo”, también llamado “Puebla del Valle”, ubicado en la actual Alájar.

Fue en la segunda mitad del siglo XVI cuando la Peña comenzó a conocerse debido a que el humanista, escritor y      teólogo Benito Arias Montano (Fregenal de la Sierra 1527- Sevilla 1598) estableció en ella su residencia por largos períodos, tras haber estudiado en Sevilla y en la universidad de Alcalá de Henares. La vida intensa y los múltiples     cometidos que hubo de realizar a lo largo de toda su vida como colaborador y consejero muy apreciado del rey Felipe II, no le impi-dieron volver con mucha frecuencia al lugar. Allí levantó su residencia próxima a la antigua ermita, un estudio y, con posterioridad, un museo, que fue enriqueciendo con objetos de gran valor en cada una de sus estancias. Junto a todo ello reordenó el espacio de su entorno remodelando el manantial allí existente –La fuente de la Peña-, abriendo acequias, creando jardines y viñedos y acondicionando el acceso, que decoró con una frondosa alameda. Según cierta tradición, el propio monarca visitó de incógnito a su consejero en la Peña al regreso de su viaje a Portugal tras la anexión de este reino a la corona española en 1580.

Arias Montano, poco antes de morir, cedió a la Corona todo aquel paraje, que continuó siendo un “real sitio” hasta que Amadeo de Saboya lo cedió a los habitantes de Alájar. En todo ese tiempo el abandono y la desidia fueron provocando la desaparición progresiva de aquel conjunto, del que en 1875 se derribaron sus últimos restos. Hoy día tan solo se conserva, aislada cerca de la ermita, la portada de la residencia construida en cantería de piedra, y la espadaña, aunque ésta conforme a la reconstrucción del siglo XVIII. En el lugar se realiza una romería todos los años el 8 de septiembre, punto de reunión de numerosos vecinos de la villa y de otros muchos pueblos serranos próximos.

En 1640 la aldea de Alájar, junto a Aracena pasan al señorío del Conde Duque de Olivares. En esta época, los señores ejercen su presión tributaria sobre Alájar, y la misma ciudad de Aracena la presiona en exceso, hasta tal punto que la relación continuada de vejaciones, así como el cobro de los débitos reales y penas, provocaron la huida de varios vecinos a otras partes. Estas razones obligan a pedir continuamente su independencia de Aracena.

La consolidación de Alájar se realiza en el siglo XVIII. En el año 1702 Alájar se independiza de Aracena. La economía rural se diversificó con un sustancioso incremento de la actividad ganadera y la presencia de comerciantes que eran necesarios "por no producir la tierra para mantener a tanta gente". En 1752 el catastro del Marqués de la Ensenada contabiliza 397 vecinos, y en 1786 el censo de Floridablanca las eleva a 1.875.

En 1857, la rebelión de las minas de San Miguel en Almonaster estuvo protagonizada por naturales de Alájar y fue una revuelta elemental contra la miseria. De esta forma se abren las puertas a un siglo XX donde comienza un proceso migratorio a zonas que ofrecían mejores oportunidades que la susbsitencia del campo. La Cuenca Minera de Riotinto, Cataluña o el Levante son los destinos mayoritarios de esos emigrantes.

El los albores del XXI parece que la población se estabiliza en torno a los 800 habitantes con algún repunte, especialmente favorecido por el nuevo impulso que proviene del turismo rural.

Las Aldeas de Alájar
Alájar está compuesta por varia aldeas: El Cabezuelo, El Calabacino, El Collado, Los Madroñeros y San Bartolomé. Las tres primeras son aldeas que aunque sufrieron una fuerte despoblación en el siglo XX, a lo largo de los últimos años se están repoblando pausadamente con gente que busca en estos rincones idílicos mayor tranquilidad y contacto con la naturaleza.

De estas aldeas, son tres las que poseen ermitas: la de El Calabacino donde se venera a la Santísima Trinidad, la de los Madroñeros dedicada a la Virgen de la Salud y la de San Bartolomé que da nombre al mismo Santo. En este último enclave no existe ningún núcleo poblacional y que da únicamente su ermita. Vemos más detalle a continuación de cada una de ellas:

El Cabezuelo
Esta preciosa aldea alajeña se encuentra a menos de 2 Kms del núcleo de Alájar, a la que se puede acceder tanto mediante senderos como a través de la carretera principal que conecta el pueblo. Está formada por un conjunto de casas rústicas encaladas con una distribución longitudinal.

Rodeada por hermosas huertas trabajadas por los propios lugareños y cercanas a riberas y barrancos como el de La Tejonera, que baja desde la misma sierra donde se encuentra la cercana aldea del Calabcino, que riegan estas huertas y sembrados. En una de las salidas del Cabezuelo, siguiendo el sendero que une Alájar con la vecina Santa Ana la Real, encontramos una bonita fuente muy famosa y valorada por la gente del pueblo. Aunque esta aldea no cuenta con ermita como otras, la belleza de sus casas y la riqueza del paisaje que la rodea hacen de El Cabezuelo un lugar único donde disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza.

El Calabacino
El terreno donde se ubica la aldea del Calabacino, compuesto por pequeñas agrupaciones de casas generalmente diseminadas, tiene una fuerte pendiente. Las casas en breves terrazas orientadas de distintas maneras, para formar calles y plazas embrionarias, sin alineaciones ni formaciones urbanísticas específicas.

Las edificaciones no se apartan demasiado de la tipología más sencilla que se observa en Alájar. Como no existen viviendas que sean anteriores al siglo XVIII hay que atribuir a esta época la extensión actual de la población.

La Iglesia de la Santísima Trinidad, está constituida por un sólo ámbito de la planta cuadrada cubierta con bóveda vaída, y tres profundas hornacinas de planta rectangular, cubiertas con bóveda de cañón. El cuarto lado del rectángulo lleva la puerta y sendas basas de pilastras en los rincones. El exterior del templo manifiesta, con notable claridad, la distribución del interior, salvo unas pilastras en las esquinas que hacen las veces de contrafuertes atrofiados. El edificio que edificio que ha llegado hasta nuestros días, es indudablemente una tramo de la fábrica que se proyectó, ya que el muro donde se ubica hoy la puerta llevó dos pilastras, de las que restan solamente las basas, y que sería las primeras de una nave cuya extensión desconocemos. Este edificio aun incompleto tiene un gran interés espacial, cuya planta tiene escasos paralelos en la arquitectura onubense del siglo XVIII. Fue construído en el año 1749.

El Collado
El Collado es, es de las aldeas pobladas de Alájar, la más cercana al núcleo poblacional principal del pueblo. Se encuentra a menos de 1 Km de Alájar y se puede a acceder a ella tanto a través de senderos como desde la carretera principal que llega al pueblo.

Está formada por un conjunto de casas rústicas muy bonitas y suelos empedrados siguiendo el estilo popular de la zona. Aunque no posee ermita como otras de las aldeas del pueblo, las hermosas casas y huertas que las rodean hacen del Collado una aldea preciosa que hay que visitar sin duda al conocer Alájar.

Los Madroñeros
Esta aldea está situada en terreno sensiblemente llano, próximo a dos fuentes y organizado en torno a una explanada triangular, sin pavimento, de las que parten unas calles muy cortas e irregulares. La arquitectura de toda la aldea es muy similar a la de Alájar, aunque más humilde y de menos envergadura, ya que ningún edificio tiene dos plantas. Señalemos como característica específica la presencia de hornos para cocer pan en todas las casas, lo que indica el bajo nivel de especialización comercial que tenía la aldea. A pesar de que pocas personas residen habitualmente en este núcleo, sus antiguos moradores vienen a diario desde Alájar para realizar las faenas agrícolas, e incluso el día de la Patrona se celebra con una romería desde la cabecera del término.

La iglesia de Nuestra Señora de la Salud es un pequeño templo que pertenece al tipo de arcos transversales, aunque la extraña orientación de la nave, nos aconseje darle con todo género de reservas la cronología general de esta estructura. La planta presenta fuertes deformaciones y el presbiterio no está señalado más que por unos escalones. Anotemos que la sacristía tiene una especie de sótano, solo accesible por una trampilla. La pequeña portada es una versión muy libre y popular de las neoclásicas. Según el inventario general de la parroquia de Alájar, la iglesia se construyó en el año 1843.

Ermita de San Bartolomé
La ermita se encuentra a 5 km de la localidad. Se construyó a mediados del siglo XV para la población hoy desaparecida de los Orullos. De la construcción primitiva sólo queda el muro que forma la nave y los arcos transversales. El edificio se reformó a comienzos del XIX, añadiéndose la sacristía y la hospedería en el lado sur. La fachada se reformó en estilo neoclásico y de su interior sólo podemos resaltar un pequeño retablo del siglo XVIII con una imagen de San Bartolomé.

Está situada en el sitio de "Los Llanos de Orullos", dirección sur, saliendo por el barrio de San Antonio o desde la aldea de El Collado. En medio de un paraje de singular belleza como son las dehesas serranas, esta ermita está formada por tres crujías paralelas, orientadas de este a oeste. La del centro está ocupada por la nave del templo, subdividida por arcos transversales apoyándose en pilares de escasa altura, con basas en impostas de fábrica, de variada traza y dimensiones. La cabecera de esta nave está ocupada por la sacristía y los pies de un pequeño porche.

La imagen titular de San Bartolomé tiene la peculiaridad de que porta el cuchillo en la mano izquierda, al contrario que el resto de representaciones de este santo. Es probablemente la ermita más antigua de la provincia y se construyo para dar servicios religiosos a la numerosa polación que vivía desperdigada por las fincas y haciendas de la zona. Hoy todavía se celebra con gran seguimiento popular su romería el penúltimo domingo de agosto.

Monumentos
Destacan, además de la Iglesia de San Marcos y la Ermita de San Bartolomé:

Monumento Natural "Peña de Arias Montano"
Monumento Natural Peña de Arias Montano o Peña de Alájar es un monumento de la naturaleza de gran valor paisajístico e histórico. Aquí vivió el famoso humanista Benito Arias Montano, que le dio nombre, por eso hoy día se conoce con el nombre de Peña de Arias Montano. Ofrece unas vistas increíbles de Alájar y todo hacia el sur de la provincia de Huelva. Debajo es un entramado de cuevas entre las que destaca el Palacio Osucro. Y un abrigo con pila bautismal paleocristiana del siglo VI, conocida como "Bañera de la Reina" por ser una pila de bautismo de cuerpo entero.

Ermita de la Reina de los Ángeles
Ermita de la Reina de los Ángeles o Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles situada dentro de la Peña de Alájar. Esta ermita del siglo XVI es un heterogéneo edificio formado por agregaciones a un pequeño templo. Consta de nave, presbíterio y camarín, además de sacristía, vivienda y anexos. La nave, con fuertes deformaciones en planta, tiene dos arcos transversales apuntados, que arrancan de pilares adosados.

Portada almohadillada
Situada delante de la Ermita. Consta de dos semicolumnas y un arco, además de las mochetas en derrame y unos arranques de muros a modo de contrafuertes. Carece de referencia histórica, sin embargo su filiación está muy clara dentro de la Arquitectura Renacentista.

Espadaña y garitas
Situada al borde de la meseta donde se asienta la ermita de la Reina de los Ángeles, en la Peña de Arias Montano se encuentra una pintoresca espadaña, acompañada por sendas garitas apilastradas, de planta circular y bóveda de media naranja. La espadaña consta de dos niveles: el inferior presenta una composición simétrica a base de seis semicolumnas empotradas en cada cara que enmarcan un arco de medio punto, sendos huecos adintelados con ventanas cuadradas encima y finalmente dos macizos.

Las columnas van sobre pedestales independientes y lleva unos sucintos capiteles. El piso alto está constituido por un macizo central paralelepipédico con una ventana central ovalada. Tres campanas y un pintoresco farol completan la obra.

Fiestas
-El primer domingo de junio, fiesta de la Santísima Trinidad, es costumbre que los habitantes de Alájar acudan a escuchar la misa de doce, tras lo cual tradicionalmente se realiza una comida en el campo.
-Fiesta Local y romería de la fiesta de los Ángeles: durante los días 6, 7 y 8 de septiembre (declarada de Interés Turístico Nacional).
-Festividad del voto: se celebra el sábado y domingo siguiente a la romería del 8 de septiembre.
-Romería de San Bartolomé: se celebra el penúltimo fin de semana de agosto.
-Fiesta de Ntra. Sra. de la Salud: el último fin de semana de agosto.
-Fiesta de San Marcos: el domingo más cercano al 25 de abril.
-Pregón de San Bartolomé: a mediados del mes de agosto.
-Pregón de la Reina de los Ángeles: se celebra a principios del mes de agosto.

Gastronomía
Carnes (embutidos, salchichones, chorizos, jamones). Gazpacho. Gazpacho.
Dulces: Pastel de Mantequilla. Piñonates, Rosas fritas, Pestiños endulzados con miel

Gentilicio:  Alajareño
Patrón:   San Marcos
Patrona:   Reina de los Ángeles





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