Arén

Arén es un municipio español de Ribagorza, provincia de Huesca, Aragón. Situado a una distancia de 129 kilómetros de la capital de provincia; Arén con una superficie de 119 km², dispone de una población de 308 habitantes (2023), por lo que su densidad de población es de 2,69 hab./km².

Ubicado a una altitud de 708 msnm, sus coordenadas geográficas son: 42°15′36″N 0°43′20″E.

El término municipal de Arén está formado por los núcleos siguientes:

 - Antiguo término de Arén:
   Arén, Berganuy, Campamento de Arén, Claravalls, Puifel, Sobrecastell y Soliva.
 - Antiguo término de Cornudella de Baliera (agregado al municipio en 1965):
   Casa Consistorial, L'Hostalet, Iscles, Puimolar, Rivera de Vall, San Martín, El Sas, Soperún, Suerri, Treserra y Vilaplana.
 - Antiguo término de Betesa (agregado en 1966):
   Betesa, Los Molinos de Betesa, Obís y Santa Eulalia.

Historia
Arén perteneció al condado de Ribagorza y fue plaza militar hasta finales del siglo XVIII, cuando la guarnición se mudó a Benasque. Durante la Guerra de Sucesión fue destruida y su población altamente diezmada a causa de los abusos que cometieron ambos contingentes.

Su economía se basa en la ganadería y la agricultura, aunque últimamente está cobrando mucha importancia el turismo.

Patrimonio

Monumentos megalíticos
La riqueza histórica del entorno de Arén se escribe testimonialmente gracias a la presencia de monumentos megalíticos. El valle de Baliera esconde varias de estos ejemplos de enterramiento prehistórico que han llegado a nuestros días en un perfecto estado de conservación.

En las cercanías de la masía L'Hostalet, cerca de Els Sas en Cornudella, existe un frondoso robledal, de propiedad privada, por lo que hay que pedir permiso para visitarlos, donde se encuentran dos dólmenes (de la Cabañeta del Fornó y el de la Cabañeta del Tancat) y un menhir. Cerca de Soperún se encuentra otra agrupación de dólmenes localizados por un sendero que parte de la pista que lleva a esta población.

Iglesias y ermitas
Los templos religiosos son el legado del progreso artístico y tienen en Arén una nutrida exposición en iglesias y ermitas.

En el núcleo de Arén destaca la iglesia renacentista (siglo XVII) dedicada a San Martín. La imponente torre destaca en un conjunto de una nave de cinco fases con capillas entre los contrafuertes. En las cercanías de la población quedan las ermitas de San Salvador y San Román.

Sin embargo, hay que viajar a los núcleos para encontrar las mejores expresiones del arte románico. Es la Iglesia de San Juan Evangelista en Betesa quizá el mejor testimonio de esta expresión medieval en el territorio de Arén. Su esbelta torre destaca en el paisaje. Cerca de esta población queda otra buena imagen del románico ribagorzano en la ermita de Santa Eulalia.

De esta misma época quedan en el municipio la Iglesia de la Asunción de Berganuy, San Martín de Soperún, San Pedro de Cornudella, Nuestra Señora del Rosario de Claravalls, San Juan de Obis, San Vicente en Treserra,  y la Iglesia San Martín en San Martín.

Del arte neoclásico y barroco se pueden contemplar la iglesia de San Martín de Iscles, Nuestra Señora de las Heras de Puimolar, San Miguel Arcángel de Rivera de la Vall y San Juan Bautista en Suerri.

Castillo del Gobernador
La angosta subida empedrada que da acceso al alto de la peña comprueba la dificultad de tomar aquella posición. Esta ubicación dotó al Castillo de Arén de un privilegiado estado y fue centro de numerosas etapas de Ribagorza desde su origen en el siglo IX. Realmente, en este lugar se alzaron dos construcciones, distando entre ambas doscientos años, adaptándose la segunda a un espacio mayor.

Un muro con sucesivas torres protegía el flanco sur y oeste, mientras que el precipicio hacía este trabajo en los otros costados. Explorar la cima de la cresta que observa Arén desde la altura permite divisar distintas siluetas de los cimientos de grandes muros en sillarejo que conformaban estancias, una gran torre cuadrada y una segunda línea amurallada. En el conjunto de atisban varios aljibes y cisternas.

En pie únicamente queda el pórtico de la iglesia castrense, de origen románico y de la que ahora es fácil identificar la planta y los ábsides semicirculares de su fondo. La portada sería el acceso al templo, que estuvo decorada con pantocrátor y figuras de los apóstoles, conservándose una imagen de San Pedro que puede fecharse en el siglo XII. En esta ubicación, en excavaciones realizadas en 2004, se encontró una necrópolis medieval con tumbas antropomórficas.

Los avatares ocurridos en este lugar dan testimonio de la importancia del lugar citado ya en 823 como Castro Arinio. Fue propiedad de Arnau Mir de Tost, los condes de Pallars y los Erill. En 1322 se incorporó al condado de Ribagorza y tuvo un papel destacado en la guerra civil ribagorzana (siglo XVI), la penetración francesa de 1639 y la Guerra de Sucesión. En este episodio, la plaza defendió a la dinastía borbónica. El ataque austracista fue defendido por la población, que sufrió la represalia de 91 vecinos fusilamientos tras su conquista. El castillo mantuvo su vigencia durante la Guerra de la Independencia y cayó en el olvido a finales del siglo XIX tras los últimos escarceos en las Guerras Carlistas.

Fiestas
Arén dispone de un calendario de festejos tradicionales al que se han unido en los últimos años la celebración de ferias.

El 23 de mayo es sinónimo de Fiesta Mayor para los arenenses. En esta fecha se ha desarrollado tradicionalmente los festejos en honor al Santo Cristo con distintos eventos y actividades desarrolladas por los vecinos.

Durante los primeros días del mes de abril se instalan dentro del polideportivo de la localidad los puestos de la feria de artesanos, que suele coincidir con la Feria de la Caza en la que se dan a conocer las novedades de esta disciplina.

Además, es tradicional la celebración de las romerías en San Román y San Pedro de Sobrecastell el primer domingo de Mayo, la festividad de Santa Lucía en Septiembre y la de San Antonio Abad, donde se realiza una subasta, el 17 de enero.

Gentilicio:   arenense